miércoles, 2 de mayo de 2018

Qué tensión.

Esta madrugada, cuando los abuelitos ya iban de vuelta a su Torre del Paseo Marítimo después de estar varias horas de juerga en El Funeral, la abuela ha ordenado a Geooorge parar el rolls royce debajo de mi balcón y ha subido a casa.

Como yo dormía como una bendita ha necesitado darme varios y enérgicos zarandeos para despertarme. En cuanto he abierto los ojos, desconcertada, ha acercado su dedo índice a mi cara en plan ¡yo te acuso!, diciendo: "¡Tenemos que hablar!" Y se marchó por donde había venido.

Estoy segura que ella a dormido a pierna suelta, en cambio yo he seguido despierta hasta las claras del día. Y por si eso no fuera suficiente tormento, a las seis la Cotilla ha gritado: ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaaaa! ¿Todavía estás en la cama? ¡Que cruz tenemos contigo!

Cuando he podido pensar, cosa que ha tardado en suceder, un sudor frío me ha recorrido la espalda...  El dedo acusador de la abuela, plantado frente a mi cara, me ha sonado a amenaza... ¿De qué querrá hablar conmigo?... Huy, huy, huy... Esto no me gusta nada, pero nada, nada.

Pascualita nadaba plácidamente en el acuario. A ella no la había emplazado la abuela para "hablar" y eso me dio coraje. Por eso la cogí desprevenida y sin mucho miramiento. Inmediatamente su dentadura de tiburón saltó hacia adelante pero yo me había puesto el guante de acero y me salvé del mordisco.

La senté en el frutero, preparé dos cola caos y dejé que se desfogara saltando, una y otra vez, dentro de su taza hasta que hubo más cola cao por la cocina que en la taza. Entonces le comenté la extraña visita nocturna. Para tener dos opiniones distintas, sumé a Pepe a la reunión. La cabeza jivarizada ni pía ni muge pero hace bulto, bueno, bultito. Y Pascualita lo compensa con su genio.

_ ¿De que creéis que quiere hablar la abuela? ... ¡Pepe, por Dios, di algo! Ya sé que no te quieres comprometer... y que a una cabeza cortada no se le puede pedir que de un discurso pero, hijo, eres tan soso... - La sirena saltó a mi taza y me puso perdida - ¡¿Estás queriendo decirme algo?! -  Pascualita se señaló a sí misma. Eso era una novedad. - ¿Quién te ha enseñado a hacer ésto? ¡que gracio...! ¡OH, NOOOOOOOOO!

Ese fue el momento que eligió la abuela para entrar en casa. Venía a paso de carga, pasillo adelante: - "¡Solo a una descerebrada se le ocurre poner una foto de Pascualita en el Facebook! (me temblaban las piernas) ¡Fue la atracción de la noche en El Funeral! ¡Toda españa la ha visto, científicos incluídos! Menos mal que la mayoría están fuera de España que si no, ya estarían buscando a la sirena para abrirla en canal y estudiarla! ¡¡¡Eres una irresponsable. Y justo ahora que está embarazada!!!" - No puede... ser, abuela... ¿De quién?... - "¿De quién va a ser, boba de Coria? ¡¡¡DEL BUTANERO!!!

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