viernes, 4 de mayo de 2018

Pascualita: ¿autosuficiente en alimentación?

Tengo la cabeza como un bombo a costa de los inquilinos de la abuela y la Cotilla, en el 4º piso de mi edificio. Cada semana cambian de inquilinos y así les cunde el negocio. Pero, si unos eran malos, los siguientes son peor.

Los vecinos no ganamos para aspirinas. Hablamos a gritos porque los extranjeros tienen la música a todo volúmen y las ventanas abiertas y no podemos escuchar la tele. Para remate, había uno en el balcón de casa. Al verlo he gritado ¡¡¡Hay un ladrón en mi casaaaaaaaaaaaaaaaa!!! pero apenas se me oía.

Mientras tanto algo ha caído sobre el árbol rompiendo una rama, luego he visto que hay otras rotas. El maromo del balcón estaba como una cuba, se partía de risa, mientras la sangre le chorreaba por la cara al haberse partido una ceja,  viendo al compañero que había saltado partiéndose la clavícula.

En un momento fueron dos maromos en mi balcón y ¡¡¡PATAPAM!!! otro guiri que cae al árbol y otra rama desgajada. Este no tuvo tanta suerte porque rebotó y dio de bruces en la acera. - Me asomé, con precaución y miré arriba. Otro borracho hacía equilibrios sobre la barandilla de su balcón y ¡se tiró de cabeza al árbol¡ Los guiris estaban haciendo balconin. La madre que los parió!!!

Llamé a Bedulio pero resultó difícil la comunicación. - ¡¡¡Deja de hacer ruíiiiiiiiiiiiido. No sé qué dices!!! - ¡¡¡Que vengas a poner ordeeeeeeen en la fincaaaaaaaa!!! - ¡¡¡Ahora vengo. Verás que multa te pondré por escándalo públicoooooooooooooooo!!!

Poco después me pareció escuchar la sirena del coche patrulla. Me asomé al rellano y vi a Bedulio subir las escaleras, blanco como el papel. - ¡¡¡¿Qué te ha pasadooooooooooooooooo?!!! - Una mujer se ha suicidado tirándose al vacío y por poco me cae encimaaaaaaaaa. - ¡¡¡Están jugandooooooooooooo. Son guiris haciendo balconiiiiiiiin!!!

Esto no puede seguir así. Tengo todas las molestias y ningún beneficio. Así que he ido con Pascualita a la Torre del Paseo Marítimo. Geooorge abrió la puerta y antes de que me diera una negativa, le empuje y entré gritando: - ¡¡¡ABUELAAAAAAAAAAA!!! - Apareció toda emperifollada. - "¿Cómo vas a encontrar novio con esas voces?" - Me puse de rodillas. Las lágrimas corrían por mis mejillas, cayendo al suelo y poniéndolo todo perdido por el rimel que arrastraban - ¡¡¡NUNCA, NUNCA, NUNCA VOLVERÉ A PONER UNA FOTO DE PASCUALITA EN FACEBOOK. LO JUROOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!! Y ahora echa a esos Atilas que habéis metido en casa de la Cotilla, por favor. -

La sonrisa triunfal se le congeló a la abuela. Pascualita había saltado de mi bolsillo a la gruesa alfombra de la sala de estar. La sirena se retorcía como una serpiente a la que le han pisado la cola. La dentadura de tiburón lanzaba dentelladas al aire. - "¿Qué te pasa, bonita? ¡No te mueras!" - Tenías razón, abuela. ¡Está pariendo!

Del cuerpecito de la sirena salieron unos bichitos extraños que fueron engullidos por su  madre, uno detrás de otro. ¡Estábamos horrorizadas! - "¡Nooooooooooooooo. No lo hagas!" - Cuando acabó con todos, eructó y se quedó tan pancha. - Aún estábamos conmocionadas cuando entró Andresito fuera de sí. - ¿Quién se muere?... ¿Quién? - Nadie, abuelito. - ¡Me lo ha dicho Geooorge y él no miente! -
¿Y yo sí? (¡me enfadé!) ¡Pues buscad al muerto entre los dos! Nosotras nos vamos. - ¿La abuela y tú? - NO. ¡Yo sola! - Ves como eres rarita...

No hay comentarios:

Publicar un comentario