sábado, 12 de mayo de 2018

Esperando Eurovisión.

La abuela, por su cuenta y riesgo, ha decidido que verá el Festival de Eurovisión ¡en mi casa! Como si no hubiera sitio suficiente en la suya. Y ahora estamos como sardinas en lata porque ha invitado a medio barrio suyo, con el pijerío que hay allí. La Cotilla no ha querido ser menos y se ha presentado con una corte de jubilados, todos con el carrito de la compra "por si pillan algo"

Lo que no me esperaba es que, incluso Bedulio, ha traído unos cuantos municipales, chico y chicas, porque "no voy a ser menos que los demás" me ha dicho el hombre. Total, que la que está en desventaja soy yo. Y eso que pensaba ponerme el pijama y comer pipas viendo la tele, repantingada en el sofá de la salita, junto con Pepe y Pascualita, más que nada para hablar con alguien.

Pero está visto que la mujer propone (yo) y Dios (¡la abuela!) dispone.

No voy a negar que ha habido bofetadas por los asientos. Menos mal que Bedulio y compañía han hecho valer su autoridad ... y se han sentado en el sofá, algo apretados pero de eso no se han quejado. Otros "listos" han sido los jubilados que se ha agenciado el resto de sillas y butacas. El pijerío ha tenido que conformarse con sentarse en el suelo, sobre cojines ¡y mi almohada!

Para acallar discusiones y evitar que la sangre llegara al final de la escalera de la finca, la abuela se ha vestido de Masiel y ha cantado, una y otra vez, el Lalalá que la llevó, hace ya años, a conquistar la Gloria eurovisiba.

Todos hemos acabado haciéndole un interminable coro. Incluso algunos vecinos que, camuflándose entre la gente, se han colado en casa. Estos, al menos, traían sus sillas plegables de playa.

Mientras la abuela cantaba y Andresito la miraba encandilado, Geoooorge se ocupaba de llenar las mesas de bebidas y picoteo. No todo he tenido que ponerlo yo. Lo exquisito: caviar ruso e iraní, foigrás de oca genuína, champan francés, etc. etc. ha venido del barrio rico aunque, puedo asegurar esa gente no ha probado nada de eso, ¡buenos son los jubilados a la hora de hacer barricadas en torno a las mesas de las viandas!

El pijerío se ha tenido que conformar con pipas, pistachos, patatillas, ganchitos, agua y bebidas carbónicas que estaban en oferta en el súper. El grupo de municipales no se ha privado de nada que para algo son la autoridad.

Y ahora solo falta saber quién ganará... ¡Que nerviooooooooos!

¡Anda, el señor Li también está aquí!

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