viernes, 2 de marzo de 2018

Fiestas de la Comunidad (2)

A la abuela se le ha mojado es rebosillo, es jipó, y la trenza postiza, que chorreaba agua como si fuera la fuente de Las Tortugas. Ha pensado que, para seguir celebrando la Fiesta de la Comunidad, lo mejor era vestirse de payesa. Payesa sui géneris, claro, porque la falda le llegaba a medio muslo y con las botas piratas de tacón de aguja, pocas jotas iba a bailar. Pero no se fija en éstos detalles si ella piensa que va de rechupete.

Por otro lado, Andresito no se atreve a decir nada en tocante al vestuario de su mujer. A lo único que se ha negado ha sido a salir a la calle vestido de payés, ¡con mini-bombachos!. Ahí ha habido sus más y sus menos porque la abuela quería que lucieran los dos por la calle, como pareja que son. Y él ha tenido que recurrir a la mentira diciendo que, por su estatus social y su posición en el partido, no podía salir de esa guisa por Palma. - Además, mi religión me lo impide. - "Pues es una pena que tengas tantos prejuícios porque, seguro que nos sacarían en los periódicos" - ¡Y en la televisión! (gritó la Momia para que se oyera su voz cascada, sobre la música de samba que pone a todo volúmen)

Salieron a la calle y fue la admiración de extranjeros, que se hincharon a hacerle fotos y de palmesanos sorprendidos. Iba la abuela muy ufana ante tamaño éxito cuando empezó a llover. - ¿No has cogido el paragüas? (preguntó el abuelito) - "¡¿Cuándo has visto tú una payesa con paragüas, pardalera?¡"

Andresito, se metió de cabeza en la tienda del señor Li y compró un paragüas plegable. A la abuela le sentó a cuerno quemado. - "¡¿No te da vergüenza tirar el dinero de ésta manera? ¿Acaso no tenemos cincuenta paragüas en casa y tienes que comprar otro?!" - Solo vale un euro... - "¡Con ese euro podrías invitarme a paella!" -  El chino, que no es sordo aunque a veces se lo hace, soltó - ¡Yo también venil a comel al.los paella! ¡¡¡Glacias, glacias!!! - Y el jodío se deshizo en reverencias. Luego me dijeron que fue difícil despegarse de él.

A media mañana se encontraron con la Cotilla que venía de "limpiar" los cepillos de "sus iglesias" - ¡Vaya marido poco galante que tienes! Ya sé porque eres rico, Andresito ¡Porque eres de la cofradía de la Virgen del Puño! ¡Mi pobre amiga toda mojada y tu cobijado bajo el paragüas! ¡Que vergüenza! ¡Con razón vamos a salir a la calle el día ocho! - A grito pelado hablaba la Cotilla y la gente empezó a corear. - ¡¡¡Machista, machista, machista!!!

Al final del día lluvioso, pasó lo que temía el abuelito: ¡Que salieron en televisión en pleno alboroto !

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