miércoles, 7 de febrero de 2018

Mayo del 68.

Esta mañana he sentido que había una presencia extraña en casa. No es que haya visto nada raro pero... la sensación era como si alguien me estuviera mirando desde los rincones. Mientras desayunaba he cogido la taza de cola cao para que no me la quitaran. Pensé que sería la Cotilla esperando a que me despistara para dejarme en ayunas.

Pero me equivoqué porque, poco después, escuché la llave abriendo la puerta y a la vecina gritar: - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa! Ay, que bien nos lo pasamos anoche a la puerta del cuartel de los municipales. Me sentí rejuvenecer. allí estábamos manifestándonos contra el Sistema como en los años sesenta del siglo pasado hicimos en París, en Mayo del sesenta y ocho ¡Que subidón de adrenalina! La próxima vez llamamos a tu abuela.

- La próxima vez, ni se le ocurra venir a buscarme para ir a hacer el ridículo como anoche. Y París lo ha visto usted en postales, incluso en películas pero, de verdad no. Nunca ha estado en París. - ¡¿Qué sabrás tu, boba de Coria?! - Le digo yo que nunca ha estado en París, farolera.

En ese momento sonó el concierto de pitos bajo el balcón y poco después, la abuela se plantificó en el comedor. - ¡Que cruz tienes con tu nieta marisabidilla! Dice que jamás he estado en París. - "¿Qué sabrás tu, boba de Coria? Fue una de las heroínas de Mayo del sesenta y ocho. Estaba expléndida dando mítines a los estudiantes y obreros que la aclamaban enardecidos" - ¿Estás hablando de la Cotilla, abuela? - "Naturalmente. Le aplaudían y la admiraban. Llevaba la melena suelta, y la agitaba al viento, con vehemencia, durante sus discursos. Ligaba más que nadie" -  ¿Más que tú, abuela? - "Mucho más... yo luego solo tenía que elegir entre los "enamorados" y ponerme las botas con ellos" - ¿Y la Cotilla? - "Ella no podía. Se pasaba el día entre asambleas, discusiones, redactando discursos, etc. etc."

Jamás pensé que una persona pudiera cambiar tanto: de atractiva joven idealista a lo que tenía ahora delante. - ¿Usted habla francés? - Lo hablaba. Después dejé de practicarlo y se me ha olvidado. - ¿Tiene alguna foto de aquellos momentos? - Sé que salieron bastantes en los periódicos de medio mundo... pero no guardo ninguna. - Bueno pues, creo que una noticia como ésta, debe celebrarse, Cotilla. Voy a por el chinchón.

De camino a la cocina, metí a Pascualita en mi escote para que no se perdiera nada de lo que iban a contar las dos amigas. Antes de entrar de nuevo en el comedor, las oí hablar y reir: - "¡Que tiempos aquellos!" - Podríamos haber sido ricas. - "Nunca hemos ganado tanto dinero ni lo hemos vuelto a pasar tan bien" -  Hacíamos buena pareja como socias.-  "Tu los "limpiabas" y yo les deba la puntilla erótica jajajajajaja" - Nunca he "trabajado" tantas carteras. - "Chist, que nos va a oír" - ¡Mayo del 68! Que recuerdos... La de carteras que "trabajé" .Estaban tan enfrascados con la política, que les cortaba los bolsillo y no se enteraban.

Dejé a Pascualita en el acuario. Ella era una inocente sirena que no podía escuchar ciertas cosas. Y lo que más rabia me daba no era que se hubieran burlado de mi, sino no haber podido estar con ellas en París ¡Siempre me quedo a dos velas!

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