jueves, 28 de diciembre de 2017

Pobre Andresito.

El abuelito no levanta cabeza. Esta lloroso todo el santo día y su madre ya está hasta las narices de él. Y no digamos su mujer, mi abuela. Ni le habla. Se comunican a través de Geoooorge que, como es muy flemático como buen mayordomo inglés, lleva las conversaciones de un lado a otro sin poner énfasis en las frases y así no hay quien se enfade o se pelee. - "¡Pónle más garra a lo que te digo! Si llamo calzonazos a mi marido, quiero que se lo digas así ¡¡¡Calzonazos!!!" - Mi no poder, madame. El pagar nómina a mi. - "¿Te vendes por un plato de lentejas, traidor? ¡Arrieritos somos y en el camino nos encontraremos, inglés!"

No me extraña que esté loco porque entre el brexit e Inglaterra se separe de Europa. Está extresadímo el pobre. Yo he intentado mediar pero la abuela no me ha dejado. - ¡"¿Crees que  no sé que vas a favor de Andresito, boba de Coria?!" - Al final tuve que hablar con mi bisabuelastra. - Estos dos no pueden seguir así ¡acabarán divorciándose! Impón tu autoridad, por favor. - ¿Por qué? - ¿Cómo que por qué -  Entonces me di cuenta de que la Momia no se había enterado de lo que ocurría en su casa. - Deberías dejar de lado, por una vez, a los cubanitos culitos-respingones y poner órden en tu casa. - ¡Ni hablar! ¡No me queda tiempo! ¡¡¡Vamos a bailar, chicos!!!

Al final decidí tomar al toro por los cuernos. - ¿Qué te pasa, abuelito? - Hemos llegado al final de una etapa preciosa y productiva para nosotros. - ¿Lo dices por el cambio climático? - Eso no existe. Ya lo dijo Aznar y lo que él dice va a misa. - ¿Entonces?... - Hemos perdido las elecciones catalanas (unos gruesos lagrimones asomaron a sus ojos) No puedo hablar de eso ... ¡snif!... - ¿Piensas que perderéis también las nacionales? - ¡Calla, calla! ... ¡snif! ¡snif! ¡snif!.... - Entonces, llevada por una inspiración divina, dije. - Preséntate tú a secretario general. - ¿Lo dices en serio? ¿Me votarías?

Los ojillos hinchados de tanto lloriquear se fueron animando - No, abuelito. - ¡Pero... peroooo...!  - No insistas. Cada oveja con su pareja. - Como un globo al deshincharse, así quedó Andresito pero yo no di mi brazo a torcer.

Desde el borde del acuario Pascualita fijó su mirada en mi e hizo la señal de OK con su diminutos dedos y enseguida mostró su terrible dentadura de tiburón.

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