viernes, 8 de diciembre de 2017

El señol Li.

Llamaron a la puerta y puse mi voz más angelical al preguntar - ¿Quién esssssss? - por si acaso era algún candidato a ser padre de un biznieto. Pero no. - Soy señol Li. - Efectivamente, en el descansillo de la escalera estaba el hombre con un paquetito en la mano que me ofreció en cuanto le abrí la puerta.

- Sel legalo pala ti. - Y me hizo una profunda reverencia, que no imité por no partirme la espalda. - ¿A santo de qué viene ésto? (pregunté, mosqueada) - Yo invital a ti, tu invital a mi. - ¿Acaso quiere un chinchón? - La ranura de sus ojos se estrechó y yo me quedé sin saber qué decir. Así que me concentré en el paquete. Lo abrí y encontré una bandejita con seis rollitos de Primavera. - Mi primera reacción fue abrir la boca y soltar - ¡No puedo comerme a sus antepasados, señor Li! - Abuela decil que tu sel tonta. ¡Sel veldad!

Nos sentamos en la salita. En cuanto a los rollitos, aunque se veían apetitosos, se los comería la Cotilla que tiene buen saque y no le hace ascos a nada. - Tu invital a mi esta Navidad. Con el Ley. - ¿Qué Ley? ¿Han puesto otra?... No me he enterado. - No Ley, sino Ley. - ¿Usted sabe lo que dice? - Los ojos se le achinaron un poco más. - ¿Tu no sabel chino-español, boba de Colia? - Si, pero... no sé de que Ley habla ¿A ver si se cree que me paso el día viendo la tele? - Suspiró el señor Li, armándose de paciencia. - Tú milal mi boca: L.e.y.d.e.E.s.p.a.ñ.a... ¿Sí? - Como no sea que quiera hablar de una nueva ley española... pero ya le digo, aquí, quien entiende de política y le saca beneficios, es mi abuelito, yo no... . ¡¡¡TU CALLAL, COÑE!!!

Cuando, por fin, le entendí salté de la butaca. - ¿Quién se lo ha dicho? - Abuela y Cotilla. Estal contentas. Ellas tlael cosas comel. ¡Yo también! Mesa llena de cosas licas! Y todo lleval etiqueta con nomble esclito: Tienda Casa Li. Tu llamar a Hola. Hacel fotos y salil en levista ¡Buena plopaganda!

De repente se oyó varios ¡CHOFSSSS! El señor Li se sobresaltó - ¿Sel gamba golda? - ¿El qué?... - Yo buscal... - ¡No! Estese quieto que me está poniendo nerviosa. - ¿Tu ponel gambas goldas con Rey aquí. - ¡Iremos al comedor social, pesado! - Oh... ¿Sel costumble española cuando venil Ley a casa? - ¡Sí, hijo sí. Ande, váyase, que es más pesado que una vaca en brazos.

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