jueves, 9 de noviembre de 2017

La Nieta está enamorada.

Tengo un desasosiego que me tiene en un sinvivir. Suele pasarme estando en la cocina... No sé a qué se deberá... ¿Será alergia a cocinar? Sería raro porque soy más de abrir latas. en fin, tendré que preguntar por ahí y cotejar opiniones.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaa! ¿Estás hablando sola? Si cuando yo digo que estás majareta tengo más razón que un santo. - Sola, no. Conmigo misma, Cotilla. ¿A usted le ocurre algo cuando entra en una habitación determinada? - Déjame pensar... pues sí. Nunca había caído en ello. - ¿Por ejemplo? - Si entro en el comedor tengo que sentarme y comer. Ya ves tu que cosas. - En la salita no me queda más remedio que hacer la siesta. Se  me cierran los ojos enseguida ¿No es extraño? - Si entro en la cocina siento la necesidad imperiosa de picar lo que tienes a mano: mejillones en escabeche, un poco de fabada del día anterior... Si entro en el cuarto de baño me entran ganas de... - ¡Ya, Cotilla! He entendido sus explicaciones.

Aunque no me acabaron de convencer y llamé a la abuela. Se puso Geoooorge - ¿Está mi abuela, iglés? - Yes. - Que se ponga. - Plis. - ¿Plis, qué? - Tu decir plis. - ¿Estás de antojos? - Yo esperar. - ¡Que llames a mi abuela, leches! - Yo decir no. - ¡Como venga te daré tal guantazo que serás el primer inglés en llegar a Inglaterra con el Brexit bajo el brazo!  - You decir plis. - ¡La madre que te parió! ¡¡¡ABUELAAAAAAAAAAAAAAAA!!!

Mi voz llegó, alta y clara, a sus oídos. - "¿A qué vienen esos gritos?" - Geoooorge no quiere que hable contigo. - ¿Le has dicho plis? - ¡NO! - "¿A quién has salido tú, boba de Coria? No se te caerán los anillos por darlas." - ¿Las gracias? Claro que no. - "¡Pues dile plis, pardala!" - ¡Aaaaah! ¿Plis son gracias? Oye, inglés que... gracias ¡por nada!

Después de un rato de discusión, le comenté a la abuela la extraña sensación que, de vez en cuando, me atacaba. Estuvo un rato callada y luego, sin dudarlo, dijo: - "¡Estás enamorada!" - ¿De... quién...? - "Tu sabrás. Haber, piensa..." - Junté las cejas, puse cara de estar concentrada y así me tiré un rato. d
De repente, grité: ¡¡¡EUREKA!!!

- "¿Eureka se llama?" - ¡Pepe, se llama Pepe! - "¿Nuestro Pepe? ¿La cabeza jivarizada? ¿Estás tonta?" - Desde que le vi, en persona, la noche de Todos los Santos, no dejo de pensar en él ¡Qué hombre fue!... Ahora estoy compungida y confundida. Y en cuanto me arrimo a su estantería, siento mariposas en el estómago. - La abuela sirvió dos copas de chinchón. - "Ahógalas en alcohol y a las penas, puñalás"

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