sábado, 21 de octubre de 2017

Noche de ronda.

La abuela ha venido toda ufana a casa cuando todavía no habían puesto las calles. - "Pasaba por aquí y he subido para preguntarte cuántas serenatas te han dado ésta noche" - ¿Serenatas?... zzzzzzzzzzzzz... - "¿No sabes que esta madrugada es la Fiesta de las Vírgenes?" -  ¿María?... zzzzzzzz. - "Noooooo... Y no te hagas la tonta, boba de Coria, porque eso quiere decir que nadie te ha venido a rondar ¡Que vergüenza tener una nieta tan sosa como tú!... ¡Despiértate!"

Ser arrancada de esta manera tan poco sutíl, de un sueño profundo y reparador, tendría que estar penado con treinta años de cárcel aunque, a la abuela, se la repanfinfla porque, aunque se tenga por la proletaria número uno, al estar casada con Andresito, adscrito al partido del Pinocho Mayor del Reino, solo vería la cárcel en postal, como Urdangarín sin ir más lejos.

Conseguí abrir un ojo legañoso y la visión que estaba ante mi me puso los pelos de punta. - ¡¡¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaah. Vade retro, Satanás!!! (grité espantada y recibí un pescozón digno de aparecer en las páginas del Libro Guinnes de los Records) - ¿Eres... tú. abue.. abuela? -

La pregunta venía porque el ser que estaba junto a mi cama tenía la cara sudorosa, el maquillaje corrido formando una paleta difusa de colores apagados. Los pelos llenos de confetti y alguna serpentina colgando de las orejas. - ¿Qué te ha... pasado? - "¡Me he divertido un montón en El Funeral, cosa que tu no has hecho!"

- "¿Nadie te ha cantado Clavelitos?" - Pues... - "¡Ni lo sabes, durmiendo como un ceporro! A éste paso nunca tendré un biznieto" - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! ¡Estoy entusiasmada! ¡Me han dado una serenata! - ¡Oh, no!. Lo que me faltaba es que la Cotilla viniera presumiendo de eso. - "Pues a ésta, no" - Que cruz tienes con tu nieta...

Decidí contraatacar. - ¿Iban borrachos quienes os han cantado? ¿Que tenéis vosotras de vírgenes, de verges? - "Siempre me he considerado así"(dijo la abuela toda cargada de razón) - ¡Y yo! (soltó la Cotilla) - De usted me lo creo porque la abuela le birló todos los novios... - ¿Qué insinúas? ¿Que no lo catado? ¡Pues sí! - La abuela, sorprendida, saltó. - "¡¿A quién?!" - ¿No querrás que te cuente ahora mis intimidades? - "¡Claro que sí!"

La vecina no soltó prenda y se inició una fuerte discusión a la que tuve que poner fin yendo en busca de la botella de chinchón mientras los vecinos empezaban a protestar - ¡¡¡No son horas de borracheras!!! (y eso que aún no habían empezado a beber)

No hay comentarios:

Publicar un comentario