domingo, 1 de octubre de 2017

La neurona no funciona.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaaa! - ¿Dónde va con ese cargamento de velas, Cotilla? - A montar un altar en tu salita. - Me lo temía pero no va a poder ser. - ¿Y eso? - Está prohibido. - ¿Por quién? - Por mi religión. - ¡No me digas que te has hecho religiosa a tus años! - Mire quién habla. La que tiene más años que Matusalem. - ¡Huuuuuy, como se entere tu abuela de lo que has dichooooo! ¿Y qué religión es la tuya? - Una que no permite montar altares ¡La mía! así que ya está sacando toda esta cera de mi casa. ¡Vamos! un dos, un dos...

Los pitidos de la calle anunciaron a la abuela que subió seguida de Geoooorge, cargado con velones enteros y sin estrenar, cosa que hizo que a la Cotilla los ojos le hicieran chirivitas. - "Nena, quita los trastos de la salita que vamos a montar un altar en honor a la neurona del Pinocho Mayor del Reino" - ¿En mi casa? ¿Quiére que salgamos en la prensa en la sesión de desgracias? ¿A qué viene este empeño con los altares que os ha dado a las dos? - "Mira que casualidad, porque no nos hemos puesto de acuerdo ¿verdad, Cotilla?"

Me puse a Pascualita en la solapa, en plan broche para que viera los tejemanejes de las dos amigas. Mientras montaban el altar la Cotilla no paraba de remugar, no se la veía muy contenta. - Si me hubieses dicho que vendrías  no hubiese cogido tantos cabos de velas. He venido cargada como una burra por tu culpa, (La Cotilla estaba de uñas contra la abuela) con las que tu has traído va que chuta. Las mías las guardaré para venderlas por ahí. - "¡Ni hablar! Las pones también. La neurona no da más de sí, por eso necesita toda la carga positiva del mundo" - Desde que eres rica todo tienes que hacerlo en grande, jodía. - "Es agradable"

Cuando encendieron todas las velas nos sentamos en el comedor hasta que, hartas del calor de las llamas, salimos al balcón a respirar aire puro. - El que está en esa foto que has puesto ¿quién es? - "La neurona" - No sabía que esos bichos llevaran barba... - Es que ésta, al ser única, está muy compenetrada con quién la lleva... - ¿Crees que funcionará?

Yo estaba muy intranquila debido al fuego y acabé quedándome en el comedor para vigilar que no ardiera nada. Caminaba al rededor de la mesa para calmar mis nervios y al pasar junto al acuario, la sirena se tiró de cabeza al agua. Decidí llamar a los bomberos. - ¿Son los bomberos? - Sí, señora. - Señorita... ¿Tiene ahí a algún bombero de calendario? ... ¿Dos?Pues mándemelos... No, es por precaución porque hay mucha vela encendida y ya, de paso, me alegro la vista... ¡¡¡Oiga!!! (colgó)

En la televisión salieron escenas de mucha violencia gratuíta contra gente pacífica. - ¡Ostras, mirad esto! - La abuela se indignó. Corrió a la cocina, llenó un cubo de agua y se lo tiró a las velas apagándolas al instante. - ¡Abuela, lo has mojado todo ! ¿Dónde haremos la siesta? - "¡No ha funcionado, Cotilla! Ya me lo dijo Andresito y no le creí. Lo que más me fastidia es tener que darle la razón" - La vecina cogió la foto de la neurona barbada - ¿Qué hago con ella? - "¡Que dimita!" - ¿La neurona? - "Yo me entiendo". - Trae el chinchón, nena... ¡Y la fregona!

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