domingo, 8 de octubre de 2017

El señor Li está feliz.

Era temprano cuando el señor Li llamó a casa. - ¿Estal abuela? - Estará en su casa, digo yo. - Ah, como yo no sabel que decil tú, plegunto. - Llame allí y déjeme dormir. - Colgué porque no tenía ganas de meterme en discusiones. Poco después volvió a llamar - Abuela no estal. Geooooolge decil que venil a tu casa a comel ensaimada. Yo también venil. - ¡¡¡Oiga, que aquí no hay nadie!!! - Pero no me oyó porque ya había colgado.

La abuela tardó cinco minutos en llegar cargada con un paquete de ensaimadas calentitas. - Te ha llamado el señor Li y ha dicho que ahora vendrá. - "¿Para qué? - ¡Yo que sé! - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaa! - ¡La que faltaba para el duro! Está visto que no voy a poder dormir un ratito más. - ¡Traigo unas botellas de leche entera! - ¿De dónde las ha afanado? - ¡Lávale la boca con lejía a tu nieta! Son del contenedor del súper, para que te enteres, boba de Coria. 

Sonó el interfono. - Soy Li. - Entró en casa el chino más feliz del barrio. Llevaba la sonrisa puesta y apenas se le veían los ojos. - Parece contento. - ¡Mucho! Quielo a España, a Cataluña, al Ploces, a que Pal-lem o Hablemos y mucho más a Lajoy y a Puigdemon ¡Ole, ole y ole! - ¡Caray, que ataque patriotero le ha dado de buena mañana!

Mientras desayunábamos, el señor Li nos contó que se está forrando vendiendo banderas, de todos los tamaños, de España y Cataluña. - Los tlabajadoles míos tlabajan como chinos haciendo más bandelas. Hay que hacel muuuuuuchas polque España ganalá Mundial de fútbol y ¡más bandelas vendidas! Yo contento, yo invital hoy, a todas, a comel gambas goldas en mi Lestaulante... - De repente se dio una palmada en la frente - Yo olvidal jejejejejeje Li complal holno y hacel ensaimadas muy licas, licas. Abuela tu complal siemple a mi. - Y se marchó dejándome tocada de ala. - ¡Ni se te ocurra! (grité una vez que se cerró la puerta tras el chino)

- "No seas tan categórica. Habrá que ver a qué precio las tienen" - ¡Serás rácana! - Que exaltada eres, boba de Coria. Hay que mirar los pros y los contras antes de rechazar una oferta. - ¡Aquí no hay que mirar nada. No es no! - "Y así le fue a quién lo dijo!" jajajajajaja - Yo tengo que mirar el euro para llegar a fin de mes. - ¡No me venga con cuentos porque, con los trapicheos que se trae entre manos, tiene que tener el riñón forrado ¡Llorica! - Huuuy, que mal vamos a terminar tu nieta y yo...


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