domingo, 29 de octubre de 2017

El otro Cid campeador.

- "¡Nena, estoy emocionada como si fuera a salir con mi primer ligue!" - ¿Quién fue, abuela? - "¡Yo qué sé! solo faltaría que tuviera que acordarme de todos. Además ¿qué tiene que ver eso con lo que te estaba hablando?" - Lo has dicho tú: estoy tan emocionada como si... - "Ya sé lo que he dicho, coñe. Era un modo de explicar lo que siento por un hombre que, como el Cid, está ganando una importante batalla después de muerto." - ¡Ostras!... ah, ya sé... - "Tú que vas a saber, boba de Coria"

Que poco le gusta a la abuela que le quiten protagonismo, por esto no me deja meter baza pero yo sé a quién se refiere, a Viriato... aunque... ahora no sé si ganó algo después de muerto... Es que cuando dimos ésta lección en el colegio no la estudié porque solo tenía ojos para un niño llamado... estooooo... hummm... ¿Sería Vespasiano?... o que su padre tenía una Vespa.

La abuela me sacó de mis elucubraciones, menos mal porque empezaba a dolerme la cabeza. - "¡Manolo Escobar!" anunció a bombo y platillo e inmediatamente, corrió a por Pascualita, luego colocó un disco en el tocadiscos y sonó la canción Que viva España. Y se puso a bailar el pasodoble con la sirena en la mano.

- ¡Baja el sonido, abuela! que vergüenza que lo escuchen los vecinos con lo antiguo que es eso. - "¿Antiguo? Pero si está arrasando en las redes sociales, en las manifestaciones, en los mítines... ¡Qué sabrás tu de música!" - Sé que esto es más antiguo que andar palante.

Pascualita abría su horrible boca, sonriendo de oreja a oreja, si las tuviera, balanceándose al compás de la música y haciendo la señal de OK con sus deditos. - "¡Mira cómo le gusta a la chiquitina bonita!" - ¿Bonita? ¿Ya has bebido chinchón a éstas horas?

Después de ésta canción vino otra y otra y otra... Salió el carro, por supuesto, que no sé yo como no lo han encontrado ya. A mi se me figuraba que Manolo Escobar se metía por todos los rincones de mi casa y saldría cantando cuando menos me lo esperara. - "¡Que grande eres, Manolo! Triunfando de nuevo y eso que estás muerto!" -¡Ah!... ¿Era este? pues... no era quién yo pensaba...

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaa! ¡¿No me digas que tienes sus discos de vinilo?! (gritó la Cotilla al entrar en la salita, porque la música estaba a todo meter) - "¡Síiiiiiiii!" - Seguro que me darán un buen dinero por ellos. - "No pienso venderlos" - ¡Egoísta! - La discusión fue subiendo de tono mientras la sirena, escondida en el escote de la abuela, se enfadaba porque se había acabado el baile.

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