martes, 25 de julio de 2017

¡¡¡Atrapadas!!!

No he visto a la abuela en toda la mañana, ni a la Cotilla. ¿Habrán decidido dejarme en paz?  ¡Ojalá! Eso me ha permitido estar a mis anchas con Pepe, la cabeza jivarizada y Pascualita.

Parece ser que la sirena ha perdido, rápidamente, los buenos modales que aprendió cuando estuvo en Londres con la abuela y ha tomado su desayuno como siempre: saltando dentro de la taza de cola cao y poniendo perdida la cocina, pero cuando ha lamido todo lo caído sobre la mesa lo ha hecho con el dedo meñique levantado, en plan finolis.

Pepe, tan prudente él, no ha dicho nada, como siempre. Ni siquiera ha movido un músculo de la cara. No sé si será timidez o que no quiere problemas y prefiere hacerse el longui... ¿Sería así éste hombre antes de que le cortaran la cabeza, la redujeran al tamaño de un llavero y se comieran su cuerpo los indios jívaros? el caso es que, ni pía, ni muge. En cambio Pascualita es todo vigor y mal genio. Hasta se enfada a veces con el pobre Pepe y le muerde la poca cara que le queda. Pero en el fondo lo adora... Lo sé... ¿Qué cómo lo sé?... Bueno, éstas cosas se saben... ¿no?

Cerca del mediodía me ha llamado la abuela. - "¡Nena, estamos atrapadas, la Cotilla y yo, en medio de Palma! ¡Dáme el número de teléfono de los GEOS!" - Si estáis atrapadas en un ascensor debe ser grande porque se oye mucho ruído de voces. - Las oí comentar - "No sé que leches dice mi nieta de un ascensor ¿Te lo puedes creer, Cotilla?" - ¡Que cruz tienes con ella! - "¡¡¡Llama a los Geos, a los bomberos, a la policía. A quién sea. Que manden un helicópteroooooooo!!!"

- ¿A dónde tengo que mandarlos? - "¡A la calle Sindicatoooooo! ¡Aaaaaaaayyyyyyyyyyyyyyyyyy, no puedo respirar ¡¡¡SOCORROOOOOOOOO!!!" - ¡Abuela, aguantaaaaaaa! - Nadie me hizo caso cuando les llamé. Lo único que me recomendaron es transmitirles que se calmaran y que la próxima vez que se nuble el día, se vayan a la playa. - Allí estarán tranquilas porque los guirirs, en cuanto ven una nube se asustan pensando que lloverá y se van todos a Palma: clientes de los hoteles, los recién llegados en avión y los cruceristas que son miles ¡Todos a pasear por Palma a la vez! Y si te atrapa el gentío, te engulle y no puedes moverte hasta que ésta marabunda se marcha a comer.

Las llamé y se lo dije. De ambas bocas salieron sapos y culebras contra todo bicho viviente. - "¡¡¡Quiero salir de aquíiiiii!!! ¡¡¡No pagaré más impuestoooooooooooos!!!" - Llevo tres horas encajonada en medio de ésta calle ¡¡¡Exijo a la autoridad competente que me pague el dinero que he perdido durante éste tiempo en que no he podido trapichear!!!

Avancé un tímido - Abuela ¿quiéres que venga con Pascua...? - "¿Con quién dices?" - ¡¡¡Con Pascua...!!! - ¡Solo nos faltaba Pascual aquí! (se quejó la Cotilla) ¡Eramos pocos y parió la abuela! -

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