viernes, 9 de junio de 2017

Salvados por la campana.

- "¡Nena, pónte guapa que tu abuelito nos invita a desayunar!" - zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz - "¿Nena?... ¿nena, me oyes?... ¿Me escuchas?... ¡Andresito, ésta pánfila ni me oye, ni me escucha! ¡¡¡NENAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!

- ¿Hummm...? Buenas... nochesssss... - "¡Te prohíbo que te duermas, boba de Coria!" - ¿Abuela?... ¡Que cruz tengo contigo? - "¡¡¡Esto tengo que decirlo yo!!!"

Me froté los ojos y me dije qué grave pecado he cometido en la vida para tener una abuela tan plasta ... Lo malo es que lo pensé en voz alta y con el teléfono en la mano. Cosas de un mal despertar. Y la escuché gritar dirigiéndose a su mayordomo - "¡¡¡Geooooge, despierta, coñe y saca el rolls royce!!! Nos vamos a casa de mi nieta"

Como a esas horas brujas de la madrugada que eran, no hay servicio de autobuses y aunque el inglés aparcara en la parada del bus, nadie pitaría por ello, se le ocurrió a la abuela que Geoooorge hiciera sonar el claxón, tal que así: pí, pi, pípípí, pípípípí, pí, pí. Y en caso de presentarse algún municipal a multarlo siempre podría alegar en su defensa que estaba celebrando las elecciones británicas.

Las luces de todas las casas a donde llegaba el escándalo, se encendieron a su paso y de cada ventana o balcón, les dijeron de todo menos bonito.

Yo les esperaba con un contraataque. - ¿No os da vergüenza, con lo mayores que ¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaayyyyyyy! (Menudo capón me llevé) - "La palabra "mayores" no viene a cuento" - Mientras me rascaba la cabeza estuve tentada a decir "viejos" pero me mordí la lengua porque me gustaría vivir unos años más.

- "¿Aún estás en pijama? ¡Ya estás tardando en arreglarte!" - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! ¿Qué hacéis aquí a éstas horas? (se alarmó la Cotilla) ¿Se ha muerto la Momia? - Noooooooooooooooo.

Tuvimos que esperar cinco horas a que abrieran bares y cafeterías. Cuando el reloj tocó las nueve todos dormíamos a pierna suelta, salvo Pascualita que llevaba un buen rato dando saltos mortales en su acuario. La Cotilla se acercó, sigilosa, a su amiga. - Hay alguien en el comedor (le susurró al oído de la abuela) ¿Está Pascual en casa? - "¿Para esto me despiertas?" (gruñó la abuela) - Si lo ve Andresito correrá la sangre. - "Nena ¿ya estás lista?" - Sí, ya me he puesto el chandal. (Aún me duele la espinilla que me pateó)

La invitación a desayunar venía a cuento porque la anulación de la Amnistía Fiscal no afecta a quien se acogió a ella entonces. - ¿El abuelito se salva? - Sí, Nena, es bueno tener amigos hasta en el Infierno. - La Cotilla y yo dijimos a coro: - ¡QUEREMOS DESAYUNOS DE A 2.000 EUROS POR CABEZA! - Os estáis pasando un poco ¿No? (Se le notaba enfadado) - ¡¡¡¿NOSOTRAS?!!!





















































































































































































































































































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