domingo, 11 de junio de 2017

Compensando pesos.

Bueno, ya estamos a 41 de Mayo ¡por fin puedo quitarme el sayo. O lo que es lo mismo, el edredón de plumas de pato salvaje de mi cama! No lo he hecho antes porque la abuela siempre dice que hay que hacer caso a los refranes, que  son muy sabios porque salen de las experiencias del Pueblo desde tiempos inmemoriales. Que todo lo que dicen está contrastado, generación tras generación. Yo, ante esto, no tengo nada que objetar... tan solo que me ha costado mucho cumplir con el consejo del refrán porque he sudado la gota gorda todas las noches de éste mes..

El concierto de pitos bajo el balcón anunció la llegada del rolls royce y minutos después, la abuela entró en casa. Al verme la cara hinchada por los aguijonazos de las abejas le dio un ataque de risa. - "¡Eres igualita al muñeco Michelín! jajajajajajaja ¡Que graciosa estás, jodía! ¡¡¡Aaaaaayyyyyyyy jajajajajaja!!!  Dame un chinchón on the rocks y un kleenex para los mocos y las lágrimas"

- No es cosa de risas, abuela. Me picaron las abejas... - "¡Lo sabía y te lo dije! a nadie le gusta que metan la nariz en su plato... ¿También te picaron en la teta?" - Esto fue cosa de la dichosa sardina de las narices. - "¡¿Qué le hiciste, pobrecilla?!" -  Sí, abuela, pobre de mi. - "¡Pobrecilla Pascualita que tiene que aguantarte! ¿Qué le hiciste?" -  ¡¡¡Nada!!! Pascualita es una borde como la copa de un pino. ¡Fíjate, por su culpa ando de lado! - La abuela me miró con ojos críticos durante unos minutos, luego dijo: - "Es eso tienes razón. Este bicho deja las cosa a medias... "

Sin mediar palabra fue al comedor, regresó con la sirena y me la tiró... al otro pecho.

Ahora voy derecha y la ropa me queda mejor... Bueno, muy derecha... ¡hip!... tampoco voy porque para quitarme el ... ¡hip! ... dolor he tenido que beberme... ¡hip!... media botella de chinchón a ... ¡hip! ... morro. Que cogorza llevo... ¡hip!










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