sábado, 20 de mayo de 2017

De segunda mano.

He vaciado el armario de la abuela. Se dejó allí un montón de cosas cuando se fue a vivir a la Torre del Paseo Marítimo con Andresito y la Momia, así que he pensado que ¿para qué guardar éstas cosas que le quitan sitio a las mías.? Ahora que están tan de moda los mercadillos y tiendas de segunda mano, lo venderé y me haré con un capitalito.

La Crisis nos ha cambiado los hábitos de vida ¿Quién compraba antes de esas tiendas y lo decía? Pocas se atrevían, a lo sumo, si alguien notaba que la prenda no era nueva de trinca, contaban que había sido de su madre y como todas las modas vuelven, ahora lo usaba ella.

Ahora, sin embargo, algunas de estas tiendas son atractivas y no les faltan compradoras. Y a mi me vendrá muy bien sacar tanto trasto de casa. - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaa! ¿qué haces con la ropa de tu abuela? - La aireo (a la Cotilla no hay que darle muchas explicaciones que luego va y lo cuenta) - Dímelo a la cara (eso había sonado a orden tajante) - ¿Qué la aireo? jejejejejeje - ¿Y esa risita? - Me hace usted gracia. - Tu quieres trapichear con ella. - ¿YOOOOOOOOOOOOOOO? - Lo veo en tu cara, no tienes la conciencia tranquila. (que vista tiene la tía) - ¿Quiére un chinchoncito, Cotilla? - ¡¿Me estás sobornando?! - NOOOOOOOOOOO. Intento ser amable... - Nunca lo has sido ¿Por qué vas a empezar ahora? ¡Porque te he pillao con el carrito del helao! - Y sin darme tiempo a reaccionar, cogió el teléfono y llamó a la abuela.

En un plis plás se plantó el rolls royce en la parada del bus. Poco después la abuela entraba a paso de carga en la salita. - "¡Por encima de mi cadáver tendrás que pasar si quieres vender mis cosas!" - Pero... son tonterías de la Cotilla... ¿Vas a creerla a ella antes que a mi? - "¡Naturalmente! Ella nunca me ha traicionado a pesar de los muchos novios que le he birlado."

- ¡Pero si no usas nada de lo que tienes aquí! - "Eres una mala nieta. ¡Quiéres echarme de ésta casa!" - Pero si no vives aquí... - "Pero estas cosas demuestran que he vivído. Que he tenido una vida anterior, que..." - No te pongas dramática, abuela - "¡Me pongo como me da la gana, boba de Coria! Y saca el chinchón"

A regañadientes llevé la botella y tres copas a la salita. Antes de entrar oí cuchichear a las dos amigas y me paré a escuchar... ¡Estaban hablando de repartirse las ganancias que obtendrían de la venta de las cosas de la abuela! - ¡No me lo puedo creer! ¡Queréis quitarme el negocio! (salté) - "Contigo no ganaríamos nada porque eres una avariciosa y no repartirías ni un euro" - Además, no tienes ni idea del arte del regateo. Y necesito el dinero para llegar a fin de mes.

Cogí la botella y fui a por Pascualita para ahogar mis penas con ella. - La sirena, subida al borde del acuario, se relamió al verme llegar con el chinchón y supe que me escucharía sin parpadear con tal de probarlo. Descargué toda mi frustración sobre la media sardina que no le quitaba ojo a la botella y me sentí liberada. Desde la salita llegaban las voces de las amigas: - ¡¡¡Trae pacá el chinchón, jodía, que con las cosas de comer no se juega!!!

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