lunes, 17 de abril de 2017

¡Pascual!

A la Cotilla los ojos le hicieron chiribitas cuando la abuela la invitó a comer a casa el día de la Segunda Fiesta de Pascua. - ¡Qué ilusión! pensaba que ese día tendría que comer las empanadas caducadas que encontré en el contenedor del Súper... ¿Habrá más invitados? - "He invitado a todo el mundo: Andresito, su hijo el Médico, Blas el parado, Bedulio, la Momia, el señor Li..." - ¿Y? ... ya sabes... - "¿Quién?" - Tu... amante... El que siempre tienes escondido... - "¡¿Yoooooo?! ¿cómo voy a invitarlo si va a estar marido?" - Tu tienes cara para eso y más. - "Bueno, vendrás o no" - ¡No te hagas la loca y contesta! Quiero conocerle.

Vi que la abuela hacía gestos de extrañeza y me acerqué. - Seguro que la atontada de tu nieta me lo dice. - ¿El qué? - ¿Si vendrá el amante de tu abuela? - ¿Quién?... ¿Pascual? ¡Claro que sí! - ¡Lo ves! (gritó triunfante la Cotilla) Me lo ha dicho. - Entonces la abuela se hizo la interesante. - "Aaaah, mi amante Pascuaaaaal. Como solo has dicho AMANTE,  no sabía a cuál de ellos te referías".

La vecina abrió unos ojos como platos. - ¿Qué quieres decir?... ¿Tienes más de uno? - "Ya sabes como soy jejejejejeje Me gusta picotear de flor en flor y hacerle caso al refrán que dice que, en la variedad está el gusto" - ¡¡¡ABUELA!!! - "¡Ay, no seas figaflor, puñetas! si el biznieto lo tuviera que tener yo, haría tiempo que tendría el trabajo echo" - Siempre me toca recibir.

A las siete y media de la mañana ha llegado la Cotilla. - ¿Llego tarde? ¿Ya ha venido Pascual? - Pues no sé si llega tarde o temprano, según se mire. Y sí, Pascual ya está aquí. - ¡¡¡ALABADO SEA DIOS!!! Rápido, preséntanos antes de que venga más gente. - Está reposando. - Vaya, que mala pata... ¿Y si me asomo un momentito y sin hacer ruído, a verlo dormir? - No me parece bien. Está en la habitación de la abuela. - Bueno pero ella no está... - Sí que está.-  ¡¿Con él?! - Sí. - ¡Esto es un escándalo! Cuenta, cuenta... ¿Andresito sigue sin enterarse? - Está con la abuela. - ¡¡¡UEP!!! ¿Los tres juntos? ¡¿Estás diciendo esto?! ¡¡¡¿Y REVUELTOS?!!! - Eso... no lo sé...

Cuando la Cotilla se marchó al 4º piso a ponerse guapa, dijo ¿?, aproveché para sentarme con Pascualita quién, fiel a su original manera de desayunar, dejó la cocina hecha unos zorros de... cola cao.

A media mañana volvió la Cotilla, restaurada y bajando la voz me preguntó: ¿Ya está visible? - ¿Quién? ¡¿Quién va a ser?! ¡Pascual! - ¡Ah, sí! Está con la abuela en la cocina. - ¿Y Andresito? - Durmiendo. - ¡Cuánta razón tiene el dicho de que el marido es el último que se entera de la cornamenta que lleva! - Y echó a correr hacia la cocina, abrió la puerta de sopetón y escuché un grito de la abuela.

.Un rato después, cuando la abuela y yo estábamos sin resuello de tanto reír y la Cotilla no paraba de insultarnos, propusimos un brindis: - Por todos los corderos Pascuales que en el día de hoy se están asando en los hornos y aromatizando las casas con sus aromas culinarios ¡¡¡POR PASCUAL!!! - ¡Sois idiotas! Cretinas... - ¿Una copita de chinchón, Cotilla? - Casi vació la botella... sin dejar de insultarnos.

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