viernes, 31 de marzo de 2017

Hubo revancha.

- ¡¡¡Abuela, ven corriendo a mi casa!!! - "Que tripa se te ha roto ¿No ves que son las ocho de la mañana y yo he vuelto de El Funeral hace solo tres horas?" - Déjate de monsergas ¡y corre, que va a venir el señor Li, el de la tienda de los chinos! - "Es que el señor Li es chino y da la casualidad de que tiene una tienda, boba de Coria" - ¡Quiere comprarme el piso! - "¿Cómo lo sabes?" - Me lo ha dicho esta madrugada, a las cinco... y lo he mandado a paseo. - "Tú siempre tan diplomática. Así ni tendrás novio ni harás negocios... ¿Para qué quiere el piso? ¿No será para poner un puticlub?" - ¡Y yo que sé!

Media hora después Geooooorge aparcó el rolls royce en la parada del bus y la abuela entró en casa como un basilisco - "¿A ver, qué te ha dicho ese hombre?" - A las horas que me ha llamado el cerebro no me funcionaba muy bien... - "Y ahora tampoco, no te tires pegotes" - He entendido algo de CASA y COMPRA. - "¿Y después. qué?" - Me he dado media vuelta y me he dormido otra vez... ¿Qué querías que hiciera?

Desayunamos con Pascualita. Anoche la pude coger de la rama del árbol donde había aterrizado. Estaba un poco perjudicada porque los gorriones le dieron de picotazos hasta en el carnet de identidad, pero unas horas durmiendo en su acuario le han ido muy bien. Tiene moratones en todo el cuerpo que, sumados a su color habitual amarillo-verdoso, está para una foto.
Ha tomado el desayuno con su "educación" habitual y ahora la cocina está bañada en cola cao. La abuela me lo recrimina pero se le escapa la risita orgullosa cuando la ve hacer saltos mortales dentro de la taza.

La llamada al timbre de la puerta anunció al señor Li. - Hola a todas. Yo tenel plisa. Decil todo seguido: ¡Quelel complal este piso! - "¿Para qué? - A mi gustal. - "¡Mentira cochina!" - ¡Abuela, no me espantes al comprador! - "Calla y espera porque aquí hay gato encerrado... Vamos a ver, Li, no me cuentes cuentos chinos" - ¡Ah, se siente! Yo no sabel otlos. Pelo yo venil a complal. Tlael dinelo, ¡Milal - Nunca había visto un fajo de euros tan grande. - "Me estás mintiendo, Li porque ésta birria de piso no vale tanto." - ¡¡¡Abuela, déjale que me los de!!!

Dejó el dinero frente a mi, en la mesa del comedor y me puso en un brete porque yo no sabía si cogerlo, o no. - "¡No lo toques! - ¡Tu cogel! - "¿Qué vas a montar aquí?" - Nada. - "¿Un casino clandestino?" - Noooo. - "¡Dime la verdad o no hay piso!" - El chino se lo pensó... poco. - A mi piso no impoltal. ¡No gustal! Yo quelel albol - Quedamos desconcertadas... ¿Porque nos habla en chino? - Chino, no sel. - ¿Manchú? - Yo decil albol... ¡Albol... ALBOOOOOOL! - ¿Ve como está hablando en chino? No entiendo nada.

El hombre hizo esfuerzos por ser más claro. - Mi gustal albolito de calle. Debajo ventana... ¿Entendel? - "¿Quieres decir... ARBOL?" - El señor Li dio saltos de alegría. - ¿Prefiere el árbol a mi casa? ¡Pues, anda y que le den! - "No seas grosera, nena" - "¿Por qué quieres el árbol, Li?" - Polque vivil allí pájalos con muslos como de gallina, Nunca vel nada igual. Yo hacelme lico, ¡mucho más lico!

La abuela me hizo un gesto y después de echar al señor Li con la promesa de que le daríamos una respuesta rápida, nos asomamos corriendo al balcón y efectivamente, algunos gorriones andaban raro porque sus patas tenían el tamaño de los picantones. Nos miramos, asombradas y gritamos a la vez: - ¡¡¡PASCUALITAAAAAAAAAAAAA!!! - Nos dimos cuenta de que los picotazos no les salieron gratis a los pajarillos
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jueves, 30 de marzo de 2017

El bote hinchado.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaa! ¿qué comemos hoy? - Ya estoy cansada de que se autoinvite, porque que me obliga a ponerme delante de los fogones, cosa que no me gusta nada. - Que quejica eres ¡y que antigua! Ahora lo que se lleva es estar todo el día en la cocina haciendo recetas de siempre pero "apañás" para que no lo parezcan. Y marinándolas con lo más absurdo... ¡Anda de lo que me acabo de dar cuenta! Hasta las comidas "maridan" ¡Menos tú! - ¡Cotilla, tengamos la fiesta en paz! - Para que no te quejes hoy invito yo. - ¿Qué hueso se le ha roto? - Traigo un bote de fabada asturiana. - ¿Por qué no lo sacó antes? - Por si podía ahorrármelo...

La Cotilla, luego me lo confesó, quiere comer en casa por si hay noticias de su gurú, Bárcenas. Así está junto al Altar de los Amigos de lo Ajeno y puede ponerle más cabos de vela si las cosas del Juicio se tuercen. - Estas cosas hay que hacerlas de inmediato sino no funcionan. - Lo que no funciona es su cabeza.

El bote de fabada estaba un poco hinchado. - Esto no se puede comer, Cotilla. No está bueno. - ¿Ahora eres una experta en botes cerrados? - Yo no pienso comer... - Así tendré más. - Usted tampoco comerá. - ¡¿QUE?! - (sin más preámbulos, tiró de la anilla y abrió el bote) Mira que pinta tienen estas faves. ¿Has dicho que no, verdad? Pues mira qué plato más colmado me voy a meter entre pecho y espalda. - ¡Si quiere llegar a los cien años, no lo haga!.

Vaya sí lo hizo. Y fue un visto y no visto. Esta mujer no traga, engulle. - Ay, Cotilla, que las velas de Bárcenas servirán para su velatorio. - No eres más tonta porque no te entrenas. - Se fue a la salita y medio minuto después, roncaba.

A pesar del convencimiento pleno que tenía sobre el inmediato futuro de la vecina, en cuanto me senté en la butaca me dormí. Dos horas después me despertó el silencio... o que ya había terminado el sueño. La cuestión fue que la Cotilla seguía en la misma postura en la que se durmió. Y tenía mala pinta... y no roncaba... y me dio muy mala espina. Ni tocarla podía porque... ¿Y sí... ? Corrí a llamar a la abuela.

El concierto de pitos anunció su llegada batiendo records de velocidad. Plantadas la abuela y yo delante de la ¿durmiente? evaluábamos su estado. - "Ya sé lo que vamos a hacer" (dijo la abuela) - ¿Llamar a un médico? - Se fue al comedor y volvió con Pascualita. Se acercó a la Cotilla y le metió la sirena en el escote. De inmediato no hubo reacción, salvo la mía quejándome a la abuela por hacerle ésta faena al bicho.

Un alarido que retumbó por las paredes de la casa hasta salir por ventanas y puertas alertando a todo el mundo, salió de la garganta de la Cotilla. Se levantó de un salto gritando - ¡¡¡Una serpiente!!! - De un salto, la abuela y yo nos subimos al sofá gritando como descosidas.

Pascualita, deslizándose por el cuerpo de la vecina, acabó estrellándose contra el suelo. Haciendo de tripas corazón, alargué la mano para cogerla antes de que la Cotilla la viera y descargó su mala baba mordiéndome con furia la mano. La sacudí para librarme de sus dientes y salió disparada por la ventana. La abuela, desde la altura del sofá, dijo: - "Creo que un pájaro la ha tomado por una lombriz gorda" - No pudimos hacer nada porque, en ese momento, la Cotilla recuperaba la cordura...

miércoles, 29 de marzo de 2017

La abuela hace deporte.

Estoy apunto de coger un catarro de los que hacen época. Y todo por culpa de la abuela que llega a casa y abre ventanas y balcón como si estuviésemos en agosto. - ¡¡¡Cierra que me constipooooo!!! - "Aquí huele a tigre ¿Quiéres que Pascualita se asfixie?" - ¿Así que lo haces por Pascualita? Pienso que más bien lo haces para fastidiarme... ¡Atchís! ... ¿Lo ves? - "Eres delicada como una rosita de Pitiminí, boba de Coria. Si no te da el aire fresco te vas a apolillar"

Por la mañana temprano hace frío de taparse con anorak y la abuela viene con pantalón de chandal, deportivas, camiseta sin mangas y la pestaña y el rímel puesto. Dice que va a hacer deporte pero la trae Geoooorge con el rolls royce. ¿Así que preparándote para las Olimpiadas de la 4ª Edad, abuela? (le digo con retintín) - "¿Cuarta edad? Te estás pasando siete pueblos y te caerá un pescozón que te rebotará la cabeza tres veces sobre la mesa de la cocina." - ¿A qué viene tanta violencia? - "¡Me estás poniendo años, idiota! Y yo me siento como una adolescente. La Primavera me altera la sangre y voy más caliente que un misto ¿Eso es 4ª edad? - ¡¡¡AAAAAYYYYYYYYYYY!!! - Mira que me lo había avisado ... y como siempre, me pilló desprevenida.

Después del sopapo se ha ido a correr por el carril bici. - No es para eso, abuela. - "¿No lo he pagado? pues lo uso" - Menudo ejemplo le estás dando a Pascualita. - "El mejor: quién paga, manda" - La vas a convertir en una dictadora bananera. - "Tu tienes muchos perjuícios, nena. Y así estás: compuesta y sin novio y al paso que vas tienes para rato" - El carril bici, es para bicis. - "Yo lo uso cuando llevo el carrito de la compra lleno" - ¿No mandas a Geooorge a comprar? - "Desde que van a dejar de ser europeos, no"

Ha metido a Pascualita en el termo de los chinos y ha dicho que se van a usar el carril bici para correr unos kilómetros sin agobios de coches ni de aglomeraciones. - ¡Se enfadarán los usuarios! - "Ya lo hacen... ¿Y? ... Hale, Pascualita ¡a correr!"

La he visto meterse en el coche - ¡Nos vamos al Castillo! (gritó la abuela mientras Geooorge arrancaba y se perdía tras una esquina) - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaa! ¿dónde va tu abuela? - Ha hacer deporte. - ¡Que jodía! Podría haberme esperado. - ¿Para qué? - Para estrenar las mallas verde fosfi que he encontrado junto a un contenedor.

martes, 28 de marzo de 2017

El culo como un pandero.

Andresito ya ha superado todos sus problemas físicos... bueno, aún tiene agujetas pero las lleva con resignación cristiana. No le queda más remedio porque la abuela le ha dicho que no piensa quedarse en casa contemplándolo. Que ella se irá todas las tardes a El Funeral como viene haciendo desde hace ya unos años. Y como el abuelito no se fía un pelo de ella, no le queda más remedio que hacer de tripas corazón e irse también. Sabe que hay unos cuantos "mozos" que beben los vientos por su mujer y que a ella le gusta sentirse admirada y deseada... aunque sea a fuerza de viagras, así que la convalecencia la está haciendo en la cafetería.

- "Vendremos a comer a tu casa porque esta tarde tenemos que ir al funeral" - ¿A qué hora? - "A las siete y media" - ¿Tan pronto abren? - "El cura no quiere retrasos" - Vaya. ¿así que hoy no habrá baile? - "¿Por qué?" - Es inútil hablar con ella. -  ¿Pensáis dormir la siesta aquí? - "¡Naturalmente! Y a pierna suelta porque dan la Volta ciclista a Catalunya en la tele." - Como añoro esas tardes de ciclismo... - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaa! ¿qué vais a comer? - Usted tendrá muchos años pero el radar le funciona como si tuviera quince. - "¿A qué ha venido lo de "muchos años"? - No iba por tí, abuela... - Nos llevamos tan poco tiempo que quien ofende a una, ofende a la otra (a la Cotilla le gusta meter el dedo en la llaga) - ¡Que suspicaces, caramba!

El caldo de pescado con tropezones de la abuela estaba para chuparse los dedos. Y de hecho, nos los hemos chupado... cada uno los suyos porque no me gusta encontrarme dentaduras ajenas en la boca y menos después de comer.

Animada por el vino y el chinchón trajinado durante la comida, la Cotilla se dirigió a Andresito: ¿Te has puesto silicona en las nalgas como esas pijas millonarias americanas? - NO. -  Te han quedado como un cojin confortable... - Vale, Cotilla (dijo el abuelito, incómodo... por no poder sentarse bien y por la tabarra que se avecinaba de parte de la vecina). - ¿Eso te ha salido porque vas a cumplir los cien años? - ¡Menuda tontería!. - ¡Ah, no sé! Dímelo tú. Yo soy más jovencita que tu y estas cosas todavía no las he experimentado. - Me atraganté con el chinchón.

Después de recoger la mesa del comedor fui a sentarme a la salita donde ya sea oía al cometarista de la televisión narrando la carrera ciclista. Andresito y la abuela roncaban en plan orquesta sinfónica. Dejé a Pascualita sobre el sofá mientras me ponía cómoda. Medio adormilada como estaba, no reaccioné a tiempo cuando la Cotilla, que venía del cuarto de baño, se sentó sobre la sirena. Mi grito de horror quedó amortiguado por el grito de dolor de la vecina. Después, mientras me dormía irremisiblemente, sonreí al pensar en lo contenta que estaría la Cotilla cuando, al despertar del coma etílico al que yo la había inducido con chinchón para que no recordara nada al despertarse, viese que también ella, tiene el culo como un pandero.

lunes, 27 de marzo de 2017

Ball de bot.

- "Nena..., nena..., ¡¡¡NENAAAAAAAAAAAAAA!!! -  ¿Hummmm...? zzzzzzzzzzzzzzzzz- "Hay que ver la puñetera manía de dormir que tienes. ¡Despierta, boba de Coria ,que si te llamo es por algo!" - Abuela... no seas vampiro y llámame a horas normales... zzzzzzzzzz - "Andresito está en la UCI" - Me desperté de inmediato - ¡¿El abuelito?! ¿Qué le ha pasado? - "Vaya, ha funcionado jajajajajaja ¡Te  has espabilado!" - ¡Abuela! ¿cómo puedes jugar con éstas cosas? - "Que agonías eres. No sabes coger una broma... ¿A quién te parecerás?" - Al final ¿qué pasa con el abuelito? - "Que está en la UCI" - ¡No  me tomes más el pelo! - "Jajajajajaja ¡Ay, es que me parto contigo ¡eres taaaaan formal! A ver si puedo dejar de jijijijijiji reírme jajajajajaja A ver, Andresito está en la UCI"

Al final resultó que era verdad. Al pobre lo habían ingresado y estaba en las últimas - ¿Qué le has hecho, abuela? - Nada, solo hemos bailado ball de bot. Pero saltando como en los buenos tiempos." - ¿Has dejado que el pobrecito saltara? - "¡Claro! Pero no he sido yo quién lo ha hecho saltar sino Pascualita. Cuando empezaba a perder fuelle, acercaba la sirena al trasero de mi maridito y ¡no veas lo orgullosa que me he sentido viéndole bailar una jota bravía! ¡Y sin Ventolín!" - ¿Por qué bailábais jotas? - "¡Y boleros! Es que habíamos organizado un concurso de ball de bot en El Funeral   ¡Y hemos ganado!" - ¿Y por qué está el abuelito a punto de morir? - "¡Ya estamos otra vez matando a la gente!" - ¡Pero si está en la UCI!

Tuvieron que internarlo por varias cosas, me dijo la abuela: por coma etílico (por lo visto se pasó con el chinchón, supongo que para mitigar el dolor de los mordiscos de Pascualita) Tener una hinchazón enorme en el trasero (un culo como un pandero, dice ella) Por los extraños mordiscos que recuerdan mucho a la dentadura de un tiburón... en chiquitito. -  "¡Si ellos supieran...jajajajajaja!" - Se quedó sin resuello y le están dando oxígeno por un tubo... ¡ah! y tiene agujetas ¿Te das cuenta del poco aguante que tienen los hombres de hoy en día"



sábado, 25 de marzo de 2017

Alteradas por la Primavera.

Mira que lleva dos días la Primavera por estos lares y ya me tiene hasta las narices. A ver ¿qué me pongo hoy? ¿ropa de verano, de invierno, traje de buzo? Primavera ¡Estás locaaaaaaa! Y así está también Pascualita porque, sin venir a cuento, me tira agua envenenada. O la encuentro arrastrándose por el pasillo camino del cuarto de baño. El otro día la pesqué apunto de lanzarse de cabeza al wáter. Creo que añora su hábitat y como escucha la radio y ve los programas de National Geografic de la tele, se habrá enterado de que las aguas desembocan en canalizaciones que van a parar al mar e intentó la fuga.

La abuela no lo ve así, Cree que la sirena se quiso suicidar porque no me aguanta. - "Es un sacrificio muy grande vivir contigo porque eres más pesada que una vaca en brazos" - Ten abuelas para ésto...

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaa! ¡Que panzada de reir! - ¿Qué pasa, Cotilla? - He visto a una mujer paseando a su perrito... - ¿Eso es divertido? - ¡Calla, coñe! No me cortes cuando hablo. - Pero no era un perrito ... jijijijijijiji...  Dí, ¿qué era?. - ¿Qué era, Cotilla? - ¡Una bolsa de plástico con una barra de helado dentro! jajajajajajajajaja - ¿En serio? ¿Y usted no le ha dicho nada? - ¿Qué voy a decir? - Que el helado se derrite. - Lo habrá sabido al llegar a su casa y encontrarlo fundido jejejejejejeje. - ¿No le da pena? - ¡¿Por qué?! en lugar de lamerlo, se lo tomará con cañita - ¿Y dónde está la gracia? - ¡Vete a hacer puñetas, boba de Coria! con lo risueña que yo venía... ¡Aguafiestas!

De nuevo estaba Pascualita subida en el asiento del wáter.  - ¡No te tires, loca! - Pude cogerla por la cola en el momento de saltar. Después llené la bañera con agua de mar y la tiré dentro. - ¡Hale, a disfrutar! Y vaya si disfrutó. Ahí me di cuenta del mal que la aflije: Aburrimiento. Metí un limón en la bañera para que jugara con él. Era una novedad para ella. Y se lo pasó en grande hasta que, cansada, se fue al fondo a dormir ,

La abuela llegó acompañada de un amigo de El Funeral - "Saca el chinchón, nena, que vamos a brindar porque, por fin, Salvador ha decidido el trozo de la Pared de los Finados donde pondrán su foto el día que se muera. Mírale, parece decaído el pobre" - ¡Lagarto, lagarto! No pienso elegir mi sitio. - "Pero si no te vamos a colgar allí. No eres socia" - Pero soy tu nieta. - "Eso y nada es lo mismo si no has pagado las cuotas de socio"

Unas cuantas copas después, Salvador dijo que iba al baño. - Es que soy de meada fácil y si no espabilo, me mojo los pantalones. - Unos minutos después se escuchó un grito desgarrador y yo salté de la butaca ¡Pascualita! ¡Salvador! - La puerta del baño se abrió de golpe y Salvador, con los ojos arrasados de lágrimas, gritó: - ¡¡¡MILAGRO, MILAGROOOOOO!!! ¡¡¡EL CALVITO HA  RESUCITADOOOOOOO!!!

La Abuela me dio un codazo mientras me guiñaba un ojo - "¡Ya sabemos dónde ha mordido Pascualita!"

viernes, 24 de marzo de 2017

Escandalera.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! ¿Por qué no has encendido la estufa, boba de Coria? - ZZZZZZZZZZZZZZZZ - ¡Llega una a las tantas de la madrugada y me encuentro la casa fría! ¡Que vengo de trabajar, mujer! - ZZZZZZZZZZZZZZZZZZ - Cada día es más difícil el oficio de trapicheadora. Hay competencia desleal por todas partes ¿Dónde está el Sindicato que nos protege? ¡¿Alguien lo ha visto?! Luego querrán cobrar las cuotas los muy caraduras ¡¿Y éste frío que ha llegado sin venir a cuento? ¡¿Quién nos protege de él?! ¡¿Por qué narices le han dejado entrar en el País?! ¡¿Tiene los papeles en regla?! ¡¡¡Pues claro que no!!! ... Nena... ¡¡¡NENAAAAAAAAA!!! - ZZZZZZZZ... hummm... ¿Ya es de día?... Cada vez son más cortas... las noches... ¡Cotilla! ¿se ha muerto alguien? - ¡Que manía tienes de enterrar a la gente a las primeras de cambio!

Cuando me enteré que eran las cuatro de la madrugada, ardió Troya. - ¡¡¡QUIERO LAS LLAVES DE MI CASA, AHORA!!! - Mientras estaba en plena bronca con la Cotilla, llamaron a la puerta. Era la abuela. - ¿Qué es esto ¿una romeria? (pregunté, cabreada) - "Venimos de El Funeral y como he visto luz he subido a tomar un café con leche" - Haberte subido a Geooorge que para eso es tu mayordomo. - "Se ha ido a casa con Andresito". - Pues ¡hala! ya estás cargando la cafetera y yo me voy a dormir ¡Y usted a la puñetera calle! - ¡Que cruz tenemos con tu nieta!

Llamaron a la puerta. Era Bedulio. - "¡Pasa hombre! Llegas a tiempo de tomar un cafelito. - No puedo, estoy trabajando... Os han denunciado por escandalo en plena noche. - "A mi que me registren. Acabo de llegar" - Yo también (la Cotilla puso carita de inocente) - Yo dormía hasta que llegó la vecina. Y ahora me vuelvo a la cama. - ¡No! ¿A qué venían los gritos contra Sindicatos, emigrantes ilegales, trabajos en negro, etc. etc. etc.? - Me quedé a cuadros.

La Cotilla saltó - ¡Ah! ¿Era eso?... jejejejeje Ay, Bedulio, las cosas se arreglan hablando... ¿No te hemos contado nunca que la nena, cuando sueña, habla a gritos? - ¡Oiga! (grité desde la cama) - ¿Lo ves? en cuanto toca la cama, grita. ¿Por qué crees que su abuela ya no vive aquí? - ¿Por qué se casó con un millonario? . Eso es algo puntúal. La verdad fetén es porque ya no aguantaba más las discusiones de su nieta, a medianoche, con vaya usted a saber quién.

- ¿Y por qué los vecinos no se han quejado más a menudo? - Porque son muy buena gente: comprensiva, educada, agradabilísimos... - Unos porrazos en la puerta me desvelaron. Alguien abrió y unos berridos procedentes del descansillo de la escalera, hicieron que corriera descalza hasta el acuario y cogiera a Pascualita, a la que no le gustó nada, el brusco despertar. - ¡Que salga su nieta y la arrastraré escaleras abajo hasta que se quede afónica! ¡Me quedan dos horas de sueño, imbécil! ¡Sal si tienes ovarios, niñata! ¡La madre que te parió que descansada debió quedarse. Adefesio!

Por supuesto que no asomé la naríz. La Cotilla, que debía sentirse como la Arregla-problemas ajenos del barrio, salió a mediar entre los vecinosy yo. Hablaba pausadamente pero los insultos iban a más. Hasta que ya no aguantó más y empezó a despotricar contra todo lo divino y humano que se le pasó por la cabeza. Ahí fue cuando la gente reconoció la voz y se pasó de los gritos a las bofetadas, patadas y mordiscos... Y una de las que no se quedó atrás fue Pascualita, que saltó de mi escote al de la Cotilla y organizó una escabechina digna de película de chinos. Yo me tuve que emplear a fondo hasta que pude arrancarla, a ella y al trocito de carne que mordía en ese momento.

Mientras tanto, Bedulio , como el que no quiere la cosa, salió de estampida de mi casa para poner mucha tierra entre nosotras y él 

jueves, 23 de marzo de 2017

Generaciones que no nacerán.

Todos los días estamos celebrando cosas, algunas absurdas, otras imprescindibles para remover conciencias, otras incitando a la compra: día del Padre, de la Madre, de los Enamorados... Y picas o no, según te levantes ese día o según veas la cartera: medio llena o medio vacía... Luego están las celebraciones que NUNCA deberían hacerse. Los que se regodean en el dolor, el horror, el miedo, la rabia, el fanatismo, la sangre... Les gusta LA SANGRE.

No son vampiros. Están enfermos de fanatismo. Y matan y se matan o los matan ¿qué más les da? No lo puedo entender, con lo bonita que es la Vida. Esta gente celebra los aniversarios sangrientos derramando más sangre. Son insaciables, insanos, dementes, crédulos de mentes enfermas de odio a los otros... Que pena de vidas perdidas, de generaciones que no nacerán... Eso es lo que consigue el fanatismo: el olvido. Ni siquiera su Paraíso los acogerá.

Estoy decaída. Vivimos rodeados de violencia ocasionada por cosas tan absurdas como un partido de fútbol de críos. O porque mi dios no es el tuyo ¿Y qué? ¿Alguien sabe si existe? ¿Si es mujer u hombre? ¿Una idea? ¿Un concepto? ¿Un absurdo? ¿Un cuento chino?... ¡Cretinos!

Pascualita sabe que algo va mal. Me mira fijamente con sus ojos saltones de pez y no intenta dar saltos mortales dentro de la taza del cola cao. - ¿Tienes dios, Pascualita?... ¿Has visto a Neptuno alguna vez, mientras nadabas por los mares del mundo?... ¿No me dices OK? ... ¡Ya!

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! ... ¿Otra vez el fanatismo?... - Es el cuento de nunca acabar, Cotilla. - ¿Tomamos un chinchón? - Claro. La vida sigue a pesar de ellos.

miércoles, 22 de marzo de 2017

La LVPC.

Sonó el teléfono. Era la abuela quién llamaba y parecía muy excitada - "¡¡¡Abreeeeeeeeee, que no quiero que nadie me vea con esta pinta!!!" - ¿Estás detrás de la puerta? - "¡No. Vengo con el rolls y estoy a punto de llegar!" - Usa tu llave... - "¡¡¡Que abras te he dicho!!!"

Eso hice. Colocarme como un pasmarote en el rellano de la escalera, con la puerta de casa abierta de par en par, esperando a que llegara Su Señoría. El timbre del interfono me asustó. - ¿Quién eeeesss? - "¡No te he dicho que abrieras!"

Empezar el día con los nervios en tensión no es algo que me apetezca pero así ha sido... y todo ¿por qué?

La abuela venía hecha unos zorros. Como si se hubiera peleado con un gato furioso, o con Pascualita. Los pantis estaban agujereados. Un tacón de las botas de pirata, partido. La minifalda con la cremallera rota. El pelo daba pena... Y la cara... era un poema - ¿Quién te ha echo ésto? ¿Te han atracado? ¿No habrá sido Andresito? Ahora mismo llamo a Bedulio y pones una denuncia. - "¡Ahora mismo te callas y me dejas en paz! Voy a tomarme unos chinchones tranquilamente, a respirar hondo y relajarme" - Pero ¿qué ha pasado?

Me dejó con la palabra en la boca. Se repantingó en el sofá y poco después roncaba a pierna suelta. Ni siquiera se enteró cuando vino Bedulio ,al que yo no había llamado ¡palabrita del Niño Jesús!

- Dile a tu abuela que salga. - No está. - El rolls royce está abajo ¿no oyes los pitos de los demás coches? - Vale. Está pero duerme... ¿Qué pasa? - La han denunciado por pelearse. - ¿Denunciado? Pero si ha venido hecha un Cristo ¡quién tendría que denunciar es ella!

Bedulio me contó que la abuela y la Cotilla, a raíz de la pelea de padres en un partido de fútbol de críos, decidieron montar la Liga contra la Violencia de Padres Cabestros (la LVPC) y hoy era la primera reunión. Lo primero que han hecho ha sido brindar por la buena marcha de la LVPC con chinchón. Y han propuesto brindis, uno a uno, todos los miembros fundadores hasta que se acabaron la botella. Cuando empezaron la reunión propiamente dicha, estaban borrachos perdidos y alguien se enfadó porque solo habían traído una botella de chinchón. Tu abuela se ofendió y lo mandó a tomar viento, la Cotilla salió en su defensa y se le cayeron al suelo las carteras que había afanado ¡Y aquí ardió Troya!

Visto lo visto, no me quedó más remedio que exclamar - ¡Qué cruz tengo con la abuela!





martes, 21 de marzo de 2017

La fiera corrupia.

Pascualita está rara. A la hora del desayuno, en lugar de saltar dentro de la taza de cola cao, la ha mordido y se ha levado un cacho, después le ha dado coletazos hasta que la ha hecho añicos. Y naturalmente, ha habido cola cao por todo.

He llamado a la abuela. - Temo que me ataque de un momento a otro. - "¿Qué le has hecho, pobrecita?" - ¡Pobrecita yo que vivo con una fiera currupia que se me quiere merendar! - "¡Serás pava! Tu eres muchísimo más grande que ella ¿cómo te va a comer, boba de Coria?" - ¡Lo hará! No lo dudes. Ya sabe cómo funciona el congelador y me meterá dentro. - "Los peces no comen carne congelada" - Los peces no sé pero... ¿qué sabemos de las sirenas? ¡¡¡NADA!!! - "¿Cómo que no? Cantan cuando quieren comerse a un marinero ¿Pascualita te ha cantado?" - No... - "Entonces, tranquila. Debe estar en celo" - ¿Otra vez? - "En vez de criticarla, aprende de ella. Si tuvieras el celo como ella y lo pusieras en valor, tendríamos la casa llena de biznietos" - ¡¿Pero es que no tienes otro tema, abuela?! - "Ya sabes que me gusta hablar de cosas importantes ¡Y ésta lo es! No ves que después de ti, no hay nadie. Nuestra rama familiar se extinguirá contigo. ¡Si hasta hueles a decadente!" - Es que no me he duchado todavía...

Usando el guante de acero he metido a la sirena en el acuario y no ha dejado de dar dentelladas. Una vez en remojo salía y escupía agua envenenada. Suerte que yo no estaba en su línea de fuego. Después de un salto mortal ha caído sobre la mesa del comedor y ha destrozado el tapetito de ganchillo que hizo una prima hermana de la abuela, allá por los años veinte del siglo pasado, cuando iba a una escuela de monjas. Atacó el jarrón chino de la tienda del señor Li hasta que lo pulverizó. Luego me llegaré a hablar con él para ver si me devuelve el dinero del jarrón, aunque... no sé. Ya hace cinco años que lo compré...

Pascualita ha seguido destrozando el sofá de la salita, los asientos de las sillas, el cable de la tele, el altar de los amigos de lo Ajeno (aquí, debo reconocer, que la incité yo a hacerlo) el periódico de hoy. Con él el ataque fue escalofriante. Echaba espuma por la boca y sus ojos saltones de pez amenazaban con saltar por la ventana. Los ataques furibundos siguieron hasta que tiró al suelo la botella de chinchón y se quedó junto a ella bebiendo el líquido a medida que se esparcía.

En cuanto se durmió intenté poner un poco de orden a tanto destrozo. Al coger los restos del periódico vi el motivo de tanta rabia: La foto de la pelea de padres en un campo de fútbol ante sus niños, dándoles lecciones de "conducta cívica y ejemplar" como demostraron tener ya algunos de esos "angelitos"

¿Así que era eso? Pascualita debió verlo en la tele y ha copiado la escena ¡Menuda pájara está hecha! Le voy a sacar tarjeta roja y mandarla al vestuario... cuando haya dormido la mona.



















 

lunes, 20 de marzo de 2017

Bedulio está casado.

Me han dicho que Bedulio ha vuelto al trabajo... con escolta por si yo aparezco por allí. Se están pasando siete pueblo conmigo y voy a tener que ir a ponerle las peras a cuartos ¡Yo no soy el enemigo! aunque no puedo asegurar jejejejeje que no lo sea mi primer abuelito jajajajajaja

También me he enterado de otra cosa ¡está casado! y lo sé de buena tinta porque su mujer ha estado aquí esta mañana. Ha venido dispuesta a cantarme las cuarenta y de paso, sacarme los ojos a mordiscos si no dejo en paz a su marido. En mi descargo le he dicho que siempre pensé que estaba soltero - ¿Y eso por qué? (me dijo la mujer con chulería) - No lleva anillo de casado... - Es cierto. Por una rareza que alguien le metió en la cabeza... ¿no serías tú? - Imposible porque, cuando me ve, sale corriendo... ¿Qué rareza es esa? - Una tontería como un castillo: Dice que los fantasmas se enroscan en los anillos para quedarse con nosotros. - ¿Tú crees éstas cosas? - ¡¿Yoooooo?! Ni loca. Al principio pensé que lo hacía para ligar en esos clubes de alterne donde iban los policías corruptos y que ahora se están destapando... Pero parece ser que él no hacía eso - ¡Ahí estoy contigo! Bedulio es un santo varón... 

Ya metidas en harina, nos "confesamos" mutuamente. - ¿Es verdad lo del ánima de tu primer abuelito? - No lo sé porque nunca lo he visto, lo que pasa es que me divierte hacer correr a un hombre como un castillo. - El próximo día, me llamas y nos reiremos juntas. - ¿Sigues enfadada? - ¡Que va!... Esto... abuelito no sé si hay pero retataratatara.....abuela llegó un día y se ha quedado. Se trajo a su gallina kika y viven por los ricones altos de casa. Les encanta la telebasura y conocen a todo bicho viviente que sale en ella. - ¡Que me dices! Yo soy seguidora de éstos programas. No sabes lo bien que te quedas descargando tu furia contra sus personajes y como no me ven, parezco un carretero soltando sapos y culebras por la boca. - ¿Así que, finalmente, son beneficiosos para la salud? - La mental, si... ¿Está por aquí tu retátara?  - Subida a la lámpara del comedor. Salúdala, mujer.

Hechas las presentaciones, pasamos a la cocina y entre copita y copita de chinchón, les hicimos un traje a los famosos, famosillos y demás fauna. Nos despedimos con dos besos cariñosos: ¡Adios, Nieves! (le dije) ¡Adios, Nieta! (dijo ella)

Naturalmente no dije nada de Pascualita porque es Top Secret. Pues la media sardina se sintió ofendida por lo que consideró un desprecio. Le hice un razonamiento de lo más detallado del por qué no la presenté a Nieves pero parece que no lo entendió. Esperó a que yo bajara la guardia y me escupió un chorrito de agua envenenada a los ojos.

Cuando llegó la Cotilla yo estaba en plena danza ritual frenética del dolor agudo y desesperado. - ¿Una nueva modalidad de aerobic? (preguntó, candorosa, la vecina) - ¡¡¡LA MADRE QUE LA PARIO!!!

domingo, 19 de marzo de 2017

Chuck Berry.

La abuela ha venido a casa con la lágrima puesta. - ¿Que ha pasado? ¿Se ha muerto la Momia... o el abuelito? - "¡Que manía tienes de cargarte a la familia en cuanto pasa algo!... pero sí, ha muerto alguien muy importante" - Me estás asustando. - "Ha muerto..." - Esto ya lo has dicho ¡ves al grano!" - Granos los que tienes en la cara. A ver si te has intoxicado con algo de lo que trae la Cotilla del contenedor del súpermercado porque, con la edad que tienes... Que tienes mucha y se te va a pasar el arroz... no será acné juvenil jajajajaja (soltó una risa sardónica que se me clavó en el alma. Mal empezamos, me dije)

- Abuela, termina de una vez y no te metas con mi edad, que ya la quisieras para ti. - Frunció el ceño (malo) - "Trae a Pascualita que le daré una lección de Historia" - Cuando se pone trascendental no hay quien aguante a ésta mujer.

Me senté con la medio sardina en mis rodillas. La jodía de la sirena estaba con los pelo-algas de punta, furiosa y yo llevaba puesto el guante de acero por si las moscas. La desperté bruscamente de su siesta mañanera y estas cosas no las perdona. - Venga, abuela, empieza antes de que éste bicho se lie a mordiscos conmigo. - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaa! - ¡La que faltaba para el duro! (mientras hacía este comentario para mis adentros, lancé a Pascualita... ¡por la ventana! - Huy, perdón...

La Cotilla me miró extrañada - ¿Por qué?... - ¿Por qué, qué? - ¿Me pides perdón y no sabes por qué? Que poco valéis los jovenes de hoy en día - ¡Abuela, dile algo! - "Algo. ¿Manda algo más la señora?" - Traigo magdalenas que caducaron ayer. No pueden ser más frescas. - ¡Si pueden, Cotilla pero es usted más agarrada que un chotis! - ¡Desagradecida! Prepara café con leche, anda. - ¡Abuela, cuénta ya la historia de una vez! - "Falta "gente" - ¿Esperáis a Pascual, por casualidad? jejejejeje (Que sonrisa más cínica tiene la Cotilla) ¡Ostras! hablando de amantes... ¿Habéis visto la lista del harén del rey padre? ¡Ni Abderramán III!... - ¡Abuelaaaaaa!

- Asomando por el marco de la ventana vi aparecer la cabeza de Pascualita. Debía haberse dado un golpe en la cabeza porque bizqueaba más de la cuenta ¡que fea es la tía! - Ya tienes cuorum, abuela. - "Ahora solo falta el café con leche"

Me tienen por el pito del sereno éstas dos. Cuando por fin, arrancó a hablar, Pascualita había saltado a la mesa del comedor y reptaba hacia nosotras. - "Si me véis vestida de ésta guisa: una chica de los años cincuenta- sesenta, es en homenaje a Chuck Berry, el padre del rock and roll..." - ¿para eso te has puesto cancán bajo la falda, calcetines cortos con zapatos de taconcito y ese lazo en el pelo? Creí que venías de una fiesta de disfraces ¡Aaaaaaaaaaaaaaaayyyyyyyyy! (apenas terminé la frase me gané un buen pescozón. - "¡Un respeto! Fue el hombre que nos puso a todos a bailar el rock and roll. El que tocaba la guitarra como nunca se había hecho hasta entonces..." - De repente, la Cotilla se levantó tarareando un rock y un segundo después, las dos amigas estaban bailando. - "¡Ven!" (me dijo la abuela) - No sé... (respondí) - ¡Que cruz tienes con tu nieta! (dijo la Cotilla sin perder el ritmo)

Entonces Pascualita, que había saltado de la mesa sin que nos diéramos cuenta, mordió mi tobillo en plan venganza rastrera ¡Y vaya sí bailé! Aunque no fuera, exactamente, un rock and roll...

sábado, 18 de marzo de 2017

Yo no tengo la culpa.

- "¡Nena, acabo de discutir con tu puñetero abuelito y he terminado... ¡hip!... dándole la razón!" - Abuelaaaa zzzzzzzzzzzzzzzzzzzz. - "Andresito, tenemos que llevar ... ¡hip!... a la nieta al médico. Se duerme ... ¡hip!... en el palo de un gallinero"

- Recuerdo este retazo de conversación como si me hablaran desde otra galaxia. Quizás desde una nebulosa muuuuy lejana. Así que no sé si lo he soñado o la abuela ha vuelto a llamar a las horas brujas de la noche. Pascualita ¡deja ya de tirar cola cao por las paredes, coñe! - La sirena no me escucha. Va a lo suyo que son los saltos mortales en la taza del desayuno. - ¡Avemariapurísimaaaaaa! ¿Cómo se puede ser tan guarra desayunando? - ¡No he sido yo, Cotilla! - No me vengas con historias de fantasmas, boba de Coria. Ya no es la primera vez que veo la cocina salpicada de chocolate hasta el techo.

No insistí en defenderme de algo que yo no había hecho, para que la vecina no sospechase que aquí hay sirena encerrada. Por cierto, Pascualita cayó detrás de los cacharros límpios y amontonados en la pila de fregar. Como ésta mujer tiene la costumbre de entrar a grito pelado, me coge desprevenida y tengo que tirar a la sirena lejos de mi para que no la descubra. ¡Que agonía de mujer! Ya le he pedido veinte veces la llave de mi casa pero, ni caso. Tendré que denunciarla por okupa.

- "¿A qué vienen éstas voces?" - La abuela acababa de entrar ¡otra que se pasea como Pedro por su casa, que es la mía! - Tu nieta tiene unos modales horrorosos en la mesa ¿cómo se puede mojar pan tostado en el cola cao y salpicar las paredes al mismo tiempo? Tendría que ir a un programa de esos de la tele donde sale gente haciendo cosas raras ¡ganarías! Y yo sería tu mánager! - "¿Qué hacías ésta noche cuando te he llamado?" - Creí que lo había soñado... - "¿Durmiendo a esas horas? ¡Lo sabía! Necesitas que te mire un médico porque te duermes en cualquier sitio" - Era mi cama, abuela. - - "¡Que cruz tengo contigo!" - Pero, bueno...

- "Anoche discutimos Andresito y yo a cuenta de Rajoy". - Vaya conversación más  amena a esas horas. - "Sí, fue acalorada. Le dije que no sé como hay gente que sigue votándole ¡No sabes como se puso! y eso que no se presenta a candidato de nada." - Nos lo imaginamos. - "Pues acabé dándole la razón" - ¿Habías bebido, abuela? - "¡Claro. Estábamos en El Funeral! - Ahora lo entiendo... más o menos. - "¡Es normal que le voten tantos! ¿Con quién nos reimos más de los que aspiran a presidir el Gobierno... A ver? - Pues... - Ahora mismo... no caigo... - "¿Quién dijo que los españoles son muy españoles y mucho españoles?" - ¡Ostras, como me reí este día! - "¿Quién ha dicho ahora que cada año visitan España 75 millones ¡de españoles!?" - ¡¡¡RAJOY!!! jajajajajajaja ¡no puede ser otro! - "¿Lo véis? ¿Quién nos sacaría una sonrisa con la que está cayendo?" - Siento reconocerlo (dijo la Cotilla) - Y yo... pues sí, no es raro que le voten...

Cuando se fueron recogí a la sirena y nos sentamos juntas en la salita, chinchón en mano, tratando  de digerir la evidencia.

viernes, 17 de marzo de 2017

La Cotilla tiene un nuevo empleo.

Me he tomado un descanso en el acoso y derribo del pobre Bedulio. Es agotador oírle gritar como si lo estuvieran matando. Y aunque a la abuela no le ha hecho ni pizca de gracia, me he tomado unos días de vacaciones.

- "Perderás tu puesto de Jefa de los municipales por culpa de tu inutilidad en camelar a Bedulio" - ¿Cómo que Jefa? si no soy guardia. - "El título te entraría con el matrimonio" - ¡Un momento! ¿Qué es eso de matrimonio? ¡Yo no me quiero casar! Una cosa es tener un biznieto y la otra atarme para toda la vida a un hombre que, en cuanto me ve, grita. - "Si se quiere algo en ésta vida, lo más probable es que conlleve un pequeño sacrificio..." - ¡Yo no quiero nada! - ¡"Tienes sangre de horchata, como tu primer abuelito"! - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaa! ¿Habláis de tu primer marido? Mejor no remuevas recuerdos antiguos ... - ¿Por qué, Cotilla? ¿A qué le matásteis entre las dos? - ¡Que cruz tenemos con esta nieta tuya! - "Y que lo digas. Creo que la cambiaré por otra o por dos chicos de veinte" - Mejor te iría.

Aquellas dos pájaras estaban pasando de mi y de mi ansiedad por enterarme, de una vez, de lo que le ocurrió a mi abuelito primero. Pero la conversación fue derivando a recetas de cocina, trucos de limpieza... - "¿Cómo sabes todas éstas cosas, Cotilla?" - Las vi en el facebook el otro día. - "¿Encontraste un ordenador en el contenedor de basura?" - Ojalá. En una de las iglesias donde voy a "limpiar" cepillos el cura de había dejado el ordenador en marcha, en la sacristía. Creo que estaba en el baño con un libro de crucigramas, y aproveché para empaparme de un montón de truquis. Ahora los vendo... - "¿El qué?" - Los truquis. A quién me pide consejo sobre cómo limpiar la bañera, podar las plantas, hacer un buen potaje de garbanzos, etc. etc., se lo doy bajo pago de la tarifa estipulada. - "¿Hay tarifas para esto?... ¿Las pone el Govern?" - Las pongo yo, que soy la primera interesada y la recopiladora de datos. - ¿Y le pagan? - ¡Ya lo creo! tengo mucho éxito y mucho trabajo.


jueves, 16 de marzo de 2017

¡A por Beduliio!

 Por más que me esforcé en conseguir un acercamiento con Bedulio, no lo logré. En primer lugar porque a las cuatro de la madrugada no son horas para ir a visitar a nadie. Y aunque se lo remaché a la abuela, no quiso dar su brazo a torcer ¡buena es ella!

Después de tirarme un buen rato con el dedo pegado al timbre del interfono, una voz cascada y somnolienta preguntó - ¿Quién foño llama a eftas horafs? - ¡Hola, Bedulio, soy...! - ¡Vade retro, Satanás! ¡Lárgate o llamo a los GEOS! - Solo quería felicit... - Me colgó. Y no tuve más remedio que volver a casa porque me moría de frío y de sueño.

La abuela no quiso abrirme la puerta del portal - "¡Insiste" - ¡No. Abre! - "¡Qué cruz tengo contigo! A mi, a tus años, no se me escapaba ninguno vivo. Eres la vergüenza de la familia"

En la quietud de la noche nuestra conversación rebotaba por las paredes de las casas, amplificándose y pronto se escucharon voces de protesta - ¡Callarse ya, leches! - No me quedó más remedio que volver sobre mis pasos. Llamé de nuevo. - ¿Sí? - Hola, guapo... - ¡La madre que la parió! - ¡No tengas miedo que vengo sola y... - A traves del telefonillo oí un alarido desgarrador - ¡Aaaaaaaaaah! - ¡No te asustes. He dejado el ánima del abuelito en... casa... - Demasiado tarde me di cuenta de que mi comentario no había sido nada oportuno. - ¡¡¡IROOOOOOOS, FANTASMAAAAAAAAAAS!!! - No te exaltes, Bedulio. Déjame subir y te haré una demostración de mi erotismo. - Esto lo dije susurrando pero, con tanto grito, dudo que me oyera. Acabé enfadándome. - Bueno ¡ya está bien! ¿Acaso no eres un hombre y futuro Jefe de los municipales?... El alarido cesó pero le siguió un pesado silencio... - ¿Bedulio?... Abre y te haré padre.

Estuve más de una hora sentada en el portal esperando a que me abriera. Abrí el termo de los chinos para que Pascualita pudiera asomarse un poco. Hacía frío. Vi una tienda de 24 horas y compré chinchón. De vuelta al portal de Bedulio, Pascualita y yo, traguito a traguito, nos fuimos calentando y el primer rayo de sol me pilló cantando Asturias, Patria querida mientras la sirena se movía al compás en mi regazo, donde se había acomodado porque ha engordado y el termo le viene estrecho.

El roce de una tela en mi cara me confirmó que me había dormido y alguien pasaba muy cerca de mi. A través de los ojos legañosos, vi a Bedulio escaparse de puntillas, camino de donde estaba aparcado su coche. Me tiré en plancha sobre él, agarrándome a sus piernas, hasta hacerle caer de morros contra el asfalto. Entonces el demonio que hay en mi, actuó muy a mi pesar. - ¿Te vas sin saludar a los amigos? el abuelito te tiende la mano para que se la estreches. - Antes de acabar la frase, Bedulio aullaba como el Hermano Lobo. - ¡¡¡LO SABÍA, LO SABÍAAAAAAAAAAAAAA!!!

También Pascualita se dio un buen morrón cuando me lancé sobre el Municipal. Quedó algo grogi y MUY cabreada. Sin encomendarse ni a Dios, ni al Diablo. se impulsó con su fuerte cola de pez y cayó junto al cuello de la americana. Se escurrió, acercándose a la zona velluda del pecho del futuro padre del biznieto. Una vez allí ¡ATACÓ!

El escándalo en aquel barrio fue de los que hacen época. A Bedulio los vecinos lo trataron de borracho, drogadicto, corrupto y más que corrupto, vamos, que nadie le dijo Guapo y alguno le tiró un zapato. Para cuando conseguí hacerme con la sirena ya no quedaban pelos en el cuerpo del Municipal. - Buena depilación, dije. - Mientras el pobre lloraba, gritaba, moqueaba, temblaba como un conejo. Harta de oírla, pregunté a qué venía tanto escándalo. - ¡El ánima de tu abuelo ha estado a punto de... ¡snif!... dejarme sin hombría... ¡snif!... y casi lo logra! - Puse los ojos en blanco mientras miraba al cielo -. Aprendió que las cosas inútiles se tiran y... ya ves tú.


miércoles, 15 de marzo de 2017

¿Solo queda Bedulio?

- "¡Nena, me han llegado rumores! ... Ya está la tonta de nuestra nieta roncando a pierna suelta" - Déjala, pobrecilla... - "¡Ni hablar del peluquín! Imagina que los rumores son ciertos. Que no tienen porque no serlo. Ya sabes que cuando el río suena, agua lleva. ¡Y la boba de Coria, durmiendo! así no es raro que cuando pasa por su lado el tren de las Oportunidades, se le escape. ¡¡¡NENAAAAAAA!!!" - ¿Sssssssss... iiiii? - "¡Levántate y vístete a toda prisa pero no de cualquier manera! Tienes que estar en perfecto estado de revista, en cinco minutos. ¡¡¡VAMOOOOOOOS!!!"

La voz del abuelito sonó en mi cabeza. - Nena, haz lo que te dice la abuela, a ver si se queda tranquila y puedo dormir de una vez. - ¿No he soñado sus prisas? - No. Y espabila si no quieres que se presente en tu casa. - ¿Qué quiere? - Que vayas a casa de Bedulio... Por lo visto se ha convertido en un buen partido y no quiere... - ¿Qué pierda el tren? ... Eso ha dicho ¿no?... ¿Bedulio es un buen partido? - Si ella lo dice será verdad. - ¿Qué hora es? - Las tres de la madrugada. Acabamos de llegar de El Funeral... - ¡¡¡Las tres!!! Dile que iré de visita a horas normales. - No, no ¡Por favor! - "¡¡¡AHORA VENGO!!!"

Llegó echa un basilisco. Entró en mi cuarto a paso de carga, tiró las mantas al suelo, después me empujó a mi y dejó caer a Pascualita, chorreando, en mi espalda - ¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAYYYYYYYYY!!! - "¡Bedulio va a ser el nuevo Jefe de los Municipales! Tendrá una buena paga y tu te lo tienes que llevar al huerto antes que otra lagarta te lo quite.." - Pero si no quiere saber nada de nosotras... - "Ahí es donde tienes que sacar a relucir todas tus armas de mujer... Deja que te mire... ¿Dónde tienes esa puñeteras armas?" - Nunca las he visto... - "¡Arréglate y pónte mis botas de mosquetero ¡y la mini falda. Toma!" - Me mataré con éstas botas. - "No caerá esa breva"

Mientras andaba por el pasillo, camino de la puerta, agarrándome a las paredes, se me ocurrió preguntar. - ¿Cómo van a hacerlo Jefe si es un guardia raso? - "Porque es el más antiguo que queda libre, los demás están en la cárcel por corrupción." - ¡Que País!

Antes de salir metí a Pascualita en el termo de los chinos y la botella de chinchón que me había dado la abuela, en el bolso. - "¿Para qué te llevas a la sirena?" - Para no sentirme sola ante el peligro. - "Procura que Bedulio no salga corriendo cuando te vea. Hazle la zancadilla aunque se quede sin dientes" - ¡Abuela! - "En la guerra y el amor, todo vale, boba de Coria"

martes, 14 de marzo de 2017

Bomberos.

La Cotilla está intranquila por la condena que puede caerle a su querido gurú Bárcenas y no para quieta. Por esto ahora tengo la casa chamuscada. Se lió a encender velas en el altar de los Amigos de lo Ajeno, se le fue la mano y montó una falla en la salita que si no llega a ser por los vecinos que llamaron a los bomberos, ahora me vería debajo del Puente del tren.

Menos mal que los bomberos eran un deleite para la vista. Hasta la abuela y la Momia vinieron con el rolls royce a toda pastilla para no perderse el espectáculo. Y no les dejaron irse hasta que se hubieron hecho selfis con todos ellos. La Momia, que con esto de que la Primavera ya asoma la oreja por el calendario, tiene la sangre alterada (¡a sus años quién lo diría!) e iba desatada metiendo mano en cuanto veía un bulto.

Entonces se vio el mundo al revés: la Cotilla fue alabada por aquellos dos vejestorios - "De no habérsete ocurrido prender fuego a la salita hubiésemos pasado una tarde aburrida. Y ahora, encima, la noche también será un jolgorio porque algunos bomberos vendrán a bailar y lo que se tercie, a El Funeral" - No puedo creer lo que escucho ¿Estáis felicitando a la Cotilla por convertir mi casa en una hoguera? .- "Estás mejor calladita, boba de Coria ¿Sabiendo que se te iba a llenar la casa de machotes cómo no has sacado unas aceitunas, un poco de queso, una botella de vino... algo para picar." - ¡Son bomberos! - "¡Más que más! No estás preparada para la vida moderna." - ¡Han venido a trabajar! - "¡Negrera!" - ¡Estás loca, abuela! - Siento tener que llevarte la contraria, nena (me dijo la abuelastra) pero tu abuela tiene razón. No cuesta nada quedar bien y aunque tengas un sueldo bajísimo, siempre te llegará para una bolsa de patatillas. - No es eso... - Me enseñaron de pequeña que, la buena educación es primordial, además, eres la dueña de ésta casa, la anfitriona. A las visitas hay que atenderlas. - No eran visitas, abuelastra...¡snif! y mira como me han dejado las cosas: ¡chorreando!

- Que mala impresión se habrán llevado los bomberos al encontrar la casa sucia y chorreando agua. Si tienes una tubería rota, llama al fontanero. No quiero pensar lo que dirán de ti cuando vuelvan al cuartel... - ¡Pero si el agua la han tirado ellos para apagar el incendio! - Eso no es excusa, nena. Haber cogido el cubo de fregar enseguida y ahora mismo lo tendrías todo recogido y como los chorros del oro que..., por cierto ¡No es el caso!.

lunes, 13 de marzo de 2017

Vienen los municipales.

Cuando ha caído la tarde he metido a Pascualita en el termo de los chinos, una mochila con ropa y me he ido a pedir asilo político a la Torre del Paseo Marítimo. Como iba de incógnito me he puesto las gafas de sol y en cuanto he llegado a la esquina he tropezado con ella. ¡Qué difícil esto del incógnito!

Pensé que me recibirían con los brazos abiertos y así ha sido, menos por parte de la sangre de mi sangre. La abuela me ha dicho que nones. - "¡Demuestra que eres una mujer y da la cara cuando vengan a detenerte en lugar de esconderte como una rata de alcantarilla!" -  Soy un daño colateral ¡No he hecho nada! ¡Ni siquiera estuve ingresada! - "Pero eres de la familia" (la voz de la abuela me sonó a la de el Padrino)

Lo único que conseguí a fuerza de insistir fue que me dieran de cenar - "Pero luego te largas" - Mujer, deja que la nena duerma aquí (el abuelito intercedió por mi) - "¿Y si viene la policía a buscarla? ¡que vergüenza que nuestros riquísimos vecinos lo vean!" - ¡No, abuela! Se morirán de envidia. Porque ahora, quién no hace el paseillo por la rambla de los Juzgados no es nadie socialmente, sobre todo quienes como vosotros tenéis un estatus. - La nena tiene razón. (dijo la Momia) Nos falta ese detalle para que nuestro pedigrí familiar se realce. ¡Si hasta la Infanta ha pasado! No podemos ser menos. - "Visto así..." (¡la abuela claudicaba!) - ¡Gracias, abuela! Me quedo. - "¡Ya te estás largando!"

Volví a casa con el rabo entre las piernas.  Unos minutos después llegó la Cotilla. - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaa! Cuando vayas a salir, avísame y vendré más temprano porque, a éstas horas ya se me ha ido el hambre (y sin esperar respuesta, se metió en la salita)

Puse a Pascualita sobre el frutero y le fui contando mis sinsabores con la abuela. La sirena me miraba como quien oye llover. - ¿No te interesa lo que digo? Aprende de mis tristes experiencias por si te encuentras con cosas así cuando vuelvas a tu hábitat.

Llamaron al timbre. Dos municipales, como dos Torres Gemelas y preguntaron por mi. Me salió un SI apenas perceptible y estiré los brazos hacia adelante para que me pusieran las esposas mientras le echaba una última mirada alrededor. - Tiene que acompañarnos ahora mismo ¡Su casa se quema! - ¡¡¡QUE!!! - Un humo negro salía de la salita donde la vecina montaba los altares para los Amigos de lo Ajeno - ¡¡¡COTILLAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!

domingo, 12 de marzo de 2017

¡A la calle con cajas destempladas!

Menos mal que no dije en Urgencias que aquellas tres viejecitas eran de mi familia porque las echaron con cajas destempladas. Organizaron una timba entre los pacientes menos afectados por enfermedades o lesiones y los euros de las apuestas corrían sobre las camas. Las pillaron cuando, horrorizada, una enfermera vio a la abuela dándole a beber pipí (eso creyó ella) de una cuña a una paciente.

La enfermera llegó despavorida y de un tirón se echó encima casi media botella de chinchón que camuflaban allí. ¡Se armó un follón de mil demonios cuando la Cotilla, echa una fiera, le recriminó a la enfermera que desperdiciase el licor de aquella manera!

Después de esto las obligaron a marcharse pero la pesada de la vecina no quería hacerlo hasta que le pagasen el chinchón vertido. Unos enfermeros, sin mediar palabra, las sentaron en tres sillas de ruedas, las llevaron hasta la puerta de la calle y les dieron un empujón. Poco faltó para que las atropellara el autobú, un taxi y dos ambulancias que llegaban. Pero, como bicho malo nunca muere, ahí siguen dando guerra.

Se presentaron en casa con el susto en el cuerpo todavía. - "Nena, llama a Bedulio. Dile que venga que quiero poner una denuncia al Hospital" - No querrá. - "No preguntes, ¡ordena!" - Tuve yo razón. el Municipal dijo que nones y que qué nos habíamos creído. - "Se va a enterar éste quién soy yo" (la abuela se levantó de un salto, me quitó el teléfono y gritó) "¡¡¡BEDULIO, VEN AQUÍ INMEDIATAMENTE O HARE QUE TE VISITE EL ANIMA DE MI PRIMER MARIDO!!!"

Esperamos toda la tarde y no se presentó. Más tarde llamé de nuevo. - Han tenido que ingresarlo ésta tarde. Alguien le amenazó gravemente por teléfono y a punto a estado de estirar la pata. Estamos investigando para encontrar a quién llamó ¡y se le va a caer el pelo! - Colgué de golpe. Cuando lo conté en casa la abuela, la Cotilla y la Momia (incluso ella, sí) salieron corriendo pasillo adelante, cogieron el ascensor y se perdieron entre la gente que paseaba bajo el sol del invierno. - ¡¡¡ABUELAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!! (grité desde el balcón antes de que desaparecieran) ¿Yo qué hago? - "¡¡¡TENER LA BOCA CERRADA. YA TE MANDARÉ BOCADILLOS A LA CARCEL!!!"

sábado, 11 de marzo de 2017

En Urgencias.

Llevo días sin ver a la abuela y he llamado a la Torre del Paseo Marítimo - ¿Allo? - Geooorge, dile a la abuela que se ponga, porfi. - Madame no estar in the hause. - ¿Dónde está? - Mi ser una tumba. - ¿Qué quieres decir?... ¿Se ha muerto? - ¡Noooo! Mi estar enteritou. - Estamos hablando de la abuela, atontao. No te hagas el importante. - Yo entender "atontao" y no gustar, darling. - Cómo me vuelvas a llamar eso que has dicho, ¡vengo y te arranco el Peñón de Gibraltar a patadas! - ¡Mi no tener Peñón! - ¡¡¡¿Dónde está la abuela?!!! - Con madame Momia. - ¿Dónde? - En clinic. - ¿Eso qué es? - Clinic es clinic. - ¡La madre que te parió, inglés! Habla claro. - ¡C.L.I.N.I.C! - ... ¿Clínica? - ¡¡¡YES!!! - Con lo fácil que es decirlo y lo complicado que lo haces. No me extraña que Rajoy no hable inglés. - Rajoy no estar con madame Momia. - Me lo imagino, no es su tipo. ¿En qué clínica están? - En urgen...tias.

La cosa se alargó hasta que tuve claro que la abuela, la Momia y la Cotilla estaban en Urgencias ¡Ostras! voy a quedarme sin bisabuelastra ¡Geooorge, ven a buscarme con el rolls y vamos a verlas! - You coger bus. Yo no ser mayordomo de boba de Coria.

Menos mal que colgó rápido, así no alargamos el episodio y pude salir corriendo hacia el hospital.Aunque ésta me la pagará. Al llegar di el nombre de la bisabuelastra - ¿Vino con dos acompañantes? - Sí, están ingresadas las tres juntas. - ¿Qué me dice? ¿Hay una epidemia de algo raro? - Eso pensamos pero, por más pruebas que les hacen, no sale nada extraño. Curiosamente al ir a darles el alta les sube la fiebre.

A la hora de visitas entré a verlas. Ocupaban camas contiguas, que habían acercado para poder jugar a las cartas más comodamente. Se me acercó la enfermera jefe a preguntarme si eran de mi familia. - ¿Por qué? (quise saber antes de meterme en camisa de once varas) - Tienen revolucionados a médicos, enfermeros, camilleros... Tenemos que atenderlas nosotras porque ya no hay hombre que quieran acercase a ellas, sobre todo a la más mayor porque, en lugar de manos, tiene tentáculos y están hartos de que les pellizque el culo. Alguno lo tiene tan dolorido que no puede sentarse. - Verá... familia, lo que se dice familia... no somos.

Al acercarme a ellas me embistió un olor a chinchón que tiraba de espaldas - Sí, huele a alcohol pero dicen que es una colonia carísima francesa. Y debe serlo porque licor no hemos encontrado... ¿No podría llevárselas a su casa? - Va a ser que no (contesté)

Al quedarnos solas indagué sobre el chinchón - "Lo guardamos en una cuña que tenemos escondida" - ¿Por qué se os ocurrió venir aquí? - "Como es un hospital que hemos pagado entre todos y nosotras todavía no lo habíamos usado, decimos ingresarnos en urgencias pretextando una angina de pecho". - ¿Las tres? - ¡Claro, las tres tenemos pecho, boba de Coria!

miércoles, 8 de marzo de 2017

Bolígrafos.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa! vengo a por bolígrafos - ¿De la tienda del señor Li? - No. De esta casa. - ¿Perdón? - Me he enterado de algo que puede ser el negocio que me retire de la dura vida de pobre jubilada que lucha cada día, para llegar a fin de mes. - ¿Esa quién es? - ¡Yo, boba de Coria! ¿quién va a ser sino? - ¿Y el negocio consiste en que yo le proporcione la materia prima y usted se quede los beneficios? - Lo has entendido perfectamente ¿cuántos tienes? - Los que tengo los necesito. - ¡Que vas a necesitar tú! Dámelos que son para una buena causa. - ¡He dicho que no! - ¿Cómo vas a encontrar novio si eres más agarrada que un chotis?

La llegada de la abuela nos sobresaltó porque estábamos enfrascadas en nuestras cosas. - "¿A qué viene tanto alboroto?" - Tu nieta es una egoísta. Le he pedido bolígrafos ¿Ya me dirás tú para qué los quiere ella? Y me ha dicho que no. - ¡Que te cuente para qué los quiere! - Para hacer el negocio del Año. - "¿Vendiendo bolígrafos?... ¿Vamos a medias?" - ¡Abuela, eso quería decirlo yo!

Un poco más tarde, sentadas en la salita y con una copa en las manos, la Cotilla nos contó que en los Juzgados se les cae el Sistema Informático día sí y día también. Y han tenido que recurrir a los viejos métodos: usar bolígrafos. Pero ¡oh, casualidad! El contrato con una empresa que se los suministraba ha vencido y ahora no tienen ni bolígrafos ni perrito que les ladre.

Como los de Fuenteovejuna, todas a una gritamos. - ¡¡¡¿DONDE ESTÁ EL DINERO DE LOS IMPUESTOS?!!!

A pesar de que, de mi no ha sacado nada, la Cotilla se ha hecho con una buena cosecha  de bolis y ha salido como una bala hacia los Juzgados a venderselos a los funcionarios.

- "¿Tienes una sábana, nena?" - Tengo varias... - "Basta una. Es para pintar una pancarta" - ¡Ni hablar! - ""¡Además de egoísta eres insolidaria! Vamos a reivindicar nuestros derechos en la manifestación" - Yo no voy a ir porque no tengo nada que ponerme. - La abuela me encasquetó la pantalla de la lámpara de pie... Y metiendo a Pascualita en el termo de los chinos, salimos zumbando a unirnos a la manifestación mientras le decía: - "A tí también te incumbre porque eres mujer... bueno...  media"  

martes, 7 de marzo de 2017

Cebando a la Nieta.

Después de meditarlo con la almohada, la abuela ha decidido dejar en suspenso mi ejecución. Dice que dependerá de mi comportamiento que me perdone o no. Pero yo tengo el pálpito de que me está reservando para una comida importante porque no deja de darme cosas ricas para comer ¡Me está cebando!

Ya sé que  no debería caer en su trampa y hacer régimen severo pero soy débil. Lo reconozco. Es ver un bocadillo de sobrassada y babear a baba tendida. Así que cuando me hace comidas especiales no me puedo aguantar. Quizás la culpa de que me comporte así sea de Pascualita. Ya son varios los años que está con nosotras, viendo, día a día, como no le hace ascos a nada.

Para salir le dudas le pregunté al abuelito, de sopetón para que no tuviera tiempo de pensar la respuesta. - Abuelito ¿tú me comerías? - Me miró de arriba abajo, levantó la vista hasta mi cara y dijo: - Si tuviera treinta años menos y no hubiera conocido a tu abuela, ten por seguro que sí. - No me convenció la respuesta e insistí: - ¿Me comerías con cuchillo y tenedor? - ¡Caray, nena, que morbosa eres! ¿así que te gusta jugar en la cama? Nunca lo hubiera pensado. Se te ve tan... tan... sosita jejejejeje No te ofendas pero es lo que dice tu abuela. - Te estoy hablando en serio. Se trata de comerme guisada con patatas o al horno con boniatos... - Estamos apunto de rebasar la delgada línea roja que separa lo lícito de lo ilícito entre parientes y a mi mujer no le gustaría, así que mejor me largo...

El olor de una ensaimada con pimientos asados hizo que mis jugos gástricos dieran saltos de alegría. La abuela ha venido cargadas de avíos para una paella de mariscos, que estaban aún vivitos y coleando. Se ha puesto el delantal, ha colocado a Pascualita sobre el salero de la cocina y ha empezado a contarle la receta de la paella para que, cuando vuelva a su hábitat, la prepare en el fondo del mar que es donde está el marisco más barato.

- ¡Avemariapurísmaaaaaaaaaaaaaaa! ¡Ya me parecía a mi que olía a paella! - Esta mujer tiene un chip en el cerebro que la avisa cuando hay comida cerca, aunque no esté ni empezada. - Es un don que Dios me ha dado, envidiosa... Por cierto, traigo un sofocón y una taquicardia como un piano... Acércame el chinchón , a ver si con unos tragos se me va todo. - Haber cuándo se trae una botella, caradura. - Algún día habrá suerte y encontraré alguna en los contenedores de barrio rico.

La abuela salió de la cocina al oír a la Cotilla para, disimuladamente, meter a Pascualita en el acuario antes de que la Cotilla la viese pero la sirena no tenía ningunas ganas de entrar "en casa" y saltó fuera del agua. Y así se pasaron un ratito: una metiéndola en remojo y la otra saltando fuera. Hasta que la sirena se cansó de tanta monotonía y nos hizo una exhición de saltos mortales que dejaron medio comedor empapado. A todo esto yo tenía entretenida a la Cotilla con una discusión.

- ¿A quién se le ocurre salir a la calle con una falda de vuelo, plisada, en pleno vendaval? ¡Pero si tenemos unas olas que sobrepasan el Palacio de Congresos! - Acababa de encontrarla en un contenedor y me gusta estrenar la ropa enseguida. Cuando se me ha levantado la falda hasta las cejas me ha echo gracia porque parecía Marilín Monroe ¡y hasta me han aplaudido! Pero todo cansa y he acabado dándome contra las farolas porque no veía nada... ¿Has oído un ¡CHOF! - No cambie de conversación para irse por las ramas. - La Cotilla le dio un tiento al chichón - A ver si así... (dijo, temerosa)

lunes, 6 de marzo de 2017

¿Nieta al horno?

La abuela me la tiene jurada. Esto quiere decir que mi vida pende de un hilo - "¡Tendrás el mismo final que le preparaste a Pascualita!" - Pero si era una broma... ¡te lo juro! - "¡Mientes como una bellaca!" - Yo la quiero mucho... - "Te pondré una manzana en la boca como si fueras una lechona y antes de asarte te haré una foto" - ¿Piensas... comerme? - "Claro. Te compartiré con la Cotilla" - ¡No puedes hacer eso! ¡¡¡Será un asesinato!!! - "Puede ser pero, en cuanto empecemos a chuparnos los dedos, no tendrá importancia"

No me llega la camisa al cuerpo y un sudor frío recorre mi espalda. Trato de razonar con la abuela aunque es como hablarle a una pared. - ¿No ves que, para dos, sobrará carne? - "Tienes razón... ¡Haremos una cena en El Funeral para todos los amigos!... Que buena idea. Y no hará falta que te hagamos un funeral ¡ya estarás en él! jajajajajajajaja ¿No te parece gracioso? - ¡NO! - "Que cruz tengo contigo"

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! Huy, que caras... ¿Qué le has hecho a tu abuela? - ¡Nada! Ella me lo quiere hacer a mí. ¡Me quiere comer! - Ya son ganas - "¿Haber qué harías tú si tuvieras un perro y una amiga lo adobara para meterlo al horno?" - ¿Para comerlo?... Lo dejaría macerar unos días para ablandar la carne porque dicen que es muy correosa. - "¡Lo ves, boba de Coria. La Cotilla me da la razón!" - ¿De verdad piensas comértela? - "Y quedas invitada." - ¿Así que va en serio? Entonces adóbala bien porque es un rato sosa tu nieta. - ¡¡¡OIGA!!!

Decidí denunciarlas y fui a ver a Bedulio. - ¡¿Que qué van hacerte?! - ¡Comerme! - Espero que a tu abuela no se le ocurra invitarme, es que no me quiero saltar el régimen que estoy haciendo. - ¡¿Me estás escuchando?! Si no haces nada acabaré en la olla exprés o en el horno... - ¿Pondrá patatas? me pirran las patatas al horno... - ¡Y qué se yo, Bedulio! ¡¡¡Sálvame!!! - Ahora te comprendo. Estás más atontada que de costumbre por mirar las tonterías que dan en la televisión.

Antes de salir de la comisaría, le tiré el ordenador al suelo y se hizo añicos. Los municipales que andaban por allí vinieron corriendo, pistolas en mano pero Bedulio les tranquilizó - No pasa nada. Está teniendo una crisis y no es raro teniendo la casa llena de espíritus.

Sobre el aparador del comedor había una de las fotos que le hice a Pascualita cuando aún me parecía graciosa la broma de la que ella no se enteró. De repente se me ocurrió hacer una caricatura del Entierro de la sardina y me lo pasé pipa colocando verduras y aliños al rededor de la sirena... Aaaayyyyyyyy si llego a imaginarme en el lío que me metía...  ¡snif!... Y encima, le hice fotos para dejar constancia ... ¡Mira que soy tonta!

domingo, 5 de marzo de 2017

¡Que disgusto más grande!

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa - La Cotilla ha llegado a casa descompuesta. Traía la cara desencajada, los pelos como escarpias, incluídos los de la berruga igualita a la de la Infanta Cristina y que tanto juego le dio cuando era jovencita .Tenía toda la pinta de haber sido atropellada por un tranvía, si los hubiera en Palma... que no es el caso. La cuestión es que corrió a por la botella de chinchón y se amorró a ella.

- ¡Respire que le va a dar algo! - Tengo un disgusto grandísimo ¡Que desgracia tan grande, pero grande, grandísimo! - ¿Debo preocuparme? - No tengo ni idea, boba de Coria. - Pues con ésta respuesta no sé a qué carta quedarme. Con lo tranquila que he empezado el día y viene usted y me lo fastidia. ahora mismo estoy en un sinvivir por su culpa.

- "¿De qué habláis?" - ¡Aaaayyyyyyyyyy! menos mal que has venido porque tu nieta no vale ni para consolarme del disgusto tan grande que tengo. - ¡No le hagas caso, abuela! tiene más cuento que Calleja ésta mujer!

Las dejé solas con sus misterios y chaladuras. Un rato después cantaban a pleno pulmón Asturias, patria queridaaaaaaa - ¡Ya se han terminado la botella de chinchón éstas dos!

Estuve mirando un reportaje sobre el fodo del mar, de la 2,  junto a Pascualita, colocada para la ocasión, en mi escote. El cuerpo de la sirena se puso tenso y toda su atención se concentró en la pantalla del televisor. De repente salió un calamar y Pascualita saltó como un resorte, estrellándose contra la pantalla. Quedó en el suelo, conmocionada. No podía dejarla allí porque la Cotilla podía aparecer en cualquier momento. Entonces tuve un segundo de inspiración aprovechando que la sirena no se enteraba de nada.

Fui a por una bandeja de horno, y preparé a Pascualita para ser asada. Con sus patatas panadera, verduras cortadas y puestas en derredor del bicho, su chorrito de aceite de oliva, sus hierbas aromáticas... Entonces me hice selfis con ella. Solo abrió los ojos cuando la rodeé de cebolla cortada en juliana. Lloró. ¡Pascualita, lloró! Fue emocionante y me uní a ella en su llanto porque nunca he soportado la cebolla.

Dispuesta a enterarme de cuál era la causa de la desgracia que asolaba a la Cotilla, entré en la salita. Lloraban a moco tendido mientras ojeaban el periódico. - ¿Qué pasa? - "¡Pobre yate!" - La foto mostraba un súper yate que se había estrellado contra las rocas por la tormenta de anoche, destrozándolo. - ¿Era vuestro? - Sabía la respuesta. - ¡NO! - ¿Entonces? - "¡Pero podría haberlo sidooooooo!"

sábado, 4 de marzo de 2017

A la vejez, viruelas.

La abuela me dice que estoy neurasténica y manda a Geooorge que me lo diga porque a ella le hace gracia cómo lo dice. Es algo así como NORASTENICSSSS. Yo no sé si el pobre hombre sabe lo que dice, pero como el abuelito le paga bien, pues no le da vergüenza hacer el indio.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaa! ¿por qué dice tu abuela que estás no sé qué....? ¿No estarás embarazada o como se diga ahora? - Ahora se dice como siempre y no, no lo estoy. - Ya me extrañaba a mi. - ¿Por qué? - No te veo muy por la labor. Para mi que las ranas criarán pelo y se quedarán calvas otra vez, antes que tu andes por la vida como un tonel con patas. - ¡Pero, pero... ¡COTILLA! - Vaaaaaale, no te enfades ¿Qué comemos hoy?

Estas dos viejas que me han tocado en suerte, me llevan a mal traer. No se puede ser madre de un biznieto teniendo, continuamente, los nervios de punta por su culpa. Y por la de Pascualita. Cuando me ve, me tira chorritos de agua envenenada. Creerá que es muy gracioso, digo yo. El caso es que, como estamos en Cuaresma, he hecho una promesa: como me entre el agua en los ojos, la hago escabechada y me la como con patatas.

- No me haf dicho lo que fe fasa... - No le haga caso a la abuela ¡y coma con la boca cerrada, que me está poniendo perdida de sopa! - ¡Venga, fímelo ya! - ¿A qué le quito el plato? - ¡Que sofa eref, fofa de Cofia! - ¡¡¡YA ESTÁ BIEN!!! - ¡Fale, faleeeee!

Viendo que me levantaba a cumplir lo dicho, tragó. - ¿Me vas a decir ahora lo que pasa? - Que la abuela se ríe de mi porque me he puesto a ... estudiar. - ¡¡¡Jajajajajajajajajajajajajaja!!! - ¡OIGA! - Pero si en la escuela solo sacabas cincos rascados cuando tu abuela le llevaba un regalito a la maestra. - ¡¡¡ESO ES MENTIRA!!! ... Además, ahora soy otra persona. - ¿Te has cambiado de sexo Luis María Enrique? - ¿Sabe qué le digo? Que mañana se va a comer al comedor social ¡Y quiero la llave de MI CASA! - Que poca correa tienes. Así no encontrarás novio ni en una tómbola de la Feria... Venga, sigue ¿qué estudias? jijijijijijiji ¿Derecho? jijijijijijijijiji - Debería hacerlo porque con sus admirados Amigos de lo Ajeno, tendrán trabajo todos los abogados de España. - ¡Chist! Ni los nombres a esos santos barones, injustamente procesados.

- Estudio Egiptología. - ¡Ves! Ya decía yo que tenía que ser algo relacionado con embarazos. - Eso es Ginecología, Cotilla. - Pues eso... - ¿Que tendrá que ver la gimnasia con la magnesia? - ¡NADA! - Pues lo otro tampoco. Ande, tómese media botella de chinchón y duerma la mona, a ver si me deja en paz. - No se hizo de rogar.


jueves, 2 de marzo de 2017

La factura.

La abuela me ha mandado a Geoooorge con una factura para que la pague yo. Naturalmente he dicho que no, pero el mayordomo inglés me ha recomendado que la vea primero y opine después - Madame decir estou. 

La factura era de una Agencia de Detectives a quién la abuela le había hecho el encargo de seguirme para ver qué hacía. - ¡¡¡¿Qué?!!! Y encima quiere que pague. ¡Ahora mismo hablaré con ella! - You pagar ahora o ellos ponet a tí en lista morosos jejejejejeje. Detective decir que no fiar. - Tuve que marcar varis veces el número de la Torre del Paseo Marítimo porque, con los nervios me equivocaba. - "¿Digameeeeeeeeee?" - ¡Abuela, se te va la olla! ¿Por qué me espías? - "Perdoooooone ¿con quién quiere hablaaaaaaaaaaaaaar" - ¡Contigo! - "Yo nooooo. Tengo trabaaaaajo". - ¡No te hagas la tonta que te he reconocido la voz! - "Voy a colgaaaaaaar" - ¡Y me colgó!

Geooorge estaba plantado ante mi sin apenas pestañear - You dar money - ¡Qué no, inglés. Que lo pague ella que tiene la cartera llena! ¿You ver fotos? - Con los nervios no me había fijado que había fotos en el sobre. En todas salía yo con el hábito rosa y las piernas al aire - ¡¡¡Oh, noooooooo!!! ¡Es una bruja ésta mujer!

Sonó el teléfono. Era la abuela, ya con su voz natural - "¿Ya has pagado?" - No. Y no pagaré ¿Por qué me mandas la factura? - "Es lo que ha puesto de moda la ex Presidenta del Govern ¿qué quieres que haga? Ya sabes que me encanta seguir las modas: Contrata un detective para sus cosas, éste le manda la factura y ella la remite, a vuelta de correos, a que la pague San Paganini: o sea, el pueblo ¡Y la pagamos! ¿Por qué vas a ser tú distinta? - ¡Porque me han sacado H.O.R.R.O.R.O.S.A.! - "¿Qué quieres que haga el hombre? ¿¡Milagros!? ¡Esto no es Lourdes"! 

miércoles, 1 de marzo de 2017

La nieta se disfraza.

Para compensar lo que tenemos que aguantar de la clase política, hoy ha amanecido un día espléndido. Soleado y caluroso, de estos que te echan a la calle porque es un pecado quedarse en casa. Así que he metido, a duras penas, porque toda ella es un michelín cada vez más gordo, a Pascualita en el termo de los chinos y después de disfrazarme de monja sexi,con pestañas extralargas, labios rojo pasión, hábito rosa fucsia acabado en una impresionante mini falda ribeteada de puntillas y botas negras con tacón de vértigo, nos hemos ido a pasear.

El sol brillaba en todo lo alto, a la gente se la veía contenta porque, además, es fiesta. Encaminé mis pasos hacia es Born donde esperaba encontrarme con más gente disfrazada. Durante el camino me dedicaron risas, piropos muuuuy subidos de tono, nada que  no se de en Carnaval.

A mitad del recorrido las piernas me empezaron a flaquear ¿Cómo puede aguantar la abuela el suplicio de los taconazos durante horas y horas? ¡y bailando! Tuve que buscar un sitio donde sentarme. - ¿Te has escapado del convento, nena? (soltó uno que pasó por allí) - Ya me estaba cansando de tanto "gracioso" - Voy a ver a tu madre que es la Superiora. - le solté y se cabreó el tío.

Sentí la necesidad de meter los pies en remojo y me encaminé a la playa. - ¡Mirad, un pato mareado con hábito! jajajajaja - ¡Uf! que cargante es la gente. Pero debo reconocer que mi paso ya no era garboso. Mientras esperaba, agarrada a un semáforo, para poder cruzar hacia el mar, caí en la cuenta de que no había visto ningún disfrazado. Ni siquiera en es Born.

Tal vez era pronto... o me había equivocado de día. ¡Oh, no! ¡Estaba haciendo el ridículo en plena calle! - Unas chicas que pasaron corriendo a mi lado, me lo confirmaron - ¡La sardina ya está enterrada, tía! jajajajajaja - ¿La sardina?... ¿Hablaban de Pascualita? Miré el termo y allí estaba ella, observando el paisaje. Entonces... ¿qué sardina?... ¡Ostras! (me di un manotazo en la frente) ¡El entierro de la sardina fue ayer! Así que hoy es... ¡Cuaresma! Menos mal que estamos en el siglo XXI, que si no me queman en la Plaza Mayor.

Paré un taxi y di una dirección cercana a mi casa. ¡No quería que nadie supiera dónde vivo. Que vergüenzaaaaa! La cara de guasa del taxista me ofendió. Así que saqué a Pascualita, que iba medio dormida, y la aplasté contra la nuca del hombre diciendo - ¡Esto es un atraco! - Rabiosa por haber sido molestada, Pascualita atacó y en un abrir y cerrar de ojos, la cabeza del taxista quedó como una bola de billar. Antes de que pudiera reaccionar, arranqué a la sirena y un trocito de cuero cabelludo del guasón y salí corriendo como alma que lleva el diablo mientras él gritaba, lloraba, moqueaba y sangraba como un toro de lídia.

Unos pasos más adelante me encontré con Bedulio - ¡Detén a ese hombre! ¡Va borracho perdido y conduciendo! - El Municipal me miró de arriba abajo, sacó el móvil y llamó al cuartel. - Mandad a alguien. Yo estoy atendiendo un caso grave y no puedo hacerme cargo del taxista. - Partimos cada uno por su lado pero tuve tiempo de oírle decir. - Prefiero curarme en salud aunque me cueste una bronca del jefe.