viernes, 3 de febrero de 2017

Un ejemplo para los trabajadores.

- ¿Geoooorge? - Yes. - Dile a mi abuela que se ponga al teléfono. - Madame decir no está. - Dile que soy su nieta. - Ella saber, por eso decir no estar. - ¡La madre que te parió, inglés del demonio! - Mi ir a tomar té.

Nada. No pude contarle a la abuela la historia del funcionario que ha estado cobrando su buen sueldo sin ir a trabajar... Es el sueño dorado de todo españolito. Cobrar una morterada por no hacer nada. A éste tío se le apareció su Hada Madrina o el Genio de la lámpara y ¡hala! deseo cumplido.

¿Qué tendría que hacer yo para que me ocurriera algo así?... Si faltara dos días seguidas al trabajo mi jefe me diría, enseñando el colmillo: - Si vas a seguir así, dílo y te busco un recambio. Pues anda que no hay gente en la cola del paro que querrían tu puesto, bonita. - ¡Pero si es un trabajo-esclavo; con un sueldo miserable que, encima, es más bajo que el de mis compañeros hombres que hacen lo mismo, ¡imbécil!... Esto no se lo he dicho, claro está, pero me gustaría hacerlo cuando me toque la Primitiva. Y añadiría ¡¡¡Anda y métete tu mierda de trabajo por donde amargan los pepinos, muerto de hambre!!!... ¡Uf! Aunque no se lo he dicho en la cara, que bien me he quedado.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! ¿Y ésta cara de pánfila? - Nada... que he tenido un desahogo mental, Cotilla. - ¿Mental?... ¿Eso es a lo máximo que aspiras, boba de Coria? Pues va aviada tu abuela porque los biznietos no se hacen mentalmente. - ¡¡¡Cotilla, que no es eso!!!

Miré de reojo al acuario. Pascualita nadaba lentamente junto a la superficie, deslizándose como si fuese un alga para pasar desapercibida a los ojos de la vecina. Pero ésta tiene un área de visión tan extensa como los camaleones y algo le llamó la atención. Se acercó y miró dentro. - ¿Qué... pasa? (pregunté, temerosa) - Creía haber visto un pez... pero no. No sé que gusto pasas de tener que trajinar agua de mar para cuatro plantas que tienes ahí, flotando. ¡Cuidado que no sean carnívoras y te coman con patatas! jajajajajaja

- ¡Que desagradable es usted, Cotilla! - Río por no llorar. Estoy preocupada por Bárcenas, es tan ... hombre. Aaaayyyyyyyyyyy (suspiró hondamente y se volvió hacia mi) ¿A qué a venido lo de tu desahogo? - A la actitud de Carlos Regio, funcionario de un Ministerio, que lleva más de diez años cobrando un buen sueldo sin trabajar ¡Menuda cara tiene!

La Cotilla frunció el ceño. - ¿No ves el daño moral que le estás haciendo a éste pobre hombre? - No... - ¿Por qué dices que no va a trabajar? Infórmate primero antes de echar cizaña sobre la honorabilidad de una persona ¡Va todos los días! Mañana y tarde. Llega, ficha y LUEGO se va. ¡Dos veces cada día! - ¡Pero no trabaja, Cotilla! - ¡Pero cumple con su deber de fichar! - Y encima, todos los años, ha ido a negociar sus vacaciones. - ¡Lógico! Tendrá que saber las fechas qué le tocan y atenerse a ellas para planearlas ¿no? ¿Esto también le parece mal, señora Ministra? (me dijo con recochineo)

- ¿Sabe qué le digo? ¡Que le den morcilla! (grité indignada) - Yo prefiero que me traigas un chinchón... o varios. Estaré en la salita. - ¡¡¡Y se lo llevé!!!

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