viernes, 10 de febrero de 2017

Mi taza de Egipto.

¡Menudo cabreo he cogido a costa de la Cotilla! Cuando me he dado cuenta, estaba usando MI TAZA DE EGIPTO para hacer gárgaras, la tía cochina.

¿Acaso no tengo un sin fin de vasos de nocilla en el platero? ¿Por qué no los coge? O mejor, que suba a su casa y use los suyos.

Me he puesto a gritar como una energúmena. Hasta Pascualita, que dormía sobre el banco de arena del fondo del acuario, ha subido rauda a ver qué pasaba: - ¡¡¡¿QUE HACE CON MI TAZA?!!! ¡¡¡ES MIAAAAAAAA!!! ¡¡¡NO LA TOQUEEEEEEEEEE!!! ¡¡¡TENDRE QUE DESINFECTARLAAAAAAAAA!!!... y así he seguido hasta quedarme afónica. Entonces la Cotilla ha seguido haciendo gárgaras tranquilamente.

Estaba tan furiosa que le he tirado lo primero que me ha venido a mano: ¡A Pepe! La cabeza jivarizada ha dado ¡en la nariz de la vecina y se ha puesto a sangrar! Menuda puntería tengo yo cuando me pongo. Entonces quién ha gritado ha sido ella, aunque se ha pasado tres pueblos porque es muy exagerada: - ¡¡¡SOCORROOOOOOOO, ME MATAAAAAAAAAAN!!! ¡¡¡VECINAAAAAAAAAS, AYUDAAAAAAAAAAA!!! ¡¡¡QUE VENGAS LOS BOMBEROS DEL CALENDARIOOOOOOOOOO!!!

No pasaron ni cinco minutos cuando escuché el concierto de pitos debajo de casa y acto seguido, la abuela entró como un elefante en una cacharrería. - "¡¡¡QUIETAS!!! Aquí no se mata a nadie a menos que tengáis una buena coartada. ¿Quién te ha echo ésto, Cotilla?" - ¿Quién va a ser? (contestó la interfecta, asombrada) ¡¡¡TU NIETAAAAAA!!! - Naturalmente, protesté. - ¡¡¡MENTIRA. HA SIDO PEPE!!! (y señalé, sin dudar, a la cabeza jivarizada que yacía en el suelo)

Entonces la abuela se fijó en que la taza de Egipto estaba en manos de la Cotilla. - "¿Por qué tienes la taza de mi nieta?" - Para hacer gárgaras. - "¿Se la has dejado tú?" - ¡La ha cogido sin pedir permiso! - ¿Me lo hubieras dado? (preguntó con guasa la vecina) - ¡Claro que no! - ¡Lo sabía! Por eso lo hice.

Se notaba que la abuela no era imparcial. - "¿Y qué más te da?" - ¡¡¡ABUELA!!! ... ¿Por qué no ha cogido un vaso con dibujos de Rosario Flores? Tengo seis - Yo también tengo los seis, boba de Coria pero no tengo ninguna taza de Egipto ¡Te recuerdo que no me trajiste nada de allí!

- ¿Lo ves, abuela? Es una rencorosa. - "Tiene razón. No le trajiste nada. Y lo que es peor ¡¡¡A MI TAMPOCO!!! ¡¡¡EGOISTAAAAAAAAAAAAA!!!" - Es que... se me acabó... el dinero...

Noté un movimiento a mi espalda y se me erizó el vello. Pascualita se disponía a salir en ayuda de su amiga ¡contra mí! Me eché rápidamente a un lado mientras la media sardina pasaba volando muy cerca de mi cabeza, impulsada por la fuerza de su cola y estrellándose contra la nariz, todavía sangrante, de la Cotilla. Sedienta de venganza grité, - ¡¡¡Aprieta fuerte, ABUELITOOOO!!! -

Fue mentar al ánima de mi primer abuelito y la Cotilla cayó al suelo desmayada de miedo. Cuando conseguí arrancar a Pascualia de su nariz, el hilillo de sangre se había convertido en una bonita hemorragia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario