lunes, 6 de febrero de 2017

Me echan de MI cocina.

La abuela entró en casa como si fuera la Reina de Saba. Llevaba una capa roja de lana con los hombros cuajados de lentejuelas doradas. - ¿De dónde sales? - "De la peluquería... ¿No ves el cambio que me han dado?" - ¿Te ha cortado el pelo tu peor enemigo? - "¡Ves como no tienes idea de nada! A Pascualita le gustará." - Porque es una pelota. A veces el acuario ¡huele a goma! - "Estás corroída por la envidia cochina" - Pero si te han cortado el pelo a hachazos ¡¿Tú has elegido el tinte?! - "El dueño de la peluquería, que es daltónico y hace unas combinaciones espectaculares ¿A que es chula la mía?" - Chulísima, ya ves tú...  (dije por decir algo) Verde loro con las puntas azul marino y... ¿topos naranja? - "Topitos, boba de Coria. Me encanta" - ¿Te han cobrado? - "¡Claroooo! somos amigos pero el arte de un artista hay que pagarlo" - ¿Ya te ha visto Andresito? - "No. ¡Es una sorpresa! Esta noche vamos de cena con su Partido." - Llévate un abanico por si le da un soponcio.

Pasando olímpicamente de mi, siguió hasta la cocina seguido del inmutable Geoooorge. - ¡¿Traes algo bueno para comer?! - "Lo verás cuando esté en la mesa" - ¡Y lo cataré! - "Esto ya no es tan seguro" - ¡Abuelaaaa! (grité pero ya no obtuve respuesta)

La puerta de la cocina se cerró tras ellos y no supe qué hacer. Media hora después seguíamos en el mismo plan y como me aburría, de rato en rato, preguntaba: - ¿Puedo ayudar?... ¿corto perejíl?... ¿friego los platos?... Tengo sed... ¿Queréis un chinchón?...

La salida de la abuela me pilló desprevenida. Fue, disparada, hasta el comedor. Se puso a Pascualita en plan broche y regresó a la cocina en un visto y no visto. - ¡A metido a la sirena en la boca del lobo. El inglés es muy observador y además le gusta mucho el pescado... - ¡Abuela, abreeeeee!

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaa! ¿Qué haces aquí como un alma en pena? - La abuela no me deja entrar en MI cocina. - ¿Está el chinchón allí? - No. En la salita. - ¿Cocina ella? - Sí, con ayuda del estirado de su mayordomo. - Entonces hace bien en tenerte fuera de allí. - ¡Pero es que también está Pasc... teurizada la leche de vaca que ha traído...! - ¡Ajá! Así que tenemos a Pascual atrapado en la cocina. Esta vez lo conoceré, sí o sí. ¡¡¡ABRE LA PUERTA QUE SE QUEMA LA CASA!!!

Afortunadamente ya pasó todo. La comida que ha echo Geoooorge, inglesa por supuesto, ha sido en honor a su Reina Isabel. La Reina por antonomasia y que estos días celebra sesenta y tantos años sentada en el trono... bueno, de vez en cuando se levanta jejejejejeje A él no le ha echo gracia el chiste. Que soseras es el pobre. La comida ha estado bien... muy inglesa. Y el jaleo que ha armado la Cotilla buscando a Pascual hasta en la despensa, que ha vaciado entera por si se escondía en los estantes altos, detrás de las garrafas de aceite, ha sido para grabarlo.

Ha habido un pequeño altercado cuando la Cotilla, rabiosa por no encontrar a Pascual, ha arrancado el broche a la abuela y lo ha tirado al cubo de la basura. - ¡¡¡Estoy harta de que os riáis de mi y de verte puesta esta porquería!!! - Apenas tocó la basura, Pascualita, con un poderoso impulso de su cola, saltó a la cabeza de la vecina y la dejó monda y lironda en un santiamén,

Al arrancarla, se llevó en las manitas los pocos pelos que le quedaban a la Cotilla, y yo quedé tranquila. La lancé por los aires hasta el acuario en el que entró límpiamente... lo cierto es que dió en el borde y al rebotar, cayó dendro.

Ahora está todo en calma y tanto la vecina como la sirena, duermen la mona... Solo espero que, dentro de un rato, cuando se encuentren los abuelitos para ir a la cena del Partido, a él no le dé un síncope al verla...




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