viernes, 24 de febrero de 2017

Llueve tierra.

A la Cotilla, después de ver el telediario donde salía la enorme nube de arena sobre gran parte de territorio español, le saltaron las lágrimas. - Ni que le hubiese entrado arena en los ojos (comenté entre risas. Siempre me da risa cuando llora) - Es que tú, ni tienes sentimientos, ni analizas las cuestiones, ni por qué se hacen algunas cosas, por ejemplo, que Egipto nos mande un enorme cargamento de arena del Sahara para arreglar las playas que los temporales marítimos han arrasado. - ¿Quiére decir que...? - ¡Pues claro, boba de Coria! ¡Menudo regalo nos hace ésta gente! - Vaya... No tenía ni idea de ésto.

La noticia, una vez explicada por la Cotilla, me ha impactado. ¡Que detalle tan bonito han tenido los egipcios! Y para corresponder a tanta amabilidad ¿qué podríamos mandarles nosotros?... No se me ocurrió nada. Así que decidí hablar con el vecindario y convencerlos para hacer una recolecta entre todos para comprarles un regalo... Pero fue más fácil decirlo que hacerlo.

Lo primero que me dijeron, después de que yo contase la versión de la Cotilla, es que era tonta de remate - ¿Un regalo? ¡La madre que los parió! El dinero que me pides me lo gastaré en lejía, que la puñetera arena me ha puesto la ropa blanca de color marrón. - ¡Pues si es para las playas, que afinen la puntería porque ha caído toda en mi terraza y me toca limpiarla! - ¡Que no doy nada! ¡Estoy muy cabreada! - ¿Cómo yo me entere de quién es el egipcio que ha soplado para que la nube venga para acá, vamos a terminar mal. Porque yo soy muy buena pero cuando se me cruzan los cables hay que temerme...

- ¿Cuánto has sacado, boba de Coria? - ¡Nada! La gente es muy desagradecida. Solo saben quejarse. - Cambiarán de argumento cuando llegue el verano y encuentren una arena de la playa, perfecta (la Cotilla estaba contrariada) ¿De verdad no has conseguido ni un euro? - ¡¡¡NADA!!! - Son duras de pelar nuestras vecinas. - La arena les ha manchado la ropa tendida, el coche recién lavado,  los suelos de las terrazas y parques... - Quién algo quiere, algo le cuesta... Prueba otra vez un poco más tarde.

Lo hice pero el resultado fue idéntico... o peor. El cabreo había aumentado en intensidad y cuando me vieron con un cestillo donde tirar las aportaciones, me lo arrebataron y me tiraron piedras. - ¡Oigan, que eso hace daño! - Ya lo dice tu abuela: ¡¡¡eres más tonta que pegarle a un padre!!!

Llegué a casa descalabrada y sangrando - ¡La gente está loca de atar! - Sí, hija, sí (dijo la Cotilla) pero vuelve a la calle y cambia de disco. Di que el dinero es para irte de juerga y ver si encuentras pareja para hacer el biznieto de tu abuela. - ¡Usted quiere que me maten! - ¡Hazme caso, te digo!

Dos horas después llegué a casa con los bolsillo llenos de dinero: - ¡Se lo dije, Cotilla, la gente está loca de atar! - También te dije yo que, para una juerga la gente es muy solidaria ¿Hay mucho moni? - ¡Un montón! - ¡Pues saca el chinchón que vamos a brindar y luego nos repartimos las ganancias! - Pero... es para los egipcios... ¿no? - ¡NO! jajajajajaja






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