sábado, 11 de febrero de 2017

El plato chino.

Rebuscando en el trastero he encontrado el plato chino que hacía girar sobre un palo sin que se cayera ¡y haciendo alguna que otra virguería! en mis años mozos. Me ha dado mucha alegría verlo después de taaaaantos años. Llamé a la abuela.

- ¿Yes? - Geoooorge, soy yo. Dile a mi abuela que se ponga, plis. - No poder. Estar en peluquería. - ¿Estás seguro? Porque tu mientes más que hablas, inglés. - Ser fetén lo que yo decir. - ¿Para que ha ido a la peluquería? - Para estar beautiful. - ¡Ya ves tú. Aunque la mona se vista de seda, mona se queda! - Tu no graciosa. Yo decir a madame... - ¡Chivato! Lo que he hablado contigo es confidencial. - Madame pagarme para que yo contar éstas cosas. - ¿Eres un espía de la abuela? Que bajo has caído, inglés. Eres la deshonra de tu familia.

A nadie le gusta que le cuelguen el teléfono sin darle la oportunidad de contestar a las ofensas ¡Lo sé! Pero me gusta hacer rabiar a Geoooorge. En seguida sonó, de nuevo, el timbre. - Hola, inglés del Brexit ¿Sabes jugar con el plato chino?... Que soso eres, Jorgito.

Un rato después escuché el concierto de pitos debajo de mi casa- La abuela entró con unos morros de aquí a allá. - "¿Por qué te metes con mi pobre mayordomo que no te ha heho nada?" - Porque es un pazguato y para celebrarlo, mira. ¡Chinchón! - ¡Avemariapurísima! ¡No se os ocurra empezar a beber sin mi. - Que inoportuna es esta mujer.

Un rato después intentábamos hacer girar el plato de plástico para la ocasión, sobre el palo. - "¡Ya sé porque no va bien! Pon un plato de verdad. De porcelana"

Y así, uno tras otro, en pleno ataque de risa, fuimos destrozando todos los platos de casa ¡hasta los buenos de los días de fiesta! No quedó ni uno y ni aún así conseguimos que alguno diera una vuelta al plato.

Pascualita, que nos había estado observando desde el borde del acuario, nos miró con desdén y se zambulló hasta el fondo, supongo que para no seguir pasando vergüenza ajena ante nuestro comportamiento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario