martes, 28 de febrero de 2017

Los tontos siempre pagando.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaa! ¿A qué no sabes de dónde vengo, boba de Coria? - De robar las perrillas de los cepillos de las iglesias. - ¡Pero que mal hablada eres! Que dinero más mal gastado el que invirtieron en tu educación. - Perdone, señora Marquesa... quise decir "limpiar" ¡Anda que...! - Así está mejor. Vengo de pedir trabajo. - Si ya no está para esos trotes, Cotilla. Le habrán dado una patada en el culo jejejejejeje - Pues no, lista. Me han tomado nota y han dicho que ya me avisarán. - Pues coja una silla que habrá para largo. - ¡Eres única para hundir la oral de la gente, pero no me doy por vencida. Si dentro de tres días no me ha llamado, iré a ver qué pasa con lo mío.

- ¿Es un buen trabajo? - ¡El mejor! Y encima, te pagan bien, no hay mucho que hacer, te dan un plus cuando menos te lo esperas... ¡Ah! y te pagan tus gastos particulares ¡Un chollo! - Si es tan bueno, desengáñese Cotilla porque ese puesto tendrá muchos novios. ¿Había cola? - ¡Que va! Incluso se han extrañado de verme por alli. - Que raro... Será verdad que se ha acabado la crisis, como dice el Gobierno.

- ¿Cómo se ha enterado de que había una plaza libre? - Por el periódico. - ¿Compra el periódico? Definitivamente se acabó la crisis. ¿Que requisitos piden para ocupar ese puesto? - Que estés un poco atenta; te permiten dar alguna cabezadita... - ¿En horas de trabajo? - Sí, por qué no. - Dígame dónde es para ir a probar fortuna. - ¡Ni hablar! Solo hay una plaza y es ¡para mì! - La avaricia la corroe,
 Cotilla.

Dígame, por lo menos, qué trabajo es ese. - Es en El Parlament. - ¿De bedel? - De presidenta. - ¡Ostras! Ya puesta, porque no de Reina de España. - Porque hay dos. - Y Presidente del Parlament ya hay. - ¡Tú lo has dicho ¡PRESIDENTE! y yo quiero ser ¡PRESIDENTAAAAAA! Como lo fue Xelo Huertas. Y quiero un detective privado que espíe a quien me espíe. - No pide usted nada. -  Y que lo pague el populacho. - ¡Y dos huevos duros! Mec, mec...

A la Cotilla no creo que la llamen y se quedará con un palmo de narices. En cambio a Xelo Huertas
le vamos a tener que pagar, entre todos, la paranoia que le entró al darse cuenta de que se le había acabado el chollo.                                                         

lunes, 27 de febrero de 2017

El carnaval.

Ayyyyyyyy, que resaca tengooooooo... Ayer desfilaron las comparsas del Carnaval y fui. No quería porque me dan mucha vergüenza éstas cosas, además ¿de qué podía disfrazarme? Se me ocurrieron varias ideas pero al imaginarme a mi misma me sentía taaaaan ridícula que lo descartaba.

También la abuela me dio ideas, a cual más descabellada. - ¿De Frankestein? ¿De bruja a punto de ser quemada en la hoguera? ¿de zombi? ¿de loco con el moco colgando?.. ¡Quiero ir de Princesa, a ver si te enteras! - "Entonces no te reconocerá nadie" - ¿Qué quieres decir?

Dije que no iría a ningún lado. Que me parecía una tontería que la gente se disfrazara e hiciera el ridículo por las calles y no sé cuantas cosas más. Así que me encerré en casa y me dispuse a pasar la tarde consumiendo tele. Media hora después estaba aburrida perdida. Me asomé al balcón a que me diera el aire pero en cuanto empecé a ver gente disfrazada camino del desfile, entré corriendo en casa.

Una voz cascada sonó a mi espalda. - Buenas tardes..., señora ¿Puede invitarnos... a café con leche? - Y a unas galletas... ya que está. - ¿Pero... ¿cómo han entrado en mi casa? - Somos profesionales... de la ganzúa. - ¡Unas maestras! - ¡¡¡Salgan ahora mismo de mi casa!!!

Dos viejas reviejas, más viejas que San Antón, llenas de arrugas y pellejos, andando pasito a pasito, habían invadido mi casa. - No puede... decirnos que no, señora. ¿Y si fuésemos el hada... del cuento ese del niño bueno y el niño malo que se encuentran una viejecita como nosotras, en el camino y les pide pan... o café con leche, en éste caso. Y el malo, claro, no le da porque solo tenía... un trozo, el último que siempre es el mejor jejejejejejeje ¡que jodía la vieja! En cambio el niño bueno, sí se lo dio... también pudiera ser que el crío ya no tuviera hambre y quedó como un señor jejejejejeje ¡jodío niño!... - ¿Por qué me cuentan esto? - Para matar el tiempo mientras nos prepara... el café con leche.

- ¡Que cara más dura! Voy a llamar a un Municipal que es amigo mío y se las llevará al cuartelillo! - ¡Huuuuuuy, usted es mala... ¿Y si somos las hadas disfrazadas? ¡Se quedará sin el ... premio por avariciosa! - ¡¡¡A LA CALLE, HE DICHO!!!

Al quedar a solas sentí un puntito de arrepentimiento... aunque era un puntito taaaaan pequeño que en seguida me olvidé del asunto. Poco después vinieron a buscarme unos amigos - ¡Te necesitamos para que hagas de dios Baco en nuestra carroza! ¡Toma, porte el disfraz y las hojas de parra en la cabeza! - ¿Y qué tengo que hacer? - ¡¡¡BEBER!!!

Me metí tanto en el papel que acabé con todo el vino que llevaban. - "¡Holaaaaaaaaa! ¿te duele la cabeza? ¡¡¡ AJO Y AGUA!!! Esto te ha pasado por no darnos el café con leche" - ¿No me digas... no me... ? - "¡Jajajajajaja ¡caíste con todo el equipo!" - ¿Qué has hecho con las arrugas que tenías ayer? - "¡ME LAS COMI CON PATATAS, BOBA DE CORIA!"

sábado, 25 de febrero de 2017

A un valiente.

- ¡Mira, Pascualita! la calle está llena de gente (no me he vuelto loca pero es que si no hablo con la sirena, solo me queda Pepe que es tan aburrido que no responde ni con monosílabos el tío.

He pensado que podría alquilarlo al CESID como espía. De su boca nunca saldrían secretos de Estado ni de ninguna otra clase, por más que le torturaran. Aguanta un montón: si le hicieran cosquillas en los pies para que se muriera de risa, fracasaría porque... no tiene pies. Tampoco sacarían nada en claro si quisieran llenarle el estómago de agua porque tiene la boca cosida y encima, como es una cabeza cortada, el agua caería al suelo. Vaya, me estoy dando cuenta de que tiene muchas posibilidades para ser buen espía. Tendré que informarme de cuánto ganan.

Además, como es pequeño como un llavero, se puede esconder en cualquier sitio: una papelera, sobre el armarito del baño, en una estantería de la cocina... ¡Alto ahí! Yo lo tengo en la estantería de la cocina... ¿Tengo un espía en casa que le pasa información sobre mí a la abuela? Ahora no sé qué pensar. Se me está poniendo mal cuerpo porque a Pepe le he contado muchas cosas, algunas muy íntimas ¡Me tiene en sus manos! ¡¡¡SOCORROOOOOOOOO!!!

El grito me salió espontáneo. Las gentes de la calle levantaron la cabeza, fijando la vista en mi balcón ¡y yo con Pascualita en las manos! Intenté guardarla en el bolsillo pero no llevaba y la puse en el escote. La gente me gritaba - ¡¿Qué te pasa?! ¡¿Te han robadooooo?! ¡¡¡HA SIDO URDANGARIN!!! - Fue un grito unánime. - ¡¡¡Está en ese piso. A por él!!! - Grité que NO con toda la fuerza de mis pulmones pero no me oyeron y, en tropel, el gentío subió casa. Unos minutos después la puerta de la calle cedió a los golpes y a la presión,  cayendo al suelo con estruendo.

Si hubiese entrado Atila a caballo no hubiese hecho tanto estropicio. - ¡¡¡FUERA DE AQUI!!! gritaba yo pero no me oía nadie porque estaba afónica perdida. En mi escote Pascualita pugnaba por salir a enterarse del por qué de tanto alboroto. Al final la lancé al acuario en el que entró después de darse de morros contra el borde y salir rebotada al agua.

Por fin la gente comprendió que el ex duque emPalmado no estaba aquí y salieron en tropel a la calle. Dio la casualidad que alguien dijo algo sobre que hacia rato que esperaba a su mujer y la palabra RATO movilizó de nuevo a la masa que corrió en busca del ex ministro vaya usted a saber dónde.

Otra vez sola, acudí junto al acuario. - La gente está soliviantada con los ladrones de guante blanco ¡Quieren verlos en la cárcel ¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAYYYYYYYYYYYYY!!! - La rencorosa de la sirena me ha llenado los ojos de agua envenenada y ¡NO VEOOOOOOO!

He corrido a por la botella de chinchón tropezando con muebles y esquinas ¡¡¡QUE DOLOOOOOOR!!! He encontra dos ¡vacías! antes de dar con la que empezamos ayer. Mientras el licor caía por mi garganta noté como el dolor se calmaba. Me acerqué al espejo y me caí de culo. ¡Un marciano horroroso, me miraba como unos ojos tan grandes como huevos de gallina!... ¡Era yo! el veneno me había puesto los ojos como un colchón ¡La madre que parió a la media sardina de las narices!

Sigo teniendo los ojos como para que me hagan una foto y la enseñen en la NASA, pero ahora lloro por un hombre de 20 años, Pablo Ráez, enfermo de leucemia, que después de darnos lecciones de vida y coraje, ha muerto... Mi abuela tenía razón: los buenos se van pronto y queda la morralla.

viernes, 24 de febrero de 2017

Llueve tierra.

A la Cotilla, después de ver el telediario donde salía la enorme nube de arena sobre gran parte de territorio español, le saltaron las lágrimas. - Ni que le hubiese entrado arena en los ojos (comenté entre risas. Siempre me da risa cuando llora) - Es que tú, ni tienes sentimientos, ni analizas las cuestiones, ni por qué se hacen algunas cosas, por ejemplo, que Egipto nos mande un enorme cargamento de arena del Sahara para arreglar las playas que los temporales marítimos han arrasado. - ¿Quiére decir que...? - ¡Pues claro, boba de Coria! ¡Menudo regalo nos hace ésta gente! - Vaya... No tenía ni idea de ésto.

La noticia, una vez explicada por la Cotilla, me ha impactado. ¡Que detalle tan bonito han tenido los egipcios! Y para corresponder a tanta amabilidad ¿qué podríamos mandarles nosotros?... No se me ocurrió nada. Así que decidí hablar con el vecindario y convencerlos para hacer una recolecta entre todos para comprarles un regalo... Pero fue más fácil decirlo que hacerlo.

Lo primero que me dijeron, después de que yo contase la versión de la Cotilla, es que era tonta de remate - ¿Un regalo? ¡La madre que los parió! El dinero que me pides me lo gastaré en lejía, que la puñetera arena me ha puesto la ropa blanca de color marrón. - ¡Pues si es para las playas, que afinen la puntería porque ha caído toda en mi terraza y me toca limpiarla! - ¡Que no doy nada! ¡Estoy muy cabreada! - ¿Cómo yo me entere de quién es el egipcio que ha soplado para que la nube venga para acá, vamos a terminar mal. Porque yo soy muy buena pero cuando se me cruzan los cables hay que temerme...

- ¿Cuánto has sacado, boba de Coria? - ¡Nada! La gente es muy desagradecida. Solo saben quejarse. - Cambiarán de argumento cuando llegue el verano y encuentren una arena de la playa, perfecta (la Cotilla estaba contrariada) ¿De verdad no has conseguido ni un euro? - ¡¡¡NADA!!! - Son duras de pelar nuestras vecinas. - La arena les ha manchado la ropa tendida, el coche recién lavado,  los suelos de las terrazas y parques... - Quién algo quiere, algo le cuesta... Prueba otra vez un poco más tarde.

Lo hice pero el resultado fue idéntico... o peor. El cabreo había aumentado en intensidad y cuando me vieron con un cestillo donde tirar las aportaciones, me lo arrebataron y me tiraron piedras. - ¡Oigan, que eso hace daño! - Ya lo dice tu abuela: ¡¡¡eres más tonta que pegarle a un padre!!!

Llegué a casa descalabrada y sangrando - ¡La gente está loca de atar! - Sí, hija, sí (dijo la Cotilla) pero vuelve a la calle y cambia de disco. Di que el dinero es para irte de juerga y ver si encuentras pareja para hacer el biznieto de tu abuela. - ¡Usted quiere que me maten! - ¡Hazme caso, te digo!

Dos horas después llegué a casa con los bolsillo llenos de dinero: - ¡Se lo dije, Cotilla, la gente está loca de atar! - También te dije yo que, para una juerga la gente es muy solidaria ¿Hay mucho moni? - ¡Un montón! - ¡Pues saca el chinchón que vamos a brindar y luego nos repartimos las ganancias! - Pero... es para los egipcios... ¿no? - ¡NO! jajajajajaja






jueves, 23 de febrero de 2017

Las dudas de la abuela.

La abuela ha venido a media mañana. - "Estoy en periodo de reflexión, por eso he venido, porque en mi casa no hay quien reflexione con tanto jaleo"  - ¿Estáis de obras? - "¡Ojalá, habría menos ruido! Mi suegra y sus cubanitos culito-respingones, se pasan las horas muertas bailando samba. Hoy me ha pedido prestadas mis botas rojas de charol" - ¿Las que tienen tacón de aguja y llegan casi hasta las ingles? - "¡Las mismas!" - No se las habrás dejado ¿verdad? - "¿Qué querías que hiciera? La pobre tuvo una vida tan cuadriculada con su marido que, ahora que ha echado las patas palante, no puedo negarle nada" - Eres una romántica empedernida, abuela... ¿Y sobre qué vas a reflexionar? - "Sobre si me hago del partido de los Pinochos o no... No sé qué hacer" - ¡¡¡ABUELAAAAAAAA!!!

Nos sentamos en la cocina ante dos húmeantes tazas de cola cao. - "¿Sabes por qué no me decido? Porque, a pesar de lo riquísima que soy ahora, sigo teniendo una parte de proletaria. Y eso me da rabia. Con lo sencillo que sería dejar atrás reivindicaciones y luchas obreras una vez que cambias de status" - Será mejor que te deje sola y te apañes con tu conciencia sin que nadie te coharte.

Estuve con Pascualita comentándole lo que me había dicho la abuela y todo lo que se le ocurrió hacer a la medio sardina, fue el símbolo de OK. - ¿OK? ¡estás tonta! OK ¿a qué?... ¿al bocazas de Trump? porque eso de OK es muy americano por si no lo sabías. (no debió gustarle el tono que yo empleaba porque me soltó un chorrito de agua envenenada que a punto estuvo de darme un disgusto)

Al cabo de un buen rato la abuela me llamó. - "He decidido lo que haré. Prepara una taza de cola cao para que Pascualita salte en ella, después miraremos las figuras que forme la leche derramada y, tal vez, alguna me de la solución" - ¡¿Y te has tirado tanto tiempo para acabar diciendo esta chorrada?! - ¡¡¡PLASSSSS!!! - (Hacía tiempo que no me ganaba un pescozón de éste calibre) ¡¡¡AAAAAAAAAAYYYYYYYYYYYYYYY!!!

Durante un rato Pascualita se lo pasó pipa. Hubo cola cao hasta en el último rincón de la cocina. Cuando se acabó el reparto de predicciones chocolateadas, vino el momento de estudiar sus formas y sobre todo, entenderlas... Naturalmente, no entendimos nada y encima, me tocó limpiar el desaguisado.

Con unos chinchones on the rocks en las manos, hablamos de esa idea peregrinar de afiliarse al partido de Andresito. - "Porque siempre caen de pie como los gatos. Fíjate en Urdangarín y la Infanta. ¡se van de rositas y a él no le quitan el pasaporte y les devuelven dinero!" - No creo que estén afliados a ningún partido... - "¿Y Rato y compañía? ¿Y Correa y cía? y etc. etc. etc. Si las cosas pintan feas para ellos ¡les cambian los jueces, los fiscales y lo que haga falta! Si alguien dice algo que no les gusta a los Pinochos ¡A la cárcel se ha dicho! ¿No me digas que esto no es Jauja? A igual delito, distinto veredicto. ¡¡¡Impunidad total para hacer, decir y ponerte el mundo por montera!!!... ¿A qué es bonito esto?" - Visto así... ¿Por qué te lo piensas tanto? - "¿Te acuerdas de Pepito Grillo? Pues eso, sigo teniendo uno.

miércoles, 22 de febrero de 2017

Pesetera.

Llevo dos días sin hablar con los abuelitos. Estoy enfadada con ellos. Me he dado cuenta de que, a pesar de lo viejos que son, les importa un pimiento cargarse el paisaje de la Isla, que en nuestro mayor tesoro, si con ello pueden obtener ganancias millonarias. - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! Estoy deseando que empiecen las obras del aeropuerto ¡Me voy a forrar!

- ¿Para qué quiere tanto dinero a sus años? - Para llegar sin agobios a fin de mes. - ¡Eso es un cuento chino! ¿No se da cuenta de que perderá su libertad? - ¿Perdón? - Trabajará tanto que no tendrá tiempo para disfrutar de sus ganancias. Enfermará y se morirá. - ¡Lagarto, lagartooooo! ¿qué mosca te ha picado, boba de Coria? tu también saldrás ganando, ya te lo dijo tu abuela: el mercado de pretendientes a padre de su biznieto, será muy extenso y podrás elegir tranquilamente... bueno, no tanto porque se te va a pasar el arroz cuando menos te lo esperes.

- ¿Qué legado vamos a dejar a nuestros nietos gracias a la avaricia desmedida de personas como usted o mis abuelitos? ¡Qué vergüenza de familia! - Por eso no me preocupo. No tengo nietos. - ¿Y los de los demás? - No es asunto mío. Que cada palo aguante su vela... y hablando de velas, voy a encender unas cuantas para Bárcenas. - ¡No me queme la casa, egoísta!

Pascualita, sentada en el borde del acuario, seguía alicaída. La abuela dijo que le conseguiría un novio pero se debe haber olvidado y la pobre sirena suspira por los rincones. Da penita verla. Hasta tiene mala cara, que ya es decir.

Aproveché que la Cotilla estaba entretenida con las velas para comentarle lo que había hablado con ella. - La gente va a lo suyo. Que cierto es aquel refrán que dice: vaya yo caliente y ríase la gente. A éste paso Mallorca será la Isla encementada en lugar de la Isla de la Calma. No se dan cuenta de que están matando a la gallina de los huevos de oro.

La sirena no pareció animarse con mis comentarios. Le hice la señal de OK para que me contestara pero esto tampoco funcionó, entonces le hice una broma. La cogí por la cola, le di vueltas y la lancé bien lejos. fue a estrellarse en la cara de la Cotilla que, en ese momento, entraba en el comedor. La mujer quedó aturdida y yo aproveché para coger a la sirena que estaba atontada en el suelo y meterla en el acuario. El agua debió espabilarla porque subió a toda prisa para tirarme agua envenenada a los ojos.

Mientras la Cotilla se preguntaba ¿qué había pasado? llamó la abuela para contarme algo. A las primeras de cambio le contesté con monosílabos. Yo seguía muy enfadada pero seguí escuchando. De repente cmabié el tono. - ¿A, sí?... ¿Tu crees...? Pues.. no sé... ¡¡¡¿DE... VERDAD?!!! ¡¡¡ME APUNTOOOOOO!!! ¡CLARO QUE ESTOY SEGURAAAA! ¡¡¡QUE SÍ. QUE SIIIIIIIIIIIIIII!!! VALE, VALE. MAÑANA FIRMO DONDE HAGA FALTA!!! ¡¡¡GRACIAAAAAASSSSSS!!!

- ¿A qué vienen esos gritos? - ¡Los abuelitos me ha hecho socia suya! ¡¡¡SEREMOS RICOS!!! - ¡¿Yo también? (dijo, entusiasmada, la Cotilla) - Usted dedíquese a "limpiar" bolsos que nosotros nos encargaremos del aeropuerto. - (Asombrada, grito) Pero... no decías no sé que de matar a la gallina de los huevos... de oro? - ¿Usted tiene que meter las narices en todo, Cotilla? ¡Vamos a brindar con chinchón por los turistas que nos invadirán! - ¡¡¡PESETERA!!! - ¿A que no le doy una copita?

martes, 21 de febrero de 2017

Don Cemento y Doña Avaricia.


Era bien temprano cuando la abuela me ha llamado para decirme que preparara chocolate a la taza para desayunar porque teníamos algo muy importante que celebrar. - ¿De qué se trata? - "¿No querrás que te lo cuente por teléfono?" - Puedes hablar tranquila, aunque sea un secreto de Estado, porque a estas horas duermen hasta los espías.

Me levanté enseguida porque me picaba la curiosidad. Un rato después, el maravilloso olor de ensaimadas recién hechas, inundaba mi casa. Y cosa rara, Andresito también vino: - Huuuy, estás cogiendo los malos vícios de la abuela - No, pero la noticia que traemos bien se merece un madrugón. - ¡Decidme ya de qué se trata! - "Todo a su tiempo, boba de Coria. Primero desayunaremos y después, tiempo habrá para hablar y brindar"

Antes de que le diésemos el primer bocado a las ensaimadas, oímos: - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaa! Menos mal que tengo buen olfato, que si no, me quedo sin éste estupendo desayuno... ¿Qué se celebra? - Si el Ejército supiera lo bien que le funcionan a usted el oído y el olfato, la contratarían y se ahorrarían un pastón en radares y demás trastos.

Con el último trago de chocolate Andresito ya no se pudo aguantar más. - ¡Nos va a salir el dinero por las orejas! - ¿Más todavía? (a la Cotilla se le notaba la envidia) - ¡Más, mucho más! ¡¡¡Nos vamos a forrar!!! Alguna de mis empresas han sido elegidas para ampliar el Aeropuerto Ramón Llull de Palma (el letro también nos lo han encargado) - ¿Ampliarlo... para qué? Si ya es enorme. - Para que aparquen más aviones a la vez. Ahora aterrizan 66 vuelos a la hora, después serán 80 ¿Os imagináis el negocio que será esto ¡Más gente para gastar dinero en la isla! Y allí estaremos los de siempre jejejejeje para aprovecharnos de ello. ¡Será un aterrizaje o despegue, cada 45 segundos! ¡El acabose!

- ¿En qué nos afecta esto a la plebe? (pregunté, mosqueada) - En que podréis disfrutar del espectáculo ¡gratuítamente! desde la playa de Cán Pastilla. - Perderemos campos de labor. -"Las lechugas vendrán en avión ¿para qué queremos campos por aquí cerca?" - No vamos a tener agua para todos. Ni podremos caminar por las calles ni por las montañas ¡Estaremos saturados de turistas! ¡La isla de la Calma pasará, definitivamente, a ser un bonito recuerdo de otros tiempos porque, a todo esto hay que sumar los que vienen en Cruceros ¡La isla se hundirá! - "No digas tonterías. Piensa que tendrás mucho personal donde elegir al padre de mi biznieto" - ¡Y yo muchas carteras y bolsos en los que trabajar!

Mientras esperaban el ascensor han seguido diciendo que yo era una sosa, aguafiestas, que a todo le ponía pegas. Una vez que arrancó el rolls royce, Pascualita y yo ahogamos las penas en chinchón. Ella por su vida solitaria sin compañero, yo por la muerte de un paisaje bellísimo a manos del cemento y la avaricia.

lunes, 20 de febrero de 2017

Pascualita está deprimida.

Pascualita se desliza por el suelo del comedor después de haberse dado un costalazo al tirarse desde el borde del acuario. La seguiré, sin que me vea, porque tengo curiosidad por saber a dónde va.

La primera cosa que me sorprende es que, para acortar el camino, en lugar de reptar como hace siempre, se ha puesto a rodar como si fuera una croqueta en el plato de la galleta picada. Y rodando, rodando ha llegado al cuarto de baño... ¿A qué irá allí?

Con mucho cuidado para que, ni me viera ni me oyera, he seguido espiándola. Se ha acercado hasta el wáter, entonces se ha enderezado un poco y usando la cola como lanzadera, ha salido volando y ha caído dentro. ¡Está loca! el agua del fondo es dulce... vamos, que no es de mar... ¡Un momento! ¿Querrá suicidarse? ¿Por qué? ¿Acaso no la trato bien? ¡Pero si le doy todo cuanto quiere! ¡Vive mejor que yo! ¿Qué le falta para ser feliz? ¡Tengo que saberlo y dárselo porque no quiero tener su muerte sobre mi conciencia!

Corrí a por el guante de acero y la saqué del inodoro. La sirena boqueaba como un pez fuera del agua... ¡Ella es un pez!...¿o no? ¿Tendrá agallas-pulmonadas? Realmente es un bicho raro y lo único que tengo claro de ella es que no aguanta el agua dulce. Le hice el boca a boca tal como he visto hacer en la tele, hasta que vomitó un chorrito de agua del wáter ¡Que asco! ahora tendré mal gusto de boca todo el día.

La abuela, asomándose al cuarto de baño, me sobresaltó - "¿Qué hacéis aquí las dos?" ¡¿Qué le pasa a Pascualita?! tiene muy mal color" - Se ha querido suicidar. - "No me extraña. Tiene que aguantarte todo el día la pobre" - Se ha tirado de cabeza al wáter. - "Para darte a entender que quiere cambiar de ambiente. Se ha cansado del acuario." - Que se aguante. - "Qué poca correa tienes, boba de Coria. ¿Qué te cuesta dejarla ahí, pobrecita?" - ¡Solo tengo un baño! Llévatela a tu casa que tenéis cinco. - "¡Ni hablar! Andresito los usa todos cada día" - ¡Caray!

- Yo creo que está deprimida porque no tiene pareja. - "¿Ya estás con la tontería de amor romántico? Eso está bien para que la Infanta pueda basar su defensa en que no se enteraba de nada porque estaba enamorada. ¡Por lo menos le ha servido para algo! ¿A ver que esperas tú para tener un amor y poder hacerte la tonta, más aún?" - No me cambies de tema. Sabes que tengo razón... Verás: ¿A qué quieres un novio, Pascualita? - El pobre bicho, con cara peripatética, consiguió, no sin esfuerzo, hacer la señal de OK. - ¡Lo ves! (grité triunfante) ¡Hay que buscarle un novio! - "Que sean dos y a ver si espabilas"

sábado, 18 de febrero de 2017

¡Le sale a devolver!

La Cotilla ha venido temprano y acalorada. - ¿Ha pasado algo? (pregunté) - No. Es que ya he terminado el trabajo y como aquí tengo cosas que hacer... - ¿Aquí? ¿En mi casa?... ¿Y qué trabajo hacía? - "Limpiar" los cepillos de las iglesias, como siempre. En vez de preguntar tanto ¿por qué no preparas el desayuno? He traído magdalenas. Son del contenedor. Las cogí anoche antes de que pasaran los basureros. - Un día nos va a dar algo...

Pascualita, que ya estaba preparada para que la llevara a la cocina a saltar en su taza, al ver a la Cotilla supo que no podría hacerlo. Desde el borde del acuario sacó los dientes hacia afuera, en plan amenaza total, luego se zambulló hasta las profundidades para encerrarse en el barco hundido a rumiar su frustración.

Llamé varias veces a la Cotilla para que viniera a desayunar - ¡Dése prisa que se enfría! - ¡Ya voy, ya voy. - Naturalmente no la esperé. - Vino con la respiración entrecortada como si hubiese hecho un esfuerzo.  - Está usted muy rara ésta mañana... ¿Qué estaba haciendo? - Viendo... a Belen Esteban. - ¿Tan pronto? - Tú si que estás rara ¡todo lo encuentras temprano! - ¡Si aún no son las ocho de la mañana!

De repente tuve un mal presentimiento. La Cotilla me ocultaba algo... - ¿A dónde vas? (me preguntó cuando me levanté de la silla) - Al baño... ¿puedo? - Vale, vale. - Graciasssss, señora marquessssaaa. - Menos guasa, niña, que no son horas. - Lo que yo digo.

No fui al baño sino a la salita. Y allí estaba la causa que motivaba las prisas de la vecina: ¡Había montado un nuevo altar dedicado a los Amigos de lo Ajeno con toda la parafernalia de velas, velones y velitas, encendidas ! - ¡¡¡COTILLAAAAAAAAAAAAAA!!!

Cual un Rambo cualquiera, se presentó ante mi cuchillo jamonero en mano. - ¡¡¡NO LO TOQUES!!! - Di un respingo. La Cotilla estaba fuera de sí. - ¿Piensa cortarme una mano? (dije, tratando de sonreír) - ¡LAS MANOS! Este altar es la salvación para mi gurú. Fíjate lo bien que le ha ido a la Infanta que, además de salir de rositas ¡le van a devolver un porrón de euros! Pues imagínate a Bárcenas. Tendrá que ir con el carrito de la compra a recoger el dinero que le devolverán. Todo el que tiene mucho guardado por ahí ¡que es suyo! ¡se lo ha ganado con su esfuerzo! ¿Es o no es un Maestro este hombre?

La Cotilla gritaba y gesticulaba, cuchillo jamonero en mano, como una loca furiosa. Le prometí que no tocaría nada. Se lo juré, se lo volví a jurar por sus muertos una y otra vez. Y no fue hasta la décima vez cuando me vino a la mente la botella de chinchón. - ¿Quiére una copita? - ¡Por fin dices algo coherente! - Fui a buscarla, me la arrebató de las manos y bebió a morro más de un cuarto de botella sin respirar... Poco a poco se fue tranquilizando y pasó a las copas.

Ahora duerme a pierna suelta. He apagado las velas y guardado los retratos de los presuntos culpables, en su bolso pero, primero, he escondido el cuchillo jamonero por si se despierta con ánimo de venganza.


viernes, 17 de febrero de 2017

La sentencia.




 


















































































































La Cotilla ha venido alegre como unas castañuelas. - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaa!
 Mis rogativas funcionan, boba de Coria! - ¿Ah, sí? pues no veo que llueva. - ¡Que tonta eres, mujer! me refiero a mi gurú Bárcenas ¡Estoy segura de que saldrá libre de todos los cargos que le imputan y encima, tendrán que indemnizarle por el tiempo que le han hecho perder entre juícios, interrogatorios y demás líos jurídicos. - Iba a invitarla a una copita de chinchón pero veo que ya va usted cargada... - ¡Pero si está más claro que el agua! ¿No has escuchado el veredicto del Caso Noos? - Pues Noos, jajajajajajajajaja

La Cotilla se puso en jarras. - ¿Puedes dejar de hacer el tonto que esto es un asunto muy serio? - El cuerpo me pedía jarana y me era difícil parar. - Pero si la que dice tonterías es usted ¡¿Cómo van a dejar a Bárcenas y sus compinches, libres?! jajajajajajaja - ¡Pues porque han declarado inocente a la Infanta! - Sí, hombre ¡no me haga reír! Por lo menos le habrán caído los mismos que a la Pantoja ¡Otra que no se enteraba de nada! - Y al marido le han caído 6 años y medio. - ¡Vamos a brindar, Cotilla, que hoy está sembrá!

Empecé a oir el concierto de pitos bajo el balcón cuando la abuela entró como un elefante en una cacharrería - "¿Os habéis enterado de la sentencia?" - Se lo estoy diciendo a tu nieta y la muy pardala no me cree. - "No me extraña"

Empecé a sospechar que había algo de verdad en las palabras de la vecina. - ¿No le han puesto diez y nueve años al marido? - "No" - ¿Y al socio? - "Ocho" - ¡Pero... si pedían 18 y 19...! - ¿Y a la mujer del socio? - Libre también. - Bueno, por lo menos... han usado el mismo rasero con las mujeres... - "¡Tampoco! Pagará una multa mayor que la Infanta"

- ¡Cotilla, ya está desmontando el altar para los Amigos de lo Ajeno y lo tira a la basura! - ¡Lo tienes claro! - Corrí a por el cubo de la basura y de un manotazo desaparecieron velas, velones, velitas y las fotos de los presuntos alumnos de Alí Babá. - ¡Noooooooooooooooo! Les vas a dar mala suerte ¡Dile algo a tu nieta! -  La abuela me miró fijamente y dijo en plan reproche: - "¡¡¡POR QUE NO LO HAS HECHO ANTES!!!


jueves, 16 de febrero de 2017

¿Borracha yo? ¡Tururú!

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! ¡Ostras, un bicho verde! ¡POM! ¡POM, ¡POM!... - ¡¿Qué hace, Cotilla?! - Intentar matar esa cosa ¿De dónde habrá salido? - (Eso digo yo. Pensé) - ¡Déjelo que no es un bicho. Es un marciano! - Y tú deja el chinchón de buena mañana, boba de Coria.

Estaba hecha un lío. ¿Había más marcianos en casa? Porque Pascualita se merendó al que llegó con el dron. Ahora que lo pienso, sería un platillo volante, que es lo que usa ésta gente.

Salí al balcón con un cordel y un gancho para pescarlo porque seguía en la rama del árbol. Estaba Siniestro Total. La Cotilla, que no me quitaba ojo, se acercó a mirar. - ¿Vas a entrar ésta chatarra en casa? Es lo que te faltaba ¡que tuvieras el Síndrome de Diógenes. - No tengo nada de eso. Quiero analizar de cerca el platillo volante. - ¿A esa birria le llamas platillo volante? jajajajajajaja ¡Menuda tajada has cogido!

Miré al acuario y vi a Pascualita vigilando al marciano a través de las algas del fondo. ¡Y se relamió! Esto sí que es raro porque nunca he visto en ningún reportaje de peces, que se relaman. Tendría que escribir estos descubrimientos en una libreta y entregarla a la Ciencia cuando me muera. Por lo menos le pondrán mi nombre a una calle... mejor a una plaza... que quiten PLAZA MAYOR y le pongan mi... ¡Abuela, que lo pisas!

Acababa de entrar y poco faltó para que espachurrara al alienígena. La abuela dio un salto y luego, asombrada, dijo: - "¿Cuántos hay?" - Que yo sepa, dos: El de ayer y éste. - La Cotilla, cuyo principal interés es su estómago, apremió a la abuela: - ¿Has traído ensaimadas? ¡Pues vamos a desayunar de una vez!

Sentada a la mesa, la abuela sacó el tema de los 56 miembros de la UME que fueron aplaudidos en el aeropuerto de Santiago de Chile. La gente les agradecía que hubiesen ido a su País a ayudar a apagar los grandes incendios forestales que han sufrido. Los mayores de la Historia de Chile. - "Se me pusieron los pelos de punta ¡Que detalle tan bonito tuvo toda aquella gente. Y tú (me dijo) como siempre. Nunca estás en el sitio oportuno en el momento justo ¡Con lo buenos que están esos chicos!" - No sabía... que estuvieran en Chile... - "¡Tu nunca sabes nada!" - De todas maneras (dije con mi mejor sonrisa) ya tengo el padre ideal para tu biznieto y al ser extranjero, nacerá con Plumas de Pavo Real como cantaba El Puma.

La Cotilla, que remataba el desayuno con unas copitas de chinchón, dijo: - Lleva a tu nieta al psiquiatra porque ésta mañana está para que le pongan una camisa de fuerzas ¡¿Así que tu novio es un pavo real?! Perfecto. Me pido unas cuantas plumas para hacerme un abanico y venderlo a cien euros. - No entiende nada, Cotilla jajajajajaja ¡Que graciosa es cuando está borracha! El elegido es el marciano.

- ¿Y la borracha soy yo?... ¡Que cruz tenemos contigo!

miércoles, 15 de febrero de 2017

El marciano.




El bicho verde se ha quedado en casa. Lo primero que hizo en cuanto yo cerré el balcón para que no se escapara, fue inspeccionarlo todo. Hasta el último. Después centró su interés en la pantalla del televisor, estuvo un rato pendiente del programa de higadillos donde todo el mundo grita mucho y hablan de cosas que no nos importan y acabó dormido.

Fue entonces cuando pude observarlo con más detenimiento. Parecía un hombre pequeño, raro eso sí, pero con forma de hombre... verde. Por eso dejé de pensar en él como "bicho" y pasé a hacerlo como MARCIANO. ¡Tenía un marciano en casa! ¡Y una sirena, más una cabeza jivarizada! más dos fantasmas que, a veces, reaparecían: la Retatararetatara y la Kika, la gallina que murió con ella.

Cualquiera que me visitara pensaría que soy una vieja solterona que vive una vida estéril y solitaria y no podría estar más herrado. ¡En casa éramos cinco! Más la Cotilla y el ánima de mi primer abuelito que también rondaba por aquí según los miedosos.

El primer día, el marciano fue acostumbrándose a nosotros, sobre todo a Pascualita. Se sentaron en el borde del acuario, mirándose fijamente durante un buen rato. - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaa! ¡Aaaaaaaaaayyyyyyyyyyyy, un mosquito enorme! ¡MATALOOOOOO! - Estaba visto que estaba rodeada de sádicos.

Cogí a Pepe y juntos vimos la evolución de la amistad entre un mini hombre verde y un bicho mitad mujer, mitad sardina. Eran una pareja tal para cual. Saboreaba mi copa compartida con Pepe, untándole la boca con gotitas de chinchón cuando, de pronto, Pascualita saltó sobre el marciano y se lo zampó. - ¿Qué ha... sido esto? (gritó la Cotilla) ¿Tu abuelito otra vez?

Sentí mucho la desaparición de novio de Pascualita y más lo sentire cuando me toque aguantar las letanías de la abuela al saber que, de nuevo, no hay biznieto a la vista.

martes, 14 de febrero de 2017

San Valentín

Lo primero que he hecho al levantarme ésta mañana ha sido entrar en la salita y quitar las fotos de los Amigos de lo Ajeno del altar que les hizo la Cotilla para poner, en su lugar, la estampita de San Valentin y la música de Hoy es el día de los enamorados. Después he encendido todas las velas. Haber si con tanta iluminaria, el Santo se da por enterado y me manda un novio serio, trabajador, que me deje en paz en cuanto me haga un biznieto, con la cartera llena, guapo, simpático, detallista y más cosas que se me irán ocurriendo. Parece que pido mucho pero es que le he encendido mucha vela y pongo en peligro de incendio mi casa porque, quién algo quiere, algo le cuesta.

He desayunado con Pepe y Pascualita para ponerlos al corriente de mis ilusiones para el día de hoy. ¡Porque es que TIENE que ser hoy cuando encuentre el mirlo blanco que pido por novio! ... Es verdad que aún me queda la baza de San Antonio pero como no soy modistilla, ni de Madrid para ir a la Pradera, vestida de chulapa con mantón de Manila, pañuelo a la cabeza y clavel reventón, San Antonio no me hará ni caso. Ya lo hice una vez y aquí sigo, soltera y sola en la vida.

Ni Pepe ni la sirena se han mostrado muy interesados. Creo que piensan que pido demasiado pero el mundo es de los que arriesgan. Si pido mucho, por lo menos algo me llegará.

¡Y me ha llegado! ¡¡¡VIVA SAN VALENTIIIIIIIIN!!!

Estaba barriendo el balcón y disfrutando del buen día que ha hecho cuando un zumbido ha llamado mi atención. Ni corta ni perezosa he agarrado la escoba y le he arreado un escobazo a una avispa tigre antes de que me picara.

El bicho cayó sobre la rama del árbol más cercana al balcón. Estaba dando los últimos estertores. - ¡Ajo y agua, querida! (le grité, triunfante) - El zumbido, ahora intermitente, sonaba a cascado.

En aquel momento el rolls royce aparcó debajo de casa donde le dió la gana y ante la escandalera de pitos solo pude entenderme con la abuela por señas. Le indiqué que se diera prisa en subir. Salimos al balcón y le señalé la avispa tigre mientras Geooorge, con su flema británica, aguantaba los insultos de los otros conductores como si no fueran con él.

De repente la abuela dijo: - "Esto no es una avispa, boba de Coria... ¡Es un dron y te lo has cargado! La gracia te saldrá por un ojo de la cara como se entere el dueño que has sido tú" - Entonces sucedió algo imprevisto y maravilloso. Se abrió una puerta en el dron y salió un pequeño personaje ¡verde! - "¡Nena, dame la escoba y lo remato!" - ¡Nooooooo! Es un novio ¡Me lo manda San Valentin! - "¡¡¡¿ESO?!!!" - Es taaaaaaaan... original. Y tan chiquitín. Como Pascualita más o menos. - ¡Oh, abuela, ME ENCANTA! - "¿Y de "eso" saldrá un biznieto?" - ¡Claro que sí! Y no habrá otro igual ¿Vamos a celebrarlo? - "Sí, que buena falta me hacen unos chinchones."

lunes, 13 de febrero de 2017

Querido abuelito.

Llamaron a la puerta. Eran la Cotilla y Bedulio. Ambos algo maltrechos: demacrados, pálidos y ojerosos. Les pregunté: ¿Váis a ir de zombis en el Carnaval? - La expresión de "no tengo ni idea de lo que dices" se pintó en sus caras y creí ver un ligero tic en un ojo del Municipal. - ¡Vámonos! (apremió la Cotilla) - No puedo... Tengo que entregarle este aviso (mostró un sobre oficial) - Espero que sea una notificación para encerrarlas en el manicomio (a la Cotilla se la notaba molesta) - ¡No caerá esa breva!

- ¡Pasad de una vez que se me enfría la casa! - ¡Nooooo! no me atrevo. Toma la carta, firma aquí como que la has recibido y me largo con viento fresco - Pero Bedulio, el sobre viene a nombre de mi abuela. - ¡Tú firma y ya está! - ¡Ni hablar que luego se enfada conmigo! - Yo vengo a buscar mi bolso que me lo dejé aquí ayer. - No me extraña, Cotilla. Salió usted por pies. Páse y cójalo. - ¡Ni hablar! Dámelo tú.

Aquí pasaba algo raro. ¿Por qué no querían entrar estos dos? - ¿Tenéis miedo? (se estremecieron) ¡Siiiiiiiiiiiiii! jajajajajaja ¿Os da miedo la cabeza jivarizada? jajajajajajajaja Pobrecito Pepe. Si no hace nada. Es solo una cabeza cortada y reducida a la que le cosieron los ojos y la boca. Así que ni pía ni muge jajajajajajajaja

- ¿Tú crees que es normal tener una cosa así en casa? ¡Y en la cocina! ¡Bedulio, múltala! - A mi no me meta en líos, señora. Yo solo quiero entregar el sobre y marcharme que tengo mucha faena en el cuartel. - Pues hasta que no venga la abuela...

Pascualita había empezado a hacer sus ejercicios de saltos mortales con tirabuzón. Le convenía porque, de nuevo, le estaban saliendo michelines y empezaba a no caber en el termo de los chinos. Tal vez ella misma se dio cuenta y saltaba cuando menos lo esperaba. El comedor está siempre inundado de agua de mar porque no es nada cuidadosa. Claro, como ella no tiene que estar con la fregona todo el día...

Los ¡¡¡CHOF!!! alteraron a los visitantes - ¡¡¡Dáme el bolsooooo!!! - ¡¡¡Firmaaaaaaa!!! - Y entonces comprendí. Esos dos pánfilos creían a pies juntillas que existía el espíritu pendenciero de mi primer abuelito. Y aproveché. - ¡Abuelitooooooooooooo, no tires más agua al suelo, coñe! - Chitsss... No lo provoques... que se enfadará ¡¡¡y firma de una vez!!! - Por tu madre ¡¡¡dáme el bolso!!!

La abuela llegó en aquel instante. - "¿Por qué no los dejas pasar, boba de Coria?" - Tienen miedo del abuelito. - "Ah... es comprensible. Cuando le da por tirar agua al suelo se puede esperar cualquier cosa de él y ninguna buena... Pero pasad y tomaremos un chinchón en su honor. Tal vez eso le calme"

Antes de que la abuela terminara la frase, los visitantes habían desaparecido.

domingo, 12 de febrero de 2017

Un buen Rioja.

Ya que no tengo platos, no tengo que lavarlos.  Les he quitado el polvo a unos cuantos que tenía en casa y van estupendamente. Plato que se ensucia ¡a la basura con él!

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! ¿Qué comeremos hoy? - Yo sopa calentita y tortilla de patatas. Usted no lo sé. - ¡Lo mismo! ¿Ya está todo hecho? - No la invito y encima viene con exigencias... - Si sabes que me quedaré... Mientras preparas la mesa voy a encender unas velas a los pobres de la Gurtel. Parece que no les sonríe la suerte en el Juicio. - ¡Me alegro mucho! - Que inhumana eres. No me extraña que no te salgan novios.

Mientras estaba yo trasteando en la cocina y pensaba en la Cotilla, me iba irritando hasta acabar con ganas de retorcerle el pescuezo. Dejé el brik de caldo en la mesa y avancé, a paso de carga, hacia la salita dispuesta a ponerle las peras a cuartos a esa caradura. Pensaba encontrarla llorosa y trémula, rezando por su gurú pero, no. Estaba repantingada en el sofá, mando a distancia en una mano y en la otra una copa de chinchón, pasando de un canal de cotilleo a otro. Cuando me vió, preguntó. - ¡Ya está todo preparado! Hale, pues vamos a comer.

- Si quiere comer ¡pónga la mesa por lo menos! - Que agonía eres, boba de Coria. Apañada está tu abuela si piensa tener el biznieto. Si nace, será de probeta porque no hay tío que te aguante. - Acabó poniendo la mesa pero no dejó de refunfuñar. - ¿Estos platos? Son de papel. ¿Quiéres meter sopa ahí? ¡Se romperán! Y no pienso recoger el caldo del suelo. ¿Sabe tu abuela que usas vasos de plástico para tomar un buen vino? Si tu primer abuelito levantara la cabeza ¡No lo quiera Dios! pero si pasara... se volvería a morir del disgusto. No te pareces a él. Era un sibarita y un gran catador de vino ¡En la vida hubiese usado vasos de plástico!

- Pues no beba. Además ¿dónde está el buen vino? No lo veo por ningún sitio. - En mi bolsa. He encontrado una botella de Rioja en un contenedor de barrio rico pero ¿para qué voy a sacarlo si no tienes paladar? ¡No está hecha la miel para la boca del asno!

- ¿Me está llamando borrica? - No pongas en mi boca palabras que no he dicho... aunque te vienen como anillo al dedo. - ¡Cotilla! ¿A qué se queda sin tortilla de patatas? - Para congraciarse conmigo sacó el Rioja. La botella estaba abierta y faltaba un poco. - ¡Está empezada! Debe estar mala. - Me arrebató la botella y bebió a morro. La cara se le contrajo y una rociada de vino tinto cayó en el acuario - ¡Puag!... Buen vinagre, vive Dios (exclamó) - Casi al momento, unos chorritos de agua envenenada mojaron su cabeza. Blanca como la cal, preguntó - ¿Qué ha sido... ésto...? - El alma sibarita de mi primer abuelito, ultrajada por ofrecerme el vino picado, ha reaccionado con violencia hacia usted. - ¡¡¡¿QUÉ ME DICES?!!! - Se hincó de rodillas mirando al techo (debe pensar que el alma anda por ahí arriba) - ¡¡¡PERDON. PERDON. PERDOOOON!!! - Y se fue corriendo.


sábado, 11 de febrero de 2017

El plato chino.

Rebuscando en el trastero he encontrado el plato chino que hacía girar sobre un palo sin que se cayera ¡y haciendo alguna que otra virguería! en mis años mozos. Me ha dado mucha alegría verlo después de taaaaantos años. Llamé a la abuela.

- ¿Yes? - Geoooorge, soy yo. Dile a mi abuela que se ponga, plis. - No poder. Estar en peluquería. - ¿Estás seguro? Porque tu mientes más que hablas, inglés. - Ser fetén lo que yo decir. - ¿Para que ha ido a la peluquería? - Para estar beautiful. - ¡Ya ves tú. Aunque la mona se vista de seda, mona se queda! - Tu no graciosa. Yo decir a madame... - ¡Chivato! Lo que he hablado contigo es confidencial. - Madame pagarme para que yo contar éstas cosas. - ¿Eres un espía de la abuela? Que bajo has caído, inglés. Eres la deshonra de tu familia.

A nadie le gusta que le cuelguen el teléfono sin darle la oportunidad de contestar a las ofensas ¡Lo sé! Pero me gusta hacer rabiar a Geoooorge. En seguida sonó, de nuevo, el timbre. - Hola, inglés del Brexit ¿Sabes jugar con el plato chino?... Que soso eres, Jorgito.

Un rato después escuché el concierto de pitos debajo de mi casa- La abuela entró con unos morros de aquí a allá. - "¿Por qué te metes con mi pobre mayordomo que no te ha heho nada?" - Porque es un pazguato y para celebrarlo, mira. ¡Chinchón! - ¡Avemariapurísima! ¡No se os ocurra empezar a beber sin mi. - Que inoportuna es esta mujer.

Un rato después intentábamos hacer girar el plato de plástico para la ocasión, sobre el palo. - "¡Ya sé porque no va bien! Pon un plato de verdad. De porcelana"

Y así, uno tras otro, en pleno ataque de risa, fuimos destrozando todos los platos de casa ¡hasta los buenos de los días de fiesta! No quedó ni uno y ni aún así conseguimos que alguno diera una vuelta al plato.

Pascualita, que nos había estado observando desde el borde del acuario, nos miró con desdén y se zambulló hasta el fondo, supongo que para no seguir pasando vergüenza ajena ante nuestro comportamiento.

viernes, 10 de febrero de 2017

Mi taza de Egipto.

¡Menudo cabreo he cogido a costa de la Cotilla! Cuando me he dado cuenta, estaba usando MI TAZA DE EGIPTO para hacer gárgaras, la tía cochina.

¿Acaso no tengo un sin fin de vasos de nocilla en el platero? ¿Por qué no los coge? O mejor, que suba a su casa y use los suyos.

Me he puesto a gritar como una energúmena. Hasta Pascualita, que dormía sobre el banco de arena del fondo del acuario, ha subido rauda a ver qué pasaba: - ¡¡¡¿QUE HACE CON MI TAZA?!!! ¡¡¡ES MIAAAAAAAA!!! ¡¡¡NO LA TOQUEEEEEEEEEE!!! ¡¡¡TENDRE QUE DESINFECTARLAAAAAAAAA!!!... y así he seguido hasta quedarme afónica. Entonces la Cotilla ha seguido haciendo gárgaras tranquilamente.

Estaba tan furiosa que le he tirado lo primero que me ha venido a mano: ¡A Pepe! La cabeza jivarizada ha dado ¡en la nariz de la vecina y se ha puesto a sangrar! Menuda puntería tengo yo cuando me pongo. Entonces quién ha gritado ha sido ella, aunque se ha pasado tres pueblos porque es muy exagerada: - ¡¡¡SOCORROOOOOOOO, ME MATAAAAAAAAAAN!!! ¡¡¡VECINAAAAAAAAAS, AYUDAAAAAAAAAAA!!! ¡¡¡QUE VENGAS LOS BOMBEROS DEL CALENDARIOOOOOOOOOO!!!

No pasaron ni cinco minutos cuando escuché el concierto de pitos debajo de casa y acto seguido, la abuela entró como un elefante en una cacharrería. - "¡¡¡QUIETAS!!! Aquí no se mata a nadie a menos que tengáis una buena coartada. ¿Quién te ha echo ésto, Cotilla?" - ¿Quién va a ser? (contestó la interfecta, asombrada) ¡¡¡TU NIETAAAAAA!!! - Naturalmente, protesté. - ¡¡¡MENTIRA. HA SIDO PEPE!!! (y señalé, sin dudar, a la cabeza jivarizada que yacía en el suelo)

Entonces la abuela se fijó en que la taza de Egipto estaba en manos de la Cotilla. - "¿Por qué tienes la taza de mi nieta?" - Para hacer gárgaras. - "¿Se la has dejado tú?" - ¡La ha cogido sin pedir permiso! - ¿Me lo hubieras dado? (preguntó con guasa la vecina) - ¡Claro que no! - ¡Lo sabía! Por eso lo hice.

Se notaba que la abuela no era imparcial. - "¿Y qué más te da?" - ¡¡¡ABUELA!!! ... ¿Por qué no ha cogido un vaso con dibujos de Rosario Flores? Tengo seis - Yo también tengo los seis, boba de Coria pero no tengo ninguna taza de Egipto ¡Te recuerdo que no me trajiste nada de allí!

- ¿Lo ves, abuela? Es una rencorosa. - "Tiene razón. No le trajiste nada. Y lo que es peor ¡¡¡A MI TAMPOCO!!! ¡¡¡EGOISTAAAAAAAAAAAAA!!!" - Es que... se me acabó... el dinero...

Noté un movimiento a mi espalda y se me erizó el vello. Pascualita se disponía a salir en ayuda de su amiga ¡contra mí! Me eché rápidamente a un lado mientras la media sardina pasaba volando muy cerca de mi cabeza, impulsada por la fuerza de su cola y estrellándose contra la nariz, todavía sangrante, de la Cotilla. Sedienta de venganza grité, - ¡¡¡Aprieta fuerte, ABUELITOOOO!!! -

Fue mentar al ánima de mi primer abuelito y la Cotilla cayó al suelo desmayada de miedo. Cuando conseguí arrancar a Pascualia de su nariz, el hilillo de sangre se había convertido en una bonita hemorragia.

jueves, 9 de febrero de 2017

Pascualita, querida.

- "Vengo de ver el resultado de tus desaguisados" - Traduce, por favor. - "He ido a la clínica a visitar a Bedulio" - ¿Por qué no me has avisado? hubiéramos ido juntas. - "¡Sí, hombre! Al pobre solo le falta verte al pie de su cama como si fueras el Angel de la Muerte... Que poco te ha faltado" - Pero... si fue una patadita de nada lo que le dí... - Entonces es que él tiene la piel muy fina porque se le ha quedado una especie de círculo negro del ombligo para abajo" - ¿Tú lo has visto? - "Claro" - ¿Te lo ha enseñado él? - "No puede. Tiene un coma etílico" - ¿La enfermera? - "Tampoco. Estaba solo" - Eso quiere decir que... ejem (carraspeé)... lo has hecho por tu cuenta. - "El qué, boba de Coria?" - ¡Atentar contra su intimidad!

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaa! ¿A qué vienen esas risas? (preguntó la Cotilla a la abuela) Un minuto después eran dos las que reían, ante mi estupor. - Aaaay, esta nieta tuya no es más tonta porque no se entrena...  Por cierto, no sabía que Bedulio bebiese hasta el extremo de entrar en coma. - "Es que ESTA le dió la botella entera" - ¡¡¡¿Y SE LA ACABO?!!! - "No dejó ni una gota" - ¡Sí que se entrena la jodía de tu nieta! ¿Y que beberemos ahora?

Cansada de escuchar críticas contra mí las dejé con la palabra en la boca y fui en busca de Pascualita y Pepe. Ellos, por lo menos, no me recriminan nada. Llené las dos pilas del fregadero con agua de mar y metí a la sirena para que cambiara el ambiente "aristocrático" del acuario por el más "doméstico" de la cocina y puse a Pepe en la encimera para que jugaran los dos... en realidad quién jugó fue Pascualita. Es más impulsiva, tal vez porque, además de cabeza, tiene completo el resto del cuerpo, por raro que éste sea. Así que se dedicó a tirarle chorritos de agua envenenada a la cara y hacer saltos mortales de un fregadero a otro.

Las dos amigas entraron sonrientes en la cocina. Al verme pusieron cara de no haber roto nunca un plato y con vocecilla cándorosa, la abuela exclamó - "¡Oh, Dios mío! ¡Mi nietecita está aquí! Cotilla ¿por qué no me lo has recordado cuando he pedido las dos pizzas que acaban de traérnos? ¿Qué comerá ahora la pobrecilla espanta-violadores?" jajajajajajaja - Estará encantada de empezar, ahora mismo, la Operación Bikini jajajajajajaja ¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAYYYYYYYYYYY!!!

Por una vez Pascualita ha hecho justicia y en lugar de tirar los chorritos a la sufrida cara de Pepe, los lanzó a los ojos de las dos amigas que se hartaron de saltar, llorar, gritar, moquear... mientras yo daba buena cuenta de las dos pizzas. La Operación Bikini la dejaré para más adelante.

 

miércoles, 8 de febrero de 2017

¡Que fallo!

Han llamado a la puerta y al abrir me he encontrado de frente con un embozado. Inmediatamente he gritado como una posesa: ¡¡¡Violadoooooooor. Violadoooooooooooooor!!! Y le he pegado un patadón donde más duele.

Como si se tratara de una obra de teatro bien ensayada, el resto de las vecinas de la escalera se asomaron a sus rellanos. - ¿Te ha hecho algo? ¿Qué te ha hecho? ¿Lo has matado? ¡Ahora bajo el cuchillo jamonero! ¡Huy como se entere mi Pedro ¡Lo capa en vivo!...

El guirirgay siguió durante un rato mientras el embozado lloraba y se revolcaba de dolor. Una de las vecinas dijo: Pónte como si fueras un cazador, con un pie encima de éste cerdo y te haré una foto chula. ¡Oye, enmarcadla y la pondremos en la entrada de la finca para que, quién tenga malas intenciones, sepa cómo las gastamos aquí!

Cuando los ánimos se calmaron un poco, llamé a los municipales. - Que venga Bedulio, si puede ser, porque tenemos confianza... - ¿Bedulio? ¿No ha llegado todavía? Pues hace un buen rato que se fue para llevarle las multas de éste mes de su abuela. - Bueno, pues debe estar al caer... - De repente me dió un vuelco el corazón - Acabo de tener... un mal presentimiento. - Cuando me agaché para destaparle la cara al violador, no me llegaba la camisa al cuerpo... ¡Era Bedulio!

En un abrir y cerrar de ojos no quedó nadie en la escalera. Todas las puertas se cerraron a la vez y yo quedé sola ante el enfurecido Municipal que me lanzaba miradas asesinas.

Conseguí, a duras penas, que entrara en casa. Lo ayudé a sentarse en el sofá de la salita y fui a por la botella de chinchón. A la vuelta cogí a Pascualita y la escondí en el escote. - No veas la que he armado jejejejeje...  ¿Te imaginas a Bedulio con voz de falsete? jejejejejeje... ¡Ay, no, no jijijijijijijijiji Me está atacando la risa... floja! jajajajajajajaja. 

Estaba recostado en el sofá, con ojos de borrego a medio degollar. Sorbiendo los mocos y lágrimas que seguían brotando. Sin decir nada (¡no podía!) puse la televisión para que se entretuviera un rato mientras el dolor menguaba ¡y salió Belen Esteban! Tuve que salir corriendo.

Desde la cocina oía la voz lastimera de Bedulio pidiendo que cambiara de canal.

Casi una hora después llamaron a la puerta. Eran dos municipales preguntando por él. Les invité a pasar a la salita porque no me imaginé la escena que nos encontramos. Dormía como un lirón, abrazado a la botella de chinchón mientras, en la pantalla seguían los gritos y aspavientos de una de las tías que más rendimiento le ha sacado a un polvo.

Los municipales hicieron fotos a su compañero mientras reían. - ¿Para qué son? - Para restregárselas por la cara a Don Perfecto cuando nos saque defectos. (y le señalaban a él) 

martes, 7 de febrero de 2017

Siempre salgo perdiendo.

Disfrutando de los rayos de sol de un día magnífico, no me entra en el mollera, aunque lo digan en la televisión, que mañana va a hacer frío. Pero frío de nieve. Ya sé que estamos en invierno pero ésto es ¡un cachondeo!

He puesto a Pascualita en un barreño con agua de mar a mi lado y no paraba de entrar y salir de él. Cada vez estaba más animada y yo cada vez más traspuesta. Debí quedarme dormida cuando, sin saber dónde me encontraba, me pareció ver que algo volaba. ¡Era Pascualita que caía en picado sobres las ramas del árbol de la calle! - ¡¿Dónde vas, atontada?! ¡No eres un pájaro! - Solo entonces me di cuenta de que la sirena no calculó bien el último salto, dado en el poco espacio que hay en el balcón y salió disparada a través de los barrotes camino de la aventura ¡Maldita Pascualita! Con lo bien que estaba yo haciendo la siesta.

Tuve que correr escaleras abajo para que nadie la pisara. Un gato me indicó la posición exacta de la caída. Allí estaba la sirena luchando por su vida ante un bicho que, creyéndola sardina, se relamía los bigotes pensando en la merienda que le esperaba. Lo que el gato no sabía es que Pascualita es una fiera corrupia, con una dentadura de tiburón que es un peligro público.

El gato estuvo a punto de partirla en dos con las uñas pero... cuando se quedó sin oreja corrió con el rabo entre las patas hasta perderse de vista. - ¡Suelta eso, cochina! (me revolvió el estómago ver a la sirena masticando el trozo de oreja) - ¿Con quién hablas, boba de Coria? - La Cotilla me miraba con expresión curiosa. - ¿Eso es una sardina? (preguntó) - ¿A usted se lo parece? - Diría que sí aunque tiene una pinta rara... - Porque es de Madagascar. - ¿Y cómo las harás? - ¿El qué? - Las sardinas... porque tendrás más de una, imagino... - ¡Claaaaaaaaaaaaaarooooooooo! - ¿Porque no las haces con pimientos? - Porque no tengo... ¿los paga usted?? - ¿Los pimientos? ¡Pero si no llego a fin de mes ni con el aumento de pensión!

No me quedó otra que ir al mercado a por sardinas, limpiarlas ¡puag! y pimientos. A la hora de comer se presentó con el señor Li que no cesó de preguntarme que por que no he hecho gambas gordas a la plancha - Son tannnnn buenaaaaasssssssssss - Porque no hay. - Si hay. - ¡Que no! - Yo vel en melcado. - Pues haber comprado (mi enfado iba creciendo) - ¡Oh, no, no, no! Como dice el leflán: ¡el que quiela peces, que se moje el culo! (¡Lo que sabe ésta gente!) - Ya has cabreado al chino, boba de Coria. Eres como Tramp: haciendo amigos.


lunes, 6 de febrero de 2017

Me echan de MI cocina.

La abuela entró en casa como si fuera la Reina de Saba. Llevaba una capa roja de lana con los hombros cuajados de lentejuelas doradas. - ¿De dónde sales? - "De la peluquería... ¿No ves el cambio que me han dado?" - ¿Te ha cortado el pelo tu peor enemigo? - "¡Ves como no tienes idea de nada! A Pascualita le gustará." - Porque es una pelota. A veces el acuario ¡huele a goma! - "Estás corroída por la envidia cochina" - Pero si te han cortado el pelo a hachazos ¡¿Tú has elegido el tinte?! - "El dueño de la peluquería, que es daltónico y hace unas combinaciones espectaculares ¿A que es chula la mía?" - Chulísima, ya ves tú...  (dije por decir algo) Verde loro con las puntas azul marino y... ¿topos naranja? - "Topitos, boba de Coria. Me encanta" - ¿Te han cobrado? - "¡Claroooo! somos amigos pero el arte de un artista hay que pagarlo" - ¿Ya te ha visto Andresito? - "No. ¡Es una sorpresa! Esta noche vamos de cena con su Partido." - Llévate un abanico por si le da un soponcio.

Pasando olímpicamente de mi, siguió hasta la cocina seguido del inmutable Geoooorge. - ¡¿Traes algo bueno para comer?! - "Lo verás cuando esté en la mesa" - ¡Y lo cataré! - "Esto ya no es tan seguro" - ¡Abuelaaaa! (grité pero ya no obtuve respuesta)

La puerta de la cocina se cerró tras ellos y no supe qué hacer. Media hora después seguíamos en el mismo plan y como me aburría, de rato en rato, preguntaba: - ¿Puedo ayudar?... ¿corto perejíl?... ¿friego los platos?... Tengo sed... ¿Queréis un chinchón?...

La salida de la abuela me pilló desprevenida. Fue, disparada, hasta el comedor. Se puso a Pascualita en plan broche y regresó a la cocina en un visto y no visto. - ¡A metido a la sirena en la boca del lobo. El inglés es muy observador y además le gusta mucho el pescado... - ¡Abuela, abreeeeee!

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaa! ¿Qué haces aquí como un alma en pena? - La abuela no me deja entrar en MI cocina. - ¿Está el chinchón allí? - No. En la salita. - ¿Cocina ella? - Sí, con ayuda del estirado de su mayordomo. - Entonces hace bien en tenerte fuera de allí. - ¡Pero es que también está Pasc... teurizada la leche de vaca que ha traído...! - ¡Ajá! Así que tenemos a Pascual atrapado en la cocina. Esta vez lo conoceré, sí o sí. ¡¡¡ABRE LA PUERTA QUE SE QUEMA LA CASA!!!

Afortunadamente ya pasó todo. La comida que ha echo Geoooorge, inglesa por supuesto, ha sido en honor a su Reina Isabel. La Reina por antonomasia y que estos días celebra sesenta y tantos años sentada en el trono... bueno, de vez en cuando se levanta jejejejejeje A él no le ha echo gracia el chiste. Que soseras es el pobre. La comida ha estado bien... muy inglesa. Y el jaleo que ha armado la Cotilla buscando a Pascual hasta en la despensa, que ha vaciado entera por si se escondía en los estantes altos, detrás de las garrafas de aceite, ha sido para grabarlo.

Ha habido un pequeño altercado cuando la Cotilla, rabiosa por no encontrar a Pascual, ha arrancado el broche a la abuela y lo ha tirado al cubo de la basura. - ¡¡¡Estoy harta de que os riáis de mi y de verte puesta esta porquería!!! - Apenas tocó la basura, Pascualita, con un poderoso impulso de su cola, saltó a la cabeza de la vecina y la dejó monda y lironda en un santiamén,

Al arrancarla, se llevó en las manitas los pocos pelos que le quedaban a la Cotilla, y yo quedé tranquila. La lancé por los aires hasta el acuario en el que entró límpiamente... lo cierto es que dió en el borde y al rebotar, cayó dendro.

Ahora está todo en calma y tanto la vecina como la sirena, duermen la mona... Solo espero que, dentro de un rato, cuando se encuentren los abuelitos para ir a la cena del Partido, a él no le dé un síncope al verla...




domingo, 5 de febrero de 2017

Noche mágica.

Me quedé traspuesta delante del televisor. Supongo que a ello ayudó que estaba sola en casa. Sin la Cotilla quiero decir, porque compañía sí que tenía: Pepe la  cabeza jivarizada y Pascualita que estuvo, en todo momento, muy atenta a lo que se veía en la pantalla.... Pepe estuvo en su línea, discreto y callado pero su presencia me da confianza porque siempre reconforta tener un hombre en casa... o su cabeza reducida. Algo es algo.

Pascualita interactuaba: si me veía aplaudir ella también lo hacía. Comentábamos los modelos de las actrices y cuando alguno nos gustaba mucho hacíamos la señal de OK. En fin, que estuvimos muy entretenidos. Después me fui apalancando y acabé dormida en el sofá después de la entrega de los últimos Goya.

Me despertó el frescor de la noche. La mantita de sofá que me había puesto por encima estaba ahora enrollada sobre la media sardina que dormía como un lirón. Se la quité de un tirón pero tuve que sortear los mordiscos furiosos que me lanzó. Me aparté de ella pegándome a los cristales del balcón. El viento soplaba con mucha fuerza y a mi no me gusta el viento. Las ramas del árbol semejaban locas furiosas agitando los brazos hacia mi.

Un escalofrío recorrió mi espalda: - ¡Hay que irse a dormir! (me dije) - Y en un arranque de inconscienca, cogí a Pascualita, la envolví en la mantita. Noté que estaba tiesa. Sus ojos redondos y fríos, miraba hacia un punto del exterior. Miré. Un barco se desplazaba, con las velas desplegadas, por el cielo. -  ¡Oh, Peter! ... Después de tantos años, volvemos a encontrarnos...
 
Mi corazón latía desbocado al abrí la puerta del balcón y saludarlo agitando la mano. Del barco salió una luz que saltó arriba y abajo un momento para volver, de nuevo, a la nave.
Pascualita lanzó hacia afuera su dentadura de tiburón y partió con los dientes una rama loca que a punto estuvo de arañarme.

Al despertarme ésta mañana Pascualita dormía junto a mi sin haber echado de menos su acuario. En casa reinaba el silencio. Cerré los ojos y me acurruqué para seguir durmiendo... - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaaaa! ¡Traigo una bolsa de churros que he encontrado en una papelera! Tú pones el café, boba de Coria... ¡¿ME OYEEEEEEEES?!























































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































sábado, 4 de febrero de 2017

¡Todo tiene su nombre!

He tenido un día intenso. Me he levantado tarde... demasiado tarde, creo, porque esperaba que me llamara la abuela a los horarios intempestivos a los que me tiene acostumbrada pero... no lo ha hecho. Y por eso he tenido dolor de cabeza casi toda la mañana. En fin, un día raro hasta que se me ha ocurrido ponerme a pensar... en nada concreto. Solo a pensar.

Pero no se me ocurría nada. Y he entrado en fase de aburrimiento supino. Así me he tirado un buen rato hasta que se me ha ocurrido combatirlo de la manera clásica: hacer idas y venidas de la nevera al sofá de la salita. Y viceversa. Me he puesto como un cerdo. Para no pasar sed bebía chinchón.

Después me he dormido al sol sentada en el balcón hasta que una piedra me ha dado en la cabeza, despertándome. De un salto me he agarrado a la barandilla y gritado tacos, a cual más arrabalero, contra él, o la, hijo de mala madre. Una vecina me lo ha recriminado. - ¡Que boca, por favor! ¿No te da vergüenza? - ¡Si supiera quién ha sido se lo diría particularmente! Pero no creo que salga el valiente. - Pues ha sido el hijo del tendero, que tiene muy buena puntería. Se lo ha pedido su padre para que no siguieras dando el concierto de ronquidos ¡Hija de mi vida, se te oía en toda Palma!

- ¡¿Estás diciendo que tendré que dar las gracias a estos dos figuras por descalabrarme?! - No seas exagerada que no ha sido para tanto. - ¿Y si ronco, qué? ¡Estoy en mi casa y al que no le guste, puerta! - ¡Vale, desagradecida. La próxima vez dejaremos que hagas el ridículo hasta el fondo!

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaa! ¿A qué vienen estos gritos? - A lo meticona que es la gente ¡Ni roncar puede una en su casa! - No te ofendas, boba de Coria, pero es que lo tuyo es de Juzgado de Guardia,  - ¡Que sabrá usted, Cotilla! - Claro que lo sé. Por eso me fabrico tapones de cera cuando duermo aquí.

- ¿Qué hacías en el balcón? - Pensar. - ¿Así llamas a quedarte traspuesta? - ¡Cotilla, no me caliente! - ¿Y en qué pensabas? - En los nombres de las cosas. Que inteligentes eran los antíguos que le ponían  nombre a todo. Cualquier cosa tiene su nombre, cualquier movimiento, ¡Todo!... Por ejemplo, pozo. - ¡Ya ves tú! cualquiera, cuando ve un pozo, dice pozo. - Pero se le tuvo que ocurrir. Y a partir de ahí el pozo se fue llenando de nombres: brocal, cubo, la polea... y muchos más. Cada elemento tiene el suyo. ¿Se imagina si yo hubiese nacido en la Antigüedad? También le habría puesto nombre a las cosas, a la silla, por ejemplo: el asiento, el respaldo, travesaño... - ¿Se te habrían ocurrido A TI? jajajajaja ¡Ni harta de chinchón! - ¡¡¡COTILLA!!!

viernes, 3 de febrero de 2017

Un ejemplo para los trabajadores.

- ¿Geoooorge? - Yes. - Dile a mi abuela que se ponga al teléfono. - Madame decir no está. - Dile que soy su nieta. - Ella saber, por eso decir no estar. - ¡La madre que te parió, inglés del demonio! - Mi ir a tomar té.

Nada. No pude contarle a la abuela la historia del funcionario que ha estado cobrando su buen sueldo sin ir a trabajar... Es el sueño dorado de todo españolito. Cobrar una morterada por no hacer nada. A éste tío se le apareció su Hada Madrina o el Genio de la lámpara y ¡hala! deseo cumplido.

¿Qué tendría que hacer yo para que me ocurriera algo así?... Si faltara dos días seguidas al trabajo mi jefe me diría, enseñando el colmillo: - Si vas a seguir así, dílo y te busco un recambio. Pues anda que no hay gente en la cola del paro que querrían tu puesto, bonita. - ¡Pero si es un trabajo-esclavo; con un sueldo miserable que, encima, es más bajo que el de mis compañeros hombres que hacen lo mismo, ¡imbécil!... Esto no se lo he dicho, claro está, pero me gustaría hacerlo cuando me toque la Primitiva. Y añadiría ¡¡¡Anda y métete tu mierda de trabajo por donde amargan los pepinos, muerto de hambre!!!... ¡Uf! Aunque no se lo he dicho en la cara, que bien me he quedado.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! ¿Y ésta cara de pánfila? - Nada... que he tenido un desahogo mental, Cotilla. - ¿Mental?... ¿Eso es a lo máximo que aspiras, boba de Coria? Pues va aviada tu abuela porque los biznietos no se hacen mentalmente. - ¡¡¡Cotilla, que no es eso!!!

Miré de reojo al acuario. Pascualita nadaba lentamente junto a la superficie, deslizándose como si fuese un alga para pasar desapercibida a los ojos de la vecina. Pero ésta tiene un área de visión tan extensa como los camaleones y algo le llamó la atención. Se acercó y miró dentro. - ¿Qué... pasa? (pregunté, temerosa) - Creía haber visto un pez... pero no. No sé que gusto pasas de tener que trajinar agua de mar para cuatro plantas que tienes ahí, flotando. ¡Cuidado que no sean carnívoras y te coman con patatas! jajajajajaja

- ¡Que desagradable es usted, Cotilla! - Río por no llorar. Estoy preocupada por Bárcenas, es tan ... hombre. Aaaayyyyyyyyyyy (suspiró hondamente y se volvió hacia mi) ¿A qué a venido lo de tu desahogo? - A la actitud de Carlos Regio, funcionario de un Ministerio, que lleva más de diez años cobrando un buen sueldo sin trabajar ¡Menuda cara tiene!

La Cotilla frunció el ceño. - ¿No ves el daño moral que le estás haciendo a éste pobre hombre? - No... - ¿Por qué dices que no va a trabajar? Infórmate primero antes de echar cizaña sobre la honorabilidad de una persona ¡Va todos los días! Mañana y tarde. Llega, ficha y LUEGO se va. ¡Dos veces cada día! - ¡Pero no trabaja, Cotilla! - ¡Pero cumple con su deber de fichar! - Y encima, todos los años, ha ido a negociar sus vacaciones. - ¡Lógico! Tendrá que saber las fechas qué le tocan y atenerse a ellas para planearlas ¿no? ¿Esto también le parece mal, señora Ministra? (me dijo con recochineo)

- ¿Sabe qué le digo? ¡Que le den morcilla! (grité indignada) - Yo prefiero que me traigas un chinchón... o varios. Estaré en la salita. - ¡¡¡Y se lo llevé!!!

jueves, 2 de febrero de 2017

El circo del Parlament

- El sábado es la entrega de los Premios Goya y yo estaré sentada en primera fila, con las zapatillas y el batín puestos. Muriéndome de envidia ante tanto vestido preciosísimo y joyas deslumbrantes que nunca podré llevar pero que me encanta ver.

Y me morderé las uñas hasta dejar los dedos en carne viva, cuando vayan a nombrar a los ganadores de todos los Goyas  Me gusta meterme en el ambiente y me río y disfruto con los gags del presentador ¡Oh, como voy a disfrutar, abuela! - "No te olvides de Pascualita. Que lo vea todo por si, cuando vuelva a su hábitat quiere montar un festival de cine." - Tienes razón... ¿También lo verás tú? - "No. No quiero acostarme tan tarde..." - ¿Estás enferma? - "¡Qué va! ¿Por qué?" - Siempre te acuestas a las tantas, al volver de El Funeral. - "Ya, pero es que ahora tenemos una diversión que no quiero perderme y es por la mañana. Y los del partido de Andresito le reservan dos sillas bien colocadas, pero tenemos que ir temprano porque cada día hay más afluencia de gente y no queremos poner a nadie en un aprieto"

- ¿Pagáis cada día? - "Indirectamente, sí" - ¿Cómo es eso? - "Es en el Parlament" - Ah, entonces, si...
¿Actúan allí? - "¡Ni te lo imaginas! El show que montan los representantes de todos los partidos es para mear y no echar gota: o se te cae la cara de vergüenza, o te da un ataque de risa. En definitiva, o ríes o lloras. Yo me lo paso bomba" - ¿Puedo ir algún día? - "¿No querrás que pidamos más favores a los amigos de Andresito?"

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! He visto a la señora Xelo y me he asustado ¡Jesús, que pinta lleva desde que no es la Segunda Autoridad ! ¿Cómo fue el Pleno de ayer? - "¡Divertidísimo! Hicieron el juego de las sillas: Ahora me siento aquí. No, ahora se sienta usted allí. No me da la gana y me pongo acá, etc. etc. etc. Era un no parar de reír. No es raro que cada vez vaya más gente a verlo" - Yo también voy a ir y como estarán entretenidos con las actuaciones, a ver si me saco unos euros para llegar a fin de mes. - Ay, Cotilla, que mal va a terminar usted con esa manía de meter mano en bolsillos ajenos. - Peor terminaré si no lo hago - Vale. .. ¿quiere un chinchón? - Pues no te digo que no, boba de Coria.

miércoles, 1 de febrero de 2017

Celebrando el aumento de la Pensión.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! ¡Eh, espabila, Fabila! - Cotilla zzzzzzzzz ¿Cotilla?... ¿Qué hace aquí a éstas horas? - Estaba de trapicheo por el barrio y me he acordado de que tenía que deciros algo. Recuérdamelo cuando venga a comer. Hasta luego.

- ¡Oiga! Cuéntemelo ahora. - No tengo ganas de gastar saliva en balde. - ¿Se lo ha dicho a la abuela? - No, porque a éstas horas, duerme. - ¡Yo también! - Pues te veo bien despierta, boba de Coria. - Y me pasé el resto de la noche con los ojos como platos.

Desayuné con Pascualita y traté de dominar mi nerviosismo pero no podía. ¡Necesitaba saber qué nos diría la Cotilla! (Tal vez venga a desayunar, pensé, pero no lo hizo. La sirena no me quitaba ojo y me ponía más nerviosa aún. Me puse las gafas de sol por si se le ocurría tirarme un buchito de cola cao envenenado, sin embargo se dedicó a dar saltos mortales en su taza y ponerlo todo perdido.

Llamé a la abuela y el "simpático" de Geoooorge me dijo que estaba durmiendo. - ¿Todavía? - Yes. - ¿Cuándo te lo ha dicho? - Hacer five minutos. - ¡Así que está despierta! - ¡NO! decir que estar dormida. Eso es todo lo que pude conseguir.

Sobre las dos escuché el saludo habitual de la vecina: - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaa! - ¡Por fín, Cotilla. Diga lo que tenga que decir que ya no aguanto más! - ¿Está tu abuela? - No, pero... - No hay pero que valga. - Y no me quedó más remedio que seguir esperando mientras ella se metía en la salita a encender velitas por la pronta liberación de su gurú Luis Bárcenas. - ¡A ver si me va a quemar la casa!

El concierto de pitos anunció la llegada del rolls royce. - ¡Por fin! (grité cuando la vi entrar) - Antes de que pudiese decir algo más, la abuela fue a por Pascualita colocándola en el broche para que no se perdiera nada de lo que se hablara allí

La Cotilla, por fin, se dispuso a hablar. - Esta noche os invito a cenar, a vosotras dos, a Andresito y a la Momia. Iremos al mejor restaurante de Palma. - Ay, Cotilla ¿A quién ha atracado? - Mujer de poca fe... no tendría que invitarte... - ¡Retiro lo dicho! Nunca he ido a un restaurante con estrellas Michelín... ¿Las tiene, verdad? - Sí, pero no te hagas ilusiones porque no se comen. - ¡Que graciosa es usted! jejejejejejeje

Mientras esperaba que fuera la hora de reunirnos todos, me acicalé con mis mejores galas (muchas de ellas compradas en la tienda del señor Li)  Después, cada dos por tres, entraba en el baño a ponerme más rimel en las pestañas... a penas podía levantarlas de tanto peso. Puntuales como relojes suizos entraron el resto de invitados. Los carísimos perfumes de París aromatizaron el ambiente.

La Cotilla, que no se había arreglado, apareció de pronto y dijo: - ¡Pasemos al comedor!

Los platos y vasos de duralex, los cubiertos desiguales, servilletas del rollo de papel de cocina, unas hojas de lechuga chuchurrías que "adornaban" la mesa, no hacían más que aturdirnos. - La Momia preguntó si íbamos a comer aquí. ¡Mejor! no estoy para mucho trajín con el frío que hace.

La Cotilla fue colocando fotocopias de platos exquisitos sobre los de duralex: estaban los entrantes, el primer plato, el segundo, los postres, licores, cava... Todo apetitosamente presentado. Un rato después lo recogió todo y nos miró. - "¿Qué pasa aquí, Cotilla?" - He celebrado con vosotros mi aumento de Pensión: 1, 90 euros. ¡Uno con noventa céntimos de euro! ¡¡¡LA MADRE QUE PARIO A TODOS LOS POLÍTICOS JUNTOS!!!