viernes, 27 de enero de 2017

El negocio del siglo.

El concierto de pitos bajo mi balcón anunció la llegada del rolls royce de los abuelitos. Ahora solo faltaba saber cuál de los dos era... o si eran ambos. Detalle muy importante estando Pascualita de por medio.

Fue la abuela quien entró hablando a gritos. - "¡No sabes lo que me ha pasado! ¡Lo nunca visto! ¡Estoy por cobrarte entrada!" - ¡¡¡¿EN MI CASAAAAAAA?!!! - "Es que es una cosa..." - Sí, ya sé: lo nunca visto. - "Bueno, haré una exepción contigo... Pero los demás, pagarán. Ve a por la sirena que esto tiene que verlo"

Me costó lo mío sacarla del acuario porque hacía poco que le había echado agua de mar calentita y ella estaba tan ricamente. Incluso tuve que ponerme el guante de acero para no quedarme sin dedos. Fuímos todas a la salita, nos servimos unos chinchones. Una vez acomodadas, la abuela sacó su paraguas, por cierto chorreando agua. - ¡Ve con cuidado que estás dejando el suelo como la Laguna de Venecia! - "¡No empieces a quejarte que no te lo enseño!"

Mantuvo el paraguas en alto, después lo abrió y lo hizo rodar - ¡¡¡NOOOOOOOOOOOOOO, ABUELA, QUE TRAE MALA SUERTE!!! - "No sea pusilánime, boba de Coria y fíjete en esas excrecencias que le han salido al paraguas en todo lo alto" - Junto al trozo de bastón que se suele apoyar en el suelo, se veían unos bultitos, que debía ser oro en paño a juzgar por el embeleso con que los miraba la abuela. - ¿Te refieres a ESTO? (señalé) ¿Compraste un saldo? ¿A que fuíste a la tienda del señor Li? - "¿Cómo se puede ser tan obtusa y analfabeta? ¡así no encontraras un padre para mi biznieto! ¡Que cruz tengo contigo!"

Después de discutir un rato, Pascualita, harta de oirnos, saltó a mi cuello y de allí a lo alto del paraguas. - "¡¡¡NOOOOOOOOOOO!!!" - Gritó la abuela. - La sirena dió un respingo, asustada y soltó un chorrito de agua envenenada que, a punto estuvo de caerme en los ojos. - "¿Cómo os atrevéis a destrozar un milagro de la Naturaleza? ¡Es una mata de paraguas, borrica!" - ¡Díselo a ella. Yo ni he rozado... ¡¿la planta?!

A partir de aquí toda nuestra atención se concentró en el fenómeno ¿paranormal? que sobresalía del paraguas como si fuesen diminutas berrugas. - "¡Tengo el negocio del siglo! Si no fuera rica, ahora lo sería. ¡Ni el Tio Gilito tendrá tanto dinero como yo!" - ¿Cuánto me tocará por ser tu nieta? (yo estaba entusiasmada - "Nada... ¿cuántos biznietos me has dado tú?" - Que rencorosa eres, abuela. - "Rencorosa, no. Justa, sí. Por eso Pascualita tendrá una parte sustanciosa del negocio y cuando vuelva a su hábitat no lo hará con una mano delante y otra detrás, sino como una señora sirena adinerada, gracias a su amiga terrestre... ¡snif!... Ay, me emociono y todo..." - ¡La madre que la parió!

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