sábado, 28 de enero de 2017

A Fondos Públicos, naturalmente.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! Estoy tan emocionada... - ¿Otra vez con la cantinela sobre Bárcenas? - Si es que no puedo dejar de hablar de él. Es un ejemplo a seguir y a diario aumentan quienes ven en él a un gran maestro. - Es que España ha sido siempre tierra de pícaros, Cotilla. - Y estoy orgullosa de pertenecer a tan alto estamento de la sociedad. - ¿En serio se enorgullece de ello? - Pues, sí. Y si no, mírate a ti ¿A que gremio pertences, alma de cántaro? ¡A ninguno! Porque tienes sangre de horchata.- ¡Oiga, que yo no le he faltado al respeto! -

La abuela anunció su llegada, además de por los pitidos de los coches protestando por el mal aparcamiento del rolls royce, por el aroma de las ensaimadas recién salidas del horno. Por supuesto dejamos en suspenso la discusión entre la Cotilla y yo mientras durara el desayuno.

La abuela desapareció unos instantes para volver con Pascualita en plan broche prendido, en el jersey. Nos miramos fijamente, retándonos a distancia y sabiendo que ninguna de las dos daría su brazo a torcer. (¡¿Por qué has cogido a Pascualita?! ¡La Cotilla la descubrirá!) ("¡No seas pazguata!") Sin darnos cuenta, alargamos nuestro duelo ocular como si fuésemos dos pistoleros del Oeste en un desafío, a pleno sol, en la calle principal del pueblo de madera.

La Cotilla interrumpió nuestra escena diciendo: - ¿Hay más ensaimadas?

Un rato después, sentadas en la cocina, con una copa delante y la botella de chinchón enmedio, la abuela contó una historia que, aunque parece de ópera bufa, es de verdad de la buena.

- "¿No sabéis que le ha pasado a la Segunda Autoridad de la Comunidad?" - ¿De tú escalera? - "¡No boba! De la Comunidad Balear" - ¿Lo de la señora esa que se aferra a su sillón con uñas y dientes? - "¡Esa!... Pues que se ha quedado sin él.... Y así hemos descubierto que sufre de paranoia galopante" - ¿Ah, sí, abuela? ¿qué le han hecho? - "¡Nada! Y es una pena porque así tendría algo más que contar de su paso por el Perlament, porque su estancia ha sido vista y no vista, aunque sí oída."

- "La señora, imbuída de los orpeles del poder y nada bienavenida con los de su Partido, pensó que estaba siendo víctima de espionaje por parte de los suyos. ¿Por qué? cosas más raras se han visto en las películas.

"Ni corta ni perezosa, la señora (que no se fiaba ni de su sombra ¡y de la policía menos!) contrató los servicios de un Detective Privado que, para ella y visto lo visto, tiene más glamour que un uniformado, para que buscase micrófonos escondidos"

Aquí hubo sus más y sus menos entre la abuela, la Cotilla y yo porque ya se sabe que, para gustos, colores y donde esté Bedulio vestido de municipal que se quiten los demás. El detective cumplió su trabajo a la perfección: mirar en el despacho de su clienta, los despachos aledaños (de los suyos) y su coche particular. Resumen del detective: NADA DE NADA. Pero que no hubiera micrófonos no quiere decir que no haya factura y ésta llegó al Parlament: dos mil y pico de euros. Entonces la señora, llena de potestad y poderío dijo: ¡que lo pague la plebe! (o algo así) Y la endosó a FONDOS  PUBLICOS quedándose tan pancha"

- ¡Ves como yo tenía razón, boba de Coria! (saltó la Cotilla) ¡Otra seguidora de mi gurú! ¡Si es que somos legión! - Y vació su copa de golpe. La abuela y yo la imitamos ipso facto.

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