martes, 31 de enero de 2017

Mis dos cuentos.

Llevo un trancazo que me tiene postrada en el sofá. Desde aquí hago un llamamiento a la Casa Kleenex para que me mande tonelada y media de pañuelo porque no doy abasto. En compensación les haré propaganda en cualquier sitio donde me encuentre ... ¡¡¡¿ME HA OIDO, SEÑOR KLEENEX?!!!

Entre lagrimeo y mocos estoy hecha un cromo. Al final la aspirina me ha devuelto, casi, a la normalidad. Y he aprovechado para buscar un libro que me entretenga porque ya no aguanto más la televisión.

En una fila secundaria de la librería he descubierto ¡dos cuentos que me regalaron cuando era pequeña! Y se los he enseñado a Pascualita.

Delante de sus ojos saltones de pez estaba Nana Manur. Una hermosa muchacha, expléndida a pesar de los años que han pasado desde que dejé de verla, nativa de los Mares del Sur. La sirena se ha enderezado al ver la playa de arena fina, hecha de restos de cochas, corales, careys... blanca como los dientes perfectos de Nana Manur. Un poco más atrás el mar azul y transparente, nos llamaba: ¡Alohaaaa!... ¡alohaaaaa!...

Pascualita quería entrar en aquel Paraíso. Y no pude retenerla. Impulsándose con la cola entró de cabeza en el mar. - ¡¡¡Oh, nooooooo!!!  (La abuela me matará. - pensé)  Nana Manur vino a mi encuentro, balanceando suavemente, su falda de paja y el pelo adornado con dos flores de ibisco rojas. - Vamos, entra (su voz era pura melodía)

Tomándo mi mano avanzamos juntas hasta la orilla del mar. ¡Y allí estaba Pascualita! Esperándome para enseñarme su hábitat. Bajamos a toda velocidad hacia el fondo del mar. Por lejos que estuviera la superficie, desde allí abajo se veía el cielo azul. Recorrimos los barrios marinos donde Pascualita pasó su infancia. Me presentó a amigos y conocidos. Pasamos una velada muy agradable con todos ellos.

Volvimos a la playa. Nana Manur tocó el ukelele y bailamos. Pascualita, más que bailar, se rebozó en arena. - ¡Qué sitio más bonito! (grité, entusiasmada) - Es Mallorca. - Pero... ¿no estamos en los mares del Sur? - Claro, siempre hay un Sur. (me dijo ella y desapareció bajo una ola)

El rebuzno de un burro llamó mi atención. El señor Iriarte me habló de él: Cerca de unos prados que hay en mi lugar, pasaba un borrico por casualida. Una flauta en ellos halló que un zagal, se dejó olvidada por casualida. Acercóse a olerla el dicho animal y dió un resoplido por casualidad . ¡Oh!, dijo el borrico ¡que bien sé tocar. Y dirán que es mala la música asnal... - Miré al animal. Estaba muy orgulloso de sí mismo, con una ceja levantada  y golpeándome el pecho con una pata... - ¡¡¡YA VALE!!! (le grité) - "¡Despierta de una vez, boba de Coria! ¿Cuántas aspirinas te has tomado?"- Abuela... ¿qué haces aquí? - Miré al rededor. Todo había desaparecido, salvo Pascualita, yo y el puñado de arena fina que tenía en la mano.


lunes, 30 de enero de 2017

La planta paraguera ¡crece!

La abuela me ha metido en un lío a causa de su desconfianza. Resultó ser verdad que las escrecencias, bultos, berrugas o lo que fuera que le salieron a su paraguas eran paraguitos. Ya tienen un palmo de altura y se ven perfectamente. Les falta coger "cuerpo", color y crecer unos palmos más antes de que los cortemos de la "planta madre" y venderlos.

Pero ella tiene miedo de que alguien se la robe y dijo que estaría más segura en mi casa. Naturalmente, protesté. No quiero esa clase de responsabilidades. Ella no se fía de Geoooorge ni de los cubanitos culito-respingones que se pasean por la Torre del Paseo Marítimo como Pedro por su casa. - ¿Y te fías de la Cotilla que no para de buscar negocios que le ayuden a llegar a fin de mes? - "Pues, sí, ya ves tú" - Y a pesar de mi oposición, el paraguas-madre se quedó aquí.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! Hoy me ha tocado recolección de velas, velones y velitas ¡Mirad que buena cosecha traigo! - Un día la pillarán los curas de las iglesias y la pondrán a caldo ¡La excomulgarán! Además estoy haciendo una obra de caridad llevando luz a quién no puede pagarla . - Mire, eso está bien. No me lo esperaba de usted... - Mujer de poca fe. - ¿Es una amiga suya, una clienta de sus trapicheos?... ¿La conozco? - Claro: soy yo. - ¡La madre que la parió! - ¿Qué pasa? La caridad bien entendida empieza por uno mismo ¿no? Pues yo no llego a fin de mes ni haciendo malabarismos... ¿A qué huele? - Usted sabrá. - Es a... humedad. - Habré perdido el olfato porque no noto nada.

Dos días después la abuela quiso echarle un vistazo a su planta paragüera ¡y no la encontramos! - ¿¡Qué has hecho con ella!?  - Nada... - "¡¡¡MENTIRA!!! De aquí no se va nadie hasta que no aparezca la maceta" - "¿No habrás cogido los brotes tiernos para hacer una ensalada? - ¿Cómo voy a hacer una ensalada de paraguas?

Buscamos por todas partes y no encontramos ni rastro. En aquel momento cayó sobre nosotras la nube negra de la sospecha. - "Llamaré a Bedulio para que intente resolver el caso". - Se desmayará. - "¡Confío en él!" - También confiabas en la Cotilla y mira, te has quedado sin... el arbolito... ¡¡¡LA COTILLA!!!". - "- La abuela, roja de ira, salió al balcón y exclamó a grito pelado - "¡¡¡Necesito un torturador. TRUMP, MÁNDAME UNOOOOOOOOO!!! - Te estás pasando siete pueblos, abuela. - "No me cabrees o te torturarán a ti también. Ahora es legal en América" - Llené mis pulmones de aire para darle la réplica. - ¡¡¡HIJO DE LA G....!!! - En ese momento se produjo un atasco en el tráfico y me fue imposible oírme a mi misma.

domingo, 29 de enero de 2017

El Año Nuevo chino.

- "¡Abre que vengo cargada!" - A pesar de ser domingo, la abuela ha vuelto a hacer de su capa un sayo y se ha presentado en casa a las siete de la mañana (madrugada para mi) Al abrir la puerta Geooorge ha entrado como una exhalación camino de la cocina y cargado como un mulo. Después ha entrado la abuela, con un vestido de seda roja estampada con dragones dorados y unas flores de loto siguiendo la costura que dejaba tres cuartos de sus piernas al aire. Saliendo entre su pelo-pincho, dos finas barritas de metal dorado en cuyos extremos colgaba farolillos chinos encendidos le daban un aspecto raro. Unos Manolos rojos, de tacón altísimo, realzaban sus bien torneadas piernas. Todo esto se complementaba con un maquillaje oriental. - ¿De qué vas a éstas horas, abuela?

- "¡De china mandarina! ¿No salta a la vista?" - ¿Es una promesa? - "Es el Año Nuevo chino. El del Gallo. Y voy a celebrarlo con mis compañeros de El Funeral. Nos lo vamos a pasar bomba Y como no tendremos que tomar las uvas, nos ahorraremos unos cuantos atragantamientos"

- ¿Tú no decías que venías cargada, abuela? - "¡¿No me ves?! Cargada de seda imperial que vale un Potosí" - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaa! ¿Hay desayuno? - "¡Claro! Vamos a celebrar el Año Nuevo" - ¿Otra vez? A mi ya no me queda turrón... A ver, ¿cuántas ensaimadas me tocan? - "No, no, no. Hoy comeremos rollitos de Primavera, té, sake, huevos centenarios, pastelitos chinos, etc. etc." - ¿Por qué? (la Cotilla no parecía muy contenta con el cambio de menú) - "Porque celebramos el Año Nuevo chino" - ¿Por qué? - "Ya te lo he dicho..." - ¿Que porque rompemos nuestra rica tradición de desayunar ensaimadas? - "Deja de protestar y come. Luego iremos a la tienda del señor Li y veremos bailar al Dragón" - Cuando probó el sake nos dejó en paz.

- "En El Funeral acordamos que, para propiciar la amistad entre los dos pueblos, estudiásemos chino para poder entendernos. Y eso hemos hecho durante un mes. Ahora somos unos expertos" - ¡Caray! Podrías haberme avisado y hubiese venido a trapichear con ellos. - "¡Que materialista eres, Cotilla!"

Al llegar a la tienda del señor Li, la abuela, hinchándose como un pavo, nos dijo: "Ahora veréis que bien hablo chino" - Y se dirigió a su amigo: - "¡Hola, Li. Feliz año Nuevo" - (La Cotilla estaba asombrada) ¿Eso es chino?  Pues... lo entiendo todo. - "Espera y verás, porque esto no es tan fácil como piensas: Oye, Li, ¿tu venil a comel con nosotlos?" - Mi no podel polque atendel invitados - "Mi sentil mucho. Hacel paella y a ti gustal" - ¡¿Paella?! Tu gualdal un poco en tappelwele pala mañana. - "¡Que flesco sel tu! jajajajajaja!"

Mientras el Dragón chino hacía sus evoluciones frente al vecindario, la Cotilla y yo, asombrasísimas, saboreábamos la penúltima copa de sake. - ¡Que bien habla... ¡hip! ... el chino tu abuela, con lo mayor... ¡hip!... que es! - ¡Verás como te oiga... ! ¿Brindamos a ... ¡hip! su salud? - ¡¡¡Naturaca jejejejeje ... ¡hip! y hasta por el... ¡hip!... Dragón si quieres!!!


sábado, 28 de enero de 2017

A Fondos Públicos, naturalmente.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! Estoy tan emocionada... - ¿Otra vez con la cantinela sobre Bárcenas? - Si es que no puedo dejar de hablar de él. Es un ejemplo a seguir y a diario aumentan quienes ven en él a un gran maestro. - Es que España ha sido siempre tierra de pícaros, Cotilla. - Y estoy orgullosa de pertenecer a tan alto estamento de la sociedad. - ¿En serio se enorgullece de ello? - Pues, sí. Y si no, mírate a ti ¿A que gremio pertences, alma de cántaro? ¡A ninguno! Porque tienes sangre de horchata.- ¡Oiga, que yo no le he faltado al respeto! -

La abuela anunció su llegada, además de por los pitidos de los coches protestando por el mal aparcamiento del rolls royce, por el aroma de las ensaimadas recién salidas del horno. Por supuesto dejamos en suspenso la discusión entre la Cotilla y yo mientras durara el desayuno.

La abuela desapareció unos instantes para volver con Pascualita en plan broche prendido, en el jersey. Nos miramos fijamente, retándonos a distancia y sabiendo que ninguna de las dos daría su brazo a torcer. (¡¿Por qué has cogido a Pascualita?! ¡La Cotilla la descubrirá!) ("¡No seas pazguata!") Sin darnos cuenta, alargamos nuestro duelo ocular como si fuésemos dos pistoleros del Oeste en un desafío, a pleno sol, en la calle principal del pueblo de madera.

La Cotilla interrumpió nuestra escena diciendo: - ¿Hay más ensaimadas?

Un rato después, sentadas en la cocina, con una copa delante y la botella de chinchón enmedio, la abuela contó una historia que, aunque parece de ópera bufa, es de verdad de la buena.

- "¿No sabéis que le ha pasado a la Segunda Autoridad de la Comunidad?" - ¿De tú escalera? - "¡No boba! De la Comunidad Balear" - ¿Lo de la señora esa que se aferra a su sillón con uñas y dientes? - "¡Esa!... Pues que se ha quedado sin él.... Y así hemos descubierto que sufre de paranoia galopante" - ¿Ah, sí, abuela? ¿qué le han hecho? - "¡Nada! Y es una pena porque así tendría algo más que contar de su paso por el Perlament, porque su estancia ha sido vista y no vista, aunque sí oída."

- "La señora, imbuída de los orpeles del poder y nada bienavenida con los de su Partido, pensó que estaba siendo víctima de espionaje por parte de los suyos. ¿Por qué? cosas más raras se han visto en las películas.

"Ni corta ni perezosa, la señora (que no se fiaba ni de su sombra ¡y de la policía menos!) contrató los servicios de un Detective Privado que, para ella y visto lo visto, tiene más glamour que un uniformado, para que buscase micrófonos escondidos"

Aquí hubo sus más y sus menos entre la abuela, la Cotilla y yo porque ya se sabe que, para gustos, colores y donde esté Bedulio vestido de municipal que se quiten los demás. El detective cumplió su trabajo a la perfección: mirar en el despacho de su clienta, los despachos aledaños (de los suyos) y su coche particular. Resumen del detective: NADA DE NADA. Pero que no hubiera micrófonos no quiere decir que no haya factura y ésta llegó al Parlament: dos mil y pico de euros. Entonces la señora, llena de potestad y poderío dijo: ¡que lo pague la plebe! (o algo así) Y la endosó a FONDOS  PUBLICOS quedándose tan pancha"

- ¡Ves como yo tenía razón, boba de Coria! (saltó la Cotilla) ¡Otra seguidora de mi gurú! ¡Si es que somos legión! - Y vació su copa de golpe. La abuela y yo la imitamos ipso facto.

viernes, 27 de enero de 2017

El negocio del siglo.

El concierto de pitos bajo mi balcón anunció la llegada del rolls royce de los abuelitos. Ahora solo faltaba saber cuál de los dos era... o si eran ambos. Detalle muy importante estando Pascualita de por medio.

Fue la abuela quien entró hablando a gritos. - "¡No sabes lo que me ha pasado! ¡Lo nunca visto! ¡Estoy por cobrarte entrada!" - ¡¡¡¿EN MI CASAAAAAAA?!!! - "Es que es una cosa..." - Sí, ya sé: lo nunca visto. - "Bueno, haré una exepción contigo... Pero los demás, pagarán. Ve a por la sirena que esto tiene que verlo"

Me costó lo mío sacarla del acuario porque hacía poco que le había echado agua de mar calentita y ella estaba tan ricamente. Incluso tuve que ponerme el guante de acero para no quedarme sin dedos. Fuímos todas a la salita, nos servimos unos chinchones. Una vez acomodadas, la abuela sacó su paraguas, por cierto chorreando agua. - ¡Ve con cuidado que estás dejando el suelo como la Laguna de Venecia! - "¡No empieces a quejarte que no te lo enseño!"

Mantuvo el paraguas en alto, después lo abrió y lo hizo rodar - ¡¡¡NOOOOOOOOOOOOOO, ABUELA, QUE TRAE MALA SUERTE!!! - "No sea pusilánime, boba de Coria y fíjete en esas excrecencias que le han salido al paraguas en todo lo alto" - Junto al trozo de bastón que se suele apoyar en el suelo, se veían unos bultitos, que debía ser oro en paño a juzgar por el embeleso con que los miraba la abuela. - ¿Te refieres a ESTO? (señalé) ¿Compraste un saldo? ¿A que fuíste a la tienda del señor Li? - "¿Cómo se puede ser tan obtusa y analfabeta? ¡así no encontraras un padre para mi biznieto! ¡Que cruz tengo contigo!"

Después de discutir un rato, Pascualita, harta de oirnos, saltó a mi cuello y de allí a lo alto del paraguas. - "¡¡¡NOOOOOOOOOOO!!!" - Gritó la abuela. - La sirena dió un respingo, asustada y soltó un chorrito de agua envenenada que, a punto estuvo de caerme en los ojos. - "¿Cómo os atrevéis a destrozar un milagro de la Naturaleza? ¡Es una mata de paraguas, borrica!" - ¡Díselo a ella. Yo ni he rozado... ¡¿la planta?!

A partir de aquí toda nuestra atención se concentró en el fenómeno ¿paranormal? que sobresalía del paraguas como si fuesen diminutas berrugas. - "¡Tengo el negocio del siglo! Si no fuera rica, ahora lo sería. ¡Ni el Tio Gilito tendrá tanto dinero como yo!" - ¿Cuánto me tocará por ser tu nieta? (yo estaba entusiasmada - "Nada... ¿cuántos biznietos me has dado tú?" - Que rencorosa eres, abuela. - "Rencorosa, no. Justa, sí. Por eso Pascualita tendrá una parte sustanciosa del negocio y cuando vuelva a su hábitat no lo hará con una mano delante y otra detrás, sino como una señora sirena adinerada, gracias a su amiga terrestre... ¡snif!... Ay, me emociono y todo..." - ¡La madre que la parió!

jueves, 26 de enero de 2017

Se desatascó el Parlament.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaa! ¿Lo has oído? - ¿El qué? - El estruendo que se ha sentido en toda Palma. - No... ¿Un avión ha roto la Barrera el Sonido? - No - ¿Se ha puesto usted a cantar y ha tronado?

La maligna respuesta de la Cotilla fue abortada con la llegada de la abuela. - "¡Que susto me he llevado! ¿habéis escuchado el bombazo? - Habrán tirado cohetes anunciando las fiestas de San Sebastian (dije yo) - "¡El Santo Patrón ya pasó, boba de Coria!" - Pero llovió y muchos actos no se pudieron hacer. - Eso sí... - "Tendremos que averiguar qué ha pasado" - ¿Le has preguntado al abuelito? - "No sabe nada" - Que llame a su Partido y se entere. - "No quiere llamar ni aparecer por allí por si coincide con Bauzá" - ¿Quién es ese?... ¡Aaaaah! el exPresidente... ¿Por qué no quiere verlo? - "Fue el mayor Pinocho de la Comunidad. Y lo que es peor, ha reaparecido para seguir siéndolo". -  ¡¡¡LARGATO, LAGARTOOOOO!!! (dijimos las tres)

- Pues seguimos sin saber a que se ha debido el ruído. - La Cotilla cogió la botella de chinchón y de un trago se bebió la mitad a morro. Cuando vio que la mirábamos, dijo: - Es para entrar en calor. - Después se marchó para recabar información.

Mientras esperábamos que nos trajera noticias, Geooorge llamó a la puerta. - ¿Estar madame? - ¡Claro! - Salir, plis. - ¡Que poquito te falta para dejar de ser europeooooo, inglés! jajajajajaja. - You tener mala uva. - ¿Qué quiéres? - Decir cosa a madame. - Dímela a mi. - Sorry pero no.

No tuve más remedio que ir a por la abuela. - Tu mayordomo no ha querido contarme lo que le trae por aquí. - "Bien que ha hecho" - Tu dale alas, abuela. - "A ver, Georrrrrrge ¿qué pasa?" -- Mientras ellos tomaban tranquilamente un té calentito, al que no me invitaron, me fui enterando de los hechos. - Ruído sonar como tapón de campany, madame - "Pero a lo bestia" - ¡Oh, yes! In yor hause temblar cristales ¡Oh, my Good!

En ese momento, Pascualita saltó fuera del agua y se estrelló contra el suelo ¡Menudo batacazo se dio! - "Seguimos sin saber nada". -  Tercera Autoridad de la isla, irse. - "¿En serio? ¿Se acabó la comedia?... ahora solo falta saber qué ha pasado. - Culo estar pegado a butacón. Tener que tirar mucho para soltarse. Gente animar con gritos y pancartas que Tercera Autoridad irse ya. - "¿Estaba enfadada?" - ¡Que va! Por fin, oirse mucho ruído: ¡¡¡POMMMMMMM!!! y todo el mundo salió corriendo. - Así que el ruído es del momento... - en que el culo se suelta de la poltrona a la que estaba empotrada. - No sé tú, abuela, pero yo me tomaré un buen lingotazo de chinchón - "¡Que sean dos!"

miércoles, 25 de enero de 2017

La Cotilla esta celosa perdida.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaaaaa! He decidido cambiar de look. A ver qué os parece. - La Cotilla se quitó el pañuelo que llevaba en la cabeza por el frío que hace y tanto la abuela como yo nos quedamos con cara de bobas. - "¿Dónde está el cambio?" - Cuesta un poco verlo porque el cambio lo decidí anoche, después del telediario... Me estoy dejando la melena. - ¿? - Aunque no lo creáis, el pelo me ha crecido media pulgada mientras dormía. - "Tienes razón, no te creemos"

¿A qué viene este repentino ataque de cambiar algo que tiene poco arreglo. Lo digo por aquello de que aunque la mona se vista de seda, mona se queda, Cotilla. - ¿Has oído a tu nieta? - "Sí" - ¿Y no le dices nada? - "Le he dicho HOLA cuando he llegado..." - ¡Menuda educación le estás dando! - "No saques los pies del tiesto... ¿Qué quieres que le diga?" - ¡Ríñela! - "No puedo porque estoy de acuerdo con ella" - ¡Pero, pero, pero...!

Más tarde la Cotilla nos confesó que, al ver a Bárcenas tan enamorado de su esposa, decidió parecerse a ella lo máximo posible para que se fijara en ella. - "Están en Madrid y tú aquí ¿Cómo te va a ver?" - Iré yo a verle y le contaré todas las cosas que he hecho por él. Se emocionará y caerá rendido a mis pies. - Y serán felices y comerán perdices... ¿no? jajajajajaja - "El chinchón de la mañana te ha sentado mal"

- ¿Y qué cosas ha hecho por él, Cotilla? - Altares; recoger velas y encenderlas para desearle suerte; ponerlo siempre como ejemplo ante los Amigos de lo Ajeno de chicha y nabo... - Si es por eso, yo he hecho más cosas por él que usted porque los altares estaban en MI CASA; las velas que prendieron una tarde y por poco salimos chamuscadas, quemaron MIS CORTINAS, y a punto estuve de quedarme en la calle con una mano delante y otra atrás. Las velas, velones y velitas las afana en las iglesias y llenan MI CASA de peste a cera quemada... - ¡Eso es pecata minuta, quejica! Ya te gustaría encontrar un hombre como él. ¡Envidiosa! ¡Petarda! - "¡Vale ya. Bárcenas no te conviene, Cotilla. Ya te lo decía tu madre cuando éramos pequeñas: Búscate un marido cabal, trabajador..." - ¡Todo ésto lo es... ! Mira si ha trabajado que se hizo con un capitalito! - "¿Llamas capitalito a cuarenta y dos millones de euros?... También te decía tu madre que fuera HONRADO" - ¿Quién es honrado hoy en día? ¡¡¡NADIE!!! Ni siquiera tú, que engañas a tu marido con Pascual. - "Cotilla, tengamos la fiesta en paz. Y tú, nena, trae el chinchón que buena falta le hace a ésta"

martes, 24 de enero de 2017

Ideas de bombero.

- Abuela, He pensado una cosa... - "Déjalo, nena, a ver si te vas a cargar la única neurona que tienes sana y acabas más tonta aún"

No le hice ni caso y seguí con mi exposición del pensamiento. - Como te decía, he pensado que, debido a lo mucho que está lloviendo éstos días, y lo que lloverá aún, convendría habituar a Pascualita al agua dulce. - "¿Has sudado mucho para llegar a ésta tontería?" - Si se acostumbra al cambio de aguas me ahorraría muchos viajes a la playa cargada con garrafas que luego traigo llenas de agua de mar a casa y llego derrengada. Creo que los brazos me han crecido desde que tenemos a la sirena. ¡Mira! - "¿Sabes que nació en el fondo del mar? - Sí. - ¿Y que, aunque son pequeñas, tiene branquias como los peces? - Sí. - "¿Y que si a éstos los sacas del mar, se mueren?" - Sí, pero... - "¿Es esto lo que quieres para ella?" - Bueno... a veces... sí... - "¡¿Serás...?!"

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaa! ¿No podéis estar juntas sin pelearos? - "Tú no sabes la cruz que tengo con ella" - Sí que lo sé, amiga. Pero te toca aguantar, como decían nuestras antepasadas a las casadas que tenían un berraco asesino en casa. - "¡No pienso hacerlo! ¡¡¡Y pobre de Andresito como se le ocurra ponerme una mano encima!!!" - Dependerá de para qué... ¿verdad? - "Por supuesto"

- ¿Y a qué venían los gritos? - "A que ha tenido una idea de bombero" - ¿Ella ha tenido una idea? jajajajajajaja - "Sí. Cuando quiere es muy graciosa jajajajajaja Se le ha ocurrido que Pasc... estoooo, ejem... quiere acostumbrar a un pez de agua salada a vivir en agua dulce..." - ¿Pascual es el "pez"?

A partir de éste momento a la Cotilla no le interesó nada que no tuviera que ver con Pascual. - ¿Te regala peces? - "¿Quién?" - Tu amante ¿quién va a ser? - "¡Oye, deja de decir barbaridades!" - Entonces ¿es pescador además de PECADOR? jajajajajaja - "¡¡¡Cotilla!!!" - ¡Ah, ya sé! coge los peces desde la cubierta de su mega yate ¡Que suerte tienes! solo se te arriman millonarios. Dame alguno de vez en cuando. - "¿De qué?" - ¡De ambas cosas! - "Que cansina eres, Cotilla"

- Si es tan rico ¿por qué no hace la prueba en su casa? Que se meta un rato en el mar y otro rato en su piscina, así sabrá que ambiente le gusta más. - "¿También tiene piscina?" - Lo sabes de sobra. Por cierto, invitame algún día a su piscina cubierta y climatizada y de paso le conoceré. - "Estoy admirada de lo mucho que sabes de la vida de Pascual. Incluso de muchas de las cosas que ignoro" - ¿No sabías lo de la piscina? (se extrañó) - "Pues no..." - ¡Claro, como que estáis a lo que estáis, no ves lo que te rodea! - "Va a ser esto" - ¡Me cabrea mucho que me tomes por tonta!. Pareces la mujer de Bárcenas que se une a las imputadas que tampoco se enteraban de nada de lo que firmaba. - "Pues es muy mona" (aguijoneó la abuela a su amiga)

Aquello la enfadó tanto que dejó a un lado el tema de Pascual para enfrascarse en el de su gurú favorito y la boba de su mujer ¡que Dios la coja confesada si un día se encuentran, cara a cara, las dos en un pasillo! Que tirria le tiene. Antes de que se volviera a embalar zanjé el tema sacando la botella de chinchón y tres copas. Fue mano de santo.

lunes, 23 de enero de 2017

EL EGO.

- "¡Que bien se lo está pasando Andresito con lo del ego!" - ¿El ego de quién? - "De la que manda en tercera posición aquí y que, ni come ni deja comer... Lo de que no come es metafórico. Y tiene un ego como un piano.  Un día le cayó del cielo un  cargo político que jamás se imaginó y que le ha durado ná y menos. Vamos, que cuando le empezaba a tomar gusto a eso de ser Molt Honorable, van y se lo quitan. ¿Cómo te pondrías tú?" - ¡Cómo un basilisco! - "Efectiviwonder, boba de Coria. Es lo que ha hecho ella" - ¿Así que es UNA?

- "Una UNA como unas casas" - Si no me das más datos... - "Es la viva representación de cómo un cargo transforma la vida de la persona, hasta olvidarse de quién es en realidad y que no ha sido ungida por la gracia divina, aunque lo crea a pies juntillas. Cree que vino a éste mundo con un plan premeditado por el Destino ¡Y que no le quitan el sillón ni a tiros porque es suyo. Porque es de su talla y se está muy cómoda en él!"

- ¿No se quiere ir? - "Ni con agua caliente. Y le importa un pito que las Instituciones estén paralizadas. Ella es ella y sus consecuencias. Además, ya falta menos para el verano y quiere saludar, casi de igual a igual cree ella, a los Reyes cuando vengan a veranear a Palma. Cierra las orejas a las críticas que le llueven por todos lados, menos por los amigos de Andresito porque, a río revuelto, ganancia de pescadores"

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! ¿De quién habláis? (preguntó la Cotilla nada más llegar) - Menudo radar tiene usted... Pregunte a la abuela. - "De la tercera autoridad." - Ah, esa. ¿Has visto que morritos pone? Es amorosa pero con el ego subido a más no poder. - " Lucha como gato panza arriba por su privilegiado puesto" - Yo haría lo mismo (dijo la vecina) No pueden darme un caramelo de café con leche y media hora después quitármelo ¡No, señor! - Calma, Cotilla, que a usted no le han dado nada... Por cierto, he visto a la esposa de su gurú en el banquillo. - Pues yo no he podido. Los celos me lo han impedido. ¿Es mona? - Se la ve pija... Pero es todo fachada porque es más tonta que un adoquín: No sabe nada, no se enteraba de nada, firmaba lo que le pedía su marido, así fuera su sentencia de muerte, la jodía. - ¿Os dáis cuenta de que estamos ante una epidemia de Ignorancia Supina por parte de las esposas de los Amigos de lo Ajeno? 

Desde el comedor llegó el sonido de varios chapuzones. - ¿Qué... es... eso? (a la Cotilla se le había ido el color de la cara) - "Mi primer marido que viene a darme la lata" - ¡¿Viene?! ¡¡¡HASTA LUEGO, LUCAS!!! - Y salió por pies. - Abuela ¿y si alguien empleara con la Tercera Autoridad el truco del primer abuelito? ¡Se iría corriendo como ha hecho la Cotilla! - "¿Con ese ego? Me extraña..."

domingo, 22 de enero de 2017

Que bien nos llevamos.

Me pican las piernas ¡porque me están saliendo escamas! Que hartón de agua tenemos éstos días. Y como si no lo supiera, (basta mirar por la ventana) la abuela me llama para decirme ¡que llueve! - Que sí, mujer, ya lo veo. - "Lo hago porque es la noticia de la semana y tú muy despistada, cuando mañana las vecinas te hablen del temporal de lluvia que tenemos encima, tengas base para entrar en el cotilleo"

- Me pican las piernas. Creo que me estoy convirtiendo en sirena, abuela. - "¡¿TU?! jajajajajajaja que graciosa eres cuando quieres. Para serlo se necesita gracia, belleza, misterio..." - Tener pelo-alga, ser más fea que Picio, tener muy mala leche y dientes de tiburón. A Dios gracias, no tengo estos "dones" que tanto te gustan en la medio sardina que tenemos en casa. - "¡Envidiosa! Por cierto, el señor Li ha organizado una actuación del Dragón chino por las calles del barrio con todos sus paisanos" - Lo sé. Me he enfadado mucho con ellos porque no me dejaban pasar. Me han rodeado, bailando y cuando me he querido dar cuenta, me habían metido debajo del Dragón. - "¿Te ha gustado, sosaina?" - No sé qué decirte... Bueno, sí, que en lugar de llamarse Dragón deberían llamarle Pulpo. Menudo sobe me han dado allí abajo. - ¿Quiéres decir que tendré un biznieto chino? - ¡Abuela!

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! Traigo gorros color de rosa, a diez euros cada uno ¿cuántos queréis? - A mi no me mire. - ¡Insolidaria! Es el símbolo de los millones de mujeres que se han manifestado contra el machismo de Donald (jajajajaja) Pelucón. - Pero eso fue ayer... - ¿Y qué? Puedes ponértelo cada vez que te cabrees con él. - ¿Le han faltado clientes? - Mejor di que han sobrado gorros. Es una venta benéfica. - ¿Para qué organización?. - Para la mía. Las ganancias de todo lo que venda son para mi - ¿Para llegar a fin de mes? - Para ayudar a pagar a los abogados de Luis Bárcenas, pobrecito. Por cierto, voy a montarle un altar para que se repare la injusticia que se está haciendo con él. - ¡¡¡NI HABLAR DEL PELUQUIN!!!

La abuela no  le quitaba ojo a la Cotilla. - "Tienes la cabeza como una plaza de toros. ¿Te has probado un gorro de estos? jejejejejejeje - Es ésta dichosa casa... Aquí pasan cosas muy raras. - ¿Entonces no vendrá más? Ya sabe como es de guasona el ánima de mi primer abuelito. - Tu también vas bien servida, boba de Coria, porque te hinchó el dedo de urgarse la nariz ¡con lo que a ti te gusta!

Después de tirarme esta puya y beberse unas copas de MI chinchón, se fue a la salita a montar del dichoso altar a pesar de mi dura oposición.

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sábado, 21 de enero de 2017

¡Que manía tiene la abuela!

- "Nena... ¿nena?... ¡¡¡NENAAAAAAAAAAAAAAA!!!" - Humm... ¿sí?... zzzzzzzzzzzzzzzzz ¿Abuela? - "Eres igual que una marmota. Se te cae la casa encima y ni te enteras" - ¡Han cortado la luz! ¡No veo nada! ¿Qué hora es? - "Las tres. Acabamos de llegar a casa después de ver la toma de posesión de este hombre... ¿cómo se llama, Andresito?... Trump o Tramp ¡Vete a saber! ¿Y se supone qué esto es un apellido? Le llamaré Pelucón jajajajajajaja Es un nombre clarificador" - ¿No podías contarme esto cuando haya salido el sol? - "¡Ja, el sol! Está secuestrado. Te he llamado para que sepas que está lloviendo ¡y lo que te rondaré, morena!" - ¿Podré dormir alguna noche de un tirón, abuela? ¿Aprenderás a llamarme a horas normales? ¡¿Qué me dices, abuela?! ¡¡¡¿TE HAS ENTERADO, A.B.U.E.L.A.?!!! - "¡Menudo genio te gastas a medida que envejeces! ¡Anda y que te den morcilla!"

No me pude dormir a causa de lo nerviosa que me puse y acabé yendo a buscar a Pascualita que dormía, plácidamente, bajo las algas del acuario. La cogí con mucha suavidad y me la llevé a la cama, acurrucadita en una toalla de baño para que no tuviera frío (¡luego se quejará la media sardina!)

Poco a poco me fui quedando traspuesta. De repente, Pascualita me cogió un dedo y se lo llevó a la boca. Me puse tensa, pero la cosa no pasó de ahí y, sin darme cuenta, me dormí.

El reloj de cuco dio las nueve de la mañana y me sobresalté. Menos mal que me acordé de dónde estaba mi dedo y me quedé quieta. Apenas entraba claridad en el cuarto. Entonces, perturbando la paz de mi casa y de la sirena, la Cotilla entró como un elefante en una cacharrería, gritando y sentándose de golpe en la cama. - ¡¿Has visto como llueve, boba de Coria?!

El dedo quedó atrapado entre la dentadura de tiburón de Pascualita y ¡apretó! El dolor fue tan fuerte que me puso en pie y grité, salté, lloré, di saltos mortales pero conseguí que soltarme sin perder ningún trocito de carne.

Corrí a por la botella de chinchón y regresé a la habitación bebiendo a morro. - ¡Lo sabía! (gritó la Cotilla) ¡Eres adicta al chinchón! ¡De buena mañana y bebiendo a morro!... Por cierto ¡que morro tienes! ¿No invitas?

El dolor nublaba mi vista pero la mala leche aumentaba mis ganas de acabar con la vecina. Así que, sin ningún miramiento, la empujé sobre la toalla de baño entre cuyos pliegues estaba la jodía sirena y dejé que ella misma eligiera dónde clavar el diente. Medio minuto después sonó el alarido y acto seguido, la cabeza, mordida en varios sitios, empezó a crecer exageradamente. Para rematar la faena, me tocó arrancar a Pascualita del cuero cabelludo. Y mientras la Cotilla saltaba, gritaba, brincaba, moqueaba... le dije: - Me temo que no encontrará sombreros de su talla. - Y me fui a desayunar con Pascualita y un dedo índice descomunal.



viernes, 20 de enero de 2017

Los abuelitos va a ver a Trump.

- "Nena  ¿asásteis panceta y sobrasadas en es foguerons de San Sebastián?" - ¿Qué... Sebastian? - "El santo" - No conzco a ninguno.. zzzzzzzzzzzzzzzz. - "¡No te duermas que te estoy hablando, jodía!" - ¿A quién? - "¡A tí, boba de Coria! Andresito, dile a la nena que me escuche" - Nenaaaaaaaaaaaaa... escucha a tu abuelaaaaaa...

Cuando me senté a desayunar llegó el rolls royce con una abuela, enfadadísima, a bordo. - "¡No sé a quién sales de la familia! ¡¡¡Me has dejado con la palabra en la boca y no he podido dormir en toda la noche!!! - ¿Quiéres cola cao? - "Naturalmente" - ¿Y pan tostado? - "También... Venga ¡dímelo! ¿torrásteis anoche o no?"  - ¿Con quién supones que estaba cuando dices "torrásteis"? - "Con la Cotilla ¿Con quién iba a ser sino?" - Ella no vino porque esta muy preocupada con lo que pueda pasarle a Luis Bárcenas. Dice que no está para fiestas. - "¿Entonces?" - Fui con el paraguas bajo el brazo y menuda el diluvio que cayó. - "Y no pescaste algo que valiera la pena?" - Sí. ¡Un constipado!

- "Que sosa eres. Sabiendo que va a llover, vete sin paraguas y ya encontrarás a quien te cobije bajo el suyo" - ¿Y si no encuentro a nadie, qué? - "Si sales de casa con éste espíritu derrotista, seguro que no encuentras ¡¿Pero cómo quieres que tenga un biznieto?!"

La abuela cogió a Pascualita y le contó sus penas por no lograr su mayor deseo. - "¡Es una inútil! Ojalá no tengas que encontrarte una parienta igual cuando vuelvas a tu hábitat ¡Qué cruz tengo con ella! Hale, me voy. Tengo que arreglarme de punta en blanco para ir a la toma de posesión de Trump a la Presidencia de los Estados Unidos."

Puse el radar en marcha al oír aquello. - ¿Os han invitado a la ceremonia? No sé si llegaréis a tiempo. - "¡Ya lo creo que sí!" - No hay como tener un buen enchufe (le dije con envidia) - "Gracias a eso estaremos en la primera fila" - ¿Quién es vuestro amigo? - "Andrés, el dueño de El Funeral" - ¿También lo han invitado? Me sorprende porque pensaba que era un anarquista de los que ya no quedan. - "Y lo es, pero como bebe los vientos por mis huesos, me aprovecho prometiéndo hacerle alcanzar el séptimo cielo cuando tengamos un encuentro íntimo. Vive de ilusiones mientras le voy dando largas. Es un bendito"

- ¿Qué vas a ponerte para la ceremonia? - "Un vestido mini cuajado de lentejuelas rojas, pantis rojos y taconazo en rojo y amarillo" - ¿Nada más? Cogerás una pulmonía. - "Allí se está calentito" - Claro, deben poner calefactores detrás de aquellos cristales antibalas. - "Sí, hija, sí." - Yo veré la ceremonia por la tele y cuando te enfoque la cámara, saluda con la mano para reconocerte. - "¿No te basta con mi look rojo y gualda? - ¡Que ilusión, abuela! - "Sí, hija. Y sigue entrenándote, que ya falta menos para que ganes el premio a la más tonta de Mallorca"

miércoles, 18 de enero de 2017

Roma no paga a traidores.

- "¡Nena, ábrele la puerta a Andresito" - ¿Qué hora es? - "¿Qué tendrá que ver la velocidad con el tocino?" - Es que me da la impresión de que aún no han puesto las calles... - "Será en tu barrio, que es de obreros. En el mío ya están" - ¿Para qué viene el abuelito? - "¡Para que te lo quedes! Ya me tiene harta." - ¡Un momento! No me endoses tus problemas - "Hay cosas que no tengo porque aguantar. Se ríe de mi a costa de la comedia bufa que se representa, día sí y día también en el Parlament  - ¿Lo de la Presidenta que se ha quedado pegada a la silla?

Estuve despierta el resto de la noche, esperándole. Sobre las siete de la mañana ya no podía mantener los ojos abiertos y llamé a la abuela. - ¿Digui? - Perdón, me he equivocado (dije, extrañada) - Llamé de nuevo y me encontré con el mismo "¿digui?" Pero ésta vez, reconocí la voz. - ¿Geooooorge? - Yes. - ¡La madre que te parió! ¿Ahora hablas en mallorquín? - Yes. Madame mandar. - ¿Por qué? - Yo integrarme here... No salir de Europa. - ¡Ja! lo tienes crudo, inglés. Dile a la abuela que se ponga. - No poder. Madame dormir. - ¡No me cabrees y despiértala si no quieres que te monte un dos de mayo! - Mi no entender... Hoy ser diez y ochou de enero. - ¡¡¡QUE LA LLAMES, TE DIGO!!! Por toda respuesta ¡me colgó el teléfono!

A mediodía llegó Andresito acompañado por Geooorge cargado con una maleta. ¿Que traes ahí? - Mi ropa y los útiles de aseo. - ¿Tantos días vas a quedarte? - Por lo visto sí...

Mientras picábamos unos mejillones en escabeche acompañados de chinchón, me explicó que el detonante de la discusión que habían tenido era el empecinamiento de la neófita Presidenta del Parlament a abandonar su puesto. Su Partido, sin ir más lejos, la ha echado por irregularidades... ¡Es que tu no sabes la atmósfera tan cargada de sexualidad y erotismo que hay en casa por culpa de mi madre! Por eso he provocado a tu abuela ¡Me pone a cien cuando se enfada! Y luego la reconciliación es de tirar cohetes. - ¿Y cuándo será? - Ahí está lo bueno ¡Que no lo sé!

- ¿Y qué pasa con la Presidenta? - Pues que se está escorando hacia nuestro lado jejejejejeje No sé qué Historia se estudia ahora en la escuela porque no parece conocer la de Viriato. Nosotros sí. Fue traicionado por algunos de los suyos coaccionados por Roma. Cuando acabaron con él y fueron a cobrar su recompensa, los romanos dijeron la famosa frase: Roma no paga a traidores... jejejejeje - ¡Que jodíos! - Pues sí...


 

martes, 17 de enero de 2017

Sant Antoni obra el milagro.

No me puedo quedar a la Cotilla de encima ni con agua caliente. Hizo que le grabara la declaración de Bárcenas y se pasa el día delante de la televisión, viéndola una y otra vez, sin descanso ni sosiego porque sigue gritando como la primera vez que lo vio. Y ahora, encima, dice: - ¡¡¡QUIERO UN HIJO TUYOOOOOOOOOO!!!

Hasta me da vergüenza salir a la calle porque se ríen de mi. La primera vez que una vecina me preguntó qué pasaba en mi casa con tanto escándalo, se lo conté, luego la tía corrió la voz y ahora hay un cachondeo general en el barrio. Y como la Cotilla no sale a la calle, recaen las guasas sobre mi.

Tampoco se va a trapichear y limpiar cepillos de iglesias. Ni se lava, ni se peina, apenas come. Vamos, que está hecha una pena y la que aguanta los olores soy yo. Le dije a la abuela que se la llevara a la Torre del Paseo Marítimo, al fin y al cabo es su amiga de toda la vida. - "Que egoísta eres, boba de Coria. Menudo jaleo tenemos en casa con la Momia, que es un no parar, para que encima me endilgues a la Cotilla. Dale chinchón y te dejará tranquila" - ¡Dale tu también chinchón a tu suegra y la borrachera acabará con su ardor uterino! - "¡Mira, por una vez dices algo coherente!"

Que poco caso hizo la vecina del chinchón ¡Si es que no lo veía! Decidí que había que tomar al toro por los cuernos: empecé pasando una copa llena delante de sus narices. Esperaba que su aroma obrara el milagro de devolverla a la realidad... Pero, no.

- ¡Mira si es previsor mi gurú, boba de Coria! Guardaba dinero fuera de España en plan Fondo de Pensiones para que, el día de mañana, tener un capitalito por lo que pueda pasar ¡Y por esto, los envidiosos, lo quieren mandar cuarenta y tantos años a la cárcel! ¿Cómo quieres que coma o beba si se me cierra el estómago del disgusto ante tamaña injusticia?.

Mojé pan en el chinchón, le abrí la boca y se lo comió sin enterarse. Me paseé con la botella por delante de la tele y era como si me hubiese vuelto transparente... Llamé a la abuela para contárselo - "¡Pues la Momia y los cubanitos culito-respingones llevan todo el día durmiendo la mona!" - ¿No se habrán mueto? - "Ella ¡que vaaaaa! Ellos no lo sé"

Me asomé al balcón con Pascualita. Llovía. Hacía viento y frío y yo estaba harta del invierno, de la Cotilla y de... ¡¡¡NIEVEEEEEEEEEEEEEE!!! (grité) - ¡Estaban cayendo copos blancos que se fundían al tocar el suelo, Pero nevaba! - La voz de la Cotilla en mi espalda, me sobresaltó. - ¡¿NIEVA?! ¡¡¡QUE ILUSIÓN!!! - Metí a Pascualita, apresuradamente, en el bolsillo de la bata. - ¡Me voy a verla! ¡¡¡Gracias Sant Antoniiiiiiii!!! - Y salió corriendo con la botella de chinchón en la mano.
















lunes, 16 de enero de 2017

El canario canta.

- ¡¡¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!! ¡Corre, pon la radio que habla Luis Bárcenas! ¡Que emoción! Mira, mira, se me saltan las lágrimas. - La Cotilla estaba hecha un flan y sin aliento. Había subido las escaleras de dos en dos y ni siquiera se enteró de que yo estaba desayunando. Solo tenía oídos para la voz, varonil y segura, de su gurú. Y mientras él iba largando delante de un juez las pillerías de las que le acusan a él y a otros, yo seguí comiendo tranquila porque, llevada por el frenesí, la vecina no me quitaría la comida.

De repente empezó a gritar como una fan enloquecida: ¡¡¡BARCENAAAAAAAAAAAS, TE QUIEROOOOOOOO!!! ¡¡¡QUIERO UN HIJO TUYOOOOOOO!!! Las lágrimas le salían a borbotones. Cuando el suelo de la cocina acabó lleno de lágrimas y mocos, me preocupé. - ¡Coja la fregona, coñe, que nos vamos a resbalar!

Entre la escandalera histérica oí la voz amenazadora de la abuela - "¿Qué le has hecho a mi amiga?" - Creo que tiene un orgasmo descomunal¡ Que pesada está con Luís Bárcenas. Y encima, con tanto griterío que monta, no sé que dice. - "Yo lo oía en el rolls royce. Canta como un canario flauta dando nombres, fechas y cantidades. No quiere ir solo a la cárcel" - Bien puesto tiene el apodo de Luis el cabrón. Cuando el juez diga ¡todos a la cárcel! entrarán en fila india. - ¡¡¡No digas eso, boba de Coria. MI Luis no ha hecho nada!!!

Otro que entró en casa fue Andresito. - ¿Qué le pasa a la Cotilla? ¿Se ha pillado un dedo con la puerta? - Ojalá, no gritaría tanto si fuera así. Es que habla su gurú y va desatada. - Ay, nena, no me hables. Quién va desatada es mi madre ¡A sus años y lleva dos días sin salir de su habitación! - ¿Ha cogido la gripe? - ¡Va más caliente que un misto! - Hasta la abuela se escandalizó. - "¡No hables así de tu madre!"

Cuando en la radio dieron paso a otra noticia y dejamos de escuchar el histerismo de la Cotilla, me enteré que a los cubanitos culito-respingones les hizo efecto las viagras que les había dado la Momia para que se mantuviera la hinchazón trasera, que no se mantuvo porque el efecto del veneno había pasado pero el de delante había comenzado.

Me moría de envidia y despotricaba en voz alta cuando estaba sola: - ¡¡¡Que suerte tiene la puñetera Momia, que es más vieja que Matusalen y disfruta de lo que me correspondería A MI, por edad ¡¡¡LA MADRE QUE LA PARIOOOOOOOO!!! - Pascualita, sentada en el borde del acuario, mostró su horrible sonrisa mientras con los deditos hacía la señal de OK.

domingo, 15 de enero de 2017

Se deshinchan.

La normalidad volvió a la Torre del Paseo Marítimo cuando el médico informó a la Momia que su cubanitos culitos-super respingones, volverán a casa hoy.  Está loca de contento, tanto que Andresito teme por la vida de su madre. - ¡Le va a dar una apoplejía! (se queja lastimosamente a la abuela) - "¡Que le va a dar! Es una mujer muy fuerte y llena de vida. Solo está contenta." - Pero muy exageradamente me parece a mi... - "Lo que pasa es que eres un aguafiestas. ¡Déjala que se divierta y disfrute de la vida para cuatro días que le quedan en el convento!" - Es que me da vergüenza que los vecinos me pregunten por los "jóvenes amantes" de mi madre. - "Tendría que ser al contrario. A ver cúal de ellas llegará a su edad, con su fuerza vital y sexual. Ya te lo digo yo ¡ninguna!" - ¿Cómo que SEXUAL? ¡Es mi madre! - "Ay, hijo, que ingénuo eres" - ¿Me quiéres hacer creer que mi madre está liada con esos... ¡Imposible! - "¿Qué piensas que hacen en la piscina, a la luz de la luna? ¿Rezar el rosario?" - Pues... sí porque cuando llegaron aquí eran comunistas y ... ahora son... cristianos. - "Sí jajajajajajaja De Cristiano... Ronaldo.

Los cubanitos llegaron a casa pero "sus asientos ya no eran XXXL" ... Les sobraban equis. La obra de arte de Pascualita empezaba a deshincharse.

El recibimiento de la Momia fue apoteósico:  Geoooorge había preparado cuba libres para refrescarnos la memoria, coronados con banderitas de España y Cuba. Canciones como Guantanamera sonaban en la casa. La misma Momia, con un pañuelo anudado al cuello, falda de tubo, blusa ceñida a la cintura, no paraba de menearse al ritmo de la música. Remataba el cuadro un gran cartelón con la efigie del Che. A Andresito tuvieron que atenderlo cuando el corazón quiso salírsele por la boca,

Un rato después la bisabuelastra me llamó para decirme que uno de los cubanos estaba muy malito. - ¿Ha tomado algo? (pregunté) - Aparte de una viagra, no - Pero si son muy jóvenes... ¿Por qué se la has dado? - Porque esta pastilla sirve para hincharse y crecer, por eso pensé que serviría para rellenar el pellejo que les cuelga del culo... pero no. - No te preocupes, ya se arreglará. - ¡Sí que me preocupo! ¡No puedo perder tiempo! (en eso tiene razón la abuelastra)
  

viernes, 13 de enero de 2017

La Cotilla oye campanas.

Estoy entre dos fuegos. Por una parte, la abuela quiere convencerme de que Pascualita haga un buen trabajo con el trasero de la Momia. - ¿Y si se muere de dolor? (pregunto, angustiada) - "No se morirá, mujer... Y si ocurriera pues... yo sería la dueña de la Torre del Paseo Marítimo" - ¡¡¡Abuela!!! - ¡"Es una suposición, boba de Coria!"

Por otro lado, la bisabuelastra me apremia para convertir su escuálido y apenas perceptible trasero, en algo digno de verse y tocarse. - No quiero ser menos que mis cubanitos. - Ellos enfermaron...- ¡Bha, una tontería que se arregló con unos días en la UCI. - ¿Te parece poco? Además, el tratamiento es experimental... Tal vez no dure mucho el efecto... - ¡Me da igual! Quiero tener un buen "cojín" donde sentarme. - En los mercadillos venden algunos preciosos... - ¡Que sea mío! - Claro, si lo pagas lo será. - ¿Me estás diciendo que quieres cobrar? - ¿Yooooooooooooo? ¡NO! - Tienes razón, nena. El trabajo se paga... ¿Qué te parecen treinta  mil euros?

Me dio un soponcio. Menos mal que siempre tengo el chinchón a mano y después de darle unos  tientos a la botella, me recuperé. Entonces vi a la Cotilla. Estaba en el umbral de la salita, mirando con ojos desorbitados, ahora a la Momia, ahora a mi. Y supe que nos había oído.

Cuando pudo pronunciar palabra, me dijo: - Si tu tienes reparos, lo haré yo. No será la primera vez... ¡¿A quién hay que matar?! - ¡¡¡Cotilla!!!


La Momia, aturdida, se encaró con ella. - ¿Tú también sabes lo del "cojín"? - Claro. Lo he visto hacer en muchas películas. No parece complicado. Se espera a que la víctima se duerma para ponerle el cojín en la cara, luego se sienta una encima y espera a que deje de respirar. - ¡¡¡COTILLA!!! - ¿Qué pasa, boba de Coria? Tu abuelastra ha hablado de ¡treinta mil euros! No pienso dejar pasar la ocasión ¿Cuándo lo hacemos?

- No sabe de qué habla, loca. - Loca sería si no cobrara ese dinero ¡Imaginate. Podré llegar, tranquilamente, a fin de mes!

Como no sabía como deshacer el entuerto, le dije a la Momia. - ¡Está bien. Lo haré yo pero tengo que prepararlo todo. Estas cosas no pueden hacerse al tuntún. Te avisaré cuando lo tenga todo listo.

La abuelastra se marchó encantada y ansiosa. Por tres veces me preguntó si la llamaría. - ¡Que siiiiiii! - Pero lo peor vino al quedarnos solas la Cotilla y yo. Me puso de vuelta y media. Me llamó avariciosa, mala persona. Dijo que me denunciaría por asesinato - ¡Pero si era usted quien quería matar!

Fue tal la escandalera que despertó a Pascualita que dormía plácidamente mecida entre dos aguas en su acuario. Subió como una flecha a la superficie y escupió el agua envenenada entre los ojos de la vecina. Cuando ésta estaba en pleno "baile" de saltos, gritos, jadeos y carreras, aproveché y le abrí la puerta y al salir, la cerré. Miré por la mirilla por si se caía por la escalera pero lo único que vi fue un ojo enorme que ocupaba toda la visión panorámica de la mirilla.

jueves, 12 de enero de 2017

La Momia también quiere uno.

La abuela me ha llamado, a las tantas de la madrugada para no perder la costumbre, para decirme que la Momia está "encantadísima" con las super nalgas con las que salieron de mi casa los cubanitos culitos-respingones..

Por lo visto mi bisabuelastra ha insistido en saber cómo y por qué se produjo el "milagro" La boca de la abuela estuvo más sellada que la de Pepe, la cabeza jivarizada, y la pobre Momia se quedó con las ganas.

Se le notó el enfado por la negativa cuando sacó a relucir que, a pesar de todo, el método que se empleó, fuese cual fuese, tenía fallos: Efectos secundarios muy molestos pues sus cubanitos estuvieron quejándose de dolor cada vez que intentaban sentarse. - ¿No les dio chinchón?

- "Dijo que se habían tomado una botella cada uno y ahora están en la UCI por coma etílico" - ¡Ostras! pues estará muy enfadada tu suegra. - "Todo lo contrario ¡Quiere que le pongamos un culo como el de ellos!" - ¡¡¡ME OPONGO!!! - "Eso le dije yo pero me sacó a relucir que la dueña de la Torre del Paseo Marítimo ¡es ella!" - ¿No pensarás...? ¡Se podría morir! - "¿Y qué más da si cumple la gran ilusión (de estos momentos) de su vida?" - ¡¡¡QUE NO Y QUE NO!!!

- "Bueno, ya veremos. Hablaremos de esto mañana, ahora tengo sueño... Y no me llames que luego me desvelo" - ¡¿Quién quiere enemigos teniendo a mi abuela en la familia?! (grité pero ya había colgado).

Mientras desayunaba ha venido la Momia a verme. Por poco me atraganto cuando Geoooorge, desde el interfono, me ha dicho que MM (madame mayor) acababa de entrar en el ascensor, camino de mi piso.

Llegó muy elegante a pesar de lo temprano que era. Yo, a esas horas, soy incapáz de pegarme las pestañas postizas. Me quedaría tuerta. En cambio ella estaba impecable. Incluso se había puesto un sombrerito negro con pluma de faisán y un velito de seda negra delante de los ojos para que no se le vieran las ojeras. - A penas he dormido de la emoción. ¡estoy loca por tener un trasero pleno, redondo, carnoso, apetitoso...! - ¡¡¡Para, paraaaaaaaaaaa, que estoy desayunando!!! - Tu abuela es muy buena pero... no quiere que me haga nada. Creo que está un poco celosa de mi... - ¡Nooooo, que vaaaaaaaaaa! - Pues yo creo que sí. ¿A ella qué más le da? - Se preocupa por ti, bisabuelastra. Teme que te mueras en el trance. - ¿Yoooooooooooooo? jajajajajajajaja Bueno, me voy a la UCI a ver a mis cubanitos y cuando vuelva me harás la "operación" - ¿No preferirías esperar a que se resuelva el tema de los efectos secundarios? - (Se quedó dudando) ¿Tú, ... crees? - Sí. Es muuuuy doloroso... - Vale, pero mientras, saca el chinchón que tengo que empezar a inmunizarme contra el dolor.












miércoles, 11 de enero de 2017

El "arreglo" de Pascualita.

- "Nena ¿qué piensas hacer de comer?" - El timbre del teléfono me despertó bruscamente. Era la abuela que llamaba para preguntarme esta tontería. - No tengo ni idea. ¡Aún no han puesto las calles y no he desayunado! - "¿A qué viene este genio?" - ¡Estoy harta de que me despiertes en lo mejor del sueño! - "Mira, para que veas lo bien educada que estoy a pesar de haber ido a la Escuela Pública de antes de la guerra. ¡Yo sí que voy a pedirte perdón por despertarte y no como el Trillo que no quiere que le caigan los anillos si dobla el espinazo ante los familiares del Yac 42. Aquella enorme tragedia en la que murieron militares españoles y por la que le dieron como premio, la embajada española en Londres! Así que te pido perdón jajajajajajaja... Hale, hablando, hablando me ha entrado sueño. Hasta mañanaaaaa... zzzzzzzzzzzzzzz"

¡No hay derecho! siempre me hace lo mismo. Me desvela y después no pego ojo en toda la noche.

El sol entraba por la ventana cuando me desperté. Junto a mi cama estaban la abuela y Pascualita que reptaba por las mantas - ¡¡¡Aaaaaaaaaaaaaayyyyyyyyyyyyy, que susto!!! (grité al verlas de repente) - "Luego dice que no duerme la boba ésta. Menos mal que te tengo a ti de testigo, Pascualita"

- "¿Ya has puesto el caldo al fuego?" - ¿Qué... caldo? ¿que fuego...? - "Si te levantases a la hora de las personas decentes sabrías que hace un frío que pela. Y lo mejor para combatirlo es tomar un caldito caliente de esos que resucitan a un muerto" - Ya lo tengo hecho, abuela. - "¿Dónde está?" - En la nevera. Coge el brik que ya está empezado. - ¿Quiéres decir... que vas a tomarte... eso? ¡Está precocinado y a saber cuándo lo hicieron!" - No seas antigua, abuela. Está muy rico y encima te ahorras un pastón de trabajo entre la compra y las horas que pierdes haciéndolo" - "¿Antigua?... ¿Tu te has visto? Que sepas que no hay nada mejor que un buen caldo casero, boba de Coria"

- "Por cierto, la Momia se enteró de que hay algo en ésta casa que "ayuda" a tener "más de todo" sin cobrar un duro y quiere que les hagas un tratamiento a los dos pobres cubanitos-culitos respingones que tiene en nómina erótico-festiva porque, al parecer, hay partes de sus cuerpos que ya no están tan lozanos" - ¿Qué quieres decir? - "Que se caen, puñeta"

¿Y qué tengo qué  hacer? - "Mi suegra vendrá con ellos y tienes que procurar que Pascualita les muerda" - ¡No voy a poder hacerlo! ¡Me pueden denunciar! - " Es una opción. Yo lo que quiero es que la Momia quede contenta."

Esa misma tarde, el rolls royce aparcó debajo de mi balcón. Acto seguido, subieron a casa la abuela, la abuelastra y los dos cubanitos-culito respingones.

Pascualita realizó un buen trabajo. Cuando se marcharon, los cubanitos eran súper-culitos-respingones. Y daba gloria ver como las mujeres se giraban a su paso. La bisabuelastra estaba encantada. - ¡Que alegría me has dado, nena! Pensé que tendría que despedirlos porque ya no estaban turgentes... y ya me había encariñado con ellos.

Los vimos partir desde el balcón, después nos sentamos las tres, en la salita a brindar por el éxito, con unas cuantas copas de más de chinchón.

martes, 10 de enero de 2017

Discusión.

La Cotilla no consigue entender que el gobierno le de tanto bombo y platillo a la subida de las Pensiones cuando saben que será "ná y menos" el incremento. - ¿Seguro que no tienes una lupa? - Que nooooooo... - ¿Y tu abuela? ¿Le has preguntado? - Síííííí´... - ¡¿Sí que tiene una lupa? ¡Bien! ya sabía yo que en su casa habría alguna... como son tan ricos. - No me ha entendido, Cotilla: Es sí, se lo he dicho. Y no, no tiene ninguna. - ¡Vaya! así que mucho aparentar pero todo es fachada. - Suele pasar hasta en las mejores familias.

Está desolada porque no lo verá. - Ve usted menos que un gato de plomo, Cotilla. Eso son los años. - ¡Me chivaré a tu abuela, boba de Coria y te pondrá las peras a cuartos porque ella es solo unos días mayor que yo!

Mientras teníamos ésta discusión me pareció ver por el rabillo del ojo, algo que se arrastraba camino del balcón. Así que dejé a la vecina con la palabra en la boca y fui para allá. No me había equivocado, Pascualita iba de caza.

Llevaba puesto un gorrito de lana que tapaba sus pelo-algas. Y con la bufandita liada al cuello parecía un ahorcado arrastrando la cuerda en plan zombi ¡Que cosa más fea!

Son obra de la abuela y ¡pobre de mi si viene y no las lleva puestas! Me quedo sin la Torre del Paseo Marítimo. A la sirena se la veía incómoda, sobre todo cuando se pisó la bufanda con su cola y empezó a ahogarse. Me dio la risa porque se estaba poniendo azul y bizqueaba - ¿De qué te ríes, boba de Coria? (preguntó la Cotilla) - De nada. - ¿Tu ríes a destiempo? Menuda cruz tiene tu abuela contigo.

Pascualita, que no aguanta nada, estaba más cabreada que un mono y sin que tuviera tiempo de cogerla, saltó desde el balcón, a través de los barrotes y cayó sobre las ramas del árbol de la calle. Desde allí oía el ruído de sus dientes castañeando. En parte por el enfado y en parte porque estaba muertecita de frío. Fui a por la fregona para cogerla, y al volver había unos cuantos gorriones que se hinchaban a ojos vista, mientras saltaban, gruñía, piaban fuerte e intentaban volar sin conseguirlo porque, a medida que pasaban los minutos, estaban más hinchados.

La Cotilla, harta de estar sola, se acercó al balcón. - ¿Qué clase de pájaros son esos? - Una nueva... especie... - ¡¿Otra especie invasora en la isla?! No podemos dejar que acaben con la fauna autóctona ¡¡¡SANTIAGO Y CIERRA ESPAÑA!!! (gritó enardecida)

Tanta euforia la pagó cara cuando, asomada al balcón, le pesó más la cabeza que el culo y cayó sobre las ramas del árbol... que le dejaron paso de camino a suelo. Menos mal que Bedulio pasaba por allí y pudo cogerla al vuelo. La Cotilla no cabía en sí de gozo ¡la había salvado un Hombre! En cambio el Municipal se fastidió los brazos... y la cabeza al caerle encima un gorrión talla XXXL.

lunes, 9 de enero de 2017

Suben las pensiones.

Después de asomar la nariz por la ventana y notar el frío que hacía, preparé dos cola caos calentitos y pan tostado. Hummm, placer de dioses. Tanto Pascualita como yo disfrutamos del desayuno, cada una a su manera. Yo al estilo clásico, o sea, mojando el pan en el cola cao y la sirena bañándose en el que había en su taza hasta lograr que todo el contenido se esparciera por la mesa de la cocina. Luego se lo pasó pipa lamiéndolo.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaa! - Esta mujer siempre nos coge con la guardia bajada y no me quedó más remedio que lanzar a Pascualita hasta el acuario, en el comedor... Debo decir que el lanzamiento no fue muy afortunado porque, aunque la ventana estaba cerrada a causa del frío y no pudo salir por ella, se estrelló contra el cristal. La cogí antes de que patinara hasta el suelo y se diera otra costalada.

La Cotilla, desde la cocina, no paraba de hablarme poniéndome nerviosa por si le daba por entrar a ver que estaba haciendo. Por eso fallé de nuevo, por los nervios, y eso que ésta vez estaba cerca del acuario. La pobre sirena cada vez estaba más KO. El porrazo fue, esta vez, contra el espejo del aparador. Y como se escurrió detrás del juego de café allí expuesto y no se la veía desde fuera, dejé que se recuperara sola de la conmoción cerebral.

- ¡Pero bueno, boba de Coria ¿Me escuchas o no?! - A decir verdad... no. - ¡Así va España! - ¡Oiga, no me cargue con todos los Pecados Capitales a la vez! - Te estaba diciendo que tengo un disgusto y un problema muuuuy grandes. - ¿Qué pasa, no llega a fin de mes? Ahora le aumentarán la Pensión, mujer y tendrá que ir con el carrito de la compra para llevar el dinero jajajajajaja.

-¡Me han engañado otra vez! - ¿A usted? Ya me extraña. - Voté a los de siempre porque cada vez mienten mejor ¡y me lo creí todo! - Ajo y agua. - ¡Seguiré sin llegar a fin de mes! - Más ajo y agua, Cotilla. - Y lo que es peor ¡No tengo la lupa que encontré el año pasado, para ver el aumento! - ¿Qué ha echo con ella? - ¡¡¡La empeñé para llegar a fin de mes!!! - Ajo y agua infinito, Cotilla.

En estas estábamos cuando el ruido de loza rompiéndose contra el suelo me hizo correr hasta el comedor. Pascualita estaba fuera de sí intentando devorar al horrible bicho que la atacaba desde el otro lado del espejo. En su afán por morder a su "enemigo" tiró, una tras otra, las piezas del juego de café. - ¡Quieta! (grité) pero había llegado tarde porque, en ese momento, se estrellaba contra el suelo la última pieza que quedaba: el azucarero.

Cogiéndola por la cola la dejé caer en el azúcar. La golosa fiera corrupia se calmó al instante y si la hubiese dejado, me friega toda la casa con la lengua.¡Maldita Cotilla! Si no hubiese estado en mi casa ahora la tendría como los chorros del oro.

domingo, 8 de enero de 2017

Paseo por la playa.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! - ¿Cotilla?... ¿Es usted? - ¿Quién iba a ser sino, boba de Coria? - Pero... ¿cómo ha escapado de su prisión entre dos años? - Al terminarse las fiestas de Navidad se han abierto las puertas que me encerraban. De este modo he podido salir y el año 2016 ha partido hacia la luz. - ¿Luz? No se lo merece. Ha sido un año lleno de desgracias irreparables. -  Eso es cierto, por eso voy a hablar con MIS abogados para que me asesoren. - ¿SUS ABOGADOS? ¡No me diga que tiene abogados con la miseria de pensión que cobra! - También tengo mis trapicheos... - ¡Ni así! - Son abogados de oficio. (dijo mohína) - ¡Que fantasma es usted! - Le meteré un pléito a quién me metió entre los dos años, por perjuicios laborables, que se le va a caer el pelo - Como vaya contando cuales son "sus labores" la encerrarán - ¿Es que no sabes decir nada agradable?

- El concierto de pitos bajo el balcón anunció la llegada del rolls royce y la abuela entró con paso atlético en casa. - "Nena, nos vamos a la playa. Coge a Pas..." - ¡¡¡CHIST!!! (grité, alarmada. Luego, disimulando, dije haciendo aspavientos) - ¡Mira quién a vueltoooooo! ¡¡¡LA COTILLAAAAA!!! - "¡Ostras! dichosos los ojos" - No disimules delante de mi. Veo que has vuelto a las andadas con Pascual ¿Te parece bonito? - "¿Qué quieres que te diga? bonita, bonita.. no es. Pero sí resultona" - Huyyyy, tu le has dado un tiento al chinchón de buena mañana jajajajajaja ¡Estás llamando BONITA  a tu amante jajajajajajaja! Anda, saca la botella (me "ordenó" la vecina) - A ver cuándo trae usted alguna y deja de beber por la cara. - ¡Que cruz tienes con ésta nieta! (le dijo a la abuela)

Cuando la Cotilla se fue a sus quehaceres, metí a Pascualita en el termo de los chinos y nos fuimos a la playa. El olor y la vista de un mar plano y transparente, nos alegró el ánimo a las tres. Incluso Geoooorge, a pesar de ser inglés, esbozó una tímida sonrisa.

Caminamos por la playa, arriba y abajo, mientras Pascualita hacía lo imposible por saltar del termo al suelo. Pero había algunos perros, gaviotas, una garza y un señor a caballo. Y no me atreví a soltarla por si mordía a alguno de ellos e , incluso a sus dueños.

Pero la sirena se volvía loca estando encerrada. Nos apartamos hasta lo más hondo de la arena y la solté. De inmediato se rebozó como una croqueta. Estaba hasta graciosa con los pelo-algas de punta. Los ojos saltones bizqueaban buscando la orilla del mar que estaba allá lejos. Aquello la enfadó mucho y lanzó dentelladas a diestro y siniestro. La abuela y yo nos apartamos pero un chihuahua, envuelto en un trajecito para perros, lleno de lentejuelas (me recordó mucho a la abuela) sintió curiosidad  y se acercó tanto que acabó llevándose un buen mordisco en el lomo.

El perrito iba engordando a ojos vista a causa del veneno de la sirena. El trajecito reventó y saltó por los aires como si fuese la camisa del Tremendo Hulk mientras el pobre corría, ladraba, gritaba, se retorcía, etc. etc. Y yo corría tras él para arrancarle a la sirena que continuaba enganchada al perrillo. El aullido de lobo herido que dió cuando se la arranqué, me produjo un escalofrío ¿cómo pudo hacerlo siendo tan pequeño?

Al llegar a casa tuve que ducharme porque sudaba a mares después de correr como una liebre por las dunas de algas cuando la dueña del chiguagua me gritaba: ¡¡¡DEVUELVEME A MI PERRITO!!! - ¡Es ese! (le decía yo señalando al monstruoso bicho que llevaba en brazos) Para demostrarme que no lo era, le pegó una patada y apenas lo movió... luego vi que iba coja... ¡Que trajín, por Dios!

sábado, 7 de enero de 2017

La vecina incívica.

Alrededor de los contenedores de basura, sucios y viejos de mi barrio, había cambiado el triste panorama de todos los días. Como siempre, estaban esas basuras que bajan a deshora los incívicos y que tenemos que estar viéndolas todo el día. Pero hoy era una basura multicolor porque había montones de cajas de juguetes (que es el mejor juguete para un crío) y los papeles que los envolvieron.

Era como una Primavera adelantada. Como esa humilde flor que florece en los lugares más inhóspitos... Vaya, me ha dado un ramalazo de romanticismo jejejejeje Pero eso no ha evitado que, al ver a una vecina con su bolsa de basura a media mañana, le gritara: - ¡Incívica! -  Por supuesto, escondida tras las macetas del balcón y las ramas del árbol de la calle.

La mujer se ha dado por aludida porque ha levantado la cabeza y ha mirado por todo, sin verme. Pero me ha dejado un recadito: - ¡Métete en tus asuntos, boba de Coria!... ¡Ostras! ha dicho boba de Coria ¡¡¡Sabe quién soy!!!... Que peligroso es ser ciudadana ejemplar.

Se lo conté a Pascualita mientras nadaba en la bañera con agua de mar. No parecía hacerme ningún caso. Y eso que le estaba dando lecciones de Urbanidad. Algo que le puede servir el día de mañana, si es que vuelve a su hábitat, que no sé yo...

 Yo estaba tranquila porque la Cotilla se había ido. Quería visitar a sus amistades para contarles lo que le pasaba. Por lo visto había dejado "negocios" a medio hacer y ella con esas cosas es muy cumplidora. Así que Pascualita podía nadar un buen rato sin miedo a que la viera la Cotilla.

Para que estuviera más contenta puse a Pepe sobre la bañera. Acudió rápida hacia él ¡me emociona ver cómo quiere a esa cabeza! La tiró al agua de un manotazo y luego se convirtió en una fiera corrupia queriendo devorarlo. Lo evité tirándole un bote lleno de champú y dejándola KO durante unos minutos. El pobre Pepe quedó un poco maltrecho.

La abuela entró cuando la sirena ya descansaba en su acuario. - "Me he encontrado a una vecina y me ha dado ésta bolsa para ti ¿Qué es?" - No tengo ni idea. - Al abrirlo cayeron al suelo mondas de patata y una notita: - ¡Para que te lo metas dónde te quepa! - Tuve que tomar un chinchón... o dos.

  

viernes, 6 de enero de 2017

Pascualita no tiene pies, así que tampoco tiene zapatos.

Esta noche han pasado los Reyes Magos ¿y le han dejado algún regalo a Pascualita? Pues no ¿Y por qué? Elemental mi querido Watson Porque no había dejado su zapato junto al balcón ¿Y por qué? (repito nuevamente) Pues... ¿porque no tiene pies?... ¡Bingo! (me respondo a mi misma)

A las cinco de la madrugada ya no podía estar más en la cama y me he levantado, nerviosa, para ir a ver si los Reyes se habían acordado de mi... ¡Y ahí estaba, pegadito a mi zapato, un hermoso paquete con mi nombre! ¡Ostraaaaas! ¡A ver , a ver!... Eran unas deportiva ¡con lucecitas de colores en la suela! ¡¡¡La ilusión de mi vida desde que las vi en el escaparate de la tienda de los chinos del señor Li!!!

La vocecita antígua de la Retatara llegó a mis oídos con un deje entre desilusión y rabia: - ¿Y a nosotras que nos den morcilla? - Me encogí de hombros y dije: - A mi que me registren.- También la Cotilla mostró su enfado. - Estas dos son fantasmas pero YO ESTOY VIVA... apresada entre dos años, por eso no coloqué el zapato junto al tuyo, boba de Coria... - ¡Aaah, se siente! - Vaya si lo siento ¡Quiero salir de aquíiiii! Me estoy perdiendo un montón de oportunidades.

Harta de escuchar quejas, metí a Pascualita en el termo de los chinos y salimos camino de la playa. Había decidido ofrecerle un regalo a la sirena. Era la única que tenía una buena excusa por no haber dejado sus zapatos junto al balcón.

Las gaviotas volaban en derredor nuestro lanzando gritos estridentes. Llene unas garrafas de agua de mar y volvimos a casa antes de que las dichosas ratas aladas me arrebataran a Pascualita que se había asomado al borde del termo para ver y oler el mar.

Al llegar a casa calenté un poco el agua, llené la bañera. En seguida captó que aquello era para ella y haciendo un tirabuzón con doble salto mortal, se zambulló limpiamente en su pequeño océano. Había que ver cómo disfrutaba la media sardina.

Sobre mi cabeza se oyeron aplausos. Miré y allí estaban la Retatara, la kika y la Cotilla. Como una flecha, cogí a Pascualita escondiéndola entre mi ropa. Buena la haríamos si se enterara que tenemos ¡una sirena! Vendería la exclusiva y viviría como una marquesa.

Pascualita se enfadó mucho viendo interrumpido su entretenimiento y decidió morder. Saltó hacia afuera, enganchándose a las faldas tobilleras de la Cotilla. La otra chilló al ver un ser tan repelente atacándola y antes de darse cuenta, tenía clavados los dientes en su canijo tobillo... que dejó de ser canijo al momento gracias al veneno que estilaba la dentadura de tiburón.

Casi una botella de chinchón después, la Cotilla dormía la mona junto a la televisión, donde daban información de los sinvergüenzas a los que ella veneraba: - ¡¡¡TODOS A LA CARCEL!!!

jueves, 5 de enero de 2017

Noche de Reyes.

¡Vienen los Reyes y yo con éstos pelos! No me ha quedado más remedio que ir a la peluquería a pesar de no haber pedido hora. La espera se me ha echo eterna pero ha valido la pena. Por lo menos eso ha dicho la peluquera: - ¡Que guapa estás y que falta te hacía un cambio! - Y si ella lo dice... Al salir a la calle, una fuerte racha de viento ha dado al traste con el peinado y los treinta euros que me ha costado.

Esta noche tengo que aprovechar para encontrar al futuro padre del biznieto de la abuela. ¡Vienen tres reyes, más los numerosos pajes de cada uno de ellos. Músicos, bailarines, comparsas, chóferes de las carrozas, policías con traje de gala ¡como me ponen los uniformes! etc. etc. etc... Si hoy no lo consigo, no lo haré nunca y me quedaré sin la Torre del Paseo Marítimo.

No sabía qué ponerme y me lo he probado todo. - ¿Se puede saber dónde vas con tantos nervios? (preguntó la Cotilla desde la frontera entre los dos años) - ¿No recuerda qué día es hoy? Noche de Reyes. - ¡No me lo recuerdes!... pero hazme un favor: aligera tú por mi,las carteras de los espectadores de la Cabalgata. - ¿Yoooooooooooooooooo? - ¿Cómo voy a llegar a fin de mes si no puedo trabajar?

El concierto de pitos bajo el balcón me anunció la llegada de la abuela. - "Vamos, te llevo a ver los Reyes. Que te conste que les he pedido un biznieto para éste año y tienes que echarles una manita, guapa, que tengo que dártelo todo mascado, jodía"

La Retatara y la kika se colaron en el rolls royce y lo inspeccionaron de arriba abajo. Parecieron complacidas con lo que vieron y decidieron quedarse a vivir en él... de momento. - No podremos meternos con éste coche por Palma. No podremos aparcar. - "Que te crees tú eso" - No quiero hacer el ridículo. Me voy andando.

Apretujada como una sardina en lata, intenté acercarme a la primera fila de gente, desde muchos puntos del desfile pero me fui imposible. Feroces mamás y peligrosas abuelas, me lanzaron miradas asesinas que no auguraban nada bueno si intentaba colarme.

Ya desesperaba cuando escuché un conocido claxon ¡el rolls royce de la abuela iba abriendo la cabalgata. Tras el iba la policía montada con sus cascos coronados por penachos de crines blancas. ¡Y esas casacas rojas y pantalones ajustados!... ¡Y me lo estaba perdiendo por tiquismiquis! Tendría que haber echo caso a la abuela e ir con ella en el coche!

Volví a casa con los pies hinchados, tiritando de frío y más cabreada que un mono. Allí me esperaba una sorpresa. En la salita estaban la abuela junto a un guardia en traje de gala, charlando por los codos y riendo de cualquier tontería ¡Ligando! La botella de chinchón había descendido drásticamente. Y Pascualita, colocada en plan broche sobre el pecho cuajado de lentejuelas de la abuela, me miraba con sus ojos de pez, bizcos a causa del alcohol, mientras hacía la señal de OK.




miércoles, 4 de enero de 2017

Me persiguen.

Salí a la calle a ver las luces navideñas, visitar los mercadillos de regalos y a que me diera el aire porque en casa es irrespirable a causa de la mal sensación de sentirme espiada día y noche. De modo que metí a Pascualita en el termo de los chinos y partimos hacia la Plaza Mayor.

Le iba contando a la sirena las cosas que me llamaban la atención y lo hacía poniéndome una mano en la oreja como si llevara un auricular. Es que todavía me da vergüenza que me vean hablando sola por la calle, como si estuviera majareta. - ¿Qué te parece éste olorcito? Son gofres...  ¿quiéres uno? Ahora no, más tarde... Que bonitos están los árboles llenos de luces... ¡Mira, ahí está la fuente donde jugaba de pequeña jejejeje ¡Ahora verás! (metí la mano en el agua, que era dulce y la eché en el termo de los chinos)

Pascualita empezó a toser y agitarse en tan reducido espacio. Solo entonces me di cuenta de lo que había hecho. ¡La sirena se ahogaba! Me aparté rápidamente hacia un lugar oscuro para vaciar el termo... pero no llevaba el guante de acero y ella estaba fuera de sí. La agarré por los pelo-algas y evité sus terribles dientecitos de tiburón... pero no el chorrito de agua envenenada que me tiró la muy jodía y me dio de lleno en un ojo.

Muerta de dolor grité, salté, corrí e hice un zapateado que fue recompensado por una gran ovación por parte de la gente que había echo un corro a mi al rededor. Inmediatamente, la gran mayoría dejó algunas monedas en el suelo. cuando la gente se fue me di cuenta de que había reunido un apetecible  capitalito

Cuando más dolor sentí levanté la cabeza para seguir gritando y vi que no estaba sola. En lo alto de una farola cercana, estaban la Retatara, la Cotilla y Pascualita, flotando junto a la farola. ¡La familia en pleno me había seguido... Y lo que era peor ¡¿Habrían visto a Pascualita?

Sonó el móvil, era la abuela. - "Te espero en el Auditorio a las diez de la noche. Andresito y yo, cantamos" - ¡Pero si no sabéis! - "¿Quién eres tú para opinar sin habernos oído?" - En eso tienes razón. Vaaaaale, vengo. - Mi familia fantasmal nos siguió. 

Al salir del teatro tenía la certeza de que caería una tromba de agua de las que hacen época. Como así pasó. Definitivamente los abuelitos cantan como el culo. Media hora más tarde, Palma estaba inundada como una Venecia cualquiera.

Al llegar a casa Pascualita estaba en las últimas. Llené un dedal de chinchón y se lo bebió de un trago mientras yo iba a por la garrafa de agua de mar.



martes, 3 de enero de 2017

Pascualita no puede estar en casa.

No duermo tranquila pensando que soy espiada en mi propia casa. Y lo peor es que no se lo puedo contar a nadie porque no me creerían. Hablar de que una vieja vecina, una retatarabuela antiquísima y una kika del mismo tiempo. y que, además son invisibles y pasean a su anchas por aquí, me hablan, se ríen en mi cara..., podría suponer el tener que llevar, de por vida, una camisa de fuerza.

Estoy sufriendo la metamorfosis de toda la vida cuando llegan éstas fechas. Me convierto en una niña, loca porque lleguen los Reyes Magos y me traigan lo que pida. Este acontecimiento me tiene en ascuas. Mis nervios están tan tensos que, incluso Robin Hood daría su aprobación.

Y tenía un gran problema porque no podía acercarme al acuario de Pascualita. Desde su posición entre dos años, la Cotilla lo veía todo y yo no sabía qué hacer para que no se muriera de hambre. Esta mañana, al pasar junto al acuario, me tiró chorritos de agua envenenada. Después enseñó la dentadura y adiviné que quería decirme: ¡Tengo hambre!

Mirase dónde mirase, siempre tenía tres pares de ojos fijos en mi. Por eso me la jugué. Le pedí a la Retatara que distrajera a la abuela porque tenía algo importante que hacer y no había manera de quitármela de encima.

Poco después las tres fantasmas estaban reunídas en cónclave y distraídas con una discusión. Aproveché la ocasión y di de comer a Pascualita que, a punto estuvo de comerme una mano. Menos mal que fui más rápida y todo quedó en un chasquido al sonar sus dientes entre sí.

La sirena no puede seguir en casa porque puede ser descubierta en el momento menos pensado. De modo que hablé con ella. - Ya puedes venir a llevarte a quien tú sabes. - "Imposible! Me pillas en pleno ajetreo preparando las carrozas que acompañarán a los Reyes" - ¡Conmigo no puede estar!
- "¡Conmigo tampoco!" - ¡¡¡PUES, A VER QUÉ HACEMOS!!!









lunes, 2 de enero de 2017

Invaden mi cama.

Me desperté soñando que me echaban de mi cama. Me empujaban suavemente hasta que, a punto de caerme de cabeza, me desperté. - ¡Caray, que sueño! Parecía tan real - Me coloqué más en el centro y volvieron a empujarme. De repente tuve miedo. ¿Acaso no estaba sola?... Pregunté: - ¿Hola...? ¿Hay alguien... aquí...? ¡Ayyyyyyyy! No me contestéis... que me da algo....

El silencio absoluto me rodeó poniéndome la piel de gallina y pensé en Pascualita. Si la tuviera conmigo me defendería... ¿o no? Finalmente me armé de valor y encendí la lamparita de la mesilla de noche. Y, en la profundida de la noche, se escuchó un grito desgarrador, puro terror liberado de sus ataduras, un aullido primario que saliendo por las rendijas, corrió de fachada en fachada, estremeciendo a sus moradores que, sobrecogidos, encendieron las luces de todas las ventanas del barrio.

La Retatara y la kika que flotaban junto al techo de mi habitación, dieron un respingo, asustadas por mi grito. - ¡¿Qué te pasa?! (preguntó, azorada, mi antepasada) - Me he asustado al veros ahí arriba. - Pero si siempre estamos por las alturas... - Ya, es que he tenido una pesadilla... alguien quería tirarme de la cama. - Eramos nosotras. Nos gusta tu cama porque es blandita, no como la que yo tenía en vida. El relleno era paja y a veces, se nos clavaba.

Mientras hablaba con la Retatara llamaron a la puerta. Los vecinos estaban arremolinados en el rellano de la escalera: - ¡¡¡Ya está bien de gritos a éstas horas!!! ¡¡¡Queremos dormir!!!  ¡¡¡Vete al campo con los cerdos!!! etc. etc. etc. . Vamos, que tenía al vecindario contento. Lo último que escuché al cerrar la puerta fue: - ¡¡¡Vamos a llamar a los municipales!!! - Pobre Bedulio, pensé.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! - ¡La que faltaba para el duro!... ¿Dónde está, Cotilla? - Donde te dije ayer: entre dos años. - ¿Y qué hace en mi casa? - ¿Dónde quiéres que vaya? - A la suya, por ejemplo. - Aquí es más entretenido y tu colchón más blandito que el mío. - ¿También ha querido echarme de la cama? - Les he dado yo la idea jejejejejeje ¡Que poco ha faltado para que te dieras un batacazo!

Que mala suerte la mía. Ahora, en lugar de fantasmas ficticios, tengo tres verdaderos. -  ¿Qué intimidad puedo tener así? (protesté) - Ninguna (contestó con desparpajo, la Cotilla) - ¿Cómo voy a traer un ligue a casa? - Hazlo y no te arrepentiras. Te daremos consejos, en vivo y en directo, mientras estéis en faena, para que salgas triunfante del lance, cortando orejas y rabo - ¡¡¡Solo me faltaría esto!!! Que me dijérais lo que tengo que hacer... ¡como si no lo supiera! - Si lo supieras tendrías varios biznietos correteando por aquí ¡y ni tienes ninguno, ni se le espera, boba de Coria!

¡Como duelen las verdades!


















domingo, 1 de enero de 2017

La Cotilla se queda enmedio.

Los abuelitos llegaron a casa cuando me acababa de dormir. O sea, bastante tarde... o temprano, según se mire. Tenían un aspecto desolador: parecían cansados pero se lo habían pasado en grande en la fiesta de El Funeral. - "Háznos un chocolate, nena, que traemos ensaimadas recién hechas ¡Mira como huelen!" - Aunque mi primera reacción fue de enfado, aquel olorcillo me convenció en seguida de que lo mejor que podía hacer era desayunar con mi familia.

Mientras comíamos contaban entre risas, anécdotas de la fiesta. - "¡A Pablo Pérez, de tanto beber, se le ha olvidado que lleva una bolsita para el pipí, pegada a la pierna y se le ha desbordado varias veces jajajajajaja!" - ¿Has visto cómo ligaba MM? Se cree Marilín Monroe, la tía y es más fea que Picio, pero como se llama María Mezquida lo abreviamos. Está bien provista de tetamen aunque es pura gelatina y cuando salta todo le tiembla, sube y baja. Es un desparrame. Y hoy, entre que es Noche Vieja y que hemos colocado la foto de su marido en la pared de los Finados, no había quien la parara jajajajajaja Todos hemos recibidos tetazos de MM jajajajaja - "A su marido le habría gustado verla jajajajaja"

Así siguieron hasta que la abuela pareció recordar algo. - "¿Has visto a la Cotilla ésta noche?" - Cuando vino a pegar la gorra para la cena, después se marchó antes de las doce. - "¿Sin tomar las uvas? Que raro"

El tema quedó arrinconado porque no daba más de sí y seguimos contando y riendo con las cosas de los abuelitos hasta que oímos la voz de la vecina. Pero no su saludo habitual. - "¿Estás aquí, Cotilla?" - ¿No me véis? - "No... si quiéres jugar al escondite, ahora, conmigo no cuentes" - ¿Y mi ensaimada? - "¿Ves alguna por aquí?"

La Cotilla se enfadó mucho y me puso de vuelta y media. Al final me cansé de tanta tontería y le grité - ¡Hemos cambiado de año pero usted sigue igual de burra! ¡Largo de mi casa! Nos vamos a dormir!
 - ¡No me dejéis! He quedado atrapada entre dos años. - Se le ha subido el chinchón a la cabeza. - No, no. No me ha dado tiempo a beber... Al dar las doce campanadas me he atragantado en la sexta y he he quedado atrapada entre dos años: estaba saliendo del 2016 pero no he llegado a entrar en el 2017.

- ¿Lo dice en serio? ¡Es la mejor noticia que podía darme! Está fuera del tiempo ¡y de mi casa! ¡¡¡YUJUUUUUUUUUUUUU!!! - "¡Ostras, Cotilla! Se me ocurre una idea: montaré un gabinete de medium y tú harás de alma en pena" - ¡Hecho! (dijo la vecina) Vamos al cincuenta por ciento. - "¡Ni hablar! El local y los clientes los pondré yo Así que yo me quedo el ochenta por ciento y el resto para ti" - ¡No es justo!... - Cuando me fui a la cama, seguían discutiendo... ¡¡¡FELIZ AÑO 2017!!!