sábado, 3 de diciembre de 2016

Las luces de Navidad.

La abuela se ha bajado el rolls royce de forma e-s-p-e-c-t-a-c-u-l-a-r.   En cuanto ha empezado el concierto de pitos bajo mi balcón, me he asomado. Geooorge, con toda su flema británica, ha doblado el espinazo al abrirle la puerta del coche, con la gorra de plato en la mano. Una larga pierna enfundada en unas botas pirata, de charol verde loro y unos tacones de infarto, ha salido lentamente hasta tocar el suelo. La gente se ha parado a mirar. A la bota le ha seguido una minifalda dorada. A continuación un chaquetón de pelo de mono sintético, morado. Después la abuela ha sacado la cabeza, cubierta con una boina ladeada con mucha coquetería y con su garbo habitual, ha dirigido sus pasos hacia mi casa.

Flotando a mi lado, la retatarabuela, no se perdía detalle alguno. A pesar de las cosas que habrá visto en su ya larga estancia en el Eternidad, abría unos ojos como platos y en cuanto entró la abuela flotó hacia ella, examinándola de arriba abajo, luego se acercó a mi y repitió la operación. Abrió la boca y una tenue vocecilla llegó hasta nosotras.  - ¿Eres más vieja que tu abuela, nena? - Fue toda una experiencia escuchar una voz venida de siglos atrás.

Impactada como éstaba, logré decir - No, retatarabuela. - Quiero vestir como ella (y señaló a la abuela que se hinchó como un pavo de orgullosa que estaba) - "¿Te das cuenta, boba de Coria? ¿Cómo vas a encontrar novio con lo mal que te vistes?"

- "Me voy a llevar a Pascualita a que vea el encendido de las luces de Navidad" - Se te puede perder entre la gente... - "¿Por qué te pones siempre en lo peor? Por ti aún estaríamos en la Edad de Piedra"

Metió a la sirena en el termo de los chinos, se lo colgó al cuello y se fue dando un portazo. La kika no quiso ser menos y atravesando la pared, se posó en su hombro. Miré a la retatarabuela que estaba tan pancha - ¿No te da miedo que se pierda? - La quiero mucho pero llega a ser asfixiante tenerla durante siglos pegada a mis faldas.

Volvieron antes de lo previsto con la Cotilla. - "Cotilla ¿a quién se le ocurre llevarse el botón de encender las luces de Navidad?" - ¡Para venderlo! ¿Has visto la cara del alcalde? jajajajajaja - "¡No le veo la gracia! Y encima faltaban un montón de bombillas" - Las vendo baratas y me las quitan de las manos... ¡Es que tengo que comprar turrón! - No la riñas, abuela. Para una vez que tendrá un detalle con nosotras. - ¿Lo dices por el turrón? ¡Es para vender, boba de Coria!

El corazón me dio un vuelco al ver abierto el termo de los chinos  - ¡¿Dónde está?! (mi voz sonó histérica) - La abuela de apartó de un empujón para decirme al oído - "Las he dejado rompiendo bombillas ¡Estaban encantadas!" - La Cotilla se acercó, curiosa: - ¡Secretos en reunión, falta de educación! ¿A qué sé de quién habláis? ¡de Pascual! - "Que ojo clínico tienes, Cotilla"

La abuela ha salido en busca de la kika y Pascualita después de decirme que había que darles un margen de confianza. He sacado la botella de chinchón para brindar con ellas cuando vuelvan... si es que vuelven ¡Que mal lo estoy pasando!

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