martes, 8 de noviembre de 2016

Recetas de la abuela.

He pasado media noche sin dormir a causa de los ataques de tos que me daban. Y la otra mitad bajo una "tienda de campaña" que me obligó a hacer la abuela con el palo de la escoba y una manta encima. Allí estuvimos una olla con agua hirviendo con hojas de eucalípto y yo. Por poco me da un síncope.

La próxima vez que me ponga mala no seré yo quién llame a la abuela pidiendo auxilio. Lo peor fue que mandó a la Cotilla a vigilar si cumplía todas sus recomendaciones. Discutimos lo de meterme en esa especie de sauna casera. No quería dar mi brazo a torcer porque ya soy mayorcita como para aceptar recetas de la abuela. Cuando la vecina acabó la paciencia llamó a su amiga y se chivó - "¡Pásamela!" (ordenó) "¡Entra en la tienda enseguida o la Torre del Paseo Marítimo será para la Cotilla" - Sabe bien de que pie cojeo.

Así que tuve que claudicar y hacer cuántas recetas de viejas se le ocurrieron a la abuela. Estoy segura de que se lo estaba pasando en grande la jodía.

Estaba medio asfixiada cuando escuché la voz de la abuela - "¿Sigue ahí abajo?" - Lleva un buen rato... ¿Y si le ha dado un pasmo? - "¡Que va. Bicho raro nunca muere. ¿Jugamos una partidita a las cartas?"

Ya estaba harta del olor a eucalipto, del calor, del humo del vaho y loca por salir de allí pero... ¿sería demasiado pronto, según la abuela? ... Ante la duda, esperé hasta que el sonido de las copas, el chinchón cayendo en ellas y finalmente, el chasquido de placer de las dos amigas después del trago, pudieron más que mis ganas de agradar a la abuela y asegurarme la Torre del Paseo Marítimo para mi.

Cuando me vieron, congestionada, sudorosa, con las piernas flojas... me ofrecieron un chinchón. - ¡Jesús, parece una aparición del Inframundo! (dijo la Cotilla) - "Tal vez lo sea. En esta casa pasan cosas muy raras" - ¿Cómo qué? - "Por ejemplo, lo deprisa que se gasta el papel higiénico. No sé lo que hace con él esta nieta mía pero un paquete de seis rollos no le dura una semana" - ¡Que me dices! - "Estoy por escribir a quién los fabrica para que le den un premio como la mejor clienta de la casa"

Fui a por Pascualita. Sentía que no tenía musculatura. Los vahos la habían fundido. Y los huesos también. - Me he vuelto de gelatina. (le conté a la sirena) ¡No puedo tenerme en pie! ¡Oh, dios mío, saldré en las revistas de Ciencia como un fenómeno paranormal a estudiar en profundidad! Y no podré correr porque no tengo huesos. ¡Me siento un moco!

- "¿A qué vienen esos gritos, boba de Coria?" - Me he convertido en una ameba gracias a ti y tus inventos del tebeo. Me he fundido. A partir de ahora solo podré vivir en el agua. Allí flotaré y tendré mi dignidad intacta porque no me arrastrare como una lombríz. - "Tu has visto muchas películas" - Me voy con Pascualita a su hábitat. Viviremos en el fondo del mar y seremos felices ¡No tendré que caminar! - "¡Por encima de mi cadaver!" (gritó la abuela y me sentí orgullosa de ella ¡Me quería!) "Te vas tú sola y a ver lo que duras bajo el mar. Te doy un minuto y medio. Y Pascualita se queda aquí"


  

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