sábado, 12 de noviembre de 2016

Envidia cochina.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaa! ¿Está tu abuela? - Pues no. - ¡Lástima! porque tengo muchas ganas de ver la envidia pintada en su cara. - ¿La cara de quién? ¿De la abuela? Pero si es riquísima. No envidia a nadie - Cuando sepa lo que yo tengo se pondrá verde de envidia jajajajajaja. - ¿Qué es lo que tiene? - Una crema reparadora y milagrosa ¡Fíjate en mi cara! ¿A qué me ves más joven? - Ahora que lo dice... la veo medio segundo más joven que cuando ha entrado jajajaja - Eres el sumun de la tontería ¡Que cruz tiene tu abuela contigo!

Más tarde se presentó la abuela junto con el concierto de pitos anunciando que, otra vez, Geoooorge había aparcado el rolls royce en la parada del bus . - ¿Cuándo aprenderá el ingles a aparcar bien? - "Ya sabe" - Ya lo oigo, ya. - "¿Qué culpa tiene él de que haya una parada de bus donde le digo que aparque? Ese problema no es nuestro sino del Ayuntamiento ¡Que la pongan en otro sitio! Ah, llévale un vaso de agua a Geoooorge" - ¿Por qué tengo que hacerle de criada? ¡Que suba él! - "¿Y que se lleve la grúa el coche? ¡Baja te he dicho!"

La abuela me ha tomado por el pito del sereno. Al entrar de nuevo en casa, las escuché discutir. - ¡Te digo que me está regenerando las células! ¡Es mano de santo! - "Te veo igual de arrugada que ayer." - ¡Tienes envidia cochina! - "¿Yooooooooooooooo? ¿Me has mirado bien? Estoy más potable que cuando teníamos veinte años" - Dí lo que quieras pero, mientras tú seguirás llenándote de arrugas, mi piel se volverá tersa de narices. - "¿De dónde has sacado la crema?" - Del contenedor de basura de un barrio rico. - "O sea, de mi barrio... Pues ya me lo estás dando si no quieres que te denuncie por allanamiento de barrio" - ¿Y por qué va a ser el tuyo? - "Porque somos los vecinos más ricos de Mallorca entera" - ¡No pienso dártelo! (gritó la vecina, alarmada) - "¿Lo llevas en el bolso? ¡¡¡Sí. Lo llevas en el bolso!!! ¡Lo veo en tu cara jajajajajajaja!"

 Las dos viejas, cercanas ya a los cien años, echaron a correr hacia el comedor donde la Cotilla había dejado el bolso. La abuela llegó antes. Lo cogió, lo abrió y sacó un botecito de crema, gritando como una loca: - ¡¡¡YA ES MIO!!!"

A punto estuve de llamar a los municipales, luego pensé que Bedulio aún no estará recuperado del todo de su última visita a casa y lo dejé correr. - La abuela consiguió embadurnarse la cara con aquel potingue sin hacer caso a la pataleta de la Cotilla.

El producto solo tardó cinco minutos para hacer efecto. A ojos vista el cutis de la abuela se estiraba. Poco después estaba tan liso como el culito de un bebé. El llanto de la Cotilla era penoso de oír. De repente se oyeron los lamentos de la abuela cuando la cara se le llenó de bultos - "¡En mala hora me he puesto este potingue! - ¡¡¡Tráe agua, boba de Coria!!!" - Esta mujer solo sabe mandar.

La abuela salió de casa cual Sherezade, envuelta en velos para tapar el desastre de cara que se le ha quedado ¡Parece un monstruo! - "¡Maldita seas, Cotilla! ¡Me has engañado como a un chino!"- ¡Ajo y agua, envidiosa! - "Te repudio, traidora" - Vale, pero antes de irme me tomaré un buchito (o dos) de chinchón, a la salud de... tus bultos faciales jajajajajaja ¡Salud!




No hay comentarios:

Publicar un comentario