viernes, 11 de noviembre de 2016

El Pelucón.

Dada la cantidad de noticias sobre el nuevo Presidente del Mundo que salen en televisión, me ha dado tiempo de analizar la cara de éste hombre, sus mohínes, aspavientos, exabruptos, modales, su color de piel tan excesivamente expuesta a los rayos uva que lo tienen a medio camino entre el guiri-quemado-en playas-mediterráneas y el indio Caballo Loco.

He llegado a la conclusión de que no es humano. No se puede ser tan borrico como parece. Así que he desviado mi atención del color de su piel a su Pelucón. ¿Cómo puede tener alguien tan rico como él semejante pelo? Ese Pelucón tiene vida propia. Él es Donald Trump. ¿Y por qué robarle el nombre al famoso Pato? ¿Por qué? ¿Necesitaba su personalidad?

Estaba teniendo una conversación, fluída y apasionante, con mis amigos Pascualita y Pepe contándoles mis teorías perfectamente razonadas. Ellos me miraban como el que oye llover y aunque es un poco deprimente que no te hagan caso, yo seguí exponiendo mi idea hasta que la puerta de la cocina se abrió de repente y por poco me da un infarto. - ¡¡¡ABUELA!!!

- "¿Qué demonios les estás contando a éstas dos almas cándidas?" - Estoy comentando mi teoría sobre... - "¡Ya he oído lo suficiente! Suerte has tenido que Andresito se ha quedado en el rolls royce porque, si te llega a oír menudo disgusto se hubiese llevado." - Pero... si estaba hablando de Donald... - "¡Calla de una vez, boba de Coria!"

Pascualita, sentada en el frutero, giraba la cabeza de un lado a otro, dependiendo que quién estuviera hablando, sin quitarnos sus ojos saltones de encima. - Es que no entiendo... - "¡Nunca entiendes nada! Andresito está feliz porque han ganado los suyos y tus críticas malévolas no le gustarían" - Me sentí herida en mi amor propio y contesté con desdén: - Pues si no le gusta lo que digo, que levante un muro entre su casa y la mía ¡y no seré yo quién lo pague como les pasará a los mejicanos!

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaa! ¡menudos gritos dais! ¿Qué pasa? - "¡Esta extremista se ríe de Trump!" - ¿Y eso es malo? - "¡Malísimo!" - ¿Y tú defiendes a ese tío? - "¡Un respeto cuando hables de él!" - ¿Tu abuela ha bebido de buena mañana? - Creo que ha mirado fijamente el Pelucón en la tele y ha quedado himnotizada jajajajajaja - ¡Será eso!

En cuanto escuché el saludo de la Cotilla lancé a Pascualita y a Pepe a la estantería. La sirena debió quedar noqueada porque no se movió... Tendré que comprarle un casco a éste bicho porque mi puntería tiene que mejorar mucho.

Saqué el chinchón y copa va, copa viene, le fuimos sacando la verdad a la abuela. - "Pues, sí... ¡hip!... Donald jiijijijijiji... ahora no sé si hablo deeee el ... ¡hip!... pato o del Presi... dente. Tiene negocios... ¡hip! ... con mi maridiiiiiiiito jijijijijijiji ... ¡Nos vamos a fooooooorrar, pardillas!... Vosotras no jijijijijiji ... ¡hip! ... Andresito yo, si jijjijijijiji... ¡hip!

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