sábado, 8 de octubre de 2016

Buñuelos.

- "¡Aaaaaaaaaaaaaayyyyyyyyyyyyy que ilusión me hace que llegue el Día de las Vírgenes, ses Verges! Espero que mis pretendientes vengan a cantarme serenatas bajo el balcón" - Que cosas tienes, abuela jajajajajaja. - "¿Qué es lo que te hace gracia?" - Que lo dices con la ilusión de una quinceañera. - "¡Como debe ser!" - ¿Tienes muchos pretendientes? - "Más que tú. En El Funeral los tengo a pares y ya les he dicho que si quieren comer buñuelos y beber moscatel, primero tendrán que cantar. Andresito no está muy contento. Allá él. Yo sigo la tradición" - ¡Pero si no eres virgen! jajajajajaja - "¡Que sabrás tú, boba de Coria!"

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! He hecho buñuelos para vender, a ver si consigo llegar a fin de mes sin deudas. - ¿Nos ha traído algunos? - Te traigo los que quieras mientras me los pagues. ¿Crees que me regalan la materia prima?... bueno, el azúcar sí - ¡Tendrá cara, Cotilla! Le recuerdo que come gratis en mi casa todos los días. - Para que no comas sola. - ¡Solo me faltaba esto! ¡Prefiero comer sola que mal acompañada! - ¿Así me pagas el sacrificio que hago tragándome lo que cocinas? ¡Si hasta me ha salido una úlcera de estómago! - ¡¡¡Mentira cochina!!!

"Te voy a encargar unos cuantos kilos de buñuelos para El Funeral ¿Podrás hacerlos?" - ¡Claro! ¿Para el 21 de éste mes?... Llévate el montón que traigo para que vayáis haciendo boca ¡Verás que ricos me salen!

Mientras las dos viejas arreglaban en mundo yo birlé unos buñuelos para compartirlos con la sirena. Diez minutos después de comerlos sentí un dolor insoportable y me revolqué por el suelo, desesperada. Tampoco Pascualita se libró del martirio, visto el movimiento frenético de las algas del fondo del acuario donde se había refugiado.

- "¿Te parece que son horas de estar haciendo el payaso?" (dijo la abuela) - ¿Cómo vas a casarla si tiene el cerebro de un mosquito? ¡Que cruz tienes con tu nieta!

Una baba blanca y espesa, salía de mi boca - "¡Que cochina!" - Y se fue con el cargamento de buñuelos antes de que yo pudiera decir ésta boca es mía...

Por la noche, en la UCI del hospital escuché a unas enfermeras quejándose de la sobre carga de trabajo que les había llegado por Urgencias: Un montón de personas mayores, la mayoría borrachos como cubas, habían sido envenenados en la cafetería El Funeral. La policía dijo que la culpa era del azúcar. Era mata hormigas. - Sospechan de una vieja trapichera y limpiacepillos que fue la que trajo los buñuelos y quién se llevó los sobrantes... - Alucino por un tubo, hija (dijo una de ellas) Será el cansancio pero... un pequeño monstruo... se ha asomado en el bolso de ésta joven... - Vamos a tomarnos un café y si sigues diciendo tonterías, pásate por psiquiatría y te arrimas al doctor que está de toma pan y moja jajajajajajajaja



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