lunes, 5 de septiembre de 2016

Condesa de Montearriba y de Monteabajo.

- "¡Voy a ser tan rica que me saldrán los euros por las orejas!" - Con ésta frase y un ímpetu extraordinario, entró en casa la abuela cuando Pascualita y yo desayunábamos. - ¿A santo de qué? - "Son cosas que pasan" (me dio la impresión que, de repente, se había vuelto enigmática) - ¿Te ha tocado la Primitiva? ¿Las quinielas? ¿La lotería nacional? ¿Un tío más rico que Andresito te ha pedido que seas tu amante? ¡Abuela, cuéntamelo!

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaa! ¿Ya te estás metiendo con tu abuela? - ¡Soy inocente! (grité, harta de que siempre me dieran la culpa de todo y escondiendo a la sirena en mi escote para que no la descubriera la Cotilla.) Tiene un negocio entre manos que la enriquecerá más todavía y no quiere contarme de qué se trata. - Pues ya estás soltándolo todo porque a mi me interesa.  A ver si, por fin, puedo llegar a fin de mes sin pasar penurias.

Pero la abuela se hacía la remolona y no soltaba prenda. - ¡Ya sé lo que pasa! - ¡Jesús, que susto me has dado, boba de Coria! - ¡A Andresito lo han colocado de Secretario del ex ministro Soria en el Banco Mundial! - Oh, noooooo. ¿Por qué no me han escogido a mi? (lloriqueó la Cotilla) tengo mejores piernas que tu marido...

- "No se trata de eso... Es algo de mi juventud... Dicen que todo vuelve. Y es verdad... aaaaayyyy... Hacía taaaaantos años que no pensaba en él..." - ¿Quién es EL, abuela? - Los ojillos de la vecina brillaron, excitados: - ¿Era hermoso y rubio como la cerveza? - "Caliente" (dijo la abuela con un hilo de voz. Emocionada) - ¿El pecho tatuado con un corazón? - "¡Caliente!" - ¿El vino en un barco con nombre extranjero? - "¡¡¡CALIENTE!!!" - ¡Ya sé quién es! ¡¡¡RODOLFO!!!

Las dos viejas batieron palmas como si hubiesen ganado un apartamento en Torrevieja, Alicante. - Anda que no hace años que lo conocí y me lo quitaste (la voz de la Cotilla destilaba añoranza de otros tiempos) ¿Y qué tiene que ver Rodolfo con que te hagas más rica? - "Quiero hacer sitio en la biblioteca de Andresito para colocar la colección de bolas de nieve que tengo metida en cajas. Así que he elegido los libros más manoseados para dártelos, Cotilla. Pero antes los he revisado por si había billetes escondidos entre las hojas y ¡lo he encontrado! En uno de los libros y tan guapo como siempre, aparece vestido de Capitán General" - ¿Un amor de juventud? (pregunté para no pensar demasiado en los movimientos de Pascualita sobre mi pechera) - Sí. Fue el padre de tu madre. - ¡¿Rodolfo?! ... Mi primer abuelito no se llamaba Rodolfo... -  "Pues, no"

Me sentí traumatizada. Ahora resultaba que tenía ¡tres abuelitos! La Cotilla insistió: - ¿Qué tienen que ver Rodolfo y los euros? - En el libro dice que era Conde de Montearriba y de Monteabajo. ¡Y estaba forrado! Y si lo estuvo, lo estarán ahora sus descendientes y mi hija fue su primogénita... Y ahora mismo, voy a ir a pedir el título nobiliario que me corresponde" - A tí, no. A tu nieta - "¡¿Qué?! ¿A ESTO?"

No me enfadé porque iba a ser Condesa de Montearriba y de Monteabajo. Y estaría forrada de millones de euros. Emocionada, me golpeé el pecho como Tarzán: - ¡¡¡Seré millonaria y tendréaaaaaayyyyyyyyyy!!! El mordisco de la sirena no se hizo esperar después de dejarla casi KO. Ahora seré la Condesa más pechugona de la Corte... ¡Aaaayyyyyyyyyyy, que dolor! Un chinchón, por favor.

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