domingo, 31 de julio de 2016

Una joya de la Naturaleza.

- Abuela, compra otro bicho, por favor, que estás acabando con mis nervios. - "¿Por preguntar si ya han nacido los biznietos?" - Por hacerlo cada cuarto de hora. Que pareces un reloj suizo. - "Hasta que no esté bien segura no pienso meter a un tercero en discordia" - ¿Qué tercero? ¿Qué discordia? Aquí solo está Pascualita. Te recuerdo que lo único que hemos encontrado del caballito de mar, es la punta de su cola agarrada, febrilmente, a un alga. El pobre no tuvo oportunidad de escapar.

- "Que envidia me da la sirena" - ¿Por estar a pan y agua sexualmente? - "No. Porque cuando alguien no le sirve, se lo come. ¿Te das cuenta? en la Naturaleza no entra la palabra Desperdicio. No hay. Solo los que hace el Hombre. Lo demás se come... (sonrió enseñándome el colmillo) Que poco me ibas a durar tu" - ¡Abuela, que soy tu nieta! - "Por eso"

A veces se me erizan los pelos del cogote cuando la tengo cerca y me mira fijamente. Entonces me digo que, realmente, se cargó a su primer marido con ayuda de la Cotilla...Si tuviera dinero contrataría un detective privado para que las investigara y seguro que encontraría más de un cadáver bajo su alfombra. Y yo me haría rica vendiendo su macabra historia... Si yo me atreviera...

Sonó su móvil. Era Andresito. - "Viene a ver al caballito de mar ¿crees que el señor Li tendrá alguno?" - Su tienda es un bazar no una pescadería. - "No hables tanto ¡y corre! Mientras yo le llamaré." - ¿Por qué no le dices la verdad al abuelito? - "No eres más tonta porque no te entrenas"

El señor Li me esperaba en la puerta de su tienda con un paquete en las manos. - Toma, pala tu abuela ¡¡¡Cole, cole!!! - Llegué a casa sin aliento. No estoy para estos trotes, jopé.

La abuela abrió el paquete y echó el contenido al acuario. Acto seguido llegó el rolls royce seguido de un concierto de pitos y anatemas. - ¿El abuelito también deja que Geooorge aparque dónde le sale de las narices? - "Naturalmente. Es el dueño del coche y el que paga los impuestos" - La ilusión por contemplar a uno de sus animales favoritos le salía por los ojos. Yo también tenía curiosidad por saber qué había en el acuario.

Entre las luces psicodélicas vi subir una figura extraña. - ¡Cómo ha engordado y crecido en un día! (exclamó el abuelito) - "Me dijo el vendedor que procedía de Madagascar. Tal vez esto tenga algo que ver" - ¿Habéis oído?... ¡Ha relinchado!

- ¡Esto es una joya de la Naturaleza! (gritó el abuelito) Sabía que la flora y fauna de Madagascar es única pero esto... ¡es maravilloso! La evolución de unos seres acuáticos camino de convertirse en terrestres. ¡Voy a llamar a la prensa, a la televisión, a la radio...! - ¡Ni hablar! (me opuse) Tal vez sea el último especímen. Hay que protegerlo a toda costa.

Cuando se fueron, el abuelito se había convertido en el más fervoroso protector de lo que fuera que subía y baja, dentro del acuario. Pascualita se acercó a examinar al visitante. Le mordió pero no hizo mella en él porque era un caballo de juguete al que, una vez cortadas las patas de atrás, le habían puesto un saquito terminado en un caracolillo. Al caballo se le daba cuerda y relinchaba. Supongo que el señor Li lo hizo para comprobar que el juguete funcionaba. Nunca pensó que lo estaba convirtiendo en una "joya de la Naturaleza"

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