viernes, 20 de mayo de 2016

¿Se choca o no se choca?

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaa!  Menudo chasco me he llevado. Siempre he pensado que a la bandera catalana le ponían la estrella cuando llegaba Navidad. Y no es así... ¿Qué comes?

La Cotilla ha entrado en casa sin parar de hablar como si yo la estuviera escuchando, que no era el caso. Y ha pasado, directamente, a la cocina cuando me estaba preparando un pamb oli con queso mahonés.

Sobre el frutero estaba Pascualita que, al ver a la vecina, se dejó caer en la bolsa de patatas que había en la silla. - Dáme la mitad que vengo hambrienta y derrengada. Y un chinchón que tengo la boca seca de discutir sobre la estrella con Juan Perejil. - ¿Su novio? - Mi proveedor de perejil y otras hierbas. - Ooooh, que mal me suena eso. - ¿El perejil? Es una planta verde, olorosa y muy común en las cocinas españolas... - ¡Eso ya lo sé! Me refiero a otras "hierbas" - ¿Te suena mal albahaca (preciosa palabra) orégano, hierbaluisa, menta, tomillo... - No se haga la loca conmigo, Cotilla.

- ¿De qué estrella discutía con su "proveedor"? - De la del Portal de Belén y resulta que no... Oye, no irás a comértelo todo tu sola ¿verdad? - Naturalmente. Es mío- ¡Egoísta! vas a engordar como una cerda. - Intenté reproducir el sonido del cerdo para mofarme de ella y me atraganté. Estuve tosiendo y llorando media hora. La Cotilla no perdió el tiempo, me quitó el plato y no dejó ni las migas, la jodía. Después siguió con sus razonamientos porque es pesada hasta decir basta.

- Pues más de una vez he puesto una bandera de esas en la pared sirviendo de fondo al belén. - Es independentista... - ¿De verdad? Pues no iba yo desencaminada. - Más perdida que un pulpo en un solar. - ¿No querían los judios independizarse de los romanos en los tiempos aquellos? A ver si la Estrella de Belén quería decir lo mismo que ésta... - ¡Deje ya el chinchón, Cotilla, que se le va la olla!

Llegó la abuela. - "Arréglate un poco que abajo te espera un motorista. Te llevará a las afueras de Palma y una vez allí deja correr tu imaginación" - ¿Para qué? - "¡Señor, que cruz me has mandado!" - No harás carrera de ella, por mucho que te empeñes ¿No ves que de donde no hay, no se puede sacar? - ¿Por qué habláis en clave? - "¡Corre que se cansará de esperar!"

Al salir, camino del ascensor, las oí comentar: - ¿Confías en que hoy habrá biznieto? - "Dios te oiga pero... no las tengo todas conmigo" - Media hora después ya estaba de regreso en casa. Las dos amigas, sentadas en la salita, degustaban un chinchón on the rocks. Pascualita, escondida entre los pliegues de la falda de la abuela, recibía, de cuando en cuando, su ración.

Las dos saltaron de sofá. - ¡Esto es lo que se llama un polvo exprés! (soltó, admirada la Cotilla) - "¿Qué ha pasado?" - Nada, porque tu motorista está ingresado en el hospital. Se ha metido por la calle Velázquez y, como es tradicional en mí, al llegar al cruce he saltado de la moto, la he desestabilizado y se ha empotrado contra un coche que venía. Lo he visto todo desde la acera y he podido aclarar lo que ha ocurrido a la policía... ¿No se lo habías advertido al pobre? Pues, encima, tendrá que pagar una multa.

- "¡Es que no se puedes ser más tonta! ¿Te parece normal saltar de la moto cuando pasas por ese sitio?" - Allí siempre se choca... - "¡¡¡Porque saltas de la moto, animal de bellota!!!" - Pero ¿se choca o no se choca? -"¡¡¡Quítate de mi vista o no respondo!!!" - Fui a replicar pero entonces un chorrito de chinchón envenenado me dio en un ojo ¡Maldito bicho!


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