lunes, 30 de mayo de 2016

Magdalena.

La abuela ha llegado temprano a casa, a las seis de la mañana y desde entonces lleva abriendo y cerrando cajones en su antigua habitación. Por supuesto ya no he podido dormir porque, encima, viene cada dos por tres a preguntarme cosas: - "¿Crees que esto le vendrá bien a la Cotilla?" - Y me enseña una blusa, o una falda, un vestido. - Lo venderá al mejor postor. - "Tienes razón. Lo venderé yo a una de esas tiendas chic de segunda mano y me sacaré unos euritos" - A ella le hacen más falta que a ti. - "¡¿Que sabrás tu?! ¿No has escuchado a la Baronesa Thyssen diciendo lo cansado que es ser rica?" - Esta debe darle, más que nosotras, al chinchón. - "No te digo que no pero tiene razón en lo que dice. No sabes lo que es ir a la joyería y tener que usar la Visa oro para pagar porque no llevas suelto" - Cógelo antes de salir de tu casa. - "¿Quieres que lleve encima 6.000 o 12.000 euros? boba de Coria. En cambio tú, cojes tu carterita, metes unos eurillos en monedas, algunos billetitos de 5 o 10 euros y te vas a la calle sin miedo a que te roben. Es muy extresante la vida del rico"

Me tapé la cabeza con la sábana para ver si así me dejaba en paz. Cuando se pone en plan víctima no hay quien la aguante. Siguió viniendo a preguntarme cosas - "¿Tienes una maleta para llevarme todo esto?" - Coge bolsas de basura grandes... - "¡Estás tonta! Tengo un estatus que no me permite ir con una bolsa de basura en las manos y menos con mi ropa dentro" - ¡Si está usada y es de antes de casarte! - "Razón de más. Con lo que me ha costado quitarme de encima el pelo de la dehesa y parecer una señora nacida en cuna de oro, solo falta que vaya ahora a la tienda de mi vecina rica con mi ropa en bolsas de basura ¿No ves que así se depreciaría? Y yo quiero sacarle el jugo a éste negocio para tener dinerito suelto en el bolsillo" - Que complicada eres, abuela.

Por la tarde se vistió para salir con una minifalda de lentejuelas de diversos colores,  imitando las escamas de los peces. Un suéter sin mangas, rojo y por cinturón, un pañuelo de fantasía anudado a un costado. Por supuesto no se olvidó de sus estilettos a los que se subió habilmente. - ¿Por qué llevas un pañuelo en lugar del cinturón?  (exclamé estrañada) - "Es un homenaje a mi amiga Magdalena. Hoy colgaremos su foto en la Pared de los Finados" - Vaya racha que lleváis ¿no? - "Sí. Hemos acordado los socios de El Funeral, pedir una subvención al Govern para costearnos las fiestas en memoria de nuestros amigos porque, algunos de nosotros no llegan a fin de mes y tienen que hacer malabarismos con el dinero" - ¿Por qué no les ayudáis los ricos? - "Lo pensamos, pero no queremos sentar un mal precedente. Lo justo es que, después de toda una vida cotizando, les paguen los caprichos a los jubilados... Por cierto, me llevo a Pascualita. Cada día le gustan más éstas fiestas" - Será por el chinchón, abuela. - "Será..." 




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