martes, 24 de mayo de 2016

El recambio.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaa! Acabo de ver a tu abuela en un coche de la policía. - ¿Con Bedulio? - No. La Policía Nacional. Iba detenida. - ¡¿La abuela?! - ¿Quiéres un sonotone? Buscaré en los contenedores del los barrios ricos. - ¡Ay, no diga tonterías, Cotilla. Los ricos no tiran nada, lo venden. Por eso son ricos... ¿Lo sabrá Andresito? - ¡Claro! El también es rico. - Digo lo de la abuela. - A ver si te aclaras que contigo no hay quién se entienda.

Llamé al abuelito. - Han detenido a la abuela... ¿Sabías algo?... Abuelito... ¿Abuelito?... Hola, Geooorge ¿qué le pasa a mi abuelito? ... ¿Desmayado? No habrá desayunado... ¿Sí?... ¿Entonces?... ¡Vaya, ahora resulta que la culpa es mía!... ¿Cómo querías que se lo dijera?... Dile que me llame cuando vuelva en sí, inglés de las narices.

- No te ha llamado Dios por el camino de la diplomacia.(me recriminó la Cotilla) - Tampoco ha tenido usted mucho tacto conmigo. - Contigo no hace falta porque ni sufres, ni padeces, alma de cántaro.

Llamé a Bedulio. Un compañero suyo me dijo que no quería ponerse. - ¡Es cuestión de vida o muerte! - Dice que si tiene que morirse, muérase, pero que él no se pone. - No me quedó más remedio que ir hasta la sede de la policía nacional a preguntar el por qué del arresto - Atentado contra la moral. (me dijeron) - ¿Está diciéndo que mi abuela es una terrorista? - Eso lo ha dicho usted. - Perdone pero quién ha pronunciado la palabra ATENTADO no he sido yo. (Me estaba poniendo de mala leche) Quiero ver a mi abuela. - Está incomunicada. - ¡Si es muy mayor! - ¡Y muy peligrosa! Nos ha atacado. - Reconozco que tiene mucho genio pero ¡algo le habrán echo ustedes! - No hemos querido bajarnos los pantalones.

Al volver a casa convoqué una reunión familiar en la cocina. Pascualita y Pepe no me quitaban ojo (los ojos de Pepe son virtuales pero miran si yo lo digo) - ¿Tenéis idea de lo que ha querido decir el policía con lo de no querer bajarse los pantalones? Podéis hablar en confianza. - Pascualita, por toda respuesta, saltó dentro del vaso de agua que iba a beberme y acabé haciéndole el boca a boca porque se asfixiaba con el agua dulce y Pepe, no abrió la boca porque la tiene cosida, aunque estoy segura que le hubiese gustado dar su opinión.

Al cabo de un rato me llamó el abuelito. - Ay, nena, tu abuela me ha puesto en evidencia en el vecindario. Y si la noticia sale en los periódicos, en toda la isla. - ¿Por qué? - Le pide a los hombres que se cruza con ella, que se bajen los pantalones y si no quieren, se los baja ella a tirones. Está buscándome un recambio. - ¿Busca un nuevo marido? ¿Os vais a divorciar? ¿Me quedaré sin la torre del Paseo Marítimo cuando os muráis? ¡Está loca ésta mujer! - El otro día leyó la noticia de que a un hombre le han trasplantado el pene de un muerto y todo ha ido muy bien. - ¡Huuuuuy, que repelús! - Eso pensó ella. Y se ha propuesto hacerse con uno vivito y coleando. - ¿Para qué? - Para cuando no funcione el mío. Pero quiere elegirlo ella. Pagará una buena cantidad a quién elija y consienta quedarse sin ese apéndice. - Ahora entiendo lo que me ha dicho el policía... ¿quiéres un chinchón? - ¡Mejor dos...! (gritó la Cotilla que entraba en este momento)

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