miércoles, 25 de mayo de 2016

El héroe incomprendido.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaa! ¡vengo súper motivada, vigorizada, encantada y un montón de calificativos más que acaben en ADA! Ahora mismo voy a montarle un altar a mi gurú favorito. el hombre más grande que ha dado España y parte del extranjero ¡Mira cuantos cirios traigo! Pues para él, aún son pocos. - ¿A quién va a ponerle un altar? (dije, recelosa) - ¡A Luis Bárcenas! Ese gran hombre del PP que ahora todos niegan conocer. - ¡Ni se le ocurra! - Ni tú ni nadie me detendrá. Es el moderno Robin Hood: alto, fuerte, con mandíbula de acero y un penacho de hebras plateadas en la cabeza que dejan con la boca abierta a quién lo ve.

- Cotilla, respire o le dará algo. - Sacó una foto de Bárcenas del bolsillo y la llenó de besos dejándola hecha unos zorros con tanta baba. ¡Mi héroe incomprendido! Y corrió hasta la salita para empezar a amontonar cirios sobre la mesita que cubrió con un tapete de ganchillo.

Un cuarto de hora después, la luz cegadora de las velas anunció la inauguración del altar, a pesar de mi más enérgica protesta. La foto de un Bárcenas chulito robaba el corazón de la vecina. Había decidido honrarlo después de verlo injuriado en la tele por sus viejos compañeros de partido: ¡Me da asco! dijo uno. Poco después, como un señorito andaluz a pesar de haber nacido en Andalucía,  Barcenas lo puso de vuelta y media sin despeinarse ni subir una ceja.

Pascualita, escondida entre las algas del acuario, no le quitaba ojo a la Cotilla. Tenía curiosidad por ver a qué venía tanta luz. Por eso se tiró al suelo y reptando llegó hasta la salita. La vi y fui tras ella para que no la pisaran. De repente Pascualita escupió su venenosa saliva, frenéticamente, al aire mientras yo, asustada, gritaba a pleno pulmón - ¡¡¡La madre que la parió!!! - Tal era mi enfado. - ¡¡¡LAS CORTINAS, COTILLA, LAS CORTINAAASSSS!!!

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