jueves, 5 de mayo de 2016

Billetes de 500 euros.

- "Nena ¿tienes que ir al mercado hoy?" - Si vas a pedirme que te traiga algo, lo tienes claro como no me mandes el dinero por adelantado. - "Eres más agarrada que un chotis. Vendré contigo. Tengo que llenar el congelador y la nevera" - ¿Se va a acabar el mundo y yo no me he enterado? - "Peor que eso. La Unión Europa ataca a los ricos" - ¡Ostras! - "Sí, también compraré ostras"

Mientras en la calle sonaba el concierto de pitos en protesta por el mal aparcamiento del rolls royce de los abuelitos, bloqueando la calle y la parada del bus, la abuela me contaba sus penas. - "Andresito y yo vivimos sin vivir en nosotros mismos" - Has empezado pronto con el chinchón. - "¡Ni lo he tocado!" - ¿Por qué dices que os atacan a los ricos? - "Por culpa de los advenedizos, los trepas, los avariciosos, los corruptos, los Paraísos Fiscales, etc., etc., etc..." - ¿Nadie más? - "Los bancos, los banqueros, los... - ¡¡¡Para, para!!! Ya me a quedado claro. Lo que no sé es en qué te basas para decir esto.- "¿Es que no escuchas las noticias? ¿A qué dedicas el tiempo libre?" - Pregúntame: ¿En que lugar se enamoró de mi? - "¿Ligaste algún turista?" - No vi ninguno que me mereciera, abuela. - "¡Que cruz tengo contigo! ¿A qué viene entonces que te pregunte eso?" - A que me gusta mucho ésta canción de José Luis Perales... ¡Aaaayyyyyyyyyyy!

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaa! - "Menos mal que has venido, Cotilla. Mi nieta me está poniendo de los nervios ¡Van a quitar de la circulación los billetes de 500 euros!" - No fastidies (la Cotilla parecía muy afectada) - "¿Te lo puedes creer? Tendré que usar los que tengo en casa, deprisa y corriendo" - Menudo disgusto me acabas de dar (dijo la vecina) - ¿Usted guarda billetes de 500 euros? - ¿Yooooooo? Ni en sueños. Pero me hacía ilusión que me pagaran el Euromillón con esos billetes cuando me toque el premio. - ¿Por qué los quitan, abuela? - "Porque los nuevos ricos defraudadores usan estos billetes, acaparándolos, y convirtiéndolos en iconos del fraude y el latrocinio"

Al volver del mercado nos tomamos un descanso para regalarnos unas copitas de chinchón, que buena falta le hacían a la abuela después de discutir con todas las dependientas de la Plaza. - Si es que no puedes pagar con 500 euros, un saquito de patatas, unas judías verdes, unas fresas... - "Esta gente vive en el Paleolítico. ¿Cómo quieren que pague, entonces?" - Con billetes pequeños, como todo el mundo. - La abuela no pudo pagar nada y me tocó a mi saldar sus cuentas. - ¡Ya me estás pagando! - "¿Tienes cambio de 500 euros?... ¿No? Pues, hija..." - ¡Ni hija, ni leches! Y cuéntame por qué en tu casa solo hay billetes de éste calibre. - "No me gusta el tono que empleas ¡Soy tu abuela!" - Mi abuela ¡corrupta! - A partir de aquí se formó una bronca de padre y muy señor mío. Pascualita, alertada por los gritos, salió a flote y lanzó un chorrito de agua envenenada... a los ojos de la Cotilla que, en ese mismo instante, entraba en el comedor. No hay como estar en el sitio adecuado en el momento justo.


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