martes, 2 de febrero de 2016

La moral por los suelos.

La abuela está de capa caída, lo que para mi es un descanso porque ésta mujer tiene energía para parar un tren y me lleva por la calle de la amargura. Desde que es, oficialmente, corrupta no me despierta a las tantas de la madrugada... Soy yo quién la llama a ella.

- Abuela ¿estás despierta? - "Ahora sí" - ¿Qué te pasa? - "Que tengo sueño" - Estos días te he visto decaída... - "¡Cómo quieres que esté si me despiertas en lo mejor del sueño!" - La Cotilla y yo hemos llegado a la conclusión de que no pareces la misma de siempre. . "Tendréis que dar vacaciones a vuestra neurona por el esfuerzo que ha hecho" (dijo, sarcástica) - Anda, cuéntame qué te pasa. - "¡Que voy a borrarte del testamento. Que cruz tengo contigo!"

Siento que ha llegado la hora de que cuide de ella. Ya es mayor, aunque nunca se lo diría ... aún da buenos pescozones. Y sé que, en el fondo, le gusta sentirse protegida por mi. - Abuela ¿por qué no vienes a casa, haces una buena paella y hablamos de tus problemas mientras comemos? - "¡¿Por qué no te vas a a mierda?!"

A media mañana vino acompañada de Geooorge. Traían los avíos de la paella. Y mientras el mayordomo se encerraba en la cocina, nosotras nos sentamos a hablar,  con Pascualita mirándonos desde el florero y la botella de chinchón al lado.

- ¿Qué tienes que contarme? - "Que como vuelvas a despertarme a media noche, pagaré a un sicario para que te asesine cortándote a tiras, lentamente" - Jajajajajaja ¡Eres la pera, abuela! Por preocupada que estés, no dejas de pensar en cómo conseguir un biznieto ¡De un sicario nada menos! - "No eres más tonta porque no te entrenas"

Al final reconoció que, desde que se supo que Andresito y ella eran corruptos, en El Funeral sus amigos no les hacen ni caso. - "Noto un ambiente cargado de malos augurios contra nosotros" - Serán imaginaciones vuestras. - "De eso nada. Incluso Conchi me dijo el otro día que fuéramos buscando otro sitio para reunirnos" - Pero si ellos están allí. - "Eso le comenté y contestó que buscáramos también otra Pared de los Finados para poner nuestras fotos el día que muramos" - ¡Que fuerte! - "Mucho. Por eso me emborraché. Pero fue una borrachera triste. De las lloronas... Después, al irnos oímos palabras que, viniendo de nuestros amigos, nos dolieron: ¡Chorizos, Ladrones, Corruptos!"

Entonces me fijé en la indumentaria de la abuela. No se había maquillado. Vestía una bata de andar por casa y zapatillas de felpa. Pascualita no la reconoció, incluso le sacó los dientes varias veces. - Ves al baño y píntate. Coge mis colores. Ponte un vestido de cuando eras pobre y vivías aquí...  - En ese momento recordé que Geooorge llevaba un buen rato en la cocina. - ¿Qué hace el inglés? - "La paella" - ¡Me niego a comer una paella inglesa! - La abuela fue hacia el baño arrastrando los pies. Cuando salió parecía otra. La sirena hizo la señal de OK con sus deditos - Y ahora ¡a la cocina! (grité)

Al final de la comida habíamos acordado que explicarían a los de El Funeral, que lo de declararse corruptos fue un gesto de solidaridad con los del Partido pero que era mentira. Y se dedicarían a recoger firmas para que el Partido fuese abolido y declarado sucursal del clan de Ali Babá.

Después, dormimos una siesta reparadora, interrumpida bruscamente, por los gritos de la Cotilla. Abrí un ojo y la vi, como el ángel del Juicio Final, apuntado con un dedo a la abuela - ¡¡¡¿Qué te han hecho?!!!

Una cara irreconocible había sustituído a la de la abuela que corrió a mirarse en un espejo. - "¡¡¡¿Dónde compras las pinturas, animal de bellota?!!!" - El señor Li las tiene baratas y... - No pude acabar la frase porque me estampó la paellera y los restos de arroz, en la cabeza - ¡¡¡El arroz no, que no he comido!!! (gritó la Cotilla)




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