lunes, 29 de febrero de 2016

La diosa Cotilla.

- "Nena ¿has visto a la Cotilla?" - No. Y me extraña... No creo que haya salido a la calle con la pinta en que la ha dejado Pascualita. - "¡Calla, calla! cada vez que me acuerdo de aquel culo voluminoso y esas tetas elefantinas me parto de risa jajajajajaja" - Abuela, no seas mala que es tu amiga. - "¿Qué tiene que ver la velocidad con el tocino? Nunca la había visto tan... poderosa jajajajajaja" - Tendríamos que hacerle una foto para la posteridad. - "¡Tienes razón!. Y podría ser la que se coloque en la Pared de los Finados el día que se muera. Menudo cachondeo porque, será mirarla y reírnos"

Seguimos un buen rato metiéndonos con la Cotilla que, como no estaba presente, no podía ofenderse. Antes de despedirme de la abuela quise saber cómo estaba el abuelito. - "Bien. Ya empieza a hablar y a comer tortillas, croquetas y cosas así. - ¿Estará contento? - "De momento, porque el miércoles se reanuda el juicio del Caso Noos y me ha dicho que quiere ir. Le acompañaré y en cuanto desvíe la vista hacia la infanta se las verá conmigo" - No me parece bien que tengas tan pisado al pobre abuelito. - "A ti lo que te gustaría es que Andresito se convirtiera en Infante consorte ¡Pues vas lista!" - ¿Cómo si está Urdangarín - "Veremos si lo sigue siendo cuando acabe el juicio" - ¿Crees que habrá divorcio real? - "Torres más altas han caído y mira que el ex Empalmado es alto"

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaa! - ¡Cotilla! ¿Viene de la calle? Pensé que con el tipo tan raro que se gasta estos días, se quedaría en su casa - En mi casa no hay butano para la estufa y aquí si. - Pues, compre. - ¿Para qué? ¿Para gastar? Aquí no gasto. A ver si te crees que soy tonta... (nos miró con cara de suficiencia) Adivinad de dónde vengo... - ¿Sin pistas? - A palo seco. - Humm... de limpiar cepillos. - ¡¡¡NO!!! - La abuela y yo dijimos algunas vaguedades más antes de rendirnos.

- Vale. Os lo diré porque no lo adivinaríais nunca.  ¡Me han entronizado! ¡Soy la Madre Tierra! - "Héchame el aliento, Cotilla ¿Te has dado un golpe en la cabeza?" - He encontrado una secta que me adora. Soy su virgen - "¡¡¡¿Virgen, tú?!!! jajajajajaja ¡Nena, esconde el chinchón que le afecta mucho.

Nos contó que un hombre extraño se le acercó. Se postró ante ella y la llamó Madre Tierra a voz en grito. - En cuanto me enteré que me estaba llamando gorda le arreé una patada en toda la boca... - "¡Bien que hiciste!" - Luego me imploró que fuera con él a su templo. Dijo que habría una ceremonia y después baile, comida y bebida ¿quién puede negarse a algo así? - Cotilla, un día la encontraremos descuartizada. - "¡¿Es una secta satánica?!" - No lo sé, pero lo que daban estaba muy rico.

Por lo visto, los adeptos a esa religión adoraron a la Cotilla por lo que representaba su oronda figura: caderas anchas, trasero como una plaza de toros, escote inmenso en el que acoger a cuantos más hijos pródigos, mejor: la Madre Naturaleza - Tengo que ir al templo los domingos y fiestas a las que sea llamada, comeré y beberé gratis y recibiré donativos por hacer milagros. - "¿Puedo ir yo también a que me cojan de diosa?" (La abuela, celosa, sentía que se la llevaban los demonios) - Lo siento pero diosa solo hay una y SOY YO.

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