domingo, 1 de noviembre de 2015

La Santa Compaña.

¡Que dolor de cabeza! No puedo ni apoyarla en la almohada... La culpa la tiene la fiesta que montaron anoche en El Funeral y el alcohol que bebí... porque me lo daban y yo no sé decir que no. Nos los pasamos genial aunque apenas reconocí a nadie tras sus máscaras o maquillajes, a cual más espeluznante. Muchos deberían haber ido de pulpos porque me encontraba sus manos por todo ¡Que energía tienen estos abuelos!... Creo recordar que estuve debajo de una mesa con un zombi-pulpo pero no tengo ni idea de lo que hacíamos allí.

Pascualita también disfrutó del jolgorio. Ataron la cinta que la sujetaba a una de las palas del ventilador del techo y volaba como un vampiro. Se hicieron apuestas para ver quién era capaz de bajarla de allí. Le dije a la abuela que eso era muy peligroso porque podrían partirla en dos pero me echó con cajas destempladas - "¡Déjala que se divierta, agonías, que eres una agonía con patas!"

Creo haber visto algunos dedos hinchadísimos, carreras, llantos pero era tanto el jaleo, entre la música a toda pastilla y las risas, que todos hablábamos a gritos. Así que me desentendí de la sirena . Sabe guarsarse sola... Al final nadie la cogió porque, a quién no le dolía la espalda, le dolían las rodillas y dejaron el desafío por imposible. Pero Pascualita siguió dando vueltas sobre nuestras cabezas durante horas.

Ahora duerme envuelta en las algas del fondo del acuario y tiene un color amarillo-morado que da asco. Tal vez se mareó... no lo sé porque cuando se lo he preguntado me ha tirado un chorrito de agua envenenada sin mucha convicción de acertarme.

Los abuelitos, la Momia, Geooorge y la Cotilla han venido a medio día. Menos mal que ya me había tomado varios cafés e ibuprofenos. Habían encargado una paella para comer en mi casa. - "Ha sido tal el miedo que he pasado esa noche que ni guisar puedo" (Empezó a contar la abuela) - ¡Ay, déjate ya de miedos!. - "No hablo de bromas sino de la Santa Compaña que ha pasado delante de casa, flotando sobre el mar en calma e iluminada por la luna y sus lúgubres cirios" -  Que sepas que ya he llenado mi cupo de sustos. - "Eso creía yo también hasta que, de madrugada me he asomado a la ventana a que me diera el aire. Por el paseo Marítimo seguían pasando zombis, vampiros y demás ralea, la mayoría dando tumbos y hablando a gritos. Poco a poco llegó el silencio y fue entonces cuando vi el gran desfile de espectros, deslizándose a dos palmos del agua del mar. Uno tras otro, con velas encendidas como fuegos fátuos. Lo que me puso los pelos de punta fue que conocí a muchos de ellos" - ¿Amigos de Andresito? - "Estaban Gil y Gil, la Familia Real catalana al completo..." - ¿Quiénes? - "Los Pujol-Ferrusola e hijos" - ¡Jopé! - "Los invitados de la boda de la niña de Aznar. Matas y compañía. Munar y los suyos. Rato, Luis Bárcenas (lo siento, Cotilla) - ¡No comprendo que hacía allí mi gurú! - "Conocidos y desconocidos. Los valencianos. Los de Madrid. De Andalucía. De Galicia. De Castilla la Mancha, etc. etc. etc. La procesión era larguísima y aterradora. Animas en pena que vagaban con hábitos de penitentes."

- ¡Menuda pesadilla! - "¡Era real! ¡Que miedo, que miedo!" - ¿Y qué has echo? - "Cerrar la ventana de golpe y recurrir al chinchón" - Madame despertar a mi. Yo susto (dijo Geoooorge) - ¿Tu has visto el desfile, inglés? - ¡Mi no mirar! - De repente me pareció ver pasar una sombra pero no dije nada porque ya había bastante psicosis en el ambiente. El timbre de la puerta nos devolvió a la realidad. - ¡La paella! (grité) - Abrí, recogí el pedido, pagué y cerré. Entonces solté un alarido que debió ponerle los pelos de punta a todos los vecinos, paellero incluído.

Tirada en el suelo estaba Pascualita-vampira, con un ala rota. Aún respiraba. La metí en seguida en el acuario y cayó hasta el fondo.

- "Nena ¿no comes?" - Abuela ¿es posible que un vampiro, que no lo es, haga un vuelo, que no puede hacer y se estrelle contra una puerta que está muy lejos de su hábitat natural? - La abuela abrió de para en par los ojos y dijo, categórica. - "¡No!" - Pues ha ocurrido. - Quién no probó bocado fue ella.

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