jueves, 3 de septiembre de 2015

¡Quiero dormir!

- "Nena, estoy muy preocupada por ésta gente que viene a Europa y no son turistas" - ¿Tienes mala conciencia, abuela? - "¿Yoooooooo?" - Lo digo por la hora que es y no estás durmiendo ¡ni yo tampoco! Eres como el perro del hortelano que, ni come, ni deja comer. - Colgué el teléfono sin contemplaciones.

Después fui yo quién no pudo dormir. Me venían a la cabeza escenas antiguas, sacadas de viejas fotografías de los libros, donde se veían gentes demacradas, cargadas con maletas y petates, arrastrando críos, otros en brazos. Gentes con el miedo pintado en la cara. Eran los españoles que tuvieron que salir de España buscando refugio en el extranjero porque aquí había una guerra entre hermanos que fue muy cruel. Dicen que la Historia se repite porque no aprendemos de ella.

Han vuelto las mismas escenas, las mismas caras asustadas y demacradas, el mismo desespero, el miedo a lo que se deja atrás y a lo desconocido que vendrá. Y siempre pagan el pato los mismos, se llamen como se llamen, . ¿Por qué no se castiga a quién vende las armas, las balas, los tanques...?  Estos  que prosperan con el dolor de los demás... Y luego están los niños... tan inocentes siempre, antes y ahora.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! ¡Que disgusto acabo de llevarme! Mi gurú, Luis Bárcenas, ha perdido dos millones de euros por culpa de los chinos. - ¡Por mi como si se la pica un pollo! - No seas mal educada, pobrecito. - Ni mal educada ni leches ¡Yo lo que quiero es dormir! - Estoy pensando en hacerle un boicot al señor Li. No pienso comprar, nunca más, en su tienda. - ¿Qué tendrá que ver la velocidad con el tocino? - Mucho. La bolsa de los chinos se ha ido a pique y Luis... - ¿Qué Luis? - ¡Bárcenas! ¿No me escuchas? - NO. Me basta con oírla para tener dolor de cabeza. - ¿Te imaginas el disgusto que tendrá? - ¿El señor Li? Estará encantado de no verla más. - ¡Estoy hablando de mi gurú! - Yo hablo de dormir y nadie me escucha...

Poco a poco, la luz de la mañana se fue colando a través de los visillos. Decidí hacerme un cola cao - Cotilla ¿quiére uno? - Me contestó un ronquido profundo. - ¡Será jodía! Se ha quedado como un tronco y yo tengo ojos de búho. - Llamé a la abuela. Un somnoliento Geoooorge, me contestó: - ¿Yes?... - Dile a mi abuela que se ponga, inglés. - Nou. Madame dormiur. No molestar. (y colgó) - ¡Las madres que parieron a las dos viejas! (grité a pleno pulmón, confiando en despertar a la vecina pero fue el vecino el que se puso, frenético, a golpear el suelo con la escoba)

Fui a por Pascualita. Flotaba en el acuario, lentamente, dormida como un tronco. - ¡Vaya! Solo me queda Pepe para que escuche mi frustración. Es el único que no me falla nunca. - Pero esta vez me falló porque no lo encontré ni en la estantería, ni en el frutero, ni en el suelo de la cocina... - ¿Se ha ido sin despedirse?  Se habrá echado a rodar cuando vio la puerta de la calle abierta y a saber dónde estará ahora la cabeza jivarizada... Me estoy preocupando... tengo taquicardia... ¡Pepe! ¿Dónde estás? Me está aumentando la ansiedad... ¡No puedo respirar! ... Me tomaré un chinchón... un poco más que no se me pasa... Total, para lo que... ¡hip!... queda en la ... ¡hip!... botella, la termino jijijijijijiji ... Hay que joderse con... ¡hip!... Pepe. ¿Habrá ido a... ¡hip!... buscar trabajo de... ¡hip!... bola en una... ¡hip! ... ¡boleraaaaaaaaaa! jajajajajajaja 

No hay comentarios:

Publicar un comentario