viernes, 11 de septiembre de 2015

¿Chico o chica?

Desde que la Cotilla vendió a Pepe, Geoooorge no puede ni verla. El hombre tiene muy claro que la cabeza perteneció a un antepasado suyo, del siglo XVIII, muy aventurero, que se perdió en las tierras de Papúa y no regresó jamás a Inglaterra.

Viene a casa casi todos los días. Se sienta en la cocina frente a una taza de té. Entonces le dejo a Pepe y él le suelta largas parrafada en inglés. - ¿Qué le cuentas? (le pregunté) - Cosas familiareus. - Ese día me emocioné.

Toda la paz que se respira cuando Geooooorge pone al día a Pepe, se rompe cuando entra la Cotilla. - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaa! ¿Ya está el tonto este con la dichosa cabeza otra vez? - ¡No hablar de mi abuelou! - ¿Abuelo? Di mejor abuela ¡anda que no eran pendones las inglesas en aquellos años! - Como en todas partes, Cotilla. - ¡De eso nada. Yo no era así. - ¡Ajá! ¿Así que es más vieja que mi abuela? ¡Del siglo XVIII nada menos! - ¡Es un decir, alma de cántaro!...

Geooorge se levantó para marcharse. - Dale un besito al pendón desorejado de tu abuelita jijijijiji antes de irte. - Ser abuelou. - ¡Una leche! Es una mujer.

Harta de oírlos, le propuse a la abuela que se llevase a Pepe a su casa para que el inglés pudiera verlo cuando quisiera. - "¡Ni hablar! No hace juego con mi decoración" - ¡Si es como un llavero! - "Peor me lo pones. Mis llaveros son de oro, que para eso soy rica" - Eres una hortera. - "¿A qué te borro del testamento?"

Con la única persona con la que podía hablar del tema de Pepe era el abuelito porque era neutral en esto. - ¿Conoces a alguien que pueda decirnos si fue hombre o mujer. Y si fue pariente de Geooorge? Me ahorraría dolores de cabeza y taparíamos la boca a la Cotilla. - ¿Por qué no la echas a la calle? - Porque no llega a fin de mes y come en casa. Y también porque la abuela y ella están unidas por lazos indisolubles... - ¿Cuáles son? - Pues... no tengo ni idea. (¡no podía contarle lo del envenenamiento, obra de las dos amigas, de mi primer abuelito!) - Bueno, ya me enteraré. - Espero que no (dije mientras una gota de sudor frío corría por mi espalda)

Unos días después, me comunicó que un amigo haría las pruebas de ADN. Cuando se lo conté a Geooorge, perdió su flema británica y lloró. Me besó la mano, agradecido,  poniéndola perdida de mocos y babas. Quiso hacer otro tanto con Andresito pero este le frenó en seco. - No soy el Papa. (le dijo)

Pascualita está celosa viendo el caso que le hacemos a Pepe. Esta mañana, mientras desayunábamos ensaimadas con cola cao, se ha impulsado con la cola, ha saltado hasta el estante donde está la cabeza jivarizada y la ha tirado al suelo. - ¡Qué haces, loca! - Le he gritado y eso la ha enfurecido más. Ha saltado sobre ella dándole una buena dentellada. - ¡No te la comas que tienen que sacarle el ADN! - El pobre Pepe está echo un Cristo. La abuela ha intentado remendarla justo cuando empezaba la etapa de la Vuelta a España. Y no ha podido ser. Hemos sucumbido al delicioso sopor de la carrera.

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