viernes, 24 de julio de 2015

Desilusiones.

En vista de que el negocio de la sopa de plásticos no funcionó, la Cotilla anda algo desanimada. Se había hecho ilusiones de venderla embotellada a sus amigos de la noche, que no le hacen ascos a nada que sea comestible y sacarse así unos eurillos.

Todos nos llevamos desilusiones cuando menos lo esperamos. Yo, por ejemplo, me sentí catapultada a la fama cuando salí en televisión a raíz de la entrevista que me hicieron, bueno, que le hicieron a mi monstruosa teta. Durante unos días el teléfono no paró de sonar. Todo el mundo quería fotografiarla y no tuve más remedio que erigirme en su representante. Ya tiene narices representar a tu propia teta. Incluso quisieron que ella actuara en un cabaret de moda. - Tendré que salir yo también (les aclaré) - Perdone que se lo diga crudamente, señora: el contrato es para su teta, usted no nos sirve. - ¿Y qué tendría que hacer? Piense que nunca se ha dedicado al mundo del espectáculo. - Eso déjelo en nuestras manos. Solo le pedimos que nos de carta blanca y haremos de ella una estrella del escenario. - Nunca nos hemos separado. Será muy duro para mi estar si ella. - Todo sea por la fama, señora. No se arrepentirá. - Por lo menos... ¿me regalarán una entrada para el día del estreno? - Cuente con ella.

Pero el día que íbamos a firmar el contrato, la teta había vuelto a su tamaño normal. La hinchazón causada por el veneno de Pascualita, había desaparecido. Los del cabaret se fueron muy enfadados y a punto estuvieron de demandarme por estafa. Así es la vida. Cuando crees que todo tus problemas van a solucionarse, te caes del burro y el golpe te devuelve a la realidad.

Nos sentimos tan afines en la desgracia la Cotilla y yo, que ahogamos nuestras penas en chinchón. Y así nos encontró la abuela cuando trajo unos mejillones para hacerlos con vermut. - "¿Se celebra algo?" - Sí. Celebramos que no hay nada que celebrar... snif... (dije, haciendo un puchero) -  Se sirvió una copa y dijo - "Cualquier excusa es buena... Por ejemplo, nena. La policía no tardará en venir a buscarte porque se ha muerto uno de los intoxicados con las polo-croquetas ¡Brindemos por eso!"

- ¿Estás de broma? - "No. Y ellos tampoco" - La Cotilla saltó, ávida como siempre. - Si no te gustan los bocadillo de choped de la prisión, dámelos y los venderé. - ¿Iremos a medias? - Ya salió la avariciosa. ¿Para qué quieres dinero si allí no tendrás gastos? -  "Ese es otro motivo para brindar. Encima ahorrarás"

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