miércoles, 17 de junio de 2015

Encamados

Cuando esta mañana Geooooorge ha llamado a la puerta, creí que me daba algo. ¡Todavía era de noche! - Mandarme madame. - ¿Esta mujer no duerme? - Yo tampocou... Madame no dejar. - Pues acuéstate conmigo y que le den morcilla a la abuela. - El inglés se agitó como si hubiera recibido una descarga eléctrica. - Mi... no poder... hacerlo... - ¿No dices que tienes sueño, pues mejor duermes conmigo que con la Cotilla... ¿o no? - ¡No. Cotillau, no! - Pues no se hable más ¡A la cama!

Dormimos hasta las diez en que nos despertó un portazo - "¿Qué has hecho con mi mayordomo, alma de cántaro?"  - El inglés, al oír la voz de su ama, saltó de la cama como si se le hubiese clavado un muelle en el culo. - ¡Oh, nou. Ser madame! - ¡Estamos en mi cama, abuela! - Geooorge estaba pálido como un muerto y más tieso que un palo. De un empellón, la abuela entró en la habitación y la expresión furiosa de su cara, dio paso a la alegría - "¡Por fin haces algo a derechas! Nunca pensé en tener un biznieto inglés pero, a éstas alturas de la vida, no le voy a hacer ascos a ésto" - Llevada por la emoción nos plantó dos besos a cada uno. - "Id a desayunar y reponer fuerzas que buena falta os hace"

Mientras los tres nos metíamos entre pecho y espalda unas cuantas ensaimadas, la abuela me miraba orgullosa. - ¿Tengo monos en la cara? (pregunté intrigada) - "Es que aún no puedo creerme lo que ha pasado. Estoy feliz" - Entonces se levantó y marcó con una equis el día de hoy en el calendario. - "Hoy es un día señalado" - No sé a qué viene todo esto. - "A lo que habéis hecho Geoooorge y tu" - Pues dormir ¿Crees que son horas de despertar a la gente? Este pobre tenía las legañas pegadas, por eso nos hemos acostado. - "Nunca pensé que fueras capaz de aprovechar una circunstancia para dar rienda suelta a tus apetitos pero, me equivoqué." - No era apetito, sino sueño. - Oh, yes, madame. - "Querido Geoooorge, seguro que has dejado bien alto el pabellón inglés (se la veía orgullosa) Dentro de poco seremos familia.

Entonces se me encendió la bombilla a medias. - ¿Familia?... ¿Por qué? - "Porque será el padre de mi biznieto, boba de Coria, que todo te lo tienen que dar mascado" - ¿Y quién será la madre? - "¿Quién va a ser?" - ¡Yo que sé! - "¡Pues tú!" - ¿Insinúas que me encame con tu mayordomo? - "Pero... si ya lo has hecho..." (parecía desconcertada) - Hemos compartido cama porque nos caíamos de sueño pero, de eso a encamarnos para hacer biznietos va un abismo. - "¿Habéis dormido juntos dos personas jóvenes y... nada de nada? - Tu lo has dicho. Hemos dormido como lirones hasta que has dado el portazo.

Se le cambió la cara. Pasó del blanco al rojo, del rojo al verde, del verde al amarillo y otra vez al rojo y salió corriendo para volver con Pascualita en brazos. A Geooorge no le dio tiempo a pensar, le tiró a la sirena justo dónde más duele - ¡Cómetelo. Total, no le sirve para nada! - A la sirena no hubo que repetirle dos veces la orden. Y mientras el inglés lloraba, saltaba, corría, se retorcía en el suelo y algo crecía a toda velocidad tras sus vaqueros, yo recibía una bronca descomunal: - "Idiotaaaa. Eres idiotaaaaaaaaaa. ¡Que cruz tengo contigo!"

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