lunes, 15 de junio de 2015

El neurólogo.

Sigo sin perdonarle a la abuela que me usara de cebo con la orca para hacer fotos para un concurso. La Cotilla está enfadada porque la engañó. De haberlo sabido, ella también hubiese llevado una cámara de fotos y hubiese participado en el concurso. - ¿Y si se la hubiese comido la orca? (dije, irritada) - ¿A mí? pero si solo soy pellejo y huesos, en cambio a ti te hubiese dado unos buenos meneos en el agua antes de hincarte el diente... Hubiese sido un puntazo la pincelada roja en el mar. - ¿Roja de qué? - De tu sangre, boba de Coria. - Ahora está enfadada conmigo porque no la he invitado a desayunar.

- ¿Qué hacía una orca por aquí? - "Habérselo preguntado en lugar de salir corriendo, sosa. Ahora yo estaría a punto de ganar el primer premio" - ¿Hubiéses hecho las fotos antes que salvarme? - "Para eso habíamos ido... y después ya no habría nada que salvar" - Creo que la cabeza de la abuela no rige bien y le propuse acompañarla al neurólogo a hacerse unas pruebas. - "¿Está bueno? - ¿Quién? - "Ese médico" - ¡Estupendo!

Lo primero que hizo el neurólogo, después de saludarla, fue preguntarle qué día era. - "El de venir a su consulta" - Pero qué día de la semana es. - "Nena, qué día es hoy" - Tiene que contestar usted. - ¿Para qué creee que sirve mi nieta? Pues para estas tonterías... ¿Eso es todo lo que me va a preguntar? Cómprese un calendario, hombre, que no son caros ¿o es usted de la cofradía de la Virgen del Puño?" - Son cosas que debo preguntarle... ¿En qué calle vive? - No importa saber el nombre. Diga al taxista que le lleve a la Torre del Paseo Marítimo... ¿Le gustaría visitar mi casa? tiene unas vistas maravillosas..." - El neurólogo empezó a transpirar.

Al salir de la consulta, la abuela no estaba contenta. - "¡No vuelvo más! ¿A quién le importa si sé contar los números al revés o memorizo un montón de nombres tontos... ¿para qué? ¿Le importa a alguien? Me acuerdo de lo que me tengo que acordar. Punto" - Te ha citado para dentro de tres meses... - "¿Para ir a cenar juntos? No me ha dicho nada... ¿Los dos solos... en plan romántico? ¡Vaya! como se entere Andresito la lía... Mejor no le diremos nada y así podré echar una cana... o dos... al aire jejejejejeje ¡Me gusta éste médico!"

Lo que ha presumido delante de la Cotilla, con la cita del doctor. - Estás cosas te levantan el ánimo porque ves que aún estas en el mercado. Los hombres te buscan y te desean... Es un modo de hablar porque a quién desean y buscan es a mi jejejejejeje no a ti. Que romántico... Cenaremos en una terraza llena de vegetación, a la luz de unas velas y bajo una fantástica luna llena reflejada en el mar en calma... ¿Y qué me pondré? Tendré que pedirle dinero a Andresito para comparme un vestido" - Abuela, no lo has entendido... - "¡Que sabrás tú! Espero que, para dentro de tres meses Pascualita ya quepa en el termo porque no quiero que se pierda detalle de cómo se liga" - ¿Habláis de Pascual? (preguntó la Cotilla que había oído campanas y no sabía dónde) - "¡No, mujer! al final tendrás que ir al otorrinolaringólogo para que te componga lo que pueda, de la cabeza" - Pero si lo habéis nombrado. - ¿Alguien quiere chinchón? Aprovechad que se abre el bar jejejejejeje - Y la Cotilla dejó de pensar.

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