miércoles, 6 de mayo de 2015

¿Voy a ser madre?

Pascualita, la pequeña y horrorosa sirena que un día apareció dentro de una lata de sardinas en casa de la abuela cuando ésta aún era proletaria, nada feliz en su acuario jugando con las algas del fondo como si no le importara  nada de lo que ocurre en el mundo

Sin embargo mira la televión de reojo y se pone tensa cuando aparece en pantalla el ferry quemado, avanzando penosamente por el Mediterráneo, tirado por un diminuto remolcador, camino de Sagunto. Entonces saca a pasear los diminutos dientes de tiburón y salta hacia la pantalla para morderla porque el mundo acuático sí que le importa.

La abuela llamó pidiendo noticias sobre el chimpancé Adán - "¿Ya lo han encontrado?" (preguntó, ansiosa) - ¿A quién? - "A Adán" - ¿No estaba con Eva? ¡Hombres! todos son iguales. Te juran amor eterno y luego se largan con la primera lagarta que se les pone a tiro... Estará de pingoneo con la Serpiente jejejejejeje - "¡Para ya, cabeza buque! No te entrenes más que ya no se puede ser más tonta" - ¡Abuela! Era broma. - "¿Lo han encontrado ya?" - Ahora estoy merendando sobrassada con miel, luego ya me preocuparé del mono. - Creo que soltó un taco, justo cuando se me cayó un poco de pan en el pantalón y no pude entenderlo. Luego colgó.

Veinte minutos después oí el frenazo del rolls royce aparcando en la parada del bus y se organizó el clásico concierto de pitos. Entró en casa como un basilisco. Cogió a Pascualita y a Pepe, la cabeza jivarizada. - "Lo digo delante de vosotros para que mi maldición no caiga en saco roto. - me miró, enfadadísima. - Ojalá el mono se cuele en esta casa y le gustes. Ya que se ha quedado viudo, tendrá que buscar pareja. ¡Que lo disfrutes!" - ¿Cómo va a llegar hasta aquí si se escapó en el otro extremo de la isla jejejejejeje - "¡Y me llevo a éstos! No quiero que corran peligro."

Dos minutos después, estaba sola. Vale más estar sola que mal acompañada, pensé. Pero cuando empezó a oscurecer ya no las tuve todos conmigo... Bueno, la Cotilla no tardaría en venir... Oí un ruido que no venía a cuento... pero no apareció nadie. Un mueble crujió con estrépito - Mañana lo tiro.

Sentada, hecha un ovillo, en la salita... Me estaba quedando a oscuras... Fui a levantarme para encender la luz y me quedé a medio camino... Si entra el mono y enciendo la luz... sabrá dónde estoy. De golpe añoré el altar de los Amigos de lo Ajeno porque siempre había alguna vela encendida pero, como en un arranque lo desmonté, seguía a oscuras.

La figura de un mono descomunal, fruto de mi imaginación, se formó ante mi. Me miraba con ojos lascivos, enseñaba los dientes y reía con fiereza. - ¡Vete, que no eres real! De repente batió la persiana de una ventana ... Se me cortó la respiración ¡El mono ha subido por el árbol de la calle!  Y grité como una loca sin importarme que el bicho me descubriera. Quería que viniesen los vecinos, los bomberos, la policía ¡¡¡SOCORROOOOOOOOOOOOOO!!!

La puerta se abrió de repente, se encendió la luz y me desmayé... Cuando volví en sí, la Cotilla me estaba dando un guantazo detrás de otro. ¡Por fin vuelves ti! Ya me duele la mano jejejejejeje - ¿El mono ha hecho de mi una madre? (dije, en un suspiro y con los ojos desencajados) - ¿Has buscado un mono para que te haga un biznieto para tu abuela? Nunca pensé que pudieras caer tan bajo. - Y me arreó tal guantazo que se me hinchó la cara.



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