viernes, 15 de mayo de 2015

La abuela la lía.

Unos ruidos extraños me han despertado. Era como si un rata anduviera haciendo de las suyas en la cocina. A mi no me gustan las ratas así que, armándome de valor, me levanté, cerré con llave la puerta de mi cuarto y volví a meterme en la cama tapada hasta las cejas.

Y así estuve unas horas hasta que escuché las voces de la abuela y la Cotilla. Ahora ya podía arriesgarme a salir. Si la rata me atacaba podría parapetarme detrás de las dos viejas, al fin y al cabo ya han vivido su vida... además me moría de hambre.

Estaban sentadas en la cocina charlando por los codos. - "Aprovechate, mujer, que hay dinero para esto y para más" - Hola.. ¿Y la rata? -"¿Esta es la excusa que vas a dar en el trabajo por llegar tarde? Pues no te va a valer porque le he dicho a tu jefe, hace mucho que llamó, que habías salido temprano. Desde entonces ha llamado varias veces más ¿no has oído el teléfono? Claro, has dormido como un ceporro" - Pues se ha organizado un grupo de búsqueda porque tu abuela ha dicho que, seguramente, te habían hecho un rapto-exprés para sacarle los cuartos a ella (apostilló la Cotilla). - "Sí. Y Bedulio es quién más empeño ha puesto en organizarlo todo. Está muy apegado a nosotras desde el día del funeral de su padre... jijijijiji Aún me río cuando lo recuerdo" - ¡Abuela! ¿No podías haber mirado en mi cuarto antes de armar este lío? - "Pues, no"

- Le estaba contando a tu abuela que estuve en el mitin de Rajoy (dijo la Cotilla) - ¿Daban de comer gratis? - Transporte y merienda. Están que lo tiran. Ir a estos sitios es más divertido que ver una película de los Hermanos Max. El orador dice lo mismo que hace cuatro años y la gente aplaude a rabiar. Dicen que ¡AHORA! lo van a hacer (¡más aplausos!) y así hasta el infinito y más allá. Promesas, promesas, (todas incumplidas) y más promesas. El público responde enfervorecido con gritos, aplausos y movimientos de sobres electorales, que algun@s aprovechan y usan de abanico. Al final solo falta gritar a los candidatos ¡Que se besen, que se besen! como en las bodas. - "Y ahora le escribe peticiones al Presidente. Es la hora de pedir dinero para lo que sea. Les sale por las orejas y cómo la deuda les da igual porque la pagamos todos, parecen el Rey Midas.

- ¿Qué le pide? -  Que nos de el dinero del rescate que debemos pagar a tus secuestradores y luego nos lo gastamos en juergas. - "¿A qué es una buena idea?" - También que me de dinero para arreglar mi piso a todo lujo y así poder cobrar un buen alquiler. - Si no es suyo. - ¿Y qué? Eso no le importa. Lo que quieren es que echemos muchas papeletas suyas a las urnas ¿no? Pues que nos den algo a cambio.

Cuando, por fin, se fueron yo tenía la cabeza como un bombo, además ni Pascualia ni yo habíamos desayunado y ya era casi la hora de comer. La sirena estaba medio desmayada sobre el fondo de arena. En cuanto me vio dio un coletazo y saltó hacia mi enseñándome la dentadura de tiburón. Me asusté y la esquivé por muy poco.  Se estrelló contra el marco de la ventana. Me costó bastante arrancarla de allí porque se le clavaron los dientes. Ahora duerme en el acuario, con unos morritos tan hinchados que para sí quisieran muchas.

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