lunes, 27 de abril de 2015

¿Y ahora, qué?

Han sido maravillosos los días que la abuela y la Cotilla han pasado entre rejas. Tanto Andresito en su casa, como yo en la mía, hemos tenido horas de tranquilidad y de paz. Hasta Pascualita nadaba en su acuario jugando entre las algas que le hacían cosquillas cuando pasaba entre ellas. Y Pepe nos miraba sin ver ni enterarse de nada pero yo le veía distinto, como si fuera a esbozar una sonrisa en sus labios cosidos..

Pero ya están fuera porque no había quién las aguantara. Se han quejado por todo. La abuela exigía que su mayordomo fuera a hacerles la comida. Y cuando no lograron su objetivo pidieron ver al juez Castro. Les dijeron que no podía ser, que el hombre tiene mucho trabajo con lo el Caso Noos - "¿Por qué Cristina sí puede y nosotras no? ¿Somos, o no  somos, iguales ante la Ley?" - La abuela no se conforma con un no y aquellos pobres policías no sabían con quién se estaban jugando los cuartos. Las dos viejas gritaron hasta quedarse afónicas - ¡¡¡QUEREMOS AL JUEZ CASTRO. QUEREMOS AL JUEZ CASTRO!!! ¡¡¡CRISTINA SI, PUES NOSOTRAS TAMBIEN!!!

Me han dado dos malas noticias: la primera es la liberación de estas dos y la otra, que el Hola no piensa pagarme ni un euro por la historia del crimen de mi abuelito. - ¿Acaso eran gentes de alta alcurnia? - Pues... se que vivían en un tercer piso... No sé si le parecerá lo suficientemente alto. - ¡Váyase a hacer puñetas, señora!

La abuela nos ha convocado para hablar de algo muy importante. - "Van a exhumar el cadáver de mi primer marido" - Oh... - "¿Eso es todo lo que se te ocurre, alma de cántaro?" - Pues... que me hace ilusión... Así podré conocerle. - "Cotilla, dale un capón que yo no estoy para esfuerzos" - Que rápidas son soltando la mano éstas dos.

 La noticia de la exhumación no les sentó bien a ninguna . Tenían mala cara. Muy mala cara. Más demacrada que la de Pascualita...  - No es tan grave... Aunque se descubra lo del mejunje, el delito ya habrá prescrito. - "Es que... no van a encontrar nada" - ¿No está muerto? ¿Emigró a América? ¡Que ilusión! Le pediré que me pague el viaje para ir a visitarlo. - "¡Calla de una vez!"

La Cotilla estaba a punto del desmayo. - Tu abuela quiso experimentar sensaciones fuertes... Se enterró un ataúd con sacos de tierra...  - "Nos lo fumamos" - Quedé en suspenso mientras las últimas palabras de la abuela entraban, poco a poco, en mi cerebro. - ¿En lugar de canutos de María, los hicísteis de mi abuelito? - "Si... Trae el chinchón"- Ya lo creo que lo traje. Buena falta nos hacía Y mientras llenaba tres copas pregunté: - ¿No sobró un poco?



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